miércoles, 24 de agosto de 2016

"Un buen paro"


JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / Periodismo Nayarita



"Un buen paro"


Eran treinta minutos después de las seis cuando de manera sorpresiva encontré un lugar para estacionar mi coche. Acera derecha de acuerdo a la circulación de la calle Abasolo, casi llegando a la San Luis. La mañana era fría y húmeda. Aun así era agradable sentir la brisa ligera en mi adormilado rostro. Se acercaba la hora de la verdad. Estaba a punto de iniciar el paro estatal de trabajadores sindicalizados del gobierno del estado, organismos descentralizados y de los veinte ayuntamientos.

Crucé con decisión el espacio público que, con mucha razón, hoy se conoce como “Plaza de la resistencia”. Digo lo anterior porque es el lugar en el que se realizan todas las manifestaciones de protesta. En los últimos cinco años se han manifestado campesinos, médicos, profesores, comerciantes, estudiantes y todo tipo de trabajadores.

No es una graciosa coincidencia que todas las manifestaciones de protesta se realicen frente al palacio de gobierno estatal. No es tampoco porque sea el lugar más atractivo para hacerlo. Lo que sucede en realidad es que generalmente se protesta frente al lugar donde se localiza el causante de la protesta. Así es de sencillo explicar por qué todo mundo se planta frente al palacio de gobierno del estado a protestar. Exacto, porque los problemas de todos los quejosos son hijos del mismo parto.

La gente empieza a llegar de poco en poco. Todos se reportan al plantón que "premonitoriamente" se le denominó permanente. Ese será el centro de operaciones tácticas del movimiento sindical, cuyo objetivo central el día de hoy sería inmovilizar las oficinas del citado centro laboral. Evidentemente el “palacio del diablo” será sitiado desde hora temprana si se quiere evitar la entrada al personal que ahí trabaja. Digamos que hablo de los empleados de “desconfianza” y lista de raya porque se supone que los de base estarán de este lado del mostrador.

El cielo se mira un tanto amenazador, la lluvia anuncia su muy probable presencia. Eso no desanima al cada vez mayor número de trabajadores, hombres y mujeres, dispuestos a soportar una jornada de seis horas de pie y por supuesto aguantar la “venganza” de quien maneja los hilos del corrompido sistema de la administración actual. Me refiero al descuento de un día de trabajo en la próxima nómina quincenal. Doloroso golpe a la economía familiar, pero conscientes del sacrificio que se va a realizar por el triunfo de la causa sindical, única garante de la conservación de las prestaciones económicas conquistadas durante casi ocho décadas de esfuerzo y sacrificio.

Apenas pasan las siete de la mañana y las puertas de acceso al palacio ya se encuentran custodiadas por numerosos contingentes que de forma ordenada se instalaron en los accesos ubicados por la avenida México y las calles Mina y Veracruz.

Quizá sea una estampa poco vista en la ciudad, ver palacio de gobierno tomado por los propios trabajadores que reclaman la toma de nota, el pago del adeudo al fondo de pensiones, la firma de los convenios laborales de los años 2014, 2015 y 2016; la entrega de uniformes, entre otras cosas. Es probable que esta situación cause algunas molestias a la ciudadanía a la que se le ofrecen disculpas sentidas, pero son medidas de presión necesarias ante la cerrazón y el mutismo del gobernador y sus achichincles. Son muchos meses solicitando una mesa de diálogo que se ha negado. Soportar su mentira sistemática declarando públicamente que “no debe nada al SUTSEM” y empecinado en idear de la noche a la mañana y como por arte de magia dudosos “programas de apoyo” a los trabajadores.

Es prudente aclarar a la ciudadanía que el SUTSEM declinó la posibilidad de cerrar las calles aledañas al palacio de gobierno, precisamente para evitarle molestias de tráfico vehicular. Vale esta aclaración porque al parecer ya para finalizar el paro, se presentaron los maestros de la CNTE que, con toda justicia, se manifestaron por la Avenida México hasta llegar justo frente a palacio y obstaculizaron momentáneamente la circulación por esa avenida principal.

Fui testigo presencial y activo (al menos en parte) de este paro estatal de trabajadores que se realizó de manera simultánea en palacio de gobierno y en todos los ayuntamientos del estado. Aunque observé los movimientos alrededor del inmueble gubernamental estatal,  por mi ubicación pude apreciar con mayor detalle el acceso por la calle Veracruz.

