domingo, 30 de agosto de 2020

DEFINICIÓN DEEXPECTATIVA

 

DEFINICIÓN DEEXPECTATIVA

Por: SAÚL ARMANDO LLAMAS LÓPEZ

 

ESPERANZA E ILUSIÓN QUE SIENTE ALGUIEN DE CUMPLIR UN PROYECTO ESPERADO


Se conoce como expectativa, etimológicamente como: (palabra derivada del latín exspectātum, que se traduce como “mirado” o “visto”) a la esperanza, sueño o ilusión de realizar o cumplir un determinado propósito. Por ejemplo: “Tengo la expectativa de lograr algo grande con este muchacho”“Quiero devolver este televisor: la verdad que no cumplió con mis expectativas”.


Además de todo lo expuesto tampoco podemos pasar por alto el que utilizamos dicho término para construir una locución adverbial: “a la expectativa”. Con ella lo que se intenta expresar es que una persona no va a llevar a cabo ningún tipo de acción ni va a tomar una decisión sobre algo concreto hasta ver qué sucede.

Así, por ejemplo, alguien que quiera comprarse una casa, pero piense que en su empresa le van a destinar a un nuevo puesto fuera de la ciudad pues estará a la expectativa de ver si finalmente le conceden dicho trabajo para adquirir una vivienda en su urbe o en el nuevo destino donde le podrían enviar.


Cabe resaltar que, por lo general, la expectativa se asocia con la chance razonable de que algo se concrete. Para que las expectativas puedan nacer es necesario que tengan alguna clase de respaldo. Sino, se trataría sólo de un simple deseo que podría llegar a tener raíces irracionales o estar impulsado por cuestiones vinculadas a la fe.


Si, por ejemplo, un número considerable de nubes grises cubren el cielo, la expectativa de la gente será que llueva. Por eso la respuesta a dicha expectativa Será salir con paraguas a la calle para evitar mojarse en el momento que se inicien las precipitaciones.


Otro detalle a tener en cuenta es que la expectativa aparece tras una incertidumbre, en momentos en los cuales aún no se ha confirmado qué es lo que puede llegar a pasar. La expectativa, entonces, consiste en depositar confianza en aquello que, según se considera, es más probable que ocurra: se trata, en definitiva, de una suposición que, de acuerdo a las circunstancias, puede ser más o menos realista. Cuando las expectativas no se ven satisfechas, el individuo experimentará una decepción (“Pensé que este regalo te iba a gustar, pero veo que mis expectativas estaban equivocadas”). En cambio, si se logran superar las expectativas iniciales, el sujeto sentirá alegría ante la sorpresa experimentada (“Este disco es maravilloso, superó todas mis expectativas”).

 

En otras palabras, puede decirse que las expectativas están vinculadas con las predicciones y las previsiones. A más nivel de certezas sobre el futuro, más chances existen que se cumplan las expectativas: “Existe una expectativa muy grande por el anuncio del presidente, ya que varios ministros señalaron que será beneficioso para la economía”.

 

De la misma forma, es importante también que subrayemos que con el concepto que nos ocupa se forman otras palabras igualmente relevantes. Este sería el caso de las conocidas como cartas o letras expectativas. Una denominación esta con la

que se describe a todas las misivas o documentos que se realizan por parte del Papa o Pontífice y que tienen una clara misión.

 

Más exactamente, en dichas cartas lo que se expresa es que a una persona en concreto se le otorga bien un puesto de trabajo o bien un beneficio o una dignidad en concreto. Aunque hemos mencionado que son realizadas por la cabeza visible De la Iglesia, también este tipo de textos pueden ser llevados a cabo por reyes o bien por los mandos supremos de una empresa en favor de alguno de sus empleados.

¿Para qué sirven las expectativas?

La principal función de las expectativas es prepararnos para la acción. Si nos anticipamos mentalmente a lo que pueda ocurrir, podemos preparar un plan de acción para que la vida no nos tome por sorpresa. Las expectativas, por ende, nos ayudan a prepararnos mentalmente para el futuro.

 

De hecho, la mayoría de nuestras decisiones no se basan exclusivamente en los datos objetivos – como nos gusta creer – sino en las expectativas que albergamos sobre los resultados de esas decisiones. Eso significa que cada decisión es, de cierta forma, un acto de fe. Detrás de cada decisión se esconde la confianza en que nuestras expectativas sobre las consecuencias de nuestra elección ocurrirán.

