lunes, 24 de octubre de 2022

¿Qué es un huracán y cómo se mide?

SAÙL ARMANDO LLAMAS LÒPEZ / Periodismo Nayarita

 

Guadalajara Jal.-  Un huracán se divide en cinco categorías que son agrupadas dependiendo de la velocidad de sus vientos, la altura de sus olas, los daños que causa en asentamientos humanos, y su presión central.

En un país donde se tiene tantos kilómetros de océanos, como lo es México, es normal que en gran parte del año haya temporada de huracanes.

Los huracanes pueden ser categorizados y medidos dependiendo su intensidad y los posibles daños que pueden causar en los asentamientos humanos, los cuales cada vez están más cerca de las costas.

Pese a formar parte de los ciclones tropicales, los huracanes son el fenómeno más fuerte de estos, y es necesario conocer su gravedad e impacto en México.

¿Qué es un huracán?

De acuerdo con información de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el huracán es la cuarta y última etapa que puede alcanzar un ciclón tropical.

Un huracán está caracterizado por los vientos que logra alcanzar la tormenta, yendo desde los 119 km/h en adelante; el área nubosa que alcanza va de 500 a los 900 kilómetros de diámetro; el ojo del huracán que presenta un diámetro que por lo regular va de los 24 a 40 kilómetros, sin embargo, han habido casos donde se alcanza uno cerca de los 100 kilómetros; finalmente, presenta lluvias torrenciales, oleaje alto y marea de tormenta.

¿Cuándo es temporada de huracanes en México?

Al tener dos océanos a lo largo de su territorio, México dura casi todo el año en temporada de huracanes, pues de acuerdo con información del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), en el océano Pacífico la temporada comienza en el mes de mayo; mientras que en el océano Atlántico, la temporada inicia en junio, ambas culminando a finales del mes de noviembre.

¿Cómo se mide un huracán?

Los huracanes se miden y clasifican mediante la escala Saffir-Simpson, la cual divide al fenómeno en categorías, las cuales dependen de la velocidad de sus vientos, los metros de la marea de tormenta, la presión central y los daños potenciales que puede causar.

Huracán categoría uno: los vientos máximos van de los 119 a los 153 km/h; su presión central es mayor a los 980 milibares; su marea de tormenta va de los 1.2 a los 1.5 metros; y sus daños potenciales están presentes en casas móviles, árboles, arbustos, señalizaciones débiles, inundaciones en carreteras costeras, daños leves en muelles, y daños tenues en edificios.

Huracán categoría dos: sus vientos máximos pueden alcanzar de los 154 a los 177 km/h; su presión central va de los 965 a los 979 milibares; la marea puede alcanzar los 2.4 metros; presenta daños en puertas, ventanas y algunos techos, realiza daños considerables en muelles, casas móviles y señalizaciones, las embarcaciones pueden romper sus amarres, y la zona se inunda de dos a cuatro horas antes de la llegada del centro del huracán.

Huracán categoría tres: los vientos que presenta van de 178 a los 209 km/h; la marea de tormenta alcanza los 3.6 metros; y la presión central va de los 945 a los 964 milibares; los daños se presentan en la estructura de las construcciones, hay árboles caídos, casas móviles y señalizaciones son destruidas, las zonas costeras se inundan de tres a cinco horas antes de la llegada del centro del huracán, las estructuras grandes son dañadas con el oleaje, se presentan inundaciones de hasta 1.5 metros, se puede in inundar hasta 13 kilómetros tierra adentro.

Huracán categoría cuatro: los vientos van de los 210 a los 249 km/h; la marea de tormenta llega a los 5.5 metros de altura; la presión central va de los 920 a los 944 milibares; puede causar daño extenso en construcciones, deja techos débiles o completamente dañados, árboles totalmente arrancados, daño importante en pisos bajos de construcciones, se presentan inundaciones costeras de tres a cinco horas antes de la llegada del centro del huracán; se requiere la evacuación de áreas residenciales hasta en diez kilómetros tierra adentro.

Huracán categoría cinco: los vientos son mayores a los 249 km/h; la presión central es menor a 920 milibares; la marea de tormenta es mayor a los 5.5 metros; presenta daño total en techos de construcciones, fallas totales en suministros de energía, todos los árboles son arrancados, daños mayores en los pisos de construcciones que estén a aproximadamente 500 metros lejos de la costa, zonas costeras inundadas de tres a cinco horas antes de la llegada del centro del ciclón; se requiere de una evacuación mayor a los 16 kilómetros tierra adentro.

Cabe señalar que no todos los huracanes que son de la misma categoría causan el mismo daño, pues, los daños varían según algunos factores como la velocidad de desplazamiento que tiene el ciclón, el tamaño del fenómeno, la trayectoria específica, hora del día, la topografía del lugar, y la interacción con otros sistemas meteorológicos presentes en la región (frentes fríos, ondas tropicales, canales de baja presión, o un segundo ciclón tropical).

