viernes, 30 de abril de 2021

"La muerte viaja en dos ruedas"

 





JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / 


Periodismo Nayarita



"La muerte viaja en dos ruedas"


   En nuestro estado hay muchísimas cosas capaces de llamar nuestra atención. Desafortunadamente no todas son tan bonitas o buenas como quisiéramos. En esta ocasión me referiré a las noticias que a diario escuchamos en los distintos servicios noticiosos de la televisión o los medios digitales. Ojalá la mayoría de noticias fueran agradables o buenas o al menos que no fueran tan malas, pero eso es algo que no está en la posibilidad de pedirse a la carta. Una de las noticias recurrentes en los medios de comunicación son los accidentes vehiculares que cada vez se dan con mayor frecuencia y particularmente los que se relacionan con motocicletas (motos).

 Me preocupa mucho el incremento indeseable de accidentes viales en los que participan motociclistas. Siempre ha sido un rubro importante pero he notado que se ha incrementado mucho en los últimos meses, particularmente en la capital nayarita, aunque es un fenómeno que aparece en todos los municipios.

 Según declaraciones del Secretario de Movilidad, Luis Alonso Tahuahua González (“El Occidental”, jueves 21 de enero de 2021) se han disparado las cifras de accidentes en los que participan motocicletas. Dijo que tan solo en Tepic, se suscitan dieciocho accidentes a la semana, de los que se registran al menos tres muertes. Es fácil inferir el incremento de las cantidades que resultan si sumamos los siniestros en todos los municipios. Lo alarmante de estas estadísticas es que en la gran mayoría de los casos los involucrados son jovencitos, menores de edad. No digo que no exista el mismo dolor cuando se trata de una persona mayor pero es innegable que existe una dosis mayor de dramatismo cuando fallece un chico o chica que está como se dice coloquialmente “en la flor de la vida”.

 El problema (que ya lo es y muy serio) de estos accidentes tiene una génesis multifactorial desde mi punto de vista. Uno de los factores que inciden en estos cada vez más frecuentes accidentes es la velocidad. He sido testigo muchísimas veces que ruedan por las calles tepicenses muchas motos conducidas por chavos principalmente que parecen auténticos kamikazes. Suelen ir a muy altas velocidades, serpenteando entre los coches, rebasando por la derecha y apareciendo por los sitios y momentos menos esperados. En esta descripción se cuentan en gran número los repartidores (también más abundantes, por la pandemia) que se desplazan como bólidos fustigados por el apremio del escaso tiempo disponible para entregar los pedidos (supongo que existe presión por parte de los patrones).

 Otro elemento sustantivo en este recuento es la falta de un adecuado equipo de seguridad en los conductores de motos. Es difícil precisar la cantidad pero aún existen muchos que ni siquiera usan casco, mucho menos protectores de codos, botas, etcétera, por lo que es remota la posibilidad de salvar la vida en un accidente ya que la mayoría de casos presentan traumatismo craneoencefálico con consecuencias fatales, a veces inmediatas.

 Algo más que podemos señalar en la descripción de causales es la falta de educación vial que aún prevalece en nuestra geografía nayarita. Es de lamentar que existan un alto grado de impericia, imprudencia o falta de precaución y empatía por parte de conductores de automóviles en perjuicio de vehículos menores como bicicletas o las multicitadas motocicletas. Esta es una vieja y triste historia, desde que la educación vial en las escuelas primarias fue desalojada por los paladines de la educación como si ésta fuera una inquilina morosa e indeseable. En mis tiempos (humm puedo adivinar su sonrisa burlona) era una materia que, aunque no estaba registrada en las boletas de calificaciones, si no la pasabas no te entregaban tu papelito, de modo que todas esas generaciones fuimos capacitados como excelentes conductores y peatones. Algo similar ocurrió con la materia de educación cívica y ahí están los resultados, una sociedad amorfa, indecente y falta de valores, pero pues ya lo dije antes, se la debemos a los genios que se encargaban de los programas escolares.