Por tanto, las expectativas se convierten en una especie de brújula interior. El problema es que esperar que algo suceda no hará que suceda, de manera que cuando las expectativas son poco realistas pueden terminar jugándonos malas Pasadas y, en vez de ayudarnos a prepararnos mentalmente, nos abocan a la frustración.

5 ejemplos de expectativas poco realistas que alimentan un pensamiento mágico

Jean Piaget señaló que los niños pequeños tienen dificultades para distinguir entre el mundo subjetivo que crean en su mente y el mundo externo y objetivo. Piaget descubrió que los niños suelen creer que sus pensamientos pueden hacer que las cosas sucedan. Por ejemplo, si se enfadan con su hermano, pueden pensar que este enfermó por su culpa, aunque no sea así.

Piaget llamó a este fenómeno “pensamiento mágico” y sugirió que todos lo superamos alrededor de los 7 años. Sin embargo, lo cierto es que en la adultez seguimos teniendo diferentes formas de pensamiento mágico. A muchas personas les resulta difícil abandonar la idea de que esperar que algo suceda, lo hará posible, una idea en la que hacen leva teorías como la famosa “ley de la atracción”.

Además, tenemos la tendencia a depositar nuestras esperanzas de felicidad en las expectativas cumplidas. O sea, creemos que seremos felices si lo que esperamos o deseamos se cumple. Y si no ocurre, creemos que seremos profundamente infelices. Ese tipo de pensamiento posterga la felicidad, hipotecándola a una probabilidad.

Sin embargo, las expectativas no son necesariamente negativas, siempre y cuando tengamos buenas razones para creer que el cumplimiento de una expectativa nos hará felices, y nos aseguremos de dar los pasos necesarios para que esos deseos se cumplan.

El verdadero problema de las expectativas radica en esperar que algo suceda sin tener buenas razones para ello. Si creemos que el simple hecho de albergar ciertos deseos, hará que ocurran, estamos alimentando un pensamiento mágico y sentando las bases para la decepción.

Este tipo de pensamiento puede parecer delirante. Y lo es, pero todos lo hemos alimentado en ciertas circunstancias cada vez que albergamos expectativas poco realistas como:

1.   La vida debería ser justa. La vida no es justa, a las “personas buenas” les suceden cosas malas. Esperar que podamos librarnos de los problemas y dificultades solo porque somos “buenos” es un ejemplo de expectativa poco realista que solemos alimentar.

2.   Las personas tienen que entenderme. Todos sufrimos en cierta medida el Efecto del Falso Consenso, un fenómeno psicológico según el cual solemos pensar que un gran número de personas piensan como nosotros y que tenemos la razón. No siempre es así, cada quien tiene su punto de vista y no tiene que coincidir con el nuestro.

3.   Todo saldrá bien. Es una frase que nos decimos a menudo para infundirnos confianza, pero lo cierto es que, si no nos aseguramos de que las cosas salgan bien poniendo manos a la obra, nuestros planes podrían torcerse en cualquier momento.

4.   La gente debería comportarse bien conmigo. Esperamos que las personas sean amables y estén dispuestas a ayudarnos, pero no siempre será así. A algunas personas no les caeremos bien y a otras simplemente no les importamos. Debemos asumirlo.

5.   Puedo cambiarlo. Solemos pensar que podemos cambiar a los demás, una expectativa bastante común en las relaciones de pareja. Pero lo cierto es que el cambio personal debe provenir del interior, de una motivación intrínseca. Podemos ayudar a una persona a cambiar, pero no podemos cambiarla ni “arreglarla”.

Consecuencias de las expectativas poco realistas

Las expectativas no son dañinas en sí puesto que nos ayudan a formarnos un cuadro general de lo que podría ocurrir en un futuro más o menos cercano. El problema comienza cuando esperamos que la vida discurra según nuestros deseos, algo que más temprano que tarde nos conducirá a la desilusión, porque como dijo la escritora Margaret Mitchell: “la vida no está obligada a darnos lo que esperamos”.

El problema aparece cuando nos olvidamos que nuestras expectativas a menudo solo reflejan un deseo o una probabilidad – a menudo bastante remota – de que algo ocurra. Cuando perdemos de vista esa perspectiva, las expectativas se convierten en un auténtico asesino de la felicidad.

