jueves, 14 de octubre de 2021

UN GRUPO FELIZ Y ORGULLOSO DE SU HERENCIA COSALTECA

 

ENRIQUE GONZÁLEZ RODRÍGUEZ / Periodismo Nayarita

 

Tepic, Nay.-  Cuando Brayan y Marcos decidieron hace seis años darle forma a una agrupación musical, buscaron a dos compañeros que compartieran las mismas inquietudes musicales que ellos, pero sobre todo que estuvieran orgullosos de su herencia cosalteca, lo cual encontraron posteriormente en Axel y Fausto naciendo así el grupo Herencia De Cosalá.

 

Durante la etapa de ensayo y acoplamiento, los cuatro fueron aportando sus diferentes ideas y talentos hasta lograr el estilo musical e interpretativo con el que ya se les identifica plenamente, llegando en los primeros meses del año 2016 su primer disco bajo el título “De Sangre Cosalteca”, el cual se colocó rápidamente en el gusto del público.

 

Brayan Anthony Sánchez en el acordeón y primera voz, José Marcos Beltrán Delgado en el bajo sexto y segunda voz, Pedro Axel Morga Sánchez en la batería y José Fausto Álvarez Urrea en el bajo eléctrico, son los integrantes del grupo Herencia De Cosalá, el  cual y gracias a la rápida aceptación que lograron con la gente, les llegó la oportunidad de realizar importantes colaboraciones musicales con reconocidas agrupaciones como son: Los Hermanos Madero, Los Norteños De Cosalá, Buchones De Culiacán y Los Intocables Del Norte entre otros más.

 

“Por Ti Suspiro”, “Una En Un Millón”, “No quiero Escucharte Hablar”, “El Cubano”, “Por Una Mujer Bonita”, “El De La Sierra” y “Por Qué No quieres”, son algunas de las canciones que el grupo Herencia De Cosalá ha colocado con gran éxito entre el público tanto de México como de los Estados Unidos, dejando en claro su versatilidad musical pues buscan, y han logrado siempre, el darle gusto a toda su gente con la música de su preferencia.

"Vida de perro"

 




JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / 


Periodismo Nayarita



"Vida de perro"


Pepe Ventura lanzó una última mirada alrededor del puente del que estaba sujetado con sus largos brazos inclinados sobre su espalda. Sus pies apenas tocaban el piso de cemento del andador aéreo que servía para cruzar sin riesgo la transitada avenida, eso que suelen llamar un paso peatonal.

 La tarde empezaba a caer y los cientos de vehículos que escandalosamente circulaban como a cuatro metros abajo encendieron sus faros al unísono, como si se hubieran puesto de acuerdo para hacerlo. Eso llamó la atención del aprendiz de suicida, un hombre desesperado por cuya mente solo pasaba la idea de lanzarse al vacío en medio de aquel maremágnum de llantas, humo negro y ruido infernal.

 La luminosa parafernalia distrajo un poco la obsesiva y mortal intención de lanzarse por los aires para emular al súper héroe de los comics gabachos, al hombre de acero (ese que se pone los calzones rojos encima de su malla azul) pero pues que importaba eso si no había mucha prisa, de todos modos tarde que temprano iba a terminar por aventarse.

 No había nadie cercano para ayudarlo como ocurrió siempre en su vida. El escenario momentáneo y circunstancial le dibujaba con mordaz ironía la misma película que fue su vida siempre. Sin nadie cercano, a oscuras, viendo las luces de lejos y aferrado con todas sus fuerzas a lo que tuviera a  la mano. Recordó lo más "selecto" de su historia de vida y únicamente encontró soledad y tristeza. Su madre siempre triste y llorosa, con su carita moreteada por los puñetazos despiadados de su pareja, el ebrio de su padre. La casa tirada y mugrosa, sin víveres, ni alegría, ni música. Ella lavaba y planchaba ropa ajena para sostener a los tres miembros de la familia, viviendo un martirio que terminó cuando al fin decidió dejar al borrachales de Nicéforo y se llevó consigo a su hijo.

