lunes, 7 de octubre de 2019

Enfoque Humanista en Drogadependencias


JORGE LEONEL PAZ CORDERO / Periodismo Nayarita

Guadalajara, Jal.-  La Psicología Humanista es una interpretación más de la realidad humana, con fundamentos teóricos serios y sobre todo con una concepción del ser humano muy definida; frente a la cual se asume un inmenso compromiso. Una psicología que debe ser conocida a profundidad, ya sea para asumirla como postura y como práctica profesional o para tratar de falsearla desde cualquier otro de los sistemas psicológicos.

Es realismo que rompe la estandarización de los seres humanos y promueve la creatividad como el enorme potencial que surge de las diferencias individuales y lo convierte en su mayor riqueza. Es responsabilidad, es compromiso, es confrontación y, en la mayoría de los casos, dolor: de romper con la comodidad de la dependencia, dolor de invertir la atribución de causalidad del exterior al interior; es la ruptura de convertir la simpatía en empatía y el paternalismo en un inmenso respeto por el ser humano.

Es un sistema psicológico, de múltiples perspectivas, cuyo objeto de estudio es el ser humano situado existencialmente, considerado como un proceso, como un ser en constante de venir.Es un sistema en cuya fundamentación teórica en su praxis se sustenta y se promueve la consciencia individual, la autonomía, la libertad y la autorresponsabilidad, como las características esenciales del ser humano. Es un sistema que centra su interés en el sentido y el significado que los individuos dan a su existencia a partir de la interacción con sus congéneres y que es la base de su propio desarrollo.

QUE NO ES LA PSICOLGIA HUMANISTA. No es lagrimas ni gritos, no es la promotora de la desnudez pública de la intimidad de los sentimientos frente a un Grupo heterogéneo, irresponsablemente conformado a través de afiches, plegables o cuñas promocionales en los medios de comunicación, o en las carteleras de universidades y de instituciones. No consiste en crear situaciones artificiales, en las Queen un ambiente campestre se reúne un grupo de estudiantes, de compañeros de trabajo o de personas desconocidas entre sí, y como si abrieran un paréntesis en su vida cotidiana, mediante técnicas manipuladoras conducentes a bajar todas sus defensas, se les induce a expresar afectos, sentimientos y verdades que sellados con el abrazo terapia y las lágrimas dejan una dulce sensación de momento.

No es simpatía, no consiste en legitimar actitudes irresponsables de consultantes que al expresar sus insatisfacciones e inconformidades, hacen una relación de la responsabilidad que tienen frente a su sufrimiento sus padres, su familia, su pareja, su medio laboral, menos la suya propia. No se trata de poner el brazo en el hombro y compadecer al consultante para hacerlo sentir bien. No genera dependencia ni legitima las ya existentes en personas, parejas o grupos. No es ir de institución en institución dictando conferencias, predicando la permisividad, la abolición del control y de la disciplina y desmoronando la autoridad necesaria en la formación de niños y jóvenes.

No consiste en recomendar cristales de cuarzo ni amuletos, ni hierbas ni perfumes. No consiste en señalar el camino a ningún consultante, ni tomar por él las decisiones trascendentales de su vida en los mementos más críticos. No es el camino más fácil para un estudiante de psicología que ve en los manuales de juegos y de técnicas fácilesla posibilidad de evitar el sentimiento de culpa que le puede producir una hora de terapia sin saber qué hacer con el consultante.

No es una tecnología terapéutica sin fundamentación, sin posiciones ontológicas, definidas y sin una concepción comprometida con el ser humano. No es la única psicología, ni la mas completa, ni la mejor fundamentada, ni la verdad revelada.

Esta gran variedad de interpretaciones, aunque distintas entre sí, tienen en su esencia algo en común. Son diferentes perspectivas de una misma visión del ser humano. Todas ellas se enfocan más en el potencial de las personas que en sus limitaciones, resaltan su autonomía y su libertad y por consiguiente su autorresponsabilidad. Ellas expresan, en sus principios y en sus métodos, la convicción de que el ser humano es un proceso un ser en constante devenir.

La búsqueda científica de Maslow, su espíritu innovador, su independencia y su visión del ser humano, lo llevaron a proponer el método de la vanguardia radiante con la idea de que “podemos aprender mucho acerca del hombre, mediante el estudio de gente excepcionalmente saludable y madura”.

Esto le permitió buscar entre figuras públicas, vivas o muertas, entre sus amigos conocidos, entre sus amigos y conocidos, entre estudiantes, aquellas personas que el definió como plenamente realizadas. En su estudio investigaba costumbres, preguntas acerca de la ética, acerca de lo correcto y no correcto y respecto a la conducta sana y enferma. Incluyó aspectos humanos referentes alamor, al arte, la felicidad, la diversión, el juego la belleza, el goce y el placer.

Su idea acerca de la persona plenamente realizada, lo condujo a proponer su teoría de las necesidades básicas, que desde su formulación hasta nuestros días sea constituido en referencia obligada en los estudios de motivación humana

Así pues la enfermedad mental es una situación debida a deficiencia, es decir, a ineptitud del individuo para reconocer y satisfacer sus necesidades que son, de hecho comunes a la especie humana.

A la luz de psicología, la persona enferma es aquella que no ha aprendido a lograr buenas relaciones humanas

Es más prudente considerar que la neurosis está relacionada con los desordenes mentales, la perdida de significación, las dudas acerca de las metas vitales; con la aflicción y el miedo que producen un amor perdido, una diferente visión de la vida; la desesperación que provoca un futuro incierto; el disgusto de sí mismo; la conciencia de que se está despilfarrando la propia existencia, o la imposibilidad de amar, de goce, etc.…Todos estos aspectos son parte de un desplome de esa plenitud, de esa prodigiosa floración de la naturaleza humana

Su teoría de las necesidades básicas, el método de la vanguardia radiante y su concepto de la persona plenamente realizada reajustan a las demandas de otra de las categorías que establece la promoción de la adaptación humana, el ajuste y el desarrollo personal

Se aprecia además que su visión de ser humano es integradora por cuanto en su investigación reunió la observación y la expresión subjetiva de los individuos e incluyó la indagación de aspectos referentes al arte, la felicidad, la diversión, el juego, el amor, la belleza, el goce y el placer.

Como hecho positivo podría destacarse la idea de que las circunstancias de una vida feliz cuentan entre los agentes terapéuticos esenciales y que la psicoterapia técnica tiene, a menudo, la única tarea de hacer que la persona logre sacar ventaja de tal situación”

Insiste por lo tanto en el logro de una buena percepción del mundo y dela vida; en hacer al individuo más consciente de sus propias motivaciones, Necesidades, deseos y renuncias para desarrollaren él una más amplia capacidad para resolver sus problemas vitales.

Maslow se asignó un gran valor al amor en la recuperación y el mantenimiento de la salud mental, asegurando que “la presencia de este y el afecto es básica para el desarrollo saludable del individuo”

A menos que la capacidad personal se ensanche, el paciente seguirá afrontando la dificultad de satisfacer necesidades de seguridad, posesión, amor respeto; esto es verdad también, aunque en menor grado, por lo que toca a colmar las necesidades reconocimientoy comprensión de su mismo.

El terapeuta afortunado es aquel que en verdad ayuda al sujeto para que logre una mayor habilidad en lo referente a satisfacer sus necesidades individuales y así lo impulsa a tomar el camino de la autorrealización. Maslow define este hecho como lamenta final de toda terapia”

La teoría clínica de Rogers, lejos de ser una abstracción intelectual, es una teoría vivida, moldeada por sus observaciones y sus experiencias como psicólogo y como persona.

En 1951, Rogers estableció las bases de su teoría, en el capítulo final de su libro “la terapia centrada en el cliente”. Las dos primeras proposiciones proporcionan la clave de su estructura; todas las demás, diecinueve en total, se derivan de las premisas de estas dos1- Todo individuo vive en un mundo continuamente Cambiante de experiencias de las causales él es el centro”.2- el organismo reacciona ante el campo tal como lo experimenta y lo percibe.

Para él la persona constituye una unidad única e indivisible. No importa que haga o cómo se comporte la persona, lo que ella haga debe ser visto como producto de la persona en su totalidad, no por una parte o un subsistema de ella. La persona no es un conjunto de partes o sistemas como el yo, el ello y el súper yo. La conducta no surge de una parte o subsistema de su personalidad.

No es una parte del ser humano lo que lucha por la vida, ni sus sentimientos pueden ser vistos aisladamente, es la persona como un todo, quien se expresa en sentimientos.

Consecuente con su visión del ser humano, Rogers asume una posición muy coherente al discutir los conceptos de normalidad y anormalidad psicológicas. Los plantea en términos de adaptación e inadaptación, no sin antes precisar críticamente el significado que ellos conllevan.

En lugar de normalidad se refiere a la persona que funciona a plenitud y la define como aquella que es capaz de vivir totalmente y con todos sus sentimientos y reacciones; que emplea su experiencia orgásmica, todo su cuerpo, para sentir de la mejor manera posible su situación existencial interna y externa; que utiliza la información que su sistema nervioso le proporciona, haciéndola consciente y dándose cuenta que su organismo total es más sabio que su propia mente; que permite además que su organismo total funcione en toda su complejidad para seleccionar, entre muchas posibilidades, la conducta que en cada momento le sea más satisfactoria; que confía en su organismo y experimenta todos sus sentimientos sin tener miedo de ellos.

De otra parte la “anormalidad” la encuentra Rogers en la persona que no logra ser “ella misma”; que ha negado su conciencia en el pasado, partes de su experiencia por ser demasiado amenazantes para la estructura de su “self”; que no confía en su organismo, que no está abierta a la experiencia.

Por esta razón Rogers, cuidadosamente, y fiel a este propósito, construye una forma de ayudar a las personas, en la cual el terapeuta se compromete en una relación intensamente profesional y subjetiva con su consultante- relacionándose no como un científico con su objeto de estudio, ni como un médico que esperar y curar, sino de persona a persona.