Además, cuando las expectativas incumplidas involucran el “fracaso” de otras personas para comportarse de la manera en que esperamos, a la decepción se le suma el resentimiento, el cual terminará afectando profundamente la relación, haciendo que perdamos la confianza en esas personas.

Deshacernos de las expectativas es complicado. La buena noticia es que no es necesario desterrarlas de nuestro mundo psicológico, pero necesitamos aprender a distinguir entre las expectativas realistas y aquellas poco realistas.

Las ventajas de dominar tus expectativas

 

1. Asumes la responsabilidad por tus decisiones

Las expectativas no son hechos, son simples probabilidades, comprender esta diferencia, que no es meramente terminológica, nos permitirá tomar las riendas de nuestra vida. Eso significa que, si deseas que ocurra algo, debes asumir una actitud proactiva y dar los pasos que sean necesarios para que ese deseo se convierta en realidad, no esperar pacientemente a que los demás adivinen qué quieres o esperas de ellos.

Paradójicamente, esperar menos y actuar más nos permite retomar el control sin sentirnos agobiados ya que implica una mayor confianza en nuestras potencialidades y un mayor autoconocimiento. Las personas que no se sientan a esperar a que los demás cumplan con sus expectativas, sino que luchan por lo que quieren, no suelen adoptar el papel de víctimas o mártires, sino que se encargan de hacer que las cosas sucedan.

2. Separas tus deseos de tus deberes

La mayor parte del tiempo funcionamos en piloto automático asumiendo la “mentalidad de la manada”; es decir, nos dedicamos a cumplir con nuestros deberes. Sin embargo, los deberes no son más que las expectativas que nos han impuesto los demás, ya sea la familia o la sociedad.

Cuando no cumplimos nuestros deberes, nos sentimos culpables. Pero si cumplimos con ellos esperamos una recompensa y cuando esta no llega, nos enfadamos y desilusionamos. En cualquier caso, siempre llevamos las de perder porque estamos inmersos en un estado emocional negativo permanente. Sin embargo, deshacernos de nuestras expectativas también implica comprender que no necesitamos satisfacer las expectativas de los demás. Y se trata de un proceso liberador a través del cual entras en contacto con tus verdaderos deseos y pasiones, que son dos ingredientes fundamentales para lograr lo que te propones en la vida.

3. Disfrutas más del presente

No cruces el puente hasta que no llegues a él”, aconseja un refrán inglés. Necesitamos comprender que las expectativas están conformadas por retazos del pasado, que nos han servido para realizar la predicción, y por deseos para el futuro, pero no contienen ni una pizca de presente, que es lo único que realmente tenemos. Las expectativas sin acción solo sirven para encerrarnos en la trampa del futuro, nos limitan al papel del ajedrecista que está sentado a la espera del movimiento de su adversario, mientras por su mente pasan todas las posibles jugadas para contraatacar. Solo que, en la vida, asumir durante demasiado tiempo el papel del ajedrecista significa dejar que el presente se nos escape.

Además, a menudo las expectativas se convierten en unas gafas que nos impiden ver el mundo con claridad. Al esperar algo, podemos desaprovechar otras oportunidades, como si estuviéramos en el andén de una estación esperando un tren que nunca llega y, mientras tanto, dejamos que los otros se marchen. Al contrario, tener expectativas realistas nos permite vivir en el presente, construirlo y aprovechar las oportunidades que este nos brinda.

¿Cómo ajustar las expectativas?

·         Controla la mente expectante. En el budismo se hace referencia a la “mente expectante” para referirse a aquellas personas que esperan algo, pero no ponen manos a la obra para lograrlo. Desde esta óptica, las expectativas serían tan inútiles como una danza india para llamar la lluvia. De hecho, son contraproducentes porque cuando no se cumplen, solo sirven para generar dolor y sufrimiento, irritación y tristeza. ¿La solución? Controlar esa mente expectante. Podemos lograrlo abriéndonos más a la incertidumbre y al discurrir de la vida, viviendo las situaciones sin anticipar un resultado.