¿Qué hacer si se acerca un huracán?

El Cenapred da algunos consejos y medidas a tomar en caso de que próximamente se acerque un huracán y son:

Ubicar en un croquis los lugares que fueron acondicionados como refugios temporales.

Preparar y tener a la mano un directorio con números de familiares, servicios de emergencia y Protección Civil; documentos importantes; víveres enlatados, y agua embotellada para dos días; botiquín; herramientas de reparación; radio; linterna; y pilas.

Reparar techos y ventanas de la vivienda para evitar daños mayores.

Guardar insecticidas en lugares a prueba de agua.

Mantener limpia la azotea, coladeras y alcantarillas.

 

¿Por qué suceden los huracanes, ciclones y tormentas?

 

Cuando las condiciones oceánicas y atmosféricas propician que se genere un ciclón tropical, la evolución y desarrollo de éste puede llegar a convertirlo en huracán. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales | 09 de octubre de 2018.

 

El término huracán tiene su origen en el nombre que los indios mayas y caribeños daban al dios de las tormentas. De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), un ciclón tropical es un remolino gigantesco que cubre cientos de miles de kilómetros cuadrados y tiene lugar, primordialmente, sobre los espacios oceánicos tropicales. Cuando las condiciones oceánicas y atmosféricas propician que se genere un ciclón tropical, la evolución y desarrollo de éste puede llegar a convertirlo en huracán. El término huracán tiene su origen en el nombre que los indios mayas y caribeños daban al dios de las tormentas.

 

La formación de los ciclones en los océanos se ve favorecida cuando la temperatura de la capa superficial de agua supera los 26° C. y aunado a la existencia de una zona de baja presión atmosférica, hacia la cual convergen vientos de todas direcciones. Los vientos fluyen y aumenta el ascenso del aire caliente y húmedo que libera vapor de agua. El calor latente, ganado por la condensación del vapor de agua, es la fuente de energía del ciclón. Una vez que se inicia el movimiento del aire hacia arriba, a través de la columna central, se incrementa la entrada de aire en los niveles más bajos, con la correspondiente salida en el nivel superior del fenómeno.

Por la influencia de la fuerza de rotación de la Tierra, el aire converge, gira y comienza a moverse en espiral, en sentido contrario a las manecillas del reloj, en el caso del Hemisferio Norte.

 

Etapas de evolución de un ciclón tropical

 

Perturbación tropical: zona de inestabilidad atmosférica asociada a la existencia de un área de baja presión, genera vientos convergentes que derivan a la postre en una depresión tropical.

 

Depresión tropical: Los vientos se incrementan en la superficie por una zona de baja presión y alcanzan una velocidad sostenida menor o igual a 62 kilómetros por hora. Tormenta tropical: El incremento continuo de los vientos provoca que éstos alcancen velocidades sostenidas entre los 63 y 118 km/h. Las nubes se distribuyen en forma de espiral. Cuando el ciclón alcanza esta intensidad se le asigna un nombre preestablecido por la Organización Meteorológica Mundial.

Huracán: Es un ciclón tropical en el cual los vientos máximos sostenidos alcanzan o superan los 119 km/h. El área nubosa cubre una extensión entre los 500 y 900 km de diámetro, produciendo lluvias intensas. El ojo del huracán alcanza normalmente un diámetro que varía entre 24 y 40 km, sin embargo, puede llegar hasta cerca de 100 km.

 

Fuentes de información:

 

www.gob.mx/semarnat/articulos/por-que-suceden-los-huracanes-ciclones-y-tormentas?idiom=es

 

www.milenio.com/temas/huracanes

"A la orilla del mar"

 




JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / 


Periodismo Nayarita



"A la orilla del mar"

Hacía varios meses que no viajaba allende las fronteras de mi estado, pero el destino y una invitación del Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán, me pusieron hace unos días en el exuberante estado vecino de Sinaloa.

 Creo que todos los viajes valen la pena, pero este fue con etiqueta especial ya que tuve la oportunidad de participar en la cartelera de un prestigioso evento con casi tres décadas de tradición en el bello puerto sinaloense, el Festival Cultural Mazatlán 2022, presentando mi novela más reciente: “El regreso”.

 El evento principal, la presentación a cargo de la Maestra Guadalupe Veneranda Páez Tejeda, destacada impulsora de la literatura, mujer muy reconocida en el medio cultural, estaba calendarizado a las seis de la tarde del día jueves 13 de octubre, pero mi esposa y yo viajamos desde la mañana del miércoles 12, porque había aceptado participar en otra actividad literaria consistente en una charla de narrativa con alumnos del taller de literatura dirigido por la Maestra María Muñiz, quien fue la promotora cultural que me hizo la invitación a participar en los “jueves Literarios” del mencionado festival.