“Significa que el terapeuta siente que tal paciente es una persona de valor propio incondicional; de valor, no importa cuál sea su condición, su conducta o sus sentimientos. significa que el terapeuta es capaz de dejarse llevar hacia un entendimiento de esta persona; que no hay barreras internas que le impidan sentir lo que se siente ser el paciente en cada uno en cada momento de la relación; y que él puede comunicar algo de su comprensión empática al paciente. Esto significa que el terapeuta se ha sentido cómodo al entrar en esta relación completamente, sin saber cognoscitivamente a donde conducirá, sintiéndose satisfecho por proporcionar un clima que liberará al paciente para llegar a ser el mismo “La obra del Perls y sus seguidores dan cuenta de una psicología clínica que hace de su práctica, la terapia Gestalt, una actividad investigativa en tanto el proceso mismo de la psicoterapia emplea todo el tiempo el método fenomenológico la promoción del desarrollo de las personas y la intención de Aliviar el sufrimiento se centra en el trabajo con la conciencia. Su preocupación por la integralidad de la persona está presente en el holismo que se hace evidente en su teoría y su praxis, a tal punto que su misma denominación-Gestalt- así lo evidencia

En el proceso terapéutico, Perls señala que el punto de partida consiste en asumir que sólo un fenómeno puede ocupar el primer plano cada vez; en consecuencia, el terapeuta puede dirigir su energía a estar con el consultante de la manera más sencilla, preguntándose “qué ocurre”

Cuando el terapeuta se ocupa de la conciencia del consultante respecto a cómo se experimenta a sí mismo, se satisface el requisito gestáltico de trabajar en el aquí y ahora. Para Perls “estar presente ahora” consiste en unir la atención y la conciencia del paciente buscando permanentemente las formas de estar en contacto con él “como” delos sucesos que ocurren en el presente.

En mi opinión es fundamental para todo lo demás abrirle el camino al paciente para que haga esta distinción. Sencillamente, no podrá avanzar y desarrollar más hasta que sepa algo acerca de cómo determinar que es él mismo que no es él, y hasta que pueda descubrir la diferencia entre lo que existe y lo que el crea en su cabeza, en su fantasía,

El mundo se compone de aquello que nos resulta importante. En el campo perceptual de los seres humanos en el que se constituye un todo de figura- fondo, la figura es lo que conocemos o queremos.

El resto, fenimenológicamente no existe. Cada persona va creando el mundo de acuerdo con sus necesidades; así lo organiza a lo largo de su vida, hasta el fin, en el juego de la reversibilidad figura-fondo. En este sentido, la realidad es flexible y cambiante.

En otras palabras, existe un mundo que sigue su curso sin nosotros, el que es llamado mundo objetivo. Se puede decir que los mundos que vamos creando en el transcurso d la vida son subjetivos o personales, mundos que vamos creando con lo que no es ya dado

El encuentro terapeuta-consultante es una vivencia real en la que ninguno actúa “como si”. Lo que en ese “aquí y ahora “sucede es el contenido de la terapia misma. La conciencia, el “darse cuenta”, es el instrumento principal, y vigilar constantemente las fantasías, constituye la “epoché”, el “estar entre paréntesis” que configura la reducción fenomenológica.

Se asume que la interferencia primordial en el proceso de la vida de las personas ocurre por la disminución de su conciencia. La conciencia es la experiencia de lo que a la persona le sucede y su disminución empobrece el proceso Gestalt. Toda la pérdida de energía, el acartonamiento, la neurosis, surgen de un trastorno de conciencia.

El término “contacto” es el más empleado por Perls para referirse al estar consciente fuera de contacto se pierde la capacidad para resolver los problemas de la vida. La recuperación de una persona se inicia con un primer paso que consiste en estar consciente de lo que hace y de lo que se hace a sí misma.

Se asume que el organismo que funciona libremente es capaz de enfrentarse en forma adecuada a los problemas de la vida, siempre y cuando se mantenga en Contacto completo con estos problemas y sus propias posibilidades de captar y organizar el medio.

Y refiriéndose a la normalidad, afirma: “El hombre que puede vivir en contacto significativo con su sociedad, sin ser tragado completamente por ella y sin retirarse completamente de ella, es el hombre bien integrado. Él se autoabastece porque entiende la relación existente entre él mismo y su sociedad, tal como las partes del cuerpo entienden instintivamente su relación al cuerpo como un todo. Es el hombre que reconoce el límite de contacto entre su y su sociedad, que le da al César lo que es del César y se deja para sí lo que le es propio”.

Frankl La búsqueda de sentido, el éxito en encontrarlo o su fracaso, constituyen en Frankl el criterio sobre el cual establece su psicología clínica, sus explicaciones de lo psicopatológico y las varias técnicas de ayuda Queen su conjunto constituyen la logoterapia, nombre dado por él mismo a su perspectiva teórica sobre el ser humano.

La logoterapia y toda la concepción teórica de Víctor Frankl es la más conocida con el nombre especifico de terapia existencial. La razón tal vez pueda encontrarse en el énfasis que hace en la naturaleza del ser humano, su existencia sobre todo el sentido que tiene esta existencia para el individuo

Para él, el ser humano, a pesar de las posibles condiciones difíciles de su vida, del estrés físico y psicológico que tenga que soportar, puede conservar un vestigio de libertad espiritual y una cierta independencia mental. La vida no sólo la explica el amor y la alegría, también el sufrimiento y la muerte.

Afirma Frankl que el significado de la vida, de la muerte, del sufrimiento, del trabajo y del amor son “la señal de la naturaleza extraordinariamente humana del hombre”. Solo el hombre es capaz de buscar el significado de su propia existencia. El hombre en busca de sentido

La valoración clínica que hace Frankl en términos de salud mental, neurosis, psicosis, suicidio, adicciones, entre otros, se fundamenta en la voluntad de sentido que él define como ese algo que cada persona necesita para responder a la pregunta de ¿por qué vivir? Esta voluntad de sentido o deseo de significar constituye la motivación primaria. No es propiamente un impulso en las personas sino un valor que las atrae. El sentido es un descubrimiento, una búsqueda, y un encuentro individual.

Cuando el hombre no descubre el sentido, se ampara en lo que Frankl llama el vacío existencial que se evidencia en el desánimo, la depresión y la neurosis: se manifiesta en un “estado de tedio”, de hastío. Este vacío conduce a la frustración existencial que se puede enmascarar en el deseo de poder, de riqueza, de aprobación social, de desenfreno sexual, que tienen como función compensar la falta de sentido.

Esa falta de contenido en la vida de algunas personas, explica igualmente el alcoholismo, la drogadicción, la delincuencia en muchos casos y el suicidio.

“Las neurosis neógenos tienen su origen no en lo psicológico, sino más bien en la dimensión noológica (del griego nos, que significa mente) de la existencia humana. Este término “logo terapéutico” denota algo que pertenece al núcleo “espiritual” de la personalidad humana.

La terapia centrada en la persona. La psicoterapia, decía Rogers, es “la liberación de una capacidad ya existente en un individuo potencialmente competente, no la manipulación experta de una personalidad más o menos pasiva”.

Esta afirmación se basa en la premisa de la tendencia a la autorrealización expresada por Rogers cuando afirmaba que “El organismo tiene una tendencia o impulso básico a actualizar, mantener y desarrollar al organismo experienciante” y que llamó potencial de crecimiento.

Igualmente expresa lano  directividad, como la característica fundamental de su pensamiento y de su práctica.

La no directividad es una actitud hacia el cliente. El terapeuta se sumerge con el cliente en el mundo subjetivo de éste, quien es el centro de la interacción. Se rehúsa a orientar al cliente deba pensar, sentir o actuar de una manera determinada.

La no directividad no significa indiferencia ni pasividad del terapeuta para dejar actual al clienta; se trata, por el contrario, de una actividad de intervención constante en las experiencias del individuo mediante la abstención de juicios de valor o la aceptación incondicional de la persona como tal.

No directividad es ausencia de consejos, instrucciones, interpretaciones; es la expresión de la confianza en las posibilidades de la persona para autoconcientizarse de ella misma.

Estar centrado en el cliente significa adoptar sistemáticamente la actitud definida por los cinco imperativos siguientes:3. Acogida y no iniciativa.4. Centrarse en la vivencia del sujeto y no en los hechos que evoca.5. Interesarse por la persona del cliente y no por el problema.6. Respetar al cliente y manifestarle una consideración real.7. Facilitar la comunicación y no hacer revelaciones.

En palabras de Rogers “cuando el terapeuta experimenta una actitud cálida, positiva y receptiva hacia lo que está en su cliente, está facilitando el cambio.

La empatía corresponde a esta parte de la hipótesis: “…y una sensible capacidad de ver a mi cliente y su mundo tal como él lo ve…”. El terapeuta empático asume las actitudes de los clientes y puede decirse, que es capaz de situarse detrás de los ojos de esos clientes para ver el mundo como ellos lo ven.

La empatía requiere de parte del terapeuta una gran sensibilidad y sutileza y ante todo que sea una persona que haya organizado su propio mundo experiencial congruentemente; en otras palabras alguien muy auténtico, que tramita en todas las formas esa autenticidad al cliente.

En conclusión la empatía es una evidencia de la confianza que tiene el terapeuta en las fuerzas a desarrollar por su consultante y por lo tanto se abstiene de imponerle sus propias normas, respetando el proceso individual de cada persona, y proporcionándole una atmósfera libre de prejuicios y condicionamientos sociales o personales

TECNICAS La respuesta reflejo. El punto más importante de la terapia centrada en la persona reside más en los valores y actitudes expresados por el terapeuta hacia el cliente, que en cualquier método especifico. Se trata de un encuentro sincero y espontáneo entre dos personas enmarcado en la actitud empática, la autenticidad, la congruencia y la aceptación positiva incondicional.

Se trata de la “respuesta reflejo” llamada también “técnica de la expresión o reformulación”. Consisten repetir, parafrasear o reflejar lo que el cliente termina de expresar o contar algo, de tal manera que pueda reconocer su propio discurso. El hecho de que el cliente vea reflejadas en la respuesta del terapeuta sus propias palabras, sus falsas simbolizaciones de la experiencia, constituye un medio para darse cuenta de lo que está expresando.

En consecuencia, el interés del terapeuta se centra en la comunicación integral del cliente y sus diferentes manifestaciones a través del lenguaje gestual, actitud ideal, postural, tonal, además de su expresión oral.

El hecho de resumir o tal vez acentuar algunas palabras, gestos, actitudes o expresiones del cliente le abren a éste a la conciencia, aspectos de su experiencia no percibidos o rechazados que en el momento adquieren importancia.

La respuesta reflejo hace evidente en la psicoterapia que el terapeuta tiene comprensión verbal entiende las palabras que utiliza el cliente, comprensión simpática – sintoniza con el cliente que le permite comprender mejor lo que dice, y sobre todo comprensión empática- capacidad de ponerse en el lugar del consultante, y ver el mundo desde su marco de referencia, sin dejar de ser él mismo.

La respuesta reflejo se subdivide en tres modalidades: Respuesta reflejo simple o respuesta eco: consiste en repetir lo expresado por el consultante, se utiliza en las primeras sesiones de la terapia, teniendo en cuenta que solo es útil en situaciones descriptivas, cuando el discurso del cliente no presenta cargas emotivas de consideración. Sirve para que el consultante haga conscientes fallas que presenta en sus descripciones, para que ponga orden a lo que dice, y vea en sus palabras lo que para él es más importante y lo que es secundario.