Desde las siete de la mañana, hubo presencia de trabajadoras de intendencia (limpieza), integrantes del Comité Estatal y representantes sindicales del SUTSEM. Al principio solo los suficientes para bloquear las pesadas puertas de madera, pero a partir de las nueve de la mañana la calle se vistió de colores y se llenó de algarabía. Las distintas dependencias que tuvieron esa comisión abarrotaron ambas aceras de la calle Veracruz, entre Abasolo y Mina. En un santiamén la calle se convirtió en un florido valle repleto de hongos de variados colores que buscaban afanosamente proteger del sol a cientos de sudorosos rostros sutsemistas. Bastaron unos minutos para que aquello se convirtiera en una auténtica romería.

Como brotados de la nada, aparecieron las bebidas para mitigar el calor, aguas y refrescos, tortas del chavo y sabrosos sándwiches. Los banquitos plegables y las sillas de playa. Las gorras y los abanicos de cartón. Incluso hasta un pequeño toldo fue armado para servir de refugio a las señoras que eran acompañadas por lactantes que requerían el alivio de la sombra para nutrirse de la prodigiosa savia materna.

La lideresa Águeda Galicia, después de dar la conferencia de prensa, realizó un “maratónico” recorrido por el perímetro del palacio. No utilizo ese término por la distancia recorrida sino por la desgastante tarea de saludar de mano y tomarse la foto del recuerdo con todos quienes quisieron hacerlo. Con cronómetro en mano puedo afirmar que tardó poco más de una hora en visitar las tres puertas bloqueadas. Una gran muestra de su calidad humana el hecho de ir a saludar y agradecer a la base sindical el apoyo y la respuesta a esta actividad acordada en el pleno estatal del diez de agosto.

Aun no se sabe a ciencia cierta la trascendencia de esta movilización, pero desde mi punto de vista debe arrojar buenos resultados. Ya se hará próximamente el análisis detallado. Por ahora solo queda estar alerta a las respuestas y señales de parte del gobierno. Existen expectativas por los cambios en el gabinete. Para esta problemática era ya insufrible la relación con el famoso “Joseph Atolín Chocomileski”, ex encargado de la política interna. También se registraron cambios y enroques en posiciones de segundo y tercer niveles en dependencias. Esperemos que sean para bien.

En resumen, este movimiento realizado por el SUTSEM, debe tener beneficios externos e internos. Los externos, nueva presión en la lucha contra el sátrapa, por los derechos conquistados, y los internos, hacer nueva valoración de la lealtad de los agremiados. En lo particular,  pude constatar una vez más, que hay gente hipócrita que juega las dos cartas a la vez. Pero como dice el refrán: “El que a dos amos sirve con uno queda mal”. Aunque lo peor de todo es que hubo situaciones de algunos (as)  a los que les diría: “Si me vas a mentir, por lo menos hazlo bien. No ofendas mi inteligencia”. A los que se pusieron la camiseta y a los que tuvieron el valor civil de hablar de frente, mi respeto y admiración.

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C. 

CONADE, DANDO DE QUÉ HABLAR


CONADE, DANDO DE QUÉ HABLAR

Una vez más, una institución pública que debe dar apoyo irrestricto a la población mexicana, se dedica sólo a gastar recursos del erario para beneficio de sólo algunos funcionarios, dejando de lado al grueso poblacional que verdaderamente debería resultar beneficiado.  En este caso, la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, Conade, fue duramente criticada durante la celebración de los Juegos Olímpicos, edición 2016, que tuvieron lugar en Río de Janeiro, Brasil.

Y es que los directivos de Conade sólo se la pasaron “curándose en salud”, como lo hacen sus colegas de tantas otras dependencias públicas, mismas que hacen hasta lo imposible por ocultar sus deficiencias en el manejo de recursos provenientes de los impuestos que pagamos todos los mexicanos y que son utilizados para diversos fines ‘especiales’ o personales, pero no para lo que realmente son presupuestados, y en este caso, para los atletas.

Los resultados que obtuvieron los atletas sólo refleja el nivel de desorganización y negligencia por parte de la Conade y de las Federaciones, instituciones encargadas de brindarle los apoyos y los medios necesarios a los deportistas.

El caso más sonado fue el de los uniformes y no es para menos, ya que en un comunicado emitido por la Conade, se afirma que no es responsable del estado los uniformes que portan los atletas mexicanos; se señaló al Comité Olímpico Mexicano (COM) como encargado directo de la vestimenta usada por la delegación mexicana (esto incluye uniformes, ropa de entrenamiento, pants de viaje y otras prendas): “La CONADE lamenta las dificultades por las que han pasado los seleccionados nacionales, Bredni Roque, de la disciplina de levantamiento de pesas, y el boxeador Elías Emigdio, con su vestimenta oficial de competencia”.

