martes, 6 de abril de 2021

LA INICIATIVA DE LEY DE HIDROCARBUROS GENERA INCERTIDUMBRE A LA INVERSIÓN: COPARMEX

*La propuesta de reforma a la Ley de Hidrocarburos debe precisarse, a fin de no generar incertidumbre en el sector

 

Tepic, Nayarit; 05 de abril de 2021.- “De aprobarse la iniciativa de reforma a la Ley de Hidrocarburos, en los términos planteados generaría conflicto de preceptos jurídicos y violaciones graves a la Constitución, y además debe precisarse, de lo contrario generará incertidumbre en el sector”, manifestó el presidente de la Coparmex Nayarit, Alejandro Valdés Menchaca. 

 

Dijo que, desde la Coparmex nacional, coinciden con el espíritu de fortalecer al sector energético, a través del esfuerzo conjunto de gobierno y el sector privado, a fin de aportar al crecimiento del país y combatir las conductas ilícitas dañinas para la industria. 

 

El líder empresarial indicó, que el proceso de la reforma a la Ley de Hidrocarburos impulsada por el Ejecutivo Federal debe estar abierto tanto a la opinión de la sociedad, así como de expertos. Agregó, que se advierten riesgos vinculados con la vulneración del Estado de Derecho por disposiciones discrecionales que podrían derivar en un potencial abuso de autoridad, y también, por posibles prácticas anticompetitivas. 

 

“Nos preocupa que la propuesta presentada establezca que la Secretaría de Energía (SENER) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE) podrán suspender los permisos, de manera temporal e indefinida (a discreción de la autoridad), ante “un peligro inminente” a la seguridad nacional, la seguridad energética o para la economía nacional sin que, en ningún caso, definan claramente supuestos normativos”, informó Valdés Menchaca. 

 

El presidente de la Coparmex Nayarit dijo que la propuesta abre la puerta para que las instalaciones y permisos –de cualquier tipo– puedan ser operadas por Pemex, ya que, en caso de suspensión, la empresa estatal deberá ser la encargada de manejar y controlar las instalaciones suspendidas, lo cual genera preocupaciones entre inversionistas, crea cuestionamientos sobre el Estado de Derecho, el respeto a las inversiones realizadas y los límites a la propiedad privada. 

 

Asimismo, asentó que, a pesar que se ha señalado que la iniciativa permitiría combatir el “huachicol fiscal”; no se requiere hacer una reforma legal, sino aplicar de forma efectiva las sanciones previstas ya en la Ley de Hidrocarburos, y que, en los términos actuales, la reforma terminará impugnada legalmente y no cumpliría su propósito. 

  

Finalmente, reiteró, que, desde Coparmex refrendan que las empresas privadas en el sector energía deben ser aliadas y no contrincantes, en las intenciones del gobierno para alcanzar el óptimo desempeño del sector. 

Vida de Amado Nervo

 Por: SAÙL ARMANDO LLAMAS LÒPEZ

 

 

(José Amado Ruiz de Nervo; Tepic, Nayarit, 1870 - Montevideo, 1919)

 

Poeta mexicano. Hizo sus primeros estudios en el Colegio de Jacona, pasando después al Seminario de Zamora, en el Estado de Michoacán, donde permaneció desde 1886 hasta 1891.

 


Los problemas económicos que atenazaron a su familia, un hogar de clase media venido a menos, le forzaron a dejar inconclusos sus estudios eclesiásticos, sin que pueda descartarse por completo la idea de que su decisión fuera también influida por sus propias inclinaciones. En cualquier caso, siguió alentando en su interior una espiritualidad mística, nacida sin duda en estos primeros años y que empapó Su producción lírica en una primera etapa; en ella meditó fundamentalmente sobre la existencia humana, sus problemas, sus conflictos y sus misterios, y sobre el eterno dilema de la vida y la muerte.