·         Diferencia las expectativas realistas de las poco realistas. Las expectativas nos ayudan a prepararnos para el futuro, por lo que podemos usarlas a nuestro favor, solo necesitamos aprender a diferenciar las expectativas realistas, esas que tienen grandes probabilidades de convertirse en realidad, de aquellas poco realistas que se basan casi exclusivamente en nuestros deseos. Debemos tener en cuenta que “las expectativas poco realistas son resentimientos premeditados”, como dijera Steve Lynch, ya que existen grandes probabilidades de que no se cumplan. Esperar que una persona haga algo a nuestro favor que vaya en contra de sus intereses es Poco realista. En cambio, esperar que esa persona haga algo a nuestro favor que también le favorece es una expectativa más realista.

·         Comunica tus expectativas. Creer que una expectativa no verbalizada nos traerá lo que deseamos es un pensamiento mágico y poco realista. En realidad, es muy probable que una expectativa no expresada no se cumpla. Por tanto, si esperamos algo de los demás, no debemos esperar que nos lean el pensamiento, lo mejor es comunicar nuestras expectativas, explicarles lo que deseamos y conocer su disposición para ayudarnos.

·         Prepara un plan B. Comunicar nuestras expectativas no siempre es suficiente para que estas se hagan realidad. Entre nuestros planes y su consecución influyen muchos factores que escapan de nuestro control, por lo que lo más inteligente es tener preparado un plan B. Como dijera el escritor Denis Waitley: “Espera lo mejor, planea para lo peor y prepárate para sorprenderte”. Esa es la actitud.

Esperanza e ilusión que siente alguien de cumplir un proyecto esperado.

 

Casi siempre, el concepto de expectativa, aparece vinculado a una situación que es sumamente factible que se produzca, aunque, como la expectativa implica una certeza mayor que la esperanza, por ejemplo, es que normalmente la expectativa que se tiene respecto de algo se encontrará basada en otras situaciones que la convierten en una concreta posibilidad.

 

Vinculación con la incertidumbre.

 

Cabe destacar, que la expectativa suele aparecer en aquellos casos rodeados de incertidumbre en los cuales no se puede todavía confirmar qué ocurrirá respecto de algo.

 

La incertidumbre implica un estado de duda, de ausencia de certeza sobre una situación, sobre las causas, las consecuencias, sentimientos e ideas, entre otros.

Y no podemos soslayar que este estado de cosas es predominante en la vida del ser humano, siendo lo menos corriente tener certidumbres sobre todo lo que acontece a nuestro alrededor.

 

En tanto, la incertidumbre va de la mano de la inseguridad, quien no tiene certezas se siente inseguro, indefenso, y por eso es que naturalmente las personas vamos en busca todo el tiempo de las certezas y en ese camino aparecen las expectativas.

Entonces, en ese contexto, la expectativa será entre el abanico de posibilidades a sucederse la suposición más realista y la que más se ajuste a lo que sucederá finalmente.

 

Por esta situación, de hallarse asociada a predicciones y suposiciones, es que, a mayor cantidad de certezas, mayores posibilidades existirán de poder cumplirse las expectativas en cuestión.

 

Las personas tenemos una tendencia natural a crearnos expectativas sobre cualquier tipo de cuestión que nos atañe en nuestra vida cotidiana, en el plano personal, familiar, laboral, académico; siempre habrá algo que esperamos con mucha ilusión y esperanza que se produzca.

 

Trabajar duramente para conseguir lo que se pretende.

 

También es importante decir que a la expectativa a veces hay que ayudarla y no esperar que la magia o que algo extraordinario o sobrenatural genere las cosas que esperamos, normalmente, hay que trabajar arduo para lograr las cosas.

Si queremos recibirnos deberemos estudiar y también sacrificar algunas cosas, como por ejemplo no salir de noche, para quedarnos a estudiar.

Viajar a otro país lejos de casa si queremos estudiar una carrera que la dictan en una ciudad que no es la nuestra. Y si la expectativa finalmente no se sucede tal como se había anticipado o pensado, al individuo que la haya experimentado lo invadirá la decepción y la insatisfacción.

 

La insatisfacción cuando la expectativa no se concreta.

 

Cuando una persona que estaba esperando con gran expectativa la concreción de un proyecto o plan, y ello finalmente no se produce, la tristeza y lamento será proporcional al sentimiento de expectación que tenía, y así es que claro, Invariablemente, se sentirá triste, fracasado, y en los casos más extremos, hasta puede desarrollarse un cuadro depresivo.