 Vivieron en lamentables condiciones económicas pero libres de los golpes y vejaciones de parte de Nicéforo, por cierto no cabe duda que no pudo tener mejor nombre ese señor, ya que significa: “El que trae la victoria”, con el plus que este etílico energúmeno no solo trae la victoria, sino trae la “Corona”, la “Pacífico”, la “Tecate” y todas las que se pongan enfrente (chiste para bebedores). La madre huyó con su hijo y, aunque anduvo a salto de mata por un tiempo, finalmente pudo establecerse en un pequeño barrio de un pueblo del bajío. Vivieron medianamente bien pero, sobre todo, sin la angustia y el temor que implicaba tener en casa al asqueroso bebedor empedernido, golpeador, irresponsable, huevón y cobarde sujeto. El tiempo fue benigno portador de buenas noticias (de las pocas en su vida), supieron por la prensa que el sujeto que tanto los había humillado había fallecido en una trifulca protagonizada por miembros del “Escuadrón de la muerte” del lugar donde antes vivían. ¡Una preocupación menos!

 Todo fue un poco mejor hasta que doña Lupita, su sufrida madre, falleció víctima de una grave infección bacteriana en los pulmones. Pepe nada pudo hacer para ayudarla, los médicos dijeron que su enfermedad era incurable. Sufrió por quedarse solo y anduvo un poco desorientado un tiempo, hasta que conoció a Cornelia y se juntó con ella (le faltó suspicacia al conocer el nombre de su “Dulcinea”). Solo bastaron diez meses para conocer la vergonzosa tragedia de un ataque agudo de adulterio por parte de su amada chica. Pensó en matarlos a ambos y huir para la capital del país. Por un momento tuvo la extraña sensación de estar representando al ingenioso hidalgo, don Alonso Quijano, el épico don Quijote de la Mancha, pero no era porque le encantaba la literatura o el teatro sino porque ni duda cabía que el hombre que estaba frente a él, era el mismísimo Sancho. (Chiste de cornudos).

 Pudo más la Prudencia (una chava que hacía la limpieza en la casa vecina a la suya) que salió en su auxilio y le lanzó un infalible conjuro, el coqueto guiño de sus ojos negros, que venció cualquier resistencia del macho ofendido. Ella le acompañó unas cuadras hasta llegar a la terminal de autobuses guajoloteros del pueblo, se compró un boleto a donde fuera y se alejó de su último fracaso.

 Después de inverosímiles peripecias, de andar por aquí y por allá, logró estabilizar su vida. Conoció a un buen hombre que le dio empleo y lo apoyó para salir adelante. Se hizo de un terrenito e inició la construcción de una modesta habitación que empezó a usar aun estando en obra negra. Hizo labores de jardinero y mil usos para su nuevo patrón que lo trataba (alguien por fin) como persona. El bondadoso anciano le consiguió más tarde un puesto de trabajo en la oficina de gobierno que dirigía. Todo parecía ir de maravilla, pero pues ya ven que hay personas que nacen con estrella y otras simplemente estrelladas, Pepe Ventura era de éstos últimos. Su benefactor, don Justo del Hoyo, pereció trágicamente en un accidente de carretera, él perdió el lugar de confianza que ocupaba como ayudante en su casa y, por consecuencia, el ingreso que percibía. Unos días después, perdió su casa a consecuencia de un derrumbe del cerro en cuya falda se asentaba la pequeña mancha urbana. Lo bueno que aún conservaba su empleo en el área municipal de parques y jardines y eso le permitiría salir adelante.

 Suspiró profundamente como queriendo darse ánimo. Los siguientes meses fueron más o menos gentiles con él. Se ilusionó cuando le contaron que la señora (o señorita, por si acaso) que estaba por asumir el cargo de la municipalidad era una excelente persona y que seguramente le iría muy bien, pero las cosas no siempre salen como uno quisiera y nuestro amigo Pepe era gallo para eso. Nunca supo si la mujer que llegó a gobernar era tal como la pintaban, lo que si sucedió fue que el nuevo jefe de su área era un tipo déspota y desconsiderado que lo corrió sin ningún miramiento. Ese jefesucho, y muchos como él, vinieron a decepcionar a todas las personas que esperaban con esperanza sincera la llegada de ese partido y ese gobierno.

 Quizá ahora sea más fácil entender las motivaciones de Pepe Ventura para quitarse la vida lanzándose desde ese puente. Con un poco de suerte y esta vez no estará tan solo, pues si se espera un poco tal vez lleguen varios suicidas más a acompañarlo en su viaje, pues no será ni con mucho el único que sufra de esa misma decepción.  

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.