Recordemos que fue necesario poner los parches en los uniformes de Bredni Roque, halterofilista que obtuvo el quinto lugar en levantamiento de pesas, quien tuvo que utilizar un uniforme parchado, sin la bandera de México porque la COI le entregó uno que no era de su talla; y el boxeador Elías Emigdio se vio en la misma situación: después de haber logrado avanzar a octavos de final, el atleta también tuvo que salir a competir lleno de parches.

El problema no está ni en las marcas ni en los atletas sino en las comisiones, tanto la Federación Mexicana de Levantamiento de Pesas (FMLP) como el Comité Olímpico que no llevaron a cabo el registro de acuerdo a los requerimientos del Comité Olímpico Internacional.
  

PESE A TODO, SÍ HAY MEDALLISTAS

Mientras que las dependencias mexicanas se ‘echan la bolita’, los deportistas mexicanos han sacado la casta y al final de cuentas, sí hubo medallas olímpicas… y no precisamente por apoyo brindado por las instituciones gubernamentales, aunque no faltó la celebración y felicitación de Peña Nieto, quien, como muchos otros mandatarios nacionales, no se preocupa porque en México exista un apoyo real y tangible a los deportistas.

Así, podemos citar que María Guadalupe González Romero, quien aportó la primera presea en 20 kilómetros y lo hizo con coraje, corazón y determinación, de principio a fin, como lo planeó desde que se preparó a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro con la única clave: “trabajar, trabajar y trabajar”. Bastaba ver su rostro para saber que vino dispuesta a todo y morirse en la raya. No le atemorizó ver entre el grupo puntero a las chinas, que la escoltaron hasta que se definió, en el último kilómetro, a las que estarían en la pelea por las medallas con un cierre cardiaco. Hong Liu y González se jugaron el oro. La china dejó que la mexicana diera el tirón y, cuando quedaban menos de 100 metros, atacó, entrando dos segundos antes que González (1:28.37), a la que siguió Xiuzhi Lu, 1:28.42, mientras María Guadalupe Sánchez, con 1:33.44, y Alejandra Ortega, con 1:37.33, quedaron en los lugares 23 y 41, en ese orden.

“Yo estoy aquí porque tenía el sueño de estar en unos Juegos Olímpicos. Quería ser boxeadora y la marcha me eligió a mí. Es un camino que no decidí”, dijo la estudiante de contaduría en la Universidad Autónoma del Estado de México, quien precisó que sólo con “disciplina y trabajo, no hay de otra, se lograron las cosas… al final se me fue (el oro), no pude, les debo un poco, pero di todo”.

En su preparación la marchista no tuvo el apoyo que requería, ya que la Conade retiró los recursos a la Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo (FMAA), y esta a su vez al entrenador Juan Hernández –no estuvo en Río– y a la auxiliar Graciela Mendoza, por lo que el grupo recibió el respaldo del Comité Olímpico Mexicano (COM), al no tener los recursos para viajes, competencias y campamentos.

Por su parte, Germán Sánchez consiguió también plata en clavados de plataforma de diez metros al hacer una gran actuación y tener la suerte de que fallaran otros de los competidores para colocarse en el segundo sitio con 532.70 puntos, detrás del chino Aisen Chen, oro con 585.30.

Sánchez, subcampeón olímpico de Londres 2012 en la prueba sincronizada, mantuvo constancia durante sus seis clavados y superó a Boudia al final.

Por su parte, el deportista mexicano Ismael Hernández se adjudicó la medalla de bronce en la prueba de pentatlón moderno de los Juegos Olímpicos Río 2016, tras acumular 1468 unidades, un logro histórico, pues se convirtió en el primer medallista olímpico de esta disciplina para una delegación mexicana.

El atleta morelense firmó una espectacular competición, fue de menos a más a lo largo de este deporte que consta de cinco disciplinas: esgrima, natación, ecuestre y carrera combinada con tiro.

En la suma total de las cinco pruebas, Ismael Hernández hizo historia y acumuló 14.68 unidades en el tercer lugar definitivo para colgarse la medalla de bronce.

Si los deportistas mexicanos han podido sobresalir en diversos juegos olímpicos, sin apoyo gubernamental, ¿se imagina usted, amable lector, la cantidad de medallas que los jóvenes se traerían a tierra azteca?


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