 Regresando al punto, antes de que me suelte repartiendo imprecaciones, creo que es oportuno señalar un aspecto muy importante en la progresión de estos siniestros, me refiero al aumento de motos en circulación.  Según la fuente señalada en párrafo anterior, durante la pandemia las compras de motocicletas se incrementaron en un cien por ciento, lo que nos da una idea del cariz que tomó la problemática en cuestión. Es más que evidente que a mayor número de motos rodando mayor probabilidad de accidentes. Es un fenómeno un tanto peculiar que a pesar de la crisis económica causada por la contingencia hayan aumentado las compras de esos bólidos sobre ruedas, pero es fácil imaginar (en contraparte) que la intención de esas personas era hacer el esfuerzo (principalmente a través de créditos con abonos chiquitos) para que esas motocicletas fueran una herramienta de trabajo e integrarse a la fuerza laboral, ya que la misma pandemia creó o empujó la industria de los mandaditos debido a la necesidad básica de las entregas a domicilio. Muchos padres permitieron que sus hijos de dieciséis años en adelante entraran como fuerza de trabajo a la floreciente industria de la entrega (de pedidos).

 No quiere decir que sean únicamente estos chavos los que están falleciendo en esos accidentes, existen muchos otros que perdieron la vida en trayectos de otra índole y otras circunstancias, en calles, caminos y carreteras, en zonas urbanas y rurales, en muchos escenarios lamentables con una periodicidad alarmante. Están ahí a la orden del día (y la noche) en las coberturas noticiosas: “Motociclistas perdieron la vida, atropellados en la avenida México, en el bulevar Colosio, en la avenida Insurgentes, en la autopista Tepic- San Blas, en la carretera Federal 15 por el puente “Los Lobos”, en el municipio de Santiago Ixcuintla, en la carretera Tepic-Guadalajara cerca del crucero de Heriberto Jara en Ahuacatlán y así sucesivamente. Sería interminable listar el grandísimo número de accidentes en los meses recientes. 

 Es alarmante, triste y desalentador ver como los casos son cada vez más frecuentes. Quizá haya más factores que provocan o inciden en esta tétrica estadística, esperemos que las autoridades hagan lo conducente y los ciudadanos también para disminuir la incidencia, en este punto entrarían también la precaución y evitar el alcohol al manejar. Mientras eso sucede, no queda otra que encomendarnos a Dios porque la muerte viaja en dos ruedas.

 

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.

ELLOS SON… “EL GRUPO NÚMERO 1”


ENRIQUE GONZÁLEZ RODRÍGUEZ / Periodismo Nayarita

 

Tepic, Nay.-  Luis Fernando Aguilera Domínguez en la guitarra, Braulio Castillo Álvarez en la tuba y la dirección musical, Víctor Manuel Pérez Gómez en la batería, Juan Valentín Ruiz Cruz en el acordeón y Daniel de Jesús Ochoa Razo en la primera voz, son quienes integran y dan forma a “El Grupo Número 1”, joven agrupación jalisciense que ha elegido el género norteño como el medio para encauzar su talento, inquietudes y experiencias,  y están bien dispuestos a conquistar el gusto del público y a ganarse un decoroso lugar entre los demás exponentes del género a nivel nacional, y, por qué no, internacional.

 

A pesar de su juventud, los cinco integrantes del grupo cuentan en lo personal y en su conjunto con una muy buena experiencia musical y excelentes tablas escénicas, pues durante varios años fueron el grupo de acompañamiento de “El Toro Del Corrido”, Lupillo Rivera, a quien acompañaron en sus presentaciones a lo largo y ancho de la República Mexicana hasta que un buen día, tomaron la determinación de iniciar su propia aventura uniendo sus gustos personales y experiencia surgiendo así el proyecto de “El Grupo Número 1”.

 

Originaria de Las Pintas, Jalisco, municipio de El Salto, la agrupación tiene como atractivo y distintivo un sonido y estilo único y muy particular, en el que, si bien se perciben elementos novedosos y modernos, se cuida el preservar el autentico y original estilo de la música norteña el cual pretender promover y difundir en los más diversos escenarios musicales de nuestro país.

 

El talento y las habilidades de los cinco integrantes del grupo alcanza también para el espacio de la composición, por lo que ya está en sus planes a corto plazo realizar su primera producción discográfica de manera independiente, la cual estará conformada por canciones de su autoría y de reconocidos compositores en los más diversos géneros musicales, tratando de complacer así los variados gustos del público y buscar posicionarse rápidamente como “El Grupo Número 1”.