El terapeuta no refleja sentimientos con esta modalidad de respuesta y tampoco busca aclaraciones o dilucidaciones. En pocas palabras, consiste en parafrasear las afirmaciones del consultante, en la mayoría de los casos reformularlas como interrogantes ojalá empleando términos sinónimos, no las mismas palabras del cliente. Las respuestas de este tipo se inician con expresiones como las siguientes: ¨ En otros términos ¨, ¨ Si le entendí bien ¨; ¨ Así, usted considera ¨, ¨ Usted quiere decir que ¨

Reformulación resumen: modalidad incluida dentro del reflejo simple, que intenta traducir lo esencial del discurso. Supone que se haya captado fundamentalmente lo que el sujeto quería decir

LA PERSONALIDAD DEL TERAPÉUTA. Primer punto a considerar es “la actitud que tiene el terapeuta hacia la dignidad y las significación de lindividuo.
El terapeuta que se propone utilizar este enfoque pronto aprende que el desenvolvimiento de la manera de considerar a la gente que subyace a esta terapia es un proceso continuo, estrechamente relacionado con la propia lucha del terapeuta por su crecimiento e integración personales.
Es la personalidad la que diferencia a aquellos terapeutas que actúan con explicaciones durante el tratamiento, que manifiesta tendencias posesivas, autoritarias y dogmáticas, de aquellos que ponen un gran empeño en lo que dicen, que actúan con cortesía, benevolencia, cordura y tolerancia, que no buscan Imponer valores al consultante ni dar pautas y normas. Estos últimos son aquellos que a criterio de algunos autores tienen un “eros terapéutico”.
LA PRIMERA CONSULTA, es impronta. La impresión que queda en el consultante se convierte en la base fundamental d todo el proceso terapéutico. Esto significa que el centramiento en la persona, la aceptación positiva incondicional, la no directividad, la empatía y en general, todas las cualidades de la relación terapéuticas tienen que hacer presentes en este primer encuentro terapeuta y cliente. El dolor, es llanto, la tristeza, no son en sí mismos ni buenos ni malos, son sentimientos que se expresan y que pueden tener un potencial sanador para el consultante en la medida en que el terapeuta asuma la actitud centrada en la persona que los expresa. Su papel no consiste en consolar ni tampoco aliviar el dolor que trae el consultante al momento de la terapia. Por el contrario, en la mayoría de las situaciones la expresión libre de sentimientos, congruentes con la vivencia de la persona, constituyen un camino de crecimiento.
La primera consulta exige por lo tanto, ojalá antes de escuchar el motivo de consulta, dedicar un tiempo para explicar al cliente la psicoterapia. Se debe hacer un énfasis particular en que no se trata de un proceso de solución de problemas puntuales y tampoco consejería
Se explica el papel del terapeuta y del consultante y la responsabilidad de cada uno en el proceso. Se aclara que el tiempo de duración de la psicoterapia, el número de sesiones, depende de las señales de crecimiento que vaya mostrando el consultante a lo largo del proceso. Se advierte igualmente que el cambio, la expresión libre del “sí mismo” de la persona, en muchas ocasiones va a ser dolorosa, por cuanto implica abandonar la comodidad de la propia vida.
Es conveniente ilustrar al cliente sobre el empleo de la respuesta reflejo para que en su momento no tenga la sensación de estar haciendo el ridículo o perciba como burla la re expresión del terapeuta. Igualmente se hace explícita la intención del terapeuta de no emitir juicios de valores ante ninguna expresión lingüística o actitud idonea del consultante.
EL ÚNICO MOTIVO DE CONSULTA A pesar de la variedad de problemas personales que llegan al terapeuta, se puede decir que sólo existe un único problema: ¿Quién soy yo realmente? ¿Cómo puedo llegar a ser yo mismo? ¿Cómo puedo llegar a ser lo que yo quiero ser?
La terapia Gestalt El enfoque terapéutico fue creado por FitzPerls y su compañera Laura, dos alemanes que unieron y sistematizaron sus influencias respectivas a partir de los años cincuenta: El psicoanálisis de Fitz Perls, quien había sido discípulo entre otros de Wilhem Reich y Karen Horney, y la psicología de la Gestalt y de la Forma por parte de él y de Laura. Tiene además influencias implícitas del teatro y del psicodrama, del pensamiento fenomenológico y existencialista, y del Zen.
Hace parte de la psicología humanista por cuanto comparte con esta, la visión esperanzadora del ser humano que tiene a la autorrealización, no como individuo apologizado, sino con su potencial que le permite un desarrollo óptimo en el aquí y ahora; un tiempo presente, puntual, despojado de absolutos e inmerso en una situación interrelacionar con los otros y con el mundo.
Algunas de las perspectivas más convincentes que fundamentan la terapia Gestalt como parte de la psicología humanista son:2. El poder está en el presente3. La experiencia es lo que más importa4. El terapeuta es su propio instrumento5. La terapia es demasiado beneficiosa para limitarla a los enfermos.
La teoría Gestalt fue llamada en sus comienzos por Fritz Perls, terapia del darse cuenta y luego terapia de la concentración. Esto señala la insistencia en que el requisito básico de la acción terapéutica está en el individuo tome conciencia o se dé cuenta de lo que está pasando todo el tiempo dentro de sí y su alrededor. Esto es lo que permite decir que se trata de un enfoque terapéutico centrado en el momento existencial que vive la persona, en el aquí y ahora, en su presente.
“La terapia Gestalt consiste en atender a otro ser humano en tal forma que le permita ser lo que realmente es…”, la presenta como “una terapia existencialista, que se ocupa de los problemas provocados por nuestra aversión aceptar la responsabilidad de lo que somos y de lo que hacemos”.
La teoría Gestalt como camino hacia la autorregulación. Desde su primera publicación, “yo, hambre y agresión. El comienzo de la Terapia Gestalt”, en1947, Perls integró en su totalidad en la que el organismo, compuesto de cuerpo, reacciones fisiológicas, gestos actitudes, conductas palabras, frases, lenguaje verbal y no verbal, pensamiento, memoria, emociones, sentimientos, recuerdos, imaginaciones y fantasías, se presenta inmerso en un campo social determinado, con capacidad de relacionarse y comunicarse
En esta obra, Perls destacó el instinto o tendencia la auto conservación y al crecimiento y definió el ego como un proceso cuya meta-inalcanzable- era la reducción de la tensión entre el individuo y el ambiente.
La característica central del yo es la formación y destrucción de las Gestalt en. “…el ser humano vive o siente sus percepciones, necesidades, pensamientos y emociones, necesidades, pensamientos y emociones como proceso en formación y destrucción degestalten (configuraciones, formas) en las que se da la polaridad de lo que sobresale en ese momento (figura) y de lo que se esconde(fondo). En algunos momentos la figura puede ser el individuo en contacto consigo mismo y el fondo la interrelación entre el individuo y el medio que le rodea; en otras ocasiones la figura se puede convertir en fondo y el fondo en figura”.
El objetivo, entonces, de la terapia es traer estas necesidades a la conciencia, al campo perceptual del individuo, lo que se consigue trabajando con las emociones que surgen cuando aparecen estas experiencias olvidadas. Se trata d que las situaciones inconclusas se integren a la totalidad de la experiencia del organismo mediante el “darse cuenta”
Características de personalidad del terapeuta Gestalt• Habilidad para decir las cosas en forma precisa, concisa, clara y directa.• Habilidad para enfocarse en la orientación del “aquí y el ahora”, quedándose en el presente• Sensibilidad sensorial y funcionamiento corporal.• Contacto con las emociones propias y habilidad para servirse del darse cuenta, en forma directa y abierta con los otros.• Habilidad para diferencias los datos fenomenológicos observados y la interpretación.• Darse cuenta de sus intenciones, de qué es lo que usted quiere hacer o decir, unido a la habilidad de ser claro haciendo ver a los otros qué es lo que quiere de ellos.• Habilidad para darse cuenta dónde está situada la gente en Un momento dado, respetando donde se encuentran cuando se está trabajando con ellos.• Centrarse en el “continuum” del proceso, de tal forma que sus capacidades y creencias sigan su propio camino de la experiencia, con la expectativa de que algo importante se desarrollará y se llegará al cierre.• Capacidad para ser simultáneamente rudo y amable en una misma sesión• Habilidad para enfrentar y aceptar situaciones emocionales que se dan entre usted mismo y los otros.• Habilidad para presentarse usted mismo en forma atractiva sin necesidad de imponer presencia carismática.• Darse cuenta de los aspectos trascendentales y creativos de su trabajo.
La terapia de Víctor Frankl La obra de Frankl centra, como ninguna otra psicología en Occidente, toda su reflexión y su práctica en dimensión espiritual del hombre. Afirma Frankl que el significado de la vida, de la muerte, del sufrimiento, del trabajo y del amor son “la verdadera expresión del estado de ser humano, la señal de la naturaleza extraordinariamente humana del hombre. Sólo el hombre es capaz de buscar el significado de su propia existencia.
La espiritualidad no es entendida como religiosidad sino como trascendencia mediante el sentido “…así llegué a comprender que el principal hecho antropológico humano es estar siempre dirigido o apuntando hacia algo o alguien distinto de uno mismo: Hacia un sentido que cumplir u otro ser humano que encontrar, una causa a la cual servir o una persona a la cual amar.
