viernes, 24 de marzo de 2023

¿A dónde vamos a parar?

 




JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / 


Periodismo Nayarita



¿A dónde vamos a parar?

 Es imposible sustraerse al caudal de noticias generadas a partir del conflicto entre el patrón gubernamental estatal y el sindicato de trabajadores de base del propio gobierno. Ni bien se pausa o apaga una acción o una declaración cuando ya está otra prendida como chimenea en clima frío.

 Primero, la efervescencia por la publicación de la nueva ley de pensiones y el fondo soberano. Enseguida los incidentes derivados de la marcha de protesta por dicha legislación aprobada al vapor. Esta última (la marcha) al parecer generó mucha molestia en las autoridades, aunque ellas digan lo contrario e intentan restarle importancia, usando todos los medios a su alcance.

 Empezaré por decir que, desde mi visión y mi cálculo, creo que la marcha logró reunir unas dos o tres decenas de miles de personas. No hay forma de poder precisar el aforo de participantes, únicamente lo que se pueda calcular comparando con otras similares y por la experiencia que algunas personas conocedoras del tema aportan en ocasiones, pero basta con dimensionar la opinión del propio Secretario General de Gobierno que calculó más de 11 mil marchistas. Tomando como base esa cifra, podríamos hacer un ejercicio de ponderación y sería fácil vislumbrar que la obvia tendencia del número real sería hacia arriba, en el entendido que el funcionario, por su propia naturaleza, intentará, como dije antes, minimizar la respuesta a esa convocatoria.

 Hizo también un comentario a la prensa en el que señala (palabras más, números menos) que la marcha inició con los más de 11 mil personas que calculó, pero que al arribar el contingente al nodo vial de la Calzada del Ejército ya solo marchaban unos 2 mil, de donde dedujo que solo se reunieron a firmar la lista y se retiraron porque (otra vez según él) no estaban convencidos de su participación en la protesta (aquí se debe entender que casi “todo el mundo” está a favor de sus decretos autoritarios).

 Así por el estilo, un sinfín de comentarios sustentados en las peripecias de la marcha sabatina del SUTSEM a la que se sumaron los maestros de las dos secciones magisteriales la 20 y la 49. Según ellos (los funcionarios mayores del gobierno estatal y sus agregados culturales) fue un evento sin mayor relevancia, pero resulta que de inmediato se desató la lluvia de información que ya estaba apagada. Realidades y Tello sacaron a ventilar  de nuevo (casualidad o desquite) el aseguramiento de propiedades del sindicato y de su lideresa (según ellos). Titulares escandalosos y amarillistas en los que sin ninguna restricción o decoro señalan a la letra: “Ney y Águeda se chingaron más de mil 600 millones de pesos de los nayaritas” (sic), digan si eso no es una marcada tendencia periodística a echarle la ciudadanía encima a la presidenta del sindicato mayoritario. (Solo se cubren con una palabra en mini tamaño que dice: Acusan).

 Mientras eso sucede en la prensa escrita, en la televisión (más que oficialista) el siguiente lunes, después de la marcha le dedican al menos la primera media hora del noticiero de la noche a pegarle a Águeda y los sutsemistas. Es tan ostensible la campaña mediática que pretende linchar al sindicato y, principalmente a sus líderes, que raya en la exageración y, con ello, en la incredulidad por parte de muchas personas que perciben la sobreactuación de los protagonistas del melodrama que armaron.

 Me gustaría ver que así como acusan puedan demostrar que la lideresa del sindicato “se chingó (cómo dice el realidades) esos miles de millones”, si se fueron  a partes iguales, o de qué manera ella pudo echar mano de esa millonada autorizada como préstamo a la administración del exgobernador Ney González, autorizados por el Congreso del Estado que, por cierto, si no mal recuerdo el propio funcionario Juan Echeagaray era uno de los gentiles y entusiastas diputados que aprobaron con una sonrisa la moción del chaparrito de la Mololoa. De plano, la historia está llena de extraños recovecos, algunas veces a todas luces inexplicables.

 Hay muchas otras pequeñas/grandes batallas mediáticas. Todo es cuestión de llegar al fondo de la información que se vierte y de su interpretación. Se podría aplicar aquella vieja y famosa máxima de Ramón de Campoamor: “En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”. En este tenor, intento ejemplificar las declaraciones del Secretario de Administración y Finanzas del Gobierno del Estado de Nayarit, en un video reciente, en el que señala que “el doctor Navarro dio instrucciones desde el primer día de funciones para que se respeten todos los derechos laborales de los trabajadores y que se han pagado hasta ahora todas las prestaciones. Aquí es donde entra lo que mencionaba anteriormente (la interpretación). La primera parte, la dejaremos ahí en el contexto general para que el tiempo dé la razón a quien la tenga. En cuanto a que se han pagado TODAS las prestaciones es evidente que se trata de la interpretación del gobierno, en relación con lo que considera sus obligaciones, las nuevas, las que ellos han dejado en el mutilado pliego, en el mermado convenio laboral suscrito en 2013 y que, a falta de uno nuevo, debería seguir vigente, en tanto no se sienten patrón y sindicato a negociar las cláusulas (esa es la teoría). De las pocas que recuerdo a vuelo de pájaro que no han sido pagadas son: el aumento de cada año al salario mínimo que autoriza la CONASAMI, la entrega de despensas de fin de año, entre varias otras. En el mismo video se nota que al más ecuánime de los funcionarios de primer nivel ya lo están contagiando con el virus de las balandronadas, ya que se siente una velada amenaza al término del mensaje que dice que: “el gobierno NO VA A PERMITIR que se demerite con mentiras lo que se ha llevado a cabo hasta el día de hoy…”. Bueno al menos él no mencionó nada de las famosas y temibles “Carpetas de Investigación”.

 Por la falta de espacio, ya no pude mencionar lo que dijeron públicamente (hablando de carpetas de investigación) que se va a investigar y “castigar” a los que pasaron lista de asistencia a los trabajadores de las dependencias que asistieron a la marcha. No sé si tomarlo como un exceso de prepotencia o una falta de claridad mental. En ese momento recordé la canción de Marco Antonio Solís: ¿A dónde vamos a parar….?

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.