jueves, 15 de octubre de 2020

"Gracias a la vida"

 



JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / 


Periodismo Nayarita



"Gracias a la vida"



El fin de semana anterior me dieron una muy buena noticia. Recibí una llamada telefónica de la comunicadora Mildred Rodríguez Ferrer, quien preside el Comité Organizador del Premio Estatal de Periodismo 2020 en sus dos modalidades, el tradicional y el deportivo. La llamada hizo que la emoción y la alegría se apoderaran de mí en un instante. El motivo de la llamada era para informarme que su servidor era el ganador del Premio Estatal de Periodismo Deportivo 2020 en la categoría de Columna.

Después de terminar la llamada me quedé quieto, estupefacto, no era cualquier aviso el que acababa de recibir. Pasaron por mi mente muchos recuerdos y múltiples imágenes de situaciones relacionadas con la labor de escribir. Pensé en que hace tres años (2017) fui galardonado con el premio similar en el género de columna, solo que en la modalidad que llamamos tradicional o general, haciendo la aclaración que ambos tienen la misma importancia, los mismos géneros periodísticos y únicamente se diferencian en la temática. Recordé, como en una ráfaga, cuántas veces estuve sentado ante el teclado intentando confeccionar un buen artículo, un contenido que fuera útil, oportuno, ameno, entre muchos otros elementos que pudiera adherirle para que se convirtiera en algo digno de leer, buscando siempre elegir los temas que pudieran interesar, más allá de los indicadores que te marca la propia noticia del momento.

Elegí este tema porque me pareció importante poner en contexto la importancia de resultar electo para un reconocimiento de esta naturaleza. Desde mi punto de vista y mi más profundo sentir, cualquier nominación o reconocimiento resulta ser alentador en muchos sentidos. Además de alimentar de manera sustantiva tu hoja curricular, es un empujón anímico para quien lo recibe. En la carrera de periodista suele haber más riesgos y complicaciones que reconocimiento, al menos en una carrera promedio, es decir, tomando en cuenta a quienes ejercemos la labor en los medios locales o regionales, en contraposición con los famosos, que no todos de calidad, que colaboran en medios nacionales con presencia y fama. El medio periodístico local no resulta ser del todo unido como es deseable, siempre he notado las diferencias que existen entre algunos colegas y entre asociaciones también. Afortunadamente no es una regla general y también hay que decir que ha resultado alentador ser testigo de acciones solidarias realizadas en favor de algún elemento en desgracia o en situación difícil, dejando de lado las diferencias que pudieran existir.

Por lo anteriormente mencionado, un reconocimiento estatal siempre resulta de vital importancia para alentar el trabajo que realizamos quienes nos dedicamos, de medio o de tiempo completo, a esta difícil pero gratificante profesión o actividad. Hay que decirlo, la decisión de un jurado calificador en muchas ocasiones es motivo de polémica. En mi experiencia de una década en la actividad y muchas participaciones en estos premios, me ha tocado vivir varias situaciones de inconformidad por parte de colegas que deseaban ver coronados sus esfuerzos en esa ocasión y no les fue favorable el resultado. Al calor de la enjundia visceral se dicen muchas cosas, a veces sin sustento. Yo también he pasado por esos momentos, cuando esa especie de frustración se anida en el ánimo momentáneo pero he dado paso a la ecuanimidad entendiendo que no siempre se gana y que vendrán otras oportunidades. La base del probable éxito es seguir participando con ilusión y constancia. Muchos otros, en su frustración, endilgan la responsabilidad del supuesto fracaso a los miembros del jurado. Digo supuesto porque no debería considerarse un fracaso el hecho de no obtener el premio en una participación ya que es parte del aprendizaje continuo que debe realizarse para poder llegar a conseguir los triunfos que se anhelan.

Me siento muy contento y emocionado por la obtención de mi segundo premio estatal, también muy motivado para seguir trabajando con responsabilidad y entusiasmo en mi quehacer periodístico, pero a la vez siento que este reconocimiento me compromete aún más a seguir preparándome y esforzándome para poder entregar contenidos de calidad a mis lectores. Este logro es un acicate más para seguir buscando la aceptación y la confianza de nuevos lectores. Para seguir trabajando con honestidad y entrega, intentando conseguir la fuerza y consistencia de la credibilidad como factor primordial de la integridad e imagen de un comunicador que se precie de serlo.

Después de agradecer con todo mi corazón a Dios por sus bondades, no podía dejar de lado el agradecimiento sincero a la casa editorial que me dio la oportunidad de darme a conocer y dedicarme a la opinión periodística, al medio de comunicación que me abrió la puerta, en este caso al Semanario Gremio (antes La Verdad) cuando a casi una década de distancia publicó mis primeros textos y un poco después mi columna “De todo como en botica” que gracias al apoyo de mis amables lectores sigue vigente, más fuerte que nunca. Gracias a todas las personas que hacen posible el milagro de la comunicación, desde la directora general la Sra. Águeda Galicia Jiménez hasta la persona que entrega el ejemplar en manos del lector. Gracias también a los compañeros y compañeras colaboradores del semanario por su apoyo y acompañamiento, así como las oportunidades brindadas por los medios digitales “Periodismo Nayarita” y Freconay Medios para difundir mi trabajo.

Felicito sinceramente a mi compañera comunicadora Estrella Rubí Ortiz Sánchez por su premio estatal en el género de “Entrevista” y a don José González Reyna (Pepe Reyna) como ganador en el género de “Columna”, ambos orgullosamente colaboradores del Semanario Gremio.

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.