jueves, 9 de septiembre de 2021

MARIACHI SAN FRANCISCO DE SIMÓN CASAS

ENRIQUE GONZÁLEZ RODRÍGUEZ / Periodismo Nayarita

 

Tepic, Nay.-  Definitivamente la Ciudad de Guadalajara y todo Jalisco son cuna de muchos mariachis…y muy buenos, como el Mariachi San Francisco De Simón Casas.

 

Fundado el 11 de noviembre de 1990 por Simón Casas, el Mariachi San Francisco ha sido considerado desde su misma formación como un gran mariachi, gracias a la experiencia de su fundador y a los excelentes músicos que siempre lo han conformado.

 

Con poco más de una década de trayectoria musical, esta agrupación originaria de “La Perla Tapatía” desde su inicio ha sido requerida para acompañar en los más diversos escenarios a gente de la talla de Antonio Aguilar, Vicente Fernández, Julión Álvarez, Aída Cuevas, Alejandro Fernández, Carlos Cuevas y Edith Márquez entre muchos otros más, gracias a su gran calidad musical e interpretativa.

 

Mención aparte merece su ovacionada participación en los “Premios MTV 2008”, realizados en el “Auditorio Telmex” de Guadalajara, Jalisco en donde acompañaron a la cantante Julieta Venegas, siendo su actual director, el maestro Luis Casasola, el encargado de realizar la transcripción del pop al mariachi del tema interpretado.

 

El maestro Luis Casasola, hijo de Simón Casas el fundador del Mariachi San Francisco, ha participado así mismo en varias producciones discográficas del número uno de la canción ranchera, Don Vicente Fernández, plasmando en ellas el toque personal y muy especial de la agrupación.

 

En la actualidad, la agrupación está conformada por 13 integrantes poseedores cada uno de ellos de una gran calidad interpretativa, lo que les ha permitido cumplir con su compromiso de innovar y renovar constantemente la música del mariachi, llevando así con gran calidad y por todos los rincones de nuestro país, este género que es parte importante en el vasto folclor con que cuenta nuestro México Lindo y Querido.

"Examen final"

 




JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / 


Periodismo Nayarita



"Examen final"


  Se terminó prácticamente este cuatrienio de gobierno y es el momento de rendir cuentas. Empezaré por decir que, al momento de escribir esto, está en proceso el ejercicio constitucional de la glosa del informe de gobierno y como parte final la comparecencia de los titulares del gabinete saliente ante la actual legislatura en la Cámara de Diputados.

  Por supuesto que no he visto el total de la pasarela en el congreso pero sí me di el tiempo de ver algunas de las presentaciones sólo para verificar, mediante esa muestra, lo que imaginaba que sucedería. Por lo que he visto en anteriores ejercicios, se entiende que el último de los informes de los gobiernos salientes siempre está revestido de una especie de salvoconducto de tranquilidad, al menos por el momento. Esto estriba en que, por un lado, pues ya están casi fuera del juego y se respira la sensación del ¡Ya vámonos! Es decir, existe una percepción de que los miembros del gabinete están ansiando salir de la habitación y cerrar la puerta por fuera. Por el otro lado, salvo las contadas excepciones de quienes que ya fueron legisladores, los nuevos miembros de la cámara local acusan un alto grado de inexperiencia tanto en el análisis técnico y político del informe como en la forma de manejarlo en la tribuna, hecho que confirmé en las comparecencias que pude ver.

   Es un hecho que ha ocurrido casi siempre. El último informe resulta ser el más fácil para el o la titular de una secretaría o dirección general, porque ya aprendió el arte de la escaramuza política y domina la mejor forma de salir librado o librada de esa circunstancia, lo cual no es reprochable ya que considero que es un acierto acudir lo más preparado que se pueda a esa presentación final. Por su parte, los diputados y diputadas todavía no tienen la malicia política, ni el tiempo necesario para estudiar a fondo los números de esos anexos estadísticos que a veces no resultan tan fáciles de interpretar. Por esa razón, este examen final resulta, provisionalmente, más cargado a la felicitación y al reconocimiento que a la crítica acre y la impugnación, aunque el gobierno en turno dejase mucho que desear.