 

Hay personas que disponen de una fuerza interior tremenda y que ante la no concreción de una expectativa se reponen y siguen adelante peleando por cumplir sus sueños y objetivos, pero también hay otros que no tienen este afán y entonces pueden desencadenarse estos estados de depresión que requerirán de la realización de algún tratamiento médico para superar el cuadro.

 

Pero si por el contrario, la realidad termina superando amplia y positivamente las expectativas que se tenían, primará la alegría. “El nuevo disco de Bob Dylan realmente no cumplió mis expectativas, esperaba mucho más de él.”

 

A la expectativa: a la espera que algo suceda.

 

Por su lado, asociado al término aparece una expresión: a la expectativa, la cual es sumamente empleada en el lenguaje corriente cuando se quiere dar cuenta que alguien se halla a la espera de algo, aunque, no actúa. “Todavía no nació mi sobrino, pero estoy a la expectativa que el nacimiento se produzca en cualquier momento.”

La expectativa es considerada como una variante de la naturaleza cognitiva que propone la idea de antelación, cuya inserción en los estudios psicológicos puede ser de esencial importancia ya que se tendría una explicación acerca del comportamiento de la dinámica social y hasta el porqué de los distintos cambios de Ánimo que presentan las personas. Por otro lado, está la expectativa de vida, ésta se vincula con los temas demográficos de un territorio en particular y la cual se refiere a una valoración del promedio de años que vivirá una persona o grupo de personas en una región específica, ésta va a depender de la constancia en los índices de mortalidad de dicha región.

Cuando se habla de expectativas laborales se trata de las metas que tiene una persona al postularse al empleo de sus sueños. Cuando un individuo se encuentra en la búsqueda de un puesto laboral, éste tiene ya en su mente la clase de empleo que desea y de lo que quiere alcanzar para su futuro, es decir de sus expectativas, es por esto que al momento de realizar la hoja de vida se debe dejar en claro cuáles son sus expectativas laborales y los objetivos que se desea lograr con el trabajo al cual se postula. Cuando la persona expresa en su currículo sus expectativas, el reclutador podrá conocer mejor si es la persona indicada para el puesto.

He aquí un ejemplo de cómo se debe plasmar en la hoja de vida las expectativas laborales: “poder incorporarme a una empresa de gran reconocimiento a nivel nacional y en donde pueda poner en práctica todo el aprendizaje obtenido durante los años de estudio, igualmente poder demostrar mi capacidad de liderazgo y trabajo en equipo”.

En la economía son opiniones o creencias que los agentes económicos tienen acerca del comportamiento futuro de la economía o de algunas de sus variables más relevantes. Estar a la expectativa significa estar a la espera de algo. Toda decisión económica descansa en unas determinadas expectativas acerca de la evolución futura de aquellas variables que de forma más significativa afectan o condicionan el resultado de dicha decisión. En toda decisión de compra hay que tener en cuenta no sólo los precios actuales, sino también su previsible evolución en el futuro (expectativas de precios), así como la posible aparición en el mercado en un futuro próximo de productos más modernos sustitutivos  de los actuales (expectativas de innovación).

Agradezco al psicólogo Alex, que atiende en la Comunidad Terapéutica Guerreros de la Luz A.C., pos su asesoría en este tema.

jueves, 27 de agosto de 2020

Se Gana Luis R. Conriquez la Admiración de La Prensa Tapatía

 




JOSÉ LUIS SÁNCHEZ H. / Periodismo Nayarita

 

Guadalajara, Jal.-  Acompañado por un excelente equipo de trabajo y con el cobijo de “Kartel Music”, el sonorense Luis Roberto Conriquez llegó a “La Perla Tapatía” con la intención de mostrar a los medios de comunicación e invitados especiales su talento nato en lo que a composición y canto se refiere.

 

Conocido en el ambiente musical y redes como Luis R. Conriquez, el originario de Caborca, Sonora tuvo sus inicios allá por finales del año 96, siendo en los primeros meses del 97 cuando se mete de lleno al canto teniendo en las redes sociales a su mejor aliado, destacando en las mismas por su peculiar estilo interpretativo y carisma lo que le generó en un tiempo relativamente corto hacerse de miles de seguidores de su música.

 

Ya encarrilado en su joven trayectoria, Luis R. descubre su natural facilidad para componer corridos lo que lo lleva a realizar importantes colaboraciones con cantantes de fama y ya consolidados, incrementándose con ello su popularidad personal y siendo requerido constantemente para componer canciones y corridos a personalidades importantes de la farándula.

