sábado, 28 de marzo de 2015

"21 Aniversario de la Escuela Superior de Música de Nayarit"

JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / Periodismo Nayarita.

27 de marzo/2015

La luz del Teatro Alemán empezó a palidecer mientras se escuchaban las palabras mágicas: "Tercera llamada, comenzamos".
 
El auditorio aún no se llenaba pero la gente seguía llegando, mientras la Maestra Claudia anunciaba en el escenario al coro de la Escuela Superior de Música dirigido por la Maestra Ana Cruz Nolasco Macías. Las hermosas y bien coordinadas voces de niños y jóvenes hicieron las delicias del público con la interpretación de las piezas "Dulce Embeleso" y "Canción Festiva".

El ambiente se sentía algo extraño. Había emoción, algo de ansiedad y un ligero dejo de tristeza. Quizá esto tenía algo que ver con la decisión de rendir homenaje en este evento al inolvidable Maestro José Miguel Ferrer Hinojosa, quien fuera y seguirá siendo un emblema del plantel y de la profesión.

Después del minuto de silencio y muchos más de aplausos a la memoria y el legado del Maestro Ferrer, los participantes, maestros y alumnos de la escuela al parecer fueron motivados por ese espíritu que flotaba sobre sus cabezas y lucieron en todo su esplendor su altísimo nivel artístico.

Gran participación de los ensambles de saxofones, percusiones y alientos que interpretaron con excelente calidad piezas como "Oye como va" de Tito Puente, Cups! de Thud y "Quizás, quizás, quizás" de Osvaldo Farrés, muy bien dirigidos por los maestros, Gabriel Jara Vera, Pedro Duarte Hervis y Tomás Páez, respectivamente.

Emotivas palabras del Maestro Rafael Alfredo Almanza Aguilar, Director de la Escuela Superior de Música, quien con voz entrecortada por la emoción del evento y el doloroso recuerdo de la pérdida del amigo, dio un mensaje a la audiencia antes de presentar un breve y emotivo vídeo alusivo al Maestro Ferrer. 

La asistencia del Maestro José Inés Enríquez Ledezma, Director General del CECAN, dio lustre al evento. En su intervención, reconoció la trayectoria artística y humanitaria del Maestro Ferrer, la gran calidad del trabajo directivo y docente del personal de la escuela, el acompañamiento de la sociedad de padres de familia y por supuesto a los destacados alumnos que son la razón de ser del plantel. Entregó un mensaje pleno de emoción y de esperanza al ponderar la importancia de las bellas artes y muy especialmente la música. Felicitó a todos los músicos  nayaritas, comunidad de la que es un miembro muy distinguido.


El calor humano, la emoción y el deleite musical seguía subiendo de tono. Tocó la participación a la Orquesta de Cámara "Manuel Uribe", la famosa OCANAY que deleitó al auditorio con piezas de Gardel, J. S. Bach y un Popurrí , todo bajo la dirección del Maestro Carlos  Ariel Morales Ricoy.

El cierre del concierto no pudo ser mejor y entre nutridos aplausos se recibió la destaca participación de la Orquesta de la Escuela Superior de Música de Nayarit que interpretó varias piezas musicales. La que más disfruté fue Penélope de Joan Manuel Serrat, aunque me gustaron todas.

En esos instantes se llegó al clímax. Se podía sentir el peso de un silencio reverente, las respiraciones contenidas, los corazones abiertos al sutil mensaje de las notas. El sentimiento de la belleza musical, esa que no tiene un rostro definido, pero que puedes palparla, sentirla, a través del viaducto tímpano-corazón. 

Fue un gran momento. No sé si a todos les pasó igual, pero a mí me tenían atrapado. Mi espíritu se llenó de gozo, mi mirada se negaba a apartarse del fondo del escenario, una combinación maravillosa, la dulce sensación del arte flotando en el ambiente y la sonrisa casi sobrehumana de un artista que disfruta el sublime momento de tocar su propia historia.

En fin, quiero felicitar por este medio a todas las personas que, de una u otra manera, hacen posible el hermoso sueño de formar estos talentos, las nuevas generaciones de músicos nayaritas que empiezan a escribir una muy melodiosa historia.

Felicidades a la Escuela Superior de Música por sus 21 años de logros y muchas gracias por permitirme ser parte de esta gran familia.