jueves, 1 de febrero de 2018

"Para vacas robadas, un Corral"


JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / 


Periodismo Nayarita



"Para vacas robadas, un Corral"


Una de las últimas noticias que han llamado mi atención en días recientes ha sido la campaña que el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, está haciendo en contra de su antecesor inmediato, el tristemente célebre  César Duarte Jáquez, el “Roba-Vacas”.

Para nadie es desconocida esa historia de corrupción, una más, protagonizada por un miembro de la “honesta” generación del nuevo priísmo, que tanto presumió el presidente Peña Nieto, alardeando orgulloso que estos tipejos eran sus grandes amigos y militantes ejemplares del partido tricolor. Entre éstos destacan Roberto Borge (detenido) y los dos Duarte, Javier ya capturado  y César que sigue prófugo. Justo de este último es de quien se desprende este comentario.

Este conflicto, que tiene sus orígenes desde tiempo atrás, digamos que se oficializó al asumir el poder el gobernador panista Javier Corral Jurado, lo que, además de inusitado, resulta digno de analizarse desde diversas perspectivas. Se puede decir que hay fuego intenso por todos lados. Se está investigando el desvío de recursos púbicos hacia campañas del PRI y también se está persiguiendo al ex mandatario chihuahuense por peculado. Son miles de millones los que están en la danza mágica de la desaparición. Así que esa maravillosa generación de los nuevos priístas resultaron ser una auténtica caterva de ladrones, corruptos e hijos de “su mal dormir”.

Es loable que un gobernador que asume el cargo y tiene las oportunidades de probar legalmente las corruptelas y abusos de quien lo antecedió, cumpla con su deber denunciando los delitos. Quizá haya quien diga que esto tiene una lógica política en tanto que son partidos antagónicos. Cosa que no ocurriría si el que llega es correligionario del anterior, ya que se ha visto históricamente que personajes del mismo partido no se denuncian y se cubren la espalda unos a otros mediante el pago de recompensas y favores políticos. Tal vez haya algo de razón en eso, pero aun así no deja de tener un alto valor la actitud del gobernador Corral.

Probablemente también haya quienes perciban que las acciones de Corral, me refiero al gobernador panista y no al lugar donde debieran estar encerrados esos bueyes corruptos, tengan premeditadamente tendencias electorales a favor de la coalición “Por México al Frente” en la que se unieron el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, y tal vez tengan razón, porque algo puede haber de eso. Pero, si extraemos de toda esa presunción o inferencia, el hecho concreto de hacer válidas las testimoniales, las pruebas legales y concretas de los delitos que se cometieron en contra del erario, pues sigue siendo una acción destacable.

Las marchas y movilizaciones impulsadas por Javier Corral, hasta desembocar en la ya famosa “Caravana por la Dignidad”, no pueden ignorarse bajo el argumento de que son acciones electorales, en tanto se sustenten en reclamos de justicia que se vienen esgrimiendo desde hace mucho tiempo antes de que la campaña electoral estuviera a la vista. Otro elemento sustantivo en esta cuestión, es que no sólo los ciudadanos de Chihuahua son los que reclaman la extradición de César Duarte por diversos delitos sino es un clamor generalizado en la república mexicana. Es precisamente este caso uno de los que más ha provocado reacciones de hartazgo, coraje e indignación entre los mexicanos, y casi estoy seguro que se debe a la alta dosis de cinismo de quienes están involucrados en él.

Existen varios cargos en contra del ex mandatario estatal, razón por la cual se le giró orden de aprehensión y a varios de sus colaboradores, que también participaron en la comisión de diversos delitos con recursos públicos. Ya se empezaron a realizar varias detenciones de esos elementos, mientras que al “pez gordo” se le tiene ubicado y en espera que la justicia de Estados Unidos le detenga. Entre otras muchas cosas ilegales que llevó a cabo, a los nayaritas nos suena muy familiar el asunto de las famosas vacas que se robaron, porque mucho se habló, incluso medios de comunicación y revistas nacionales, de la complicidad del difunto, políticamente hablando, Roberto Sandoval Castañeda (RSC) (Ufff, tendré que ir de nuevo a misa, por haber pronunciado este nombre satánico) con su homólogo de Chihuahua, en su tiempo. Todos los nayaritas nos enteramos del cinismo galopante del “sombrerudo” cuando lo entrevistaba la prensa y además de patentar frases históricas, como “el dueño es el dueño” se vistió de arcángel, se volvió samaritano y evitó que las pobres vacas robadas (perdón, trasladadas)  murieran en la espantosa sequía de Chihuahua, por esas razones humanitarias vinieron esos animalitos a pacer en  los campos nayaritas. Y nosotros, los pérfidos malpensados diciendo que se las habían robado el famoso “Gorra Miada” y su carnal Raymundo.

Desde mi punto de vista hay mucha razón en que Javier Corral presione al gobierno federal para que éste solicite la extradición del abigeo chihuahuense y la tiene también en exhibir a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) que le escatimó, en franca represalia, varios cientos de millones de pesos que le tocan al estado de Chihuahua, como participaciones federales. Por eso, se ve muy lógico que diversas asociaciones de esa entidad y de estados vecinos se adhieran a esa caravana que pretende recorrer dos millares de kilómetros hasta llegar a la megalópolis azteca.

Sería inconcebible que los ciudadanos comunes y corrientes, más allá de los partidos y los colores, no consideráramos como un ejemplo de civilidad, de valor y de justicia esa “Caravana por la Dignidad”. Pienso que sería importante que se apoyara esa iniciativa, y que quedara la lección para su aplicación en todos los estados en que sucedieron similares hechos delictivos contra el erario. No recuerdo otro caso similar en la historia de los gobiernos estatales. No sé qué tan difícil sea separar los sentimientos y las afinidades partidistas y validar estas acciones como positivas para que quede el precedente histórico de que se aplique la ley en todos estos casos de corrupción. Aquí en Nayarit estaríamos contentos de que cayera César Duarte, porque quizá habría elementos adicionales de prueba en contra de su cómplice, el prófugo de la gente, RSC.

En fin, ahí queda la reflexión. Podría ser que Corral intentara “llevar agua a su molino” favoreciendo la campaña de Anaya y el PAN, pero no es cualquier cosa que un gobernador tome la iniciativa de aplicar todo el peso de la ley al mandatario que saqueó las arcas públicas en el sexenio anterior. Lo dijo como promesa de campaña y lo está cumpliendo. Espero que ese ejemplo cunda y logre motivar a los demás gobernadores. En nuestro estado, el gobernador actual, estando en campaña, prometió lo mismo que Corral. Estamos esperando esas acciones. Usted no se preocupe mi “gober”, usted diga a qué horas empezamos nuestra caravana, para acompañarlo hasta la Ciudad de México, a Talpa, o adonde haya que ir con tal de que se aplique la ley a los bandidos de la gente. Al cabo que ya se vio que “Para las vacas robadas se necesita un CORRAL”

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO EN LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.