 

Las instalaciones del restaurante   “Canelos Select” fueron el lugar donde se dieron cita el cantautor y la prensa tapatía, hablando ahí Luis R. Conriquez de sus inicios, sus logros y lo que son sus planes corto y mediano plazo, yendo en todos ellos -dijo- de la mano de su oficina de representaciones “Kartel Music”.

 

Ya una vez concluidas las entrevistas, el sonorense cantautor subió al estrado y haciéndose acompañar por dos guitarras, tuba y tololoche, dio a los presentes una muestra en vivo de lo que es su trabajo musical con temas como: “De Aquí Paya”, “El Fresa”, “Aquí Seguimos De Pie”, “Me Verán Relajado” y “El Búho” entre otras más, siendo ésta ultima su actual sencillo en promoción y la que lo ha llevado a otros niveles dado la gran aceptación obtenida, logrando así Luis R. Conriquez ganarse la total admiración y respeto de la prensa tapatía.

EQUIDAD E IGUALDAD LABORAL

 Por: L.C.P. SAÚL ARMANDO LLAMAS LÓPEZ.

 

Equidad e igualdad

 

Confundir equidad con igualdad es común, sin embargo, son dos términos diferentes. Para comprender en que se diferencias, debes conocer los conceptos.

 

Equidad

 

La palabra equidad proviene del latín aequitas, de aequus o igual, también significa virtud de la justicia del caso en concreto.

 

Se define como dar a cada uno lo que merece sin excederse ni disminuir. También se define como justicia o imparcialidad en un trato. También se define como tratar a todos por igual respetando y tomando en cuenta todas sus diferencias.

 

Se considera también como una disposición del ánimo para dar a cada quien los que merece.

 

Es también una tendencia a juzgar con imparcialidad y haciendo uso de la razón.

 

Igualdad

 

Se trata del trato idéntico que un estado, empresa, organismo, asociación, grupo o individuo les da a las personas sin tomar en cuenta raza, sexo, clase social u otra característica que nos diferencia. La igualdad es la ausencia de cualquier tipo o forma de discriminación.

 

La igualdad no solo se refiere a la raza o al grupo étnico, también a todos aquellos factores que sean razón de desigualdad como el ámbito social, el sexo (las mujeres aún se encuentran pro detrás de los hombres en el sector laboral) también se presentan casos de desigualdad por nacionalidad, sobre todo hacia los inmigrantes en una nación, donde son sometidos a empleos denigrantes y deben superar barreras para acceder a servicios básicos como educación. La religión es otro factor que genera desigualdad entre las personas.

 

La igualdad es un derecho humano que siempre se encuentra en flagrante violación.

 

Diferencias entre equidad e igualdad

  • La equidad es un concepto de justicia, está relacionado con dar a cada quien aquello que merece sin ningún tipo de distinción empleando siempre la razón.
  • La igualdad es un derecho que establece que todos debemos tener las mismas oportunidades y tratos sin tomar en cuenta las características que nos hacen diferentes.

 

Equidad Laboral, Étnica, Social y de Género

 

 

La equidad laboral, étnica, social y de género buscan la igualdad de oportunidades en el mercado laboral, entre las personas de las diferentes etnias, en la sociedad y entre mujeres y hombres.

 

La equidad es fundamental para que los derechos naturales y sociales de las personas puedan alcanzarse. Estos derechos deben ser protegidos, fomentados y puestos en práctica.

 

La equidad laboral no debe ser una utopía, cada día son más los países que se suman a derribar las diferencias entre géneros y salarios, y cualquier acto discriminatorio, pues muchas legislaciones se abocan cada día más a suprimir este abuso a los derechos humanos.

 

Señales que muestran la equidad laboral, étnica social y de género

 

Políticas de empresa y leyes laborales

 

Una empresa que muestra equidad hacia sus empleados y colaboradores implementará políticas en sus estatutos para que los actos discriminatorios queden excluidos de su institución.

 

Por otra parte, en un estado democrático preocupado por la igualdad de oportunidades, existirán leyes que se deben cumplir por empresas y población general.

Leyes y políticas para promover la igualdad étnica y de género

 

Dentro de las políticas de países y empresas, son importantes aquellas dirigidas a garantizar los derechos de los ciudadanos, independientemente de la etnia a la que pertenezcan y a si son hombres o mujeres.

