jueves, 13 de mayo de 2021

"De ridículos y cosas peores"

 




JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / 


Periodismo Nayarita



"De ridículos y cosas peores"


  No cabe duda que cada vez es más difícil asombrarse de las cosas que suceden. Cuando crees que ya lo has visto todo, surge de la nada, con pasmosa facilidad, algo que supera lo anterior. Esto ocurre en todos los ámbitos de la vida local y nacional pero es más socorrido en el escenario político que cada vez más adquiere perfiles surrealistas que sólo se pueden ver en nuestro México lindo y querido.

 En muchas ocasiones he tildado al ámbito político, y sobre todo a las campañas electorales, de escenario circense y me siguen sobrando razones para ello, no sólo por la analogía de tener en ambas escenas payasos y trapecistas sino porque también, al menos hace algunos años, había (en el circo) muchos animales, en el otro muchos aún continúan activos.

 En esta ocasión no me quise quedar con las ganas de mencionar algunas atrocidades que suceden en estas campañas electorales que, además de lástima, dan risa. Antes de entrar en materia quiero aclarar que, como en toda regla, existen sus honrosas excepciones (candidatos o candidatas que están realizando trabajos muy congruentes, realistas y objetivos). Pero (siempre hay un pero) existen muchos casos que son verdaderamente para llorar.

 Recuerdo con nostalgia aquellas campañas que, aunque eran igual de demagógicas, no registraban tantos ridículos como las de hoy. En el afán de lograr llamar la atención los candidatos de la actualidad han hecho auténticos desfiguros. Acciones como la del cuate ese de Ciudad Juárez (PES) que sale de un ataúd, los bailarines de ballet armados (campaña del PAN en Guadalajara) que indican: “El crimen organizado nos está pegando un baile”, la candidata a la alcaldía de Escobedo Nuevo León (PAN) con un lema medio pornográfico ¡Qué se le pare a Escobedo! y abajito agrega #LaInseguridad, y más abajito todavía dice: #La PastillaAzul. ¡No, pues que creativos!

 Así la tónica por todos lados. Unos con apodos que intentan apropiarse de la buena voluntad de la raza del barrio usando apodos y lemas “muy chidos” (según ellos) yo digo que ridículos. Cosas chuscas como el señor ese del distrito 6 de Puebla que participa como “Don Santos El Pollero”, ahí de veras que no se sabe si es porque se dedica a la venta de pollos en su pueblo o porque cruzaba de “mojados” a paisanos a los Estados Unidos. Otros, como Luis Donaldo Colosio hijo, que se “revienta” un baile a la “Chúntaro Style” para congraciarse con la raza que se agrupa en las tribus urbanas de Monterrey Nuevo León, él anda en busca del hueso de alcalde (por el Movimiento Ciudadano). Sería interminable la lista de candidatos que hacen el ridículo, muchos como el candidato de (RSP) a la gubernatura de San Luis Potosí, que se avienta un dizque baile sexy, con movimientos y sonrisa de vedette de las películas mexicanas de ficheras de los años setenta y ochenta (aunque yo le iría más a la Sasha Montenegro que a este buey) teniendo como fondo la fachada de una Sex Shop (tienda de artículos sexuales para los que no entiendan inglés). Yo no sé qué pensará este estólido. ¿Acaso pensará que haciendo esas babosadas la gente dirá: “Ay, a mí no me interesa saber que beneficios aportará su programa de gobierno, con que mueva sus caderas así tendremos un futuro halagador”. ¡Ah! Pero si eso no fuera suficiente, se revienta también un video donde baila, con una desfachatez que raya en lo estúpido, la canción del “Chavo del Ocho” y termina chupando una paleta de dulce. Luego, uno más ridículo, casi imposible de creer, donde aparece desnudo del torso, con un pantalón de mezclilla (según parodiando la rola “It's Raining Men”) haciendo ademanes de connotación explícitamente sexual. ¡Qué vergüenza!

 En todos lados se cuecen habas. Los hay que dan maromas para promover su partido. Los hay que bailan o cantan, además aquí si hay paridad de género, son hombres y mujeres quienes han entrado en este juego estúpido que denigra la verdadera actividad electoral y pone en un nivel muy bajo la competitividad de las campañas y la oferta de los institutos políticos. ¿Dónde quedan las propuestas serias y congruentes? ¿Dónde está el debate de altura de los candidatos y candidatas? Si no se arrastran y denigran por las payasadas que les mencioné, usan el otro aspecto indeseable de estas competencias, la denostación y el ataque, la guerra sucia, a veces sin sustento pero que, mientras les reditúe dividendos, no importa si faltan a la verdad o a la ética.

 Otro de los aspectos que me preocupan, al menos en Nayarit, es el uso desmedido de la promesa generosa, aquella que de antemano se podría saber que no es viable, a veces incluso por diversas razones, principalmente por la cuestión económica. Desde mi punto de vista, ese recurso (viejo por cierto) de la promesa cuantiosa o casi milagrosa, aquella de que “¿Para qué queremos puente si no tenemos río? y el candidato dice: ¡También se los pongo, para que se bañen ahí sus niños! “Pero, si no tenemos niños…” ¡También se los hago! (Resultó alburero el candidato). 

Esa es una práctica común, una de las más usuales dentro del juego político que manejan los candidatos y candidatas. Eso lo observé recientemente en la campaña de la candidata de la coalición o alianza “Va por México” qué por cierto sólo faltó que le pusieran “Pacto por México” para que de plano se oficializara la visible estrategia que realizaron estos tres partidos (anunciando su maridaje, hoy comprobado) a finales de 2012 para manejar el entramado de las reformas estructurales que le dieron en la torre a nuestro país. 

Bueno, después de ese “breviario cultural”, y bajando a nivel local como alianza “Va por Nayarit”, que al principio no pintaba y patinaba de a feo, hoy parece que está pegando un poco más en el ánimo de la gente la copiosa promesa de obras y apoyos que emergen de la nada como si fueran producto de una varita mágica. Cada vez escucho que ofrecen más y más cosas, entre ellas algunas que no son nada fáciles de cumplir pero, como dice el dicho: “El prometer no empobrece, el dar es lo que aniquila” Ya veremos si al final de cuentas se terminan tragando el anzuelo, ese ya tan choteado método de “llénales la cabeza de humo” en un descuido y nos regalan su voto.

 En fin, existe mucha tela de dónde cortar, pero el espacio del comentario se ha esfumado como por arte de magia. Por lo pronto, hay muchas cosas que están exhibiendo las malas artes de muchos partidos y candidatos. En contraparte, se supone que la ciudadanía ha madurado lo suficiente (experimentando en cabeza propia) como para no caer en los garlitos electorales. ¿Usted qué opina, amable lector?

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.