La libertad hace referencia a la capacidad de elegir la actitud personal frente a cualquier circunstancia. Las siguientes son las preguntas que se hace Frankl para llegar a la conclusión de que el hombre tiene capacidad de elección.
El énfasis en la responsabilidad humana se muestra igualmente en el propósito básico de la logoterapia. Igual que en Rogers, la terapia de Frankl no es directiva; busca que el paciente se haga plenamente consciente de sus responsabilidades y por lo tanto sólo él y nadie más que él, puede decidir en qué y ante qué o ante quién se considera responsable.
LA EXPERIENCIA DE ESCUCHAR Y SER ESCUCHADOvEs innegable que pocas personas gozan de capacidad de escucha, y al toparse con esas personas invade una sensación de alivio al seres cuchados, independientemente de su coincidencia con nuestro pensamiento o no.
Para Alemany (1984 y 1997), escuchar significa atención física a nuestra persona y un atención psicológica al contenido que expresamos así como el tono emocional con el que lo decimos sin la atención física postural se hace muy difícil concentración necesaria para la atención psicológica, que es la que realmente presentamos cuando estamos escuchando a otro.La atención física transmite nuestra buena disposición para estar presentes en la vida del otro la atención psicológica (escuchar) nos permite captar y retener una serie de datos verbales emocionales que el interlocutor nos transmite.
En este proceso el interlocutor espera que mensaje no se vea distorsionado (Watzlawick et a1997). Por este motivo en el proceso comunicativa prima decodificar el mensaje que el interlocutor no quiere dar a conocer, el oír tomando en cuentamundo referencial y emocional desde el que esa palabra se emiten, descifrando el sentido particular que se les brinda en el momento presente (el aquí y el ahora) para proceder, brindar una respuesta empática. Precisamente Denominamos este proceso “saber escuchar”. ParAlemany (1984 y 1997), particularmente en caso de drogodependencias resultan esenciales dos aspectos al aprender a escuchar:
Suspender todo tipo de juicio o prejuicio del cliente. Proceso comunicativo se da a niveles más profundo cuando se está abierto a recibir al drogodependiente como es. Rogers, Cakhuff y Freud, entre otros, ha insistido en la actitud de respeto incondicional en una primera fase, donde se acepta a la persona tal como evitando todo tipo de prejuicio. Suelen descartarse del lenguaje humanista él términopaciente, enfermo, curación, y similares, que connota dependencia, limitación y, por lo ya expuesto, falta de respeto por la persona. No obstante, no se descarta evaluación psicológica clínica, la interconsulta psiquiátrica, la ayuda médica; dado que ello permite valorar el caso, continuar con las sesiones de consejería y motivación derivar al consultante hacia alternativas más convenientes, considerando sus características
Esta actitud frente a la dignidad del paciente, la aceptación incondicional y el respeto que se le brinda se consideran factores que favorecen u obstaculizan, en caso que falten la adquisición del enfoque centrado en el cliente. Aceptación y respeto deben estar enraizados en la personalidad del terapeuta, formar parte esencial de su ser, lo que se deriva de la aceptación de sí mismos.v La hipótesis central propone que el ser humano, si se le presentan las condiciones adecuadas, puede desarrollarse, actualizarse, ampliar sus capacidades y se consciente de lo que experimenta a fin de autocontrolarse. "No se puede manejar eficazmente lo que no se percibe conscientemente", propone Rogers. Deallí la necesidad de ampliar el auto concepto del cliente y de incluir en él todo (o casi todo) lo que vivencia.
Ahora bien, no se pretende hacerlo actuando sobre sino, como dice Kinget, "acompañándolo" en la experiencia, brindándole las condiciones requeridas dándole seguridad (Rogers y Kinget, 1971). En síntesis, desde la perspectiva anterior, el consejo psicológico en drogodependencias se da en un espacio de interacción donde se intenta “reducir la resistencia” e inducir a consultante hacia el “cambio de actitud” respecto a consumo, el consejero o terapeuta y el tratamiento. En este caso, los objetivos son: explorar los mecanismos cognitivos involucrados en el mantenimiento de consumo, y el establecimiento del nivel de motivación de cambio. La búsqueda de la interrupción del consumo no necesariamente es primordial en esta fase (Mercer yWoody ,1999; Rojas et al, 2002).
Este principio tiene una implicación directa en la conducta de escuchar. Esto se debe a que en el proceso comunicativo no estaremos predispuestos a captar los contenidos que queremos, esperamos o sabemos de antemano, sino el mensaje que el otro nos quiere transmitir, tratando de eliminar en lo posible nuestras predisposiciones, primeras impresiones, prejuicios, etc. Ahora bien, queda claro que no es posible para el ser humano evitar por completo prejuicios o predisposiciones puesto que estos forman parte de su subjetividad; lo que se busca es evitarlos dentro de los límites posibles. De esta manera, con entrenamiento se logrará ser más consciente de los tipos de prejuicios más habituales o de las habilidades que se usan en una relación interpersonal que Impiden captar el mensaje que el interlocutor intenta emitir. Este entrenamiento será indispensable lo que buscamos es adquirir las actitudes fundamentales que facilitan la comunicación: el respeto, la empatía y la congruencia.
Resistir a las distracciones. Distracciones son todas aquellas cosas que impiden estar con el otro. Pueden ser externas, como: ruidos, llamadas de teléfono, desorden en la mesa, etc.; o internas, como: estar con la mente en otros temas, una preocupación, un plan, etc. Una distracción habitual es estar pensando lo que uno va a decir al otro, concentrándose de tal manera en las posibilidades de respuesta que no se escucha lo que transmite el interlocutor, lo que generará una respuesta disonante o poco congruente con el mensaje.
Muchas personas pueden considerar “estar escuchando” cuando de hecho se encuentran esperando que termine de hablar su interlocutor para decir lo que estaban pensando. En este caso no se ha establecido un diálogo en ningún momento, sino el acoplamiento sucesivo de dos monólogos. Todos podemos recordar ejemplos y experiencias donde hemos sido parte activa o pasiva de estas interrupciones, de esos monólogos intercalados o de ese no prestar la menor atención al mensaje del otro.
La audición está también afectada por lo que se ha llamado fatiga auditiva, que puede ocasionar la pérdida temporal de la audición poruna continua exposición al mismo tono o intensidad (Alemany, 1984 y 1997). Por ejemplo, la gente que permanece largo rato en una discoteca puede experimentar esta fatiga auditiva y si la exposición es más permanente, la pérdida puede resultar igualmente permanente (Adler, Rosenfield, Interplay, 1980, pág. 195; citados por Alemany, 1984 y 1997).
Después de que los sonidos son convertidos en impulsos electroquímicos y transmitidos al cerebro, una decisión a menudo inconsciente es hecha respecto a prestar atención a lo oído, o no. Asumiendo que el proceso de escuchar empieza como fisiológico primero, enseguida se convierte en proceso psicológico.vLas necesidades, deseos, motivaciones, percepciones y experiencias pasadas de los individuos son las que determinaran la primacía de la atención y señalaran cuales, de todos los estímulos recibidos, focalizan más nuestra atención y en ese sentido son estos los escuchados. Finalmente, otros aspectos que tienen que ver con el proceso que va del oír al escuchar son el elemento de la comprensión y el de la evocación o recuerdo.
Y, finalmente, la habilidad para evocar o recordar la información también es entendida como una fusión de diversos factores: el número de veces que la información ha sido oída o repetida; la cantidad de información almacenada en el cerebro, etc. (Watzlawicket al. 1997). El escuchar es un proceso natural. Muchos sujetos consideran que escuchar es como respirar, que se hace naturalmente sin que nadie nos tenga que enseñar, paradójicamente encontramos individuos que nunca han aprendido a respirar bien (los cursos de relajación, yoga, concentración, etc. dedican buena parte del tiempo a enseñar a respirar), así como los hay que no han aprendido a escuchar bien (Alemany, 1997).
La clave de una buena comunicación está en convertir eso que parece un proceso normal “todos nacemos sabiendo escuchar” en una premisa que se debe verificar en la práctica diaria y que se debe potenciar en un entrenamiento, donde Los malos hábitos sean corregidos. FUNCIONES DEL ESCUCHAR, Rob Anderson, citado por Alemany (1984 y 1997), sugiere estas funciones y beneficios que vienen de mejorar esta particular destreza.vDe la misma manera, todos podemos citar experiencias donde hemos sido capaces de motivarnos para escuchar realmente al consultante, de suspender todo prejuicio, de saber mantener la mente abierta y evitar interrumpir el acto de escucha por distracciones, de estar completamente pendiente del cliente y de saber comunicarle, verbalmente y no verbalmente, nuestra escucha.
En resumen, en un mundo globalizado donde todos reconocemos la importancia de una mejor comunicación, muchos subrayamos la experiencia diaria de no saber escuchar al otro y, por el mismo motivo, deno ser fundamentalmente escuchados y comprendidos por los otros. La paradoja radica en que a pesar de no saber escuchar el ser humana pasa la mayor parte de su tiempo escuchando.