 

Abandonados los estudios, Amado Nervo empezó a ejercer el periodismo, profesión que desarrolló primero en Mazatlán, en el Estado de Sinaloa, y más tarde en la propia Ciudad de México, adonde se trasladó temporalmente en 1894. Sus colaboraciones aparecieron en la Revista Azul. Junto a su amigo Jesús E. Valenzuela, fundó la Revista Moderna. Estas dos publicaciones fueron el resultado de las ansias e impulsos modernistas que aparecieron, en aquella época, en todos los rincones de la Latinoamérica literaria y artística.

 

En 1900, el diario El Imparcial lo envió como corresponsal a la Exposición Universal de París, donde residiría durante dos años. Entabló allí conocimiento y amistad con el gran poeta nicaragüense Rubén Darío, quien más tarde diría de Nervo: "se relacionó también con el grupo de literatos y artistas parnasianos y modernistas, completando de ese modo su formación literaria."

 

Todos los estudiosos parecen estar de acuerdo en afirmar que adoptó los principios y la filosofía del Parnaso, grupo de creadores franceses que intentaba reaccionar contra la poesía utilitaria y declamatoria tan en boga por aquel entonces, rechazando también un romanticismo lírico en el que los sentimientos, las encendidas pasiones y las convicciones íntimas de los autores, interfiriendo en su producción literaria, impedían, a su entender, el florecimiento de la belleza artística pura.

 

En París conoció a la que iba a ser la mujer de su vida, Ana Cecilia Luisa Dailliez, con la que compartió su vida más de diez años, entre 1901 y 1912, y cuyo prematuro fallecimiento fue el doloroso manantial del que emanan los versos de La amada inmóvil, que no vio la luz pública hasta después de la muerte del poeta, prueba de que éste consideraba su obra como parte imprescindible de su más dolorosa intimidad. Su Ofertorio supone, sin ningún género de duda, uno de los momentos líricos de mayor emoción, una de las joyas líricas más importantes de toda su producción poética.

 

Cuando regresó a México, tras aquellos años decisivos para su vida y su formación literaria y artística, ejerció como profesor en la Escuela Nacional Preparatoria, hasta que fue nombrado inspector de enseñanza de la literatura. En 1906, por fin, ingresó en el servicio diplomático mexicano y se le confiaron distintas tareas en Argentina y Uruguay, para ser finalmente designado secretario segundo de la Legación de México en España.

 

En 1918 recibió el nombramiento de ministro plenipotenciario en Argentina y Uruguay, el que iba a ser su último cargo, pues, un año después, en 1919, Amado Nervo moría en Montevideo, la capital uruguaya, donde había conocido a Zorrilla de San Martín, notable orador y ensayista con el que trabó estrecha amistad y que, a decir de los estudiosos, influyó decisivamente en el acercamiento a la Iglesia Católica que realizó el poeta en sus últimos momentos, un acercamiento que tiene todos los visos de una verdadera reconciliación.

 

 

La obra de Amado Nervo.

 

Poeta y prosista, el valor de su prosa desmerece, sin embargo, si se la compara con sus producciones en verso. Nervo es, efectivamente, un auténtico poeta modernista, verdadero hijo literario de Rubén Darío, plenamente mexicano; las intuiciones religiosas de su juventud le inspiraron las páginas de sus Perlas Negras y sus Místicas (1898), en las que puede encontrarse su célebre A Kempis, cuyo encendido lirismo no podría ya superar el poeta.

 

Más tarde, su mexicanidad se atempera por su estancia y sus contactos en París; la influencia francesa y, sobre todo, la española y la latinoamericana, concretada En el indiscutible maestrazgo de Rubén Darío y Leopoldo Lugones, confieren al espíritu, el sentimiento y la obra de Amado Nervo una dirección menos mística, unas preocupaciones menos religiosas, aunque impregnadas de un panteísmo que le da mayor universalidad, un pálpito más liberal y humano.

 

Es la etapa en la que escribe sus Poemas (1901), seguidos en 1902 por El Éxodo y las flores del caminoHermana agua y Lira heroica. El ciclo se cerrará en 1905 con la aparición de Los jardines interiores. Todas sus producciones muestran un exquisito refinamiento, una indiscutible preocupación por la perfección de la forma y el absoluto protagonismo de la estrofa dentro de la escritura.