 Generalmente los senderos de estos ejercicios llevan a cuestionar principalmente el rubro material, es decir, a poner en entredicho la efectividad o la poca capacidad de realizar obra pública de acuerdo con los presupuestos recibidos para el tema de infraestructura, ya sea carretera, hospitalaria, turística o agrícola, por mencionar algunas, y en muchos de los casos el debate se resume a “se hicieron muchas o pocas obras” cuando el ejercicio gubernamental pasa por muchísimas otras áreas que deberían ser fundamentales como por ejemplo el mismo funcionamiento interior de cada administración.

  Se entiende que por las características de esos eventos sería imposible generar un debate que incluyera el análisis profundo de todas las circunstancias que se produjeron durante la gestión gubernamental pero se espera que se ejerza en tiempo y forma la facultad del poder legislativo de fiscalizar no sólo las cuestiones presupuestales sino también el comportamiento lesivo en contra de los intereses de la burocracia estatal a quienes se les adeudan prestaciones que figuraban tanto en el presupuesto como en los convenios laborales, además de la promulgación unilateral y al vapor de la ley burocrática. Así como esas deberán salir a flote muchas otras cosas de grueso calibre, como dilucidar el grave caso del fondo de pensiones, mediante una auditoría exhaustiva que revele con precisión el estado actual en que se encuentra y rastrear los movimientos históricos que permitan determinar el o los culpables del presunto desfalco de ese dinero, de los varios miles de millones que les pertenecen a los trabajadores.

  Los legisladores, hombres y mujeres, que han asumido el cargo deberán asumir también la responsabilidad de darle viabilidad al proyecto gubernamental del nuevo sexenio. Esto no quiere decir que se pongan a la orden del nuevo gobernador y sean sus vasallos ejecutantes de las bajezas que a éste se le ocurran, como sucedió muchas veces con el que está por salir, sino cumplir su función como poder autónomo analizando con imparcialidad y sentido patriótico las iniciativas que les propongan y diseñando  también las que fueran de utilidad pública.

  La sociedad ansía que se termine con esa infame costumbre o mejor dicho esos pactos de impunidad entre los gobiernos salientes y entrantes, sean estatales o municipales. Hablo de un ejercicio de legalidad y transparencia no de una persecución política. Cuando existen elementos jurídicos y las pruebas fehacientes de un delito JAMÁS existirá persecución política, esta figura solo se daría si se intentara perseguir y condenar a alguien que fuera inocente. No hay forma de confundirse. La situación es clara y no hay manera de hacernos tontos. Todos los ciudadanos esperamos mucho del gobierno del doctor Navarro Quintero y será una prueba de fuego para la continuidad del partido que lo postuló. Estamos ansiosos de ver una auténtica transformación. Que ésta sea no solo un eslogan en nuestra entidad sino un ejercicio verdadero de confianza, de trabajo, orden y honestidad. Se ha dejado crecer la bola de nieve del desastre presupuestal del gobierno mientras las investigaciones, pruebas y demás condiciones brotan a raudales por todos lados. ¿Acaso creen que la sociedad seguirá creyendo la estúpida falacia que el desastre económico del gobierno del estado es culpa de los trabajadores?

  Es de dominio público lo que ha sucedido en los sexenios anteriores, la corrupción, los saqueos, la deuda pública y todos los elementos que existen para juzgar y tomar decisiones históricas de gobierno. Es el momento de hacer efectivo el rimbombante eslogan “Juntos haremos historia”. La nueva administración tiene precisamente, a pesar del difícil panorama general, la oportunidad histórica de dar un golpe de timón para desechar el nauseabundo lastre de la corrupción política que ha mermado a Nayarit como un cáncer maligno que mata poco a poco a quien lo padece. La mesa está puesta, el doctor Navarro y su equipo de trabajo tienen la última palabra. Los términos claves de la nueva administración deberán ser la honestidad, el trabajo y la justicia.

  Habrá que esperar lo que nos depara el tiempo pero, por lo pronto, esta es mi opinión, mi comentario y mi expectativa. En el impredecible mundo de la política todo puede pasar pero siempre hay que recordar que tarde que temprano deberás rendir cuentas en tu examen final.

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.