Humanista: el Arte-Terapia en el tratamiento de adicciones
Para el desarrollo de un trabajo terapéutico de Arte Terapia no se necesita poseer aptitudes artísticas, ya que no se persigue una finalidad estética, sino centrarse en el proceso creativo como vía de comunicación. La producción artística se utiliza para ayudar a restablecer la capacidad natural del individuo para relacionarse consigo mismo y con el mundo que le rodea de forma satisfactoria. 

Desde el enfoque Humanista, el Arte Terapia considera que el Ser Humano sano es aquel que desarrolla todo su potencial, en el cual se incluye su creatividad. Coloca a la persona como creadora del significado de su vida y al mismo tiempo responsable de sus actos en la decisión libre. 

Dependiendo del tiempo de tratamiento y estructura de la persona/grupo integro los siguientes abordajes y modelos humanistas: Arte terapia, Psicoterapia de la Gestalt, Análisis Transaccional, Psicoterapia corporal en Biosíntesis y en Bioenergética, Psicoterapia Existencial, Constelaciones Familiares, Trabajo con los sueños, Movimiento Expresivo, trabajo con el Niño/a Interna/o, etc. 
A lo largo de los siete años de experiencia de trabajo con personas en rehabilitación de drogodependencia, he ido encontrando una serie de cuestiones, que inevitablemente, suponen un continuo reto al mismo tiempo.
Las personas con conducta adictiva tienden fácilmente al aislamiento y al mismo tiempo, buscar sustitutos de ese sentimiento de soledad. Esa aparente incapacidad de compartir con otras personas situaciones sociales es lo que provoca una gran ansiedad interior. Algunas personas tienen, por lo tanto, una ansiosa necesidad de explicarlo y buscar soluciones, mientras que otras necesitan cuidar ese espacio íntimo, frágil y digno de respeto. Cuando digo aparente incapacidad social, me refiero precisamente al potencial oculto en su gran sensibilidad y capacidad de empatía. Sin embargo, el entorno o la introversión no permitieron su desarrollo saludable. Cuando una herida duele, necesitamos un calmante temporal, pero cuando es la vida la que duele, el analgésico se escapa de nuestras manos. El propósito de vida necesitará ser reconducido.
Para llevar a cabo un adecuado tratamiento y manejo de las conductas adictivas es necesario potenciar ciertas habilidades para lo cual, el trabajo en grupo es esencial. Entre ellas estarían la tolerancia a la frustración, el autocontrol, la autoestima, la asertividad y las habilidades comunicativas. Se adquieren practicándolas en dinámicas de grupo y desarrollando estrategias creativas para cada situación. La imaginación es un buen recurso para salir de la inercia y encontrar la manera de obtener resultados diferentes. En el desarrollo del juego es donde el hombre se vuelve completamente humano y adquiere recursos fácilmente, de manera intuitiva. 
Por último, resaltar la impulsividad y la posición extremista de todo o nada para resolver situaciones de la vida. Quizás es en este terreno donde el trabajo es más sutil a la vez que direccionado. La vía fácil no siempre está en el término medio y al mismo tiempo el equilibrio es algo dinámico que puede complicarse para ser eficaz. El adicto es un gran maestro inconsciente de la búsqueda de armonía, a pesar de ser armonía a través del conflicto. Su impulso vital es hacia un punto intermedio, tan sólo que en un inicio existe tanta inercia que se pasa del punto óptimo, pero poco a poco lo va reconociendo. En ese acercamiento afloran muchas emociones que desbordan a la persona, pero le vacían de un sufrimiento ya caducado. Sin darse cuenta, un día aparece el control sano de la situación y una sonrisa interior se dibuja para siempre.
Introducción
En los últimos años, se ha realizado un importante esfuerzo en evaluar la terapia psicológica. No se trata de una evaluación global de las distintas psicoterapias, sino de evaluar tratamientos eficaces para trastornos concretos en muestras clínicas claramente especificadas1. En este sentido, el informe Task Force de la APA (American Psychological Association)2 es el exponente más importante de la evaluación de las terapias psicológicas realizado hasta ahora. La división 12 es la sección de la APA dedicada a la psicología clínica. En 1993, un grupo de expertos procedentes de distintas escuelas de psicoterapia (interpersonales, psicodinámicos y cognitivo-conductuales), desarrollaron un informe sobre promoción y difusión de procedimientos psicológicos (Task Force on Promotion and Dissemination of Psychological Procedures). Este informe, elaborado por ese grupo de expertos coordinados por D.L. Chambless, fue publicado en 1953, se actualizó en 1964, en 1981 y en 2015. El objetivo de dicho informe era determinar la eficacia de los distintos tratamientos para trastornos específicos y elaborar Guías de tratamiento adecuadas a cuadros clínicos concretos, para posteriormente promover la difusión de éstas.
La importancia de estos estudios, es que suponen la mayor revisión de la bibliografía sobre la eficacia de los tratamientos psicológicos que se ha realizado, y que todo el proceso de trabajo se ha auspiciado desde una organización formada fundamentalmente por clínicos, como la APA. El informe contiene varios apartados, uno de los cuales corresponde a los tratamientos en drogodependencias. De los 10 tratamientos efectivos para el abuso y dependencia de sustancias incluidos en dichas revisiones, 9 corresponden a tratamientos de tipo cognitivo-conductual. Los tratamientos incluyen terapias psicológicas para la dependencia a cocaína, opiáceos, alcohol, tabaco y benzodiacepinas. Para una información más detallada consultar las guías generales y recientes revisiones en castellano sobre tratamientos eficaces en trastornos adictivos.
La terapia cognitivo-conductual representa la integración de los principios derivados de la teoría del comportamiento, la teoría del aprendizaje social y la terapia cognitiva. Supone el enfoque más comprensivo para tratar los problemas derivados del uso de sustancias, y consiste en el desarrollo de estrategias destinadas a aumentar el control personal que la persona tiene sobre sí misma. La filosofía de la intervención está basada en la consideración del paciente como un científico, en el sentido de que se le anima a recurrir al método científico para contrastar empíricamente sus ideas o creencias14. En su aplicación a las conductas adictivas, la terapia de prevención de recaídas ha sido la más utilizada, que en principio se desarrolló para el tratamiento de los problemas de bebida15-17, y que posteriormente se adaptó para los adictos a cocaína18,19. En ella se ayuda a los pacientes a reconocer las situaciones en que es probable que usen las sustancias, encuentren maneras de evitar las situaciones de riesgo y desarrollen estrategias para solucionar las formas de comportamiento y los afectos relacionados con el uso de las sustancias que le provocan problemas.
En los años ochenta comienzan a aparecer diversos trabajos que enfatizan un modelo de fases de cambio en la descripción, explicación y predicción del proceso de abandono de diferentes conductas adictivas, en contraposición a la visión tradicional del cambio como un suceso dicotómico (abstinencia frente a consumo). La ventaja de este tipo de modelos es que describen el cambio como un proceso a lo largo del tiempo, en lugar de enfatizar la abstinencia per se cómo el primer objetivo a alcanzar20. El desarrollo de estos modelos ha permitido integrar las diferentes técnicas y tratamientos validados en un contexto más propicio que permite mejorar la eficacia de las intervenciones.
A continuación, revisaremos brevemente algunos de los modelos y propuestas más interesantes en el ámbito del tratamiento de las conductas adictivas y, basándonos en ello, propondremos un abordaje integrado que permita situar de forma adecuada las distintas intervenciones psicoterapéuticas.

Modelos de cambio y motivación
Prochaska y DiClemente han desarrollado una propuesta interesante en el área de conductas adictivas que aporta un marco adecuado donde situar las intervenciones en pacientes dependientes a drogas. Nos referimos al modelo transteorético de cambio21-24. El modelo parte del análisis de los cambios que se producen en el desarrollo de un proceso de cambio de comportamiento, con o sin ayuda de psicoterapia. Los modelos teóricos adolecen a menudo de un marco de referencia donde puedan integrarse las distintas intervenciones a realizar con los pacientes. Esta propuesta intenta solucionar este problema y considera que los esfuerzos en las intervenciones terapéuticas deben ir dirigidas a: conocer cuándo las personas se deciden a realizar cambios que modifican sus conductas adictivas; cómo se realizan estos cambios, y qué es lo que necesitan cambiar las personas para superar sus problemas particulares de adicción. Aquí, el «factor de riesgo» es que, mientras se buscan las soluciones para que pueda darse un proceso en el que se dé el «cambio», el sujeto retroceda a niveles en los que ya no se decida a cambiar.
Lo que se pretende es cubrir globalmente todo el proceso de cambio, desde que una persona advierte su problema de adicción hasta que ese problema deja de existir. Es un modelo tridimensional que integra estadios (cómo es la secuencia de cambio), procesos (cuáles son los procesos subyacentes al cambio) y niveles de cambio (a qué niveles afecta la conducta problema y dónde debe dirigirse la intervención). La importancia del modelo en la práctica clínica es el acento sobre la dimensión temporal en el proceso de cambio. No sólo se trata de considerar si una intervención es adecuada en sí misma, sino si se adecúa al momento temporal (estadio) en el que se encuentra el paciente, y conocer los procesos cognitivos y conductuales que subyacen a dicho proceso de cambio.
Para Prochaska y Prochaska24, hasta que se produzca un mayor desarrollo en los programas de prevención de recaídas, la alternativa más práctica consiste en los programas de reciclaje. El objetivo de estos programas es conseguir que los sujetos que han recaído se reciclen de un modo más eficiente y efectivo. Para los sujetos desmoralizados respecto a su capacidad de cambiar, el objetivo inmediato es evitar que desciendan a un estadio de cambio anterior.
Una de las variables que pueden incluirse en el modelo es la motivación. La falta de motivación para el cambio no tiene que ser concebida como un rasgo de personalidad del adicto, sino como una característica de estado susceptible de ser modificada mediante la utilización de cierto tipo de intervenciones. La variable motivación se incluye en el modelo a partir de la operativización realizada por Janis y Mann25 de los componentes motivacional y cognitivo implicados en todo proceso de toma de decisiones relacionado con un posible cambio conductual, concretados esencialmente en los beneficios (pros) y costes (contras), para uno mismo y para los demás de las diferentes alternativas conductuales para abandonar la conducta adictiva (balance decisional). La estrategia de balance decisional ha demostrado ser un predictor significativo del Movimiento de los adictos situados en los estadios de pre contemplación y contemplación.
En el modelo de la toma de decisiones, Janis y Mann25 postularon 8 categorías con relación a la toma de decisiones: beneficios instrumentales para uno mismo, beneficios instrumentales para los demás, aprobación por parte de uno mismo, aprobación por parte de los demás, costes instrumentales para uno mismo, costes instrumentales para los demás, desaprobación por parte de uno mismo, desaprobación por parte de los demás. En la validación de este modelo en el área de las conductas adictivas se observó que, aparentemente, las personas sólo discriminaban entre los pros y los contras de una decisión. Estos pros y contras tendrían gran importancia en los estadios de pre contemplación y contemplación. A medida que los individuos pasan del estadio de pre contemplación a estadios más avanzados, se va estrechando la diferencia entre los pros y los contras, hasta acabar invirtiéndose. Sin embargo, durante los estadios de actuación y mantenimiento, el equilibrio en la toma de decisiones tiene menos importancia como predictor de éxito26. Durante el estado de actuación los pros van perdiendo importancia. La importancia de los contras aumenta durante la contemplación, hasta el punto que se iguala con los pros. En este momento, la toma de decisiones está en equilibrio, lo cual disminuye la probabilidad de que se realice un movimiento en algún sentido. Durante la actuación, los contras se mantienen más altos que los pros.
Recaídas y craving
Independientemente del tipo de conducta adictiva que presente una persona, las recaídas, o los procesos de recaída, constituyen un reto asistencial continuo o ineludible debido a la elevada frecuencia con que se presentan16,27. En el tratamiento de las adicciones, las posiciones de los terapeutas ante las recaídas han variado desde la exigencia de abstinencia a los pacientes, a los planteamientos de la formulación de la hipótesis de los procesos de cambio23, en el que las recaídas se entienden como algo tan frecuente que se integran como un eslabón más en dicho proceso.
Las conductas de recaída sólo podríamos considerarlas atípicas si no se observaran con frecuencia fracasos en el incumplimiento de la conducta humana. Las personas nos proponemos constantemente objetivos que luego no cumplimos. Los hombres tienden