 

En 1909 publica En voz baja, obra que supone el inicio de su andadura hacia la paz espiritual que, a raíz de la muerte de su amada, dará paso a la profunda transformación que vivirá el poeta y que, en consecuencia, impregnará toda su obra; no puede olvidarse que los conmovidos versos de La amada inmóvil fueron escritos en 1912, aunque sólo aparecieran póstumamente, en 1920. A la misma época pertenece también Serenidad (1914).

 

Luego, el lírico evoluciona cada vez más hacia una renunciación que pretende llevar hasta el terreno literario; hay en él una curiosa influencia de las doctrinas orientales, y su primitivo sentido más o menos místico se convierte ahora en una especie de aspiración al Nirvana. "La muerte es la libertad absoluta", nos dice en la prosa de Plenitud; este espíritu lo sostiene en el verso de ElevaciónEl arquero divino (de publicación póstuma) y El estanque de los lotos (1917).

 

Murió cuando tenía 48 años. Compartimos algunos datos sobre su vida y obra:

1.   Su nombre real era Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo y Ordaz. Más que ser un seudónimo, Amado Nervo fue la manera de simplificar sus apellidos paternos pero el escritor solía bromear en que no había nombre más adecuado para un poeta. Nació en Tepic (entonces Jalisco, hoy Nayarit).

 

2. Tres muertes marcaron su vida: la de su padre, a los nueve años. El suicidio de su hermano Luis, que también hacía poesía. Y, finalmente, el de su amada Ana Cecilia Luisa Daillez. 

 

3. En algún momento pensó convertirse en sacerdote por lo que en 1891 estudió en el Seminario pero lo abandonó al año siguiente.

 

4. Fue colaborador de revistas y periódicos, como la Revista Azul de Manuel Gutiérrez Nájera. Además, formó parte de la redacción de EL UNIVERSAL, El Nacional El Mundo.

 

5. Entabló amistad con otras grandes personalidades de su época, como Rubén Darío, Luis G. Urbina y José Santos Chocano.

 

6. Viajó a París en 1900, como enviado de El Imparcial. Ahí se dedicó también a escribir varias obras: Poemas (1901), El éxodo y las flores del camino, Lira heroica (1902) y Las voces (1904). 

 

7. Sin embargo, dicho diario canceló su corresponsalía y Nervo tuvo que enfrentar la pobreza. Cuando volvió a México era ya un poeta consagrado y ocupó puestos en la docencia y en la labor diplomática.

 

8. Murió en Montevideo, el 24 de mayo de 1919. Su cuerpo tardó seis meses en regresar a México, donde recibió un gran homenaje. Amado Nervo fue sepultado en la Rotonda de los Hombres Ilustres el 14 de noviembre de 1919.

 

 

Sus actividades como prosista se iniciaron con El Bachiller (1896), novela corta de carácter autobiográfico. Son evidentes en la narración las influencias y las aspiraciones naturalistas, sobre todo en lo que respecta a la presentación de los aspectos más desagradables y sórdidos de la realidad. Autor prolífico, hizo también numerosas incursiones en otros muchos géneros, como el cuento breve, el ensayo y la crónica; destaca entre ellos su estudio sobre Sor Juana Inés de la Cruz, publicado con el título de Juana de Asbaje (1910).

Una recopilación de sus obras en prosa ya conocidas y de otras inéditas hasta entonces apareció póstumamente en la edición que, en 1938, publicó Alfonso Méndez Plancarte, acompañándola por el estudio Mañana del poeta. Entre sus obras narrativas merecen citarse Pascual Aguilera, El domador de almas, los cuentos de Almas que pasan (1906) y algunas de las novelas cortas y narraciones escritas en los años postreros de su vida. Sus Obras completas, ordenadas por el escritor y humanista Alfonso Reyes, que se encargó de la edición, aparecieron en Madrid, de 1920 a 1928, en veintinueve volúmenes.