 Todo salió a pedir de boca. Una vez que dejamos atrás los terrenos nayaritas, empezamos a recorrer las primeras localidades sinaloenses, empezando por “La Concha” y “Copales” empecé a notar un cambio en la morfología de los terrenos, al principio no tan marcadas las diferencias pero sí un tanto en la vegetación. Después de pasar por Acaponeta, los escenarios me parecieron menos verdes y los caminos un poco desiertos. Así fuimos poco a poco devorando kilómetros, pasamos Escuinapa, Rosario y al mediodía estábamos entrando en el majestuoso puerto. Ahora solo quedaba buscar el Hotel Boutique Melville, lugar donde seríamos alojados por gestión del instituto anfitrión.

 Después de unas pocas escaramuzas por el malecón, localizamos el hospedaje. Una casona de tipo colonial de dos plantas como aquellas que poseían los viejos hacendados. Recámaras enormes con amplias estancias y menaje de sala, comedor y cocina que incluía excelente refrigerador, estufa, licuadora y otros enseres propios de la misma. Era más que evidente que debido al plan de viaje lo menos que íbamos a hacer sería ¡Cocinar! Pero no deja de ser atractivo para quienes sí desean una estadía familiar, con todo lo que eso implica. Por lo demás la habitación que nos brindaron cuenta con todos los servicios necesarios, aire acondicionado y ventilador de techo, una amplísima cama con espacio hasta para acampar o hacer cualquier otra actividad (los maliciosos y maliciosas tendrán ahora mismo una sonrisa socarrona en sus rostros) y un cuarto de baño muy cómodo.

 Cuando me dijeron el nombre del hotel pensé: “qué coincidencia, tiene el mismo nombre de aquel ilustre escritor que escribió la famosa novela Moby Dick”, pero no, no era una coincidencia, el hotel lleva ese nombre en alusión directa al novelista, ensayista y poeta neoyorkino: Herman Melville. No había estado en un hotel que poseyera un formato tan especial, tan motivador para un humilde escribano como su servidor. Me refiero a que cada habitación tiene en el exterior su placa con el nombre de un escritor famoso. Los hay mexicanos y extranjeros, nosotros estuvimos alojados en la que hace homenaje al ilustre poeta, médico y diplomático jalisciense Enrique González Martínez y estuvimos muy cerca de la que rinde honores a nuestro poeta mayor nayarita Amado Nervo, ambas en la planta alta del singular edificio habitacional.

 Otro de los atractivos del lugar donde pasamos varios días es su ubicación a dos cuadras del famoso malecón, en otra dirección y por la misma calle Constitución a cuadra y media accedíamos a la imperdible, histórica y encantadora Plaza Machado, lugar donde se dan cita los turistas nacionales y extranjeros a disfrutar de diversas expresiones artísticas, principalmente grupos musicales que deleitan a las personas que asisten a restaurantes, bares y cafeterías, entre otros lugares que se ubican en su entorno. Nada de qué preocuparnos, incluso la histórica Casa Haas, lugar donde presentamos mi obra literaria más reciente, estaba a mi alcance con solo caminar tres pequeñas cuadras.

 Nada de que lamentarnos, fue un viaje redondo en el más amplio de los sentidos. Se lograron los objetivos y se cumplieron las expectativas. Siempre será motivador que las instituciones y los personajes culturales aprecien y promuevan el trabajo de los escritores. Por esa razón, hago propicio este comentario para agradecer de manera sincera a todas las personas que formaron parte de esta nueva aventura literaria. Entrego mi afecto y reconocimiento al Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán, desde su Director General, el Lic. José Ángel Tostado Quevedo, la Directora Artística, Maestra Zoila Fernández Fernández, mi presentadora Maestra Guadalupe Veneranda Páez Tejeda, la moderadora Maestra María Muñiz, al área de comunicación que se encargó del evento, el colega columnista y reportero Javier Solís Morales y su compañera fotógrafa, de quien no registré su nombre, además de muchos nuevos amigos como los alumnos del taller de literatura, Martha Julia, Antonio y Mariano; Sergio, el esposo de la Maestra Veneranda, la poeta Paula Calzada, nuestro enlace del instituto Edith, nuestra anfitriona en el hotel, Verónica Tostado y, por supuesto, Germán Méndez Lugo y su compañera Lucía. Saludo especial a mi entrañable amigo y compadre Gerardo Camacho y su esposa Oliva Castro, quienes viajaron desde La Reforma, Sinaloa para acompañarnos en el evento y compartir con nosotros. En fin, gracias a Dios y gracias a la vida que me han dado tanto.

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.