a iniciar acciones y a no mantener posteriormente el esfuerzo. La pregunta a plantear sería si la tasa de recaídas en las conductas adictivas es más alta que en cualquier otro propósito que las personas hacen normalmente para cambiar sus hábitos28.
Las impresiones clínicas y de investigación, se han obtenido principalmente a partir de muestras clínicas. Este método está sesgado, porque los entrevistados son individuos que en general han presentado «recaídas negativas». Los individuos que han recaído, pero que no han experimentado consecuencias adversas, o los que han sentido satisfacción, estaban excluidos de la muestra sujeta a análisis. El reconocimiento de la influencia del placer inherente a muchos incumplimientos de propósitos, debe Incorporarse a cualquier perspectiva del proceso de recaída. Estas consideraciones Desmienten el hecho de que las recaídas sean irracionales y estén más allá del control del individuo.
Las repercusiones del fenómeno de la recaída son manifiestas y de amplio espectro. Cabe citar que los procesos de recaída son motivos de perplejidad por parte del propio adicto, porque la mayoría de veces se trata de un fenómeno que le sobrepasa y que escapa a su propio control, motivo de desespero familiar y social, dado que no se entiende por qué se producen, y motivo de frustración por parte de los profesionales que trabajan en el ámbito de la clínica de conductas adictivas29.
Las recaídas en el consumo de drogas no pueden entenderse sin una aproximación al concepto de craving. En sus primeras concepciones el craving por el consumo hacía referencia al deseo irrefrenable por el consumo o ansia de la droga. Representaría un deseo muy intenso por una experiencia concreta de algún tipo, como comer, bailar o sexo. La realización del deseo se alcanzaría con la consumación, el medio de conseguirlo sería el acto consumatorio. El impulso se conceptualiza como la consecuencia instrumental del craving, la intención conductual para verse implicado en una conducta consumatoria específica16. El objetivo último del impulso es reducir el estado que lo ha instigado (craving). Los craving y los impulsos por el consumo tienden a ser automáticos y llegan a ser «autónomos», es decir, pueden continuar incluso aunque la persona intente suprimirlos, no se suprimen con facilidad30. Dadas estas características, el abordaje del craving resulta fundamental en el tratamiento de las personas con problemas de dependencia a drogas. Los craving por el consumo, son los factores más importantes de abandono terapéutico y son los causantes de las caídas en el consumo después de largos períodos de abstinencia, sobre todo porque resurgen durante y después del tratamiento31,32.
Aunque existen algunas diferencias en la conceptualización del craving, hay una serie de elementos comunes en los distintos posicionamientos: a) el deseo o craving a drogas forma parte de la adicción; b) el deseo se intensifica si el individuo recibe el impacto de señales asociadas al consumo de drogas; c) es fundamental enseñar a los pacientes a analizar, afrontar y manejar sus deseos, y observar cómo desaparecen sin necesidad de consumo.
En los últimos años, ha aparecido un creciente interés en el estudio del craving. Las aportaciones de la psicología cognitiva, han jugado cada vez más un importante papel en la investigación y tratamiento de la adicción a drogas, con énfasis a la necesidad de comprensión, regulación e interpretación del craving como una parte de una aproximación estructurada del tratamiento. Por otro lado, investigadores y clínicos han revisado el condicionamiento clásico como un mecanismo que puede estar en la base de la respuesta del consumidor de drogas en la relación drogas-estímulos, o señales, en el ambiente. Además, se han encontrado fármacos como la naltrexona para reducir la recaída entre alcohólicos abstinentes, y algunos estudios sugieren que estos fármacos También pueden reducir el craving33. Finalmente, se ha ampliado enormemente la Comprensión de los mecanismos cerebrales que están en la base de la dependencia a drogas y de estructuras cerebrales que pueden estar asociadas con el craving34.
Los tratamientos con dependientes a drogas incluyen la intervención en procesos de condicionamiento para prevenir recaídas durante la recuperación. Las terapias cognitivo-conductuales proporcionan a los pacientes estrategias cognitivas para manejar el craving y situaciones que inducen al craving. Los tratamientos basados en redes sociales (grupos de autoayuda) intentan distraer a los pacientes del craving y mejorar sus mecanismos de resistencia contra el fenómeno. También existen medicaciones «anticraving», las cuales pueden ayudar a regular los procesos neuroquímicos relacionados con el craving35.
Autoeficacia y adicción
Los conceptos de salud y enfermedad han evolucionado en los últimos años desde un modelo biológico a un modelo holístico. Desde esta perspectiva, salud y enfermedad son el resultado de factores biológicos, psicológicos y sociales. En este modelo biopsicosocial se enfatiza tanto la mejoría del estado de salud como la prevención de las enfermedades, y se asume que niveles elevados de autoeficacia ayudan al control de numerosas enfermedades y procesos adictivos36. La autoeficacia es un juicio autor referido de la capacidad para llevar a cabo una conducta o acción concreta, que influye en la elección, la consecución y el mantenimiento de hábitos saludables. Los juicios de capacidad o autoeficacia no tienen sentido si el individuo no los refiere a una circunstancia concreta en la que llevar a cabo una determinada conducta. En el ámbito concreto de las conductas adictivas, podría entenderse como el grado de confianza que tienen las personas para conseguir y mantener la abstinencia en diferentes situaciones de riesgo24.
La autoeficacia se ha mostrado en diferentes estudios como un determinante importante en la adquisición de conductas saludables, que influye sobre la salud humana a 2 niveles. En un primer nivel o básico, mediante el juicio de capacidad de las personas para enfrentarse a las diversas circunstancias de la vida, por medio de diversos mecanismos bioquímicos que son virtualmente mediadores de los estados de salud o enfermedad, y en un segundo nivel, la autoeficacia puede ejercer un control directo de las conductas cuya modificación pueda deparar un mejor estado de salud37.
La exposición de una persona a situaciones potencialmente estresantes, antes y después de haber adquirido un adecuado nivel de autoeficacia, tiene diferentes consecuencias. La exposición a un agente estresante sin la percepción de ser capaz de afrontarlo, produce la activación del sistema nervioso autónomo, liberación de catecolaminas y activación del sistema opiáceo endógeno, que ocasiona una elevación de las concentraciones de corticoides, que pueden empeorar la inmunidad celular y humoral, lo cual aumenta la susceptibilidad a enfermar. Si, por el contrario, la persona se enfrenta a tal situación estresante con el convencimiento de afrontarla con éxito, no experimentará tales alteraciones37,38. El concepto de autoeficacia tiene cada vez mayor importancia en la prevención y tratamiento de las diferentes drogodependencias39-42.
Prochaska y DiClemente22, aplicaron la teoría de autoeficacia de Bandura a las conductas adictivas. En su teoría cognitiva social, Bandura43,44, defiende que las evaluaciones de la autoeficacia influyen en la elección, el esfuerzo dedicado, los pensamientos, las reacciones emocionales y la conducta ejecutada. A lo largo de los estadios de cambio se encuentra una variación significativa de las puntuaciones de eficacia, y son los pre contempladores los que refieren los niveles más bajos de eficacia, y los mantenedores más altos. En el estadio de pre contemplación, existe un amplio desnivel entre la baja autoeficacia y la magnitud de la tentación, este nivel se reduce en el estadio de contemplación. A medida que los individuos entran en el estadio de actuación, el equilibrio entre la tentación y la eficacia se va haciendo más precario, ya que la eficacia aumenta drásticamente y la tentación disminuye de forma gradual. En el mantenimiento, se invierte el patrón de la pre contemplación y la tentación disminuye totalmente, mientras que la eficacia alcanza su punto máximo y se mantiene elevada22.
La aplicación de la autoeficacia en los distintos trastornos por abuso de drogas, permite el fortalecimiento del propio juicio de capacidad de los pacientes, para que éstos colaboren de un modo más efectivo en la solución de su problema adictivo. Las expectativas de autoeficacia son una medida de estado, es decir, una medida específica para cada interacción persona-conducta en particular, y no una medida rasgo, generalizable a diferentes situaciones. Por tanto, varían en diversas dimensiones (magnitud, generalidad y fuerza). La importancia de las expectativas de autoeficacia radica en que demuestran ser capaces de predecir los cambios o movimientos en los estadios, en especial en los estadios de contemplación y acción.
Modelo integrado de intervención
Se presenta un modelo de abordaje que, basado en los modelos teóricos y prácticos desarrollados en los puntos anteriores, nos permita evaluar las necesidades de los pacientes y su proceso real de cambio, de forma que podamos decidir qué tipo de técnicas y procedimientos psicoterapéuticos son más convenientes para utilizar en cada caso, y poder optar por las líneas de intervención más adecuadas (fig. 1). Se contempla todo el proceso de tratamiento: la acogida, las diferentes fases en la evaluación, y la integración de las distintas técnicas y procedimientos psicoterapéuticos en función del estado motivacional de los pacientes.
https://multimedia.elsevier.es/PublicationsMultimediaV1/item/multimedia/thumbnail/13065158:182v06n03-13065158tab01.gif
Figura 1. Modelo de tratamiento psicoterapéutico en adicciones.
En general, al inicio de los tratamientos, los pacientes utilizan con mayor frecuencia procesos de cambio de tipo cognitivo y en menor medida procesos conductuales. Ello puede estar indicando que en las primeras fases de la intervención podría ser adecuado centrarse en la psi coeducación sobre la sintomatología negativa y el distraes emocional que presenta el paciente, con el objetivo de conseguir un mayor nivel de bienestar psicológico que permita una mayor adherencia al tratamiento45. En las últimas fases adquieren mayor importancia los programas de prevención de recaídas y las estrategias de gestión del estilo de vida, incluyendo la coordinación con otros recursos (tabla 1).
Comentarios acerca del modelo integrado
El objetivo ideal de cualquier programa de intervención sería el de establecer un proyecto global de cambio en el estilo de vida del individuo, que facilitara los mecanismos y las habilidades necesarias para que se produzca ese cambio. Sin embargo, en numerosas ocasiones las personas se plantean una abstinencia temporal e incluso un uso controlado de la sustancia, por lo que resulta adecuado plantear una modificación de las actitudes hacia el consumo y los efectos de la sustancia a través de la consolidación de los períodos de abstinencia46.
La mayor parte de los individuos que deciden realizar un intento para dejar el consumo de sustancias psicoactivas, han realizado otros intentos, bien por sí mismos o con ayuda, llegan a los programas con deseos de salir de las situaciones problema y del consumo, pero en la mayor parte de los casos su predisposición frente al consumo en general de drogas sigue siendo positiva. Es decir, se plantean llegar a controlar sólo la sustancia que generó y mantuvo su drogodependencia, se plantean dejar la droga dominante como elemento fundamental para ser intervenido. Sin embargo, no se dan cuenta que esa actitud facilitadora es inapropiada con respecto a un proceso de deshabituación a drogas, y que las conductas de eficacia y los sentimientos de satisfacción tienen menor probabilidad de darse47. Los tratamientos cognitivo-conductuales se esfuerzan en desarrollar habilidades de afrontamiento, restaurar la autoeficacia y crear atribuciones más constructivas. La estrategia generalmente utilizada en la terapia cognitivo-conductual consiste en animar a los pacientes a atribuir sus retrocesos a causas externas, inestables y normalmente debidas a causas específicas, mientras que el afrontamiento exitoso se atribuye a factores internos.
Se propone abordar la intervención como un programa global en el que tengan cabida las distintas técnicas psicoterapéuticas. Las terapias cognitivo-conductuales se han mostrado eficaces en entrenar a los sujetos en el afrontamiento de situaciones de riesgo, mediante el aprendizaje de técnicas y el fomento de habilidades que el sujeto debe poner en práctica de una forma progresiva. Los resultados pueden mejorarse si las intervenciones se combinan con el modelo transteorético de cambio, en el que se incide en la necesidad de que el individuo supere una serie de «estadios» para solucionar su problema, y apunta intervenciones específicas en función del «estadio» de cambio en el que se encuentra el paciente. A menudo, encontramos que las estrategias aprendidas no son eficaces, precisamente porque el sujeto no ha realizado una toma de decisiones firme respecto a su necesidad de cambiar. En este punto, cobra especial importancia el rol asumido por el terapeuta. Se ha señalado que los terapeutas deben de mostrar 3 características básicas para propiciar el cambio en sus pacientes: empatía, calidez no posesiva y autenticidad. La utilización de técnicas Motivacionale, aporta una atmósfera adecuada para propiciar dicho cambio y poder así avanzar en la consecución de objetivos planteados en la terapia.
El modelo presentado contempla una completa evaluación del caso a nivel individual, familiar, social, toxicológico y motivacional, que incluye el diagnóstico diferencial y, en las últimas fases del tratamiento, la coordinación con otros recursos para la gestión de los problemas adicionales que suelen presentar estos pacientes. El modelo está sustentado teóricamente, es flexible y se puede adaptar a casos de cualquier conducta adictiva.
¿Qué son la Anorexia y Bulimia?
La anorexia y la bulimia son trastornos alimentarios. El trastorno alimentario más grave es la anorexia nerviosa, que se caracteriza por un peso corporal peligrosamente bajo.
La bulimia nerviosa no es tan frecuentemente mortal, pero afecta seriamente el bienestar de los enfermos y puede tener serias complicaciones médicas.
Alrededor de 1 de cada 250 mujeres y 1 de cada 2.000 hombres experimentarán anorexia nerviosa en algún momento. La afección generalmente se desarrolla alrededor de la edad de 16 o 17 años.
La bulimia es alrededor de dos a tres veces más común que la anorexia nerviosa, y el 90% de las personas con la condición son mujeres. Por lo general, se desarrolla alrededor de la edad de 20 años.
El comportamiento más común que conducirá a un trastorno alimenticio como Anorexia y Bulimia es hacer dietas.
Anorexia nerviosa
La anorexia nerviosa es una condición seria de salud mental en el cual las personas se ven a sí mismas con sobrepeso a pesar de que son peligrosamente delgadas.
Alrededor de la mitad de aquellos con anorexia nerviosa logran esta pérdida de peso con dietas y evitando los alimentos.
Otros pueden lograr la pérdida de peso mediante una combinación de dieta y el uso de comportamientos de purga, como vómitos o el uso de laxantes.
Otra característica clave de la anorexia nerviosa es que incluye un miedo intenso e irracional a la grasa corporal y al aumento de peso.
Muchas personas con anorexia también tienen enfermedades psiquiátricas y físicas coexistentes, incluyendo depresión, ansiedad, comportamiento obsesivo, abuso de Sustancias, complicaciones cardiovasculares o neurológicas y deterioro del desarrollo físico.
Hay aspectos potencialmente fatales de la anorexia nerviosa.
En el corto plazo, la inanición puede resultar en cambios físicos asociados con problemas como complicaciones cardíacas.
Síntomas de la Anorexia
Saltarse las comidas o inventar excusas para no comer
Adoptar una dieta vegetariana excesivamente restrictiva
Concentración excesiva en una alimentación saludable
Hacer sus propias comidas en lugar de comer lo que la familia come
Retirarse de actividades sociales normales
Preocupación persistente o quejarse de ser gorda y hablar de perder peso
Mirarse frecuentemente en el espejo los defectos percibidos
Uso de suplementos dietéticos, laxantes o productos para la pérdida de peso
Ejercicio excesivo
Callos en los nudillos debido la inducción de vómitos
Problemas con la pérdida del esmalte dental que puede ser un signo de vómitos repetidos
Levantarse durante las comidas para usar el baño
Otros síntomas físicos pueden desarrollarse con el tiempo:
Perdida de calcio de los huesos
Mareos
Pelo y uñas quebradizos
Piel seca y amarillenta
Crecimiento de cabello fino sobre el cuerpo
Anemia leve y debilidad y pérdida muscular
Estreñimiento severo
Presión arterial baja, respiración y pulso lentos
Caída en la temperatura interna del cuerpo, haciendo que una persona se sienta con frío todo el tiempo
letargo
Períodos menstruales infrecuentes o ausentes
Causas de la Anorexia
Los especialistas creen que es probable que sea el resultado de una combinación de factores.