 

Igualdad de oportunidades en el empleo

 

Se trata de garantizar las mismas oportunidades de empleo para hombres y mujeres basados exclusivamente en su experiencia y conocimientos sobre el área. Lo mismo aplica para ocupar cargos directivos.

 

Según estadísticas en muchos países de América y Europa, un porcentaje importante de mujeres activas laboralmente sienten que los cargos directivos son ofrecidos a los hombres por encima de sus habilidades con respecto a las damas.

 

Igualdad de salarios

 

Asignar los mismos salarios sin distinción entre hombres y mujeres. Sorprendentemente en países como Estados Unidos, aún hoy las mujeres tienen salarios menores a los hombres, aunque ocupen el mismo cargo.

 

Ofrecer las mismas oportunidades de empleo a inmigrantes

 

Muchos países tienen establecido como norma el no contratar a ciudadanos que no estén nacionalizados o que no sean nativos de ese país.

 

Además del malestar social, una consecuencia es que talentos que se ven en la necesidad de huir de sus países no puedan desarrollar sus habilidades, que a fin de cuentas beneficiarían a la empresa y en consecuencia al país en el que solicitan trabajo.

 

Por otra parte, esto conduce a que jefes inescrupulosos contraten ilegalmente a estos trabajadores, pero ofreciéndoles una paga mucho menor.

 

Permisos de paternidad

 

Para que el padre pueda participar en la crianza de sus hijos, es importante implementar políticas de equilibrio trabajo-vida personal.

 

Muchos hombres no pueden participar de forma activa en la crianza de los primeros años de su bebé, porque en los empleos se tiene como premisa que el padre no es indispensable en el hogar.

 

Esto aparte de dejar una enorme carga en los hombros de la mujer, aleja al hombre de establecer ese fuerte vínculo que es primordial los primeros meses.

 

Respetar el derecho de culto religioso de los trabajadores

 

Muchos grupos étnicos y religiosos cuentan con normas y dogmas que sus integrantes desean seguir. Siendo respetuosos con sus creencias no se les debería imponer, por ejemplo, que no lleven accesorios como velos para las musulmanas, o la kipá para los judíos.

 

Por otra parte, es fundamental no ser irrespetuoso con temas religiosos o políticos que despierten la sensibilidad de los trabajadores, al igual que no imponerles asistir a misas o actos políticos que no estén vinculados con su religión o simpatía partidista.

 

 

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Norma Mexicana NMX-R-025-SCFI-2015 en Igualdad Laboral y No Discriminación

 

El Inmujeres, la STPS y el Conapred conjuntaron esfuerzos a fin de generar una herramienta en común: la Norma Mexicana NMX-R-025-SCFI-2015 en Igualdad Laboral y no Discriminación.

 

Norma Mexicana NMX-R-025-SCFI-2015 en Igualdad Laboral y No Discriminación

         Autor

Instituto Nacional de las Mujeres

Fecha de publicación

09 de junio de 2020

 

Con el afán de recuperar la experiencia del Modelo de Equidad de Género (MEG), de la Norma Mexicana NMX-R-025-SCFI-2012 para la Igualdad Laboral entre Mujeres y Hombres y de la Guía de Acción contra la Discriminación “Institución Comprometida con la Inclusión” (Guía ICI) y avanzar hacia un mecanismo acorde con el estado actual del marco jurídico y los documentos de planeación nacional, se trabajó en el rediseño de los criterios de evaluación y se generó un nuevo instrumento, que se presenta a continuación:

 

¿Qué es la Norma Mexicana NMX-R-025-SCFI-2015 en Igualdad Laboral y No Discriminación?

 

La Norma Mexicana NMX-R-025-SCFI-2015 en Igualdad Laboral y No Discriminación es un mecanismo de adopción voluntaria para reconocer a los centros de trabajo que cuentan con prácticas en materia de igualdad laboral y no discriminación, para favorecer el desarrollo integral de las y los trabajadores.

 

Esta certificación está dirigida a todos los centros de trabajo públicos, privados y sociales establecidos en la República Mexicana, de cualquier tamaño, sector o actividad. Para obtenerlo, los centros de trabajo deberán recibir una auditoría de tercera parte, para verificar que sus políticas y prácticas cumplen con los requisitos de igualdad laboral y no discriminación.