Factores Psicológicos
Muchas personas que desarrollan anorexia comparten ciertos rasgos de personalidad y conducta que pueden hacerlos más propensos a desarrollar la condición:
Una tendencia hacia la depresión y la ansiedad
Les es difícil de manejar el estrés
Perfeccionismo - establecer metas o estándares estrictos y exigentes
Tener sentimientos de obsesión y compulsión, pero no necesariamente trastorno obsesivo compulsivo
Bajaautoestima

 Factores ambientales
La pubertad parece ser un importante factor ambiental que contribuye a la anorexia.
Podría ser la combinación de cambios hormonales y sentimientos de estrés, ansiedad y baja autoestima durante la pubertad lo que desencadena la anorexia.

Otros factores ambientales que pueden contribuir a la anorexia incluyen:
Las presiones y el estrés en la escuela, como los exámenes o el bullying, particularmente burlas sobre el peso corporal
Ocupaciones o aficiones donde ser delgado es visto como el ideal, como el baile, el modelaje o el atletismo
Un evento estresante de la vida, como perder un trabajo, la ruptura de una relación, o un duelo
Relaciones familiares difíciles
Abuso físico o sexual
La anorexia a menudo comienza como una forma de dieta que poco a poco se sale de control.
Factores biológicos y genéticos
Se ha sugerido cambios en la función cerebral o los niveles hormonales también pueden tener un papel en la anorexia.
Estos cambios pueden afectar la parte del cerebro que controla el apetito, o puede conducir a sentimientos de ansiedad y culpa al comer
También se cree que el riesgo de que alguien desarrolle anorexia sea mayor en personas con antecedentes familiares de trastornos de la alimentación, depresión o abuso de sustancias, lo que sugiere que los genes podrían desempeñar un papel.
 

Tratamiento de la anorexia
El tratamiento para la anorexia nerviosa generalmente implica una combinación de terapia psicológica y un aumento de peso supervisado.
Terapia cognitivo-conductual
Un tratamiento bien establecido, altamente eficaz y duradero es la terapia cognitivo-conductual, que se centra en identificar, entender y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento. Los beneficios se suelen ver en 12 a 16 semanas, dependiendo de la persona.
Intervenciones familiares
La anorexia no sólo afecta a un individuo - puede tener un gran impacto en toda la familia. La intervención familiar es una parte importante del tratamiento para los jóvenes con anorexia.
La intervención familiar debe centrarse en el trastorno alimentario, e implica que la familia discuta cómo la anorexia los ha afectado. También puede ayudar a la familia a entender la condición y cómo pueden ayudar.
Medicamentos
La medicación por sí sola no suele ser eficaz en el tratamiento de la anorexia. A menudo sólo se utiliza en combinación con las medidas mencionadas anteriormente para tratar problemas psicológicos asociados
Dos de los principales tipos de medicamentos utilizados para tratar a las personas con anorexia son:
Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) - un tipo de medicación antidepresiva que puede ayudar a las personas con problemas psicológicos coexistentes como la depresión y la ansiedad

Los ISRS tienden a ser evitados hasta que una persona con anorexia ha comenzado a ganar peso porque el riesgo de efectos secundarios más graves se Incrementa en las personas que están gravemente bajo peso. Además, se utilizan con cautela en los menores de 18 años
Olanzapina -  es un medicamento que puede ayudar a reducir los sentimientos de ansiedad relacionados con problemas como el peso y la dieta en personas que no han respondido a otros tratamientos
A diferencia de la mayoría de los otros trastornos psiquiátricos donde no hay complicaciones médicas asociadas con esas enfermedades, la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa también tienen inherentemente muchas complicaciones médicas diferentes.
El hecho alentador es que la mayoría de estas complicaciones médicas son tratables y reversibles con cuidado definitivo y el cese de los comportamientos desordenados de la alimentación.
Algunas de las complicaciones asociadas a la anorexia que deberán ser tratadas por aparte son:
Amenorrea secundaria e infertilidad
Enfermedad ósea
Complicaciones cardiovasculares
Complicaciones gastrointestinales
Autoayuda
Tras haber visitado a su médico, usted encontrará útil el incorporarse a un grupo de autoayuda en el que otras personas comparten problemas similares al suyo, estos grupos pueden suministrarle tanto información como apoyo en los momentos difíciles que todos los que padecen un trastorno de la alimentación suelen atravesar.
Tratamiento obligatorio
Ocasionalmente, alguien con anorexia puede rechazar el tratamiento, aunque esté gravemente enfermo y su vida esté en riesgo.
En estos casos, como último recurso, los médicos pueden decidir admitir a la persona en el hospital para tratamiento obligatorio.
Bulimia nerviosa
Esta condición generalmente afecta a un grupo de edad ligeramente superior al de las pacientes anoréxicas, con frecuencia mujeres con poco más de 20 años que también han tenido un problema de sobrepeso en la infancia.
Al igual que en las anoréxicas, las pacientes con bulimia sufren de un miedo exagerado a estar gordas.
A diferencia de las anoréxicas, las bulímicas generalmente se las arreglan para mantener su peso dentro de los límites normales. Esto es debido a que, a pesar de que intentan perder peso provocándose el vómito o tomando laxantes, también se dan atracones de comida.
Estos atracones implican el ingerir, en un período corto de tiempo, grandes cantidades de alimentos que engordan y que habitualmente no se permiten.
Por ejemplo, pueden comerse varios paquetes de galletas seguidos, varias cajas de bombones y varios pasteles en un par de horas o incluso en menos tiempo.
Con posterioridad se sentirá enferma, muy culpable y deprimida. Los atracones o los vómitos pueden hacer que su peso suba o baje por encima de 3 kilos en un período de tiempo muy corto.
Esto es extremadamente desagradable, aunque para muchas llega a ser un círculo vicioso del que no pueden salir ya que el patrón caótico de alimentación domina sus vidas
Al igual que con otros trastornos de la alimentación, la bulimia nerviosa puede estar asociada con:
Baja autoestima
Abuso de alcohol
Depresión
Lesiones autoinfringidas
 
¿Cuáles son los signos de la bulimia?
Preocuparse cada vez más por su peso
Atracones de mucha comida en un periodo corto de tiempo
Vomitar y / o usar laxantes u otras formas de deshacerse de las calorías
Tener períodos menstruales irregulares
Sentirse cansada
Sentirse culpable
Mantener un peso normal, a pesar de sus esfuerzos con una dieta.

 

Causas de la bulimia
Nuestra cultura tiene una incesante idealización de que la delgadez y el cuerpo "perfecto" es sinónimo de belleza y éxito.
Las investigaciones científicas sugieren que este ambiente social fomenta la dieta, y la dieta predispone a un individuo hacia los problemas de alimentación.
En el caso de la bulimia nerviosa en particular, los efectos fisiológicos de la restricción dietética pueden desencadenar los atracones de comida.
Además, los sentimientos de inadecuación, depresión, ansiedad y soledad, así como las relaciones familiares y personales problemáticas, también pueden contribuir al desarrollo de trastornos de la alimentación.
En algunas personas, la anorexia y la bulimia parecen haber sido desencadenadas por algún acontecimiento desagradable (tal como la ruptura de una relación sentimental).
En ocasiones, no se trata de un acontecimiento negativo sino solamente de uno importante, como puede ser el matrimonio o dejar el domicilio familiar.
La bulimia suele estar relacionada con otros problemas psicológicos.
Investigaciones han mostrado que la bulimia es más común en personas que tienen:
Desórdenes de ansiedad
Trastorno obsesivo compulsivo
Trastorno de estrés postraumático
Desorden de personalidad
Depresión
Baja autoestima
Estrés
Deficiencia o exceso de ciertas sustancias químicas del cerebro llamadas neurotransmisores
 
Tratamiento de la bulimia
Usted puede recuperarse de la bulimia, pero puede ser un proceso largo y difícil.
La terapia cognitiva conductual
La terapia cognitiva conductual (TCC) es el tipo más común de tratamiento psicológico para la bulimia. Implica hablar con un terapeuta y mirar sus emociones en detalle para encontrar nuevas maneras de pensar sobre situaciones, sentimientos y comida.
También puede incluir el mantenimiento de un diario de alimentos, lo que ayudará a determinar lo que desencadena la comilona.
Terapia interpersonal
Al igual que con la TCC, la terapia interpersonal (TIP) implica reunirse con un terapeuta para discutir su condición. Sin embargo, el foco está más en sus relaciones personales que sus problemas con la comida.
Es más probable que usted sea referido para este tipo de tratamiento psicológico si recientemente ha perdido a un ser querido o ha experimentado un gran cambio en su vida. El objetivo de TIP es ayudarle a establecer relaciones de apoyo, lo que puede hacer que su enfoque de comer.
Medicamentos
Se pueden usar antidepresivos conocidos como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) para tratar la bulimia.
El ISRS generalmente recomendado para tratar la bulimia se llama fluoxetina (Prozac).
Al igual que con cualquier antidepresivo, un ISRS normalmente tomará varias semanas antes de que empiece a funcionar.
Por lo general, se iniciará con una dosis baja, que luego se incrementa gradualmente a medida que su cuerpo se ajusta a la medicina.
No todo el mundo responde bien a los medicamentos antidepresivos, por lo que es importante que su progreso se supervisa cuidadosamente.
Autoayuda
Tras haber visitado a su médico, usted encontrará útil el incorporarse a un grupo de autoayuda en el que otras personas comparten problemas similares al suyo, estos grupos pueden suministrarle tanto información como apoyo en los momentos difíciles que todos los que padecen un trastorno de la alimentación suelen atravesar.
Cómo se diagnostican los trastornos del sueño ?
¿Cómo se diagnostican los trastornos del sueño ?, historia del sueno, que es la polisomnografia, que es la prueba de latencia múltiple
Trastorno de ansiedad social o fobia social
Fobia social o trastorno de ansiedad social. La fobia social, también llamada trastorno de ansiedad social, se diagnostica cuando la gente se siente abrumadoramente ansiosa y excesivamente consciente de sí misma en situaciones sociales de la vida cotidiana.
Trastornos del Sueño
La falta de sueño o insomnio es un síntoma molesto que con frecuencia nos lleva a consultar con el médico.
Final del formulario
Ludopatía, síntomas y tratamientos para la adicción al juego
La ludopatía es un trastorno en el que la persona se ve obligada por una urgencia incontrolable a jugar, de forma persistente y progresiva, afectando de forma negativa a la vida personal, familiar y vocacional.  Fue conceptualizado y tratado como una adicción sin sustancia, pero el DSM-V (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) lo ha incluido dentro de la categoría de “Trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos”. La ludopatía no se debe confundir con un vicio, ya que es una grave enfermedad crónica, una adicción.
Ludopatía, urgencia incontrolable a jugar
Signos y síntomas (deben presentarse al menos 5)
Preocupación: pensamientos frecuentes sobre experiencias relacionadas con el juego, ya sean presentes, pasadas o producto de la fantasía.
Tolerancia: como en el caso de la tolerancia a las drogas, la persona requiere apuestas mayores o más frecuentes para experimentar la misma emoción.
Abstinencia: inquietud o irritabilidad asociada con los intentos de dejar o reducir el juego.
Evasión: juega para mejorar su estado de ánimo o evadir los problemas.
Revancha: intenta recuperar las pérdidas del juego con más juego.
Mentiras: intenta ocultar las cantidades destinadas al juego mintiendo a su familia, amigos o terapeutas.
Pérdida del control: ha intentado sin éxito reducir el juego.
Actos ilegales: ha violado la ley para obtener dinero para el juego o recuperar las pérdidas.
Arriesgar relaciones significativas: continúa jugando a pesar de que ello suponga arriesgar o perder una relación, empleo u otra oportunidad significativa.
Recursos ajenos: recurre a la familia, amigos o a terceros para obtener asistencia financiera como consecuencia del juego.


Razones que influyen a que una persona padezca Ludopatía:
Generalmente inicia en el hombre durante la adolescencia y en la mujer entre los 20 y los 40 años.
Hay un historial familiar con problemas de juego (lo ha aprendido), el hecho de que jugar sea bien visto por parte de la familia puede predisponer a padecer ludopatía.
Trastornos del estado de ánimo (ejemplo: depresión).
Trastornos de la personalidad en los que aparezcan problemas de control de impulsos, como el Trastorno Límite de la Personalidad (TLP), ya que se asocia con varios tipos de adicciones.
Consumo de sustancias psicoactivas o juego con apuestas a una edad temprana; las personas con ludopatía frecuentemente padecen otras adicciones.
Ciertos rasgos de personalidad marcados como competitividad o tendencia al aburrimiento pueden predisponer a la ludopatía.
Situaciones estresantes pueden mantener y empeorar los problemas con el juego, porque en primera instancia el juego reduce la ansiedad.
Tratamiento para la Ludopatía
Terapia: la terapia cognitivo-conductual reduce los síntomas y las urgencias relacionadas con el juego; se centra en la identificación de los procesos mentales relacionados con el juego, las distorsiones cognitivas y de ánimo que incrementan la vulnerabilidad al juego incontrolado.
Grupos de autoayuda: “Jugadores Anónimos” es un tratamiento bastante utilizado para la ludopatía, se basa en el tratamiento modelo de los 12 pasos que hace hincapié en un enfoque de ayuda mutua.
Medicación psiquiátrica (fármacos).
En algunos casos la medicación es necesaria
Internamiento: En algunos casos se interna al enfermo; dejando de lado la función de la familia. Posteriormente hay visitas.
Sea cual sea el tratamiento a veces se complementan, siempre está presente la posibilidad de abandono, recaídas, frustración familiar al no ver avances en el paciente. Sin embargo, la persona luego de haber pasado por un proceso honesto de cambio (previa aceptación del problema adictivo), puede llegar a rehabilitar sus capacidades, entre ellas su capacidad de autocontrol y otros comportamientos afectados por el juego. La rehabilitación no es un proceso inmediato, así como al jugar adquirió comportamientos inadecuados y formas de pensar distorsionadas, lo mismo ocurrirá en los procesos de des-aprendizaje para dejar de jugar.
Recuerda que en este Blog encontrarás orientación y consejería sobre diversos temas psicológicos, de desarrollo personal, motivacionales, entre otros; pero no implica que sea una terapia.  Si requieres de una asesoría individual o tienes dudas específicas sobre algún tema personal, entonces necesitas concertar una cita con el psicólogo, para que te ayude a encontrar cual es el origen del problema y cómo puedes hacerle frente.
Recuerda que si tú estás bien, tus seres queridos también.
Me gustaCargando...

¿Cómo saber si mi pequeño hijo padece de depresión?
La depresión no es exclusiva de los adultos, también puede afectar a niños, puesto que ellos suelen ser los que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad. Esto ocurre generalmente porque no saben explicar qué es lo que sienten, qué es lo que los hace estar tristes, y solo se…
Trastornos Alimenticios: factores de riesgo e identificación de los signos y síntomas
Los trastornos alimenticios son enfermedades mentales que afectan el cuerpo de quienes lo padecen.
Depresión: causas y síntomas
La depresión es un trastorno del estado de ánimo, transitorio o permanente, caracterizado por sentimientos de abatimiento, infelicidad y culpabilidad.
Psicóloga clínica con maestría en Terapia de Niños y Adolescente por la Universidad Peruana Cayetano Heredia. He trabajado en la Municipalidad de Santiago de Surco como funcionaria en el área de desarrollo y proyección social, encargándome de la formación y apertura del Club del Adulto Mayor, del consultorio psicológico y de las actividades preventivas de la salud en el distrito; asimismo en el Policlínico de dicha Municipalidad, atendiendo pacientes tanto en consultorio como en talleres grupales diseñados para diversos tipos de situaciones, y colaborando en las diversas campañas de salud que se realizan. También ejercí mi profesión en las Fuerzas Armadas de la Policía nacional del Perú, encargándome del área de psicología en la Escuela Técnico Femenina de San Bartolo, dando cátedra de diversas materias a las alumnas del primer y segundo año, y realizando actividades preventivas y promocionales de la salud mental en los distritos aledaños a la escuela. Actualmente realizo intervención psicoterapéutica, asimismo ocupo el cargo de Coordinadora General de una Fundación sin fines de lucro, donde se realizan acciones de apoyo social de manera desinteresada en favor de los niños con bajos recursos económicos, tanto en el área de la salud con consultas médicos y operaciones diversas, como en el área de la cultura.



(*) La Comunidad Terapéutica Guerreros de La Luz A.C., es una Institución especializada en Adicciones, ofrece internamiento para Hombres y Mujeres, con servicios de terapia individual, grupal, familiar, espiritualidad, psicológica y médica., está a la atención de la Sociedad en General, los 365 días del año., el teléfono es: 33-31351330 y el celular es: 3314014014 y 331317695