jueves, 7 de febrero de 2019

"Las letras están de fiesta"



JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / 


Periodismo Nayarita



"Las letras están de fiesta"



Aún con la emoción vibrando en mi cuerpo, me siento a escribir el artículo de hoy. Afortunadamente el formato de mi espacio o mejor dicho de su espacio (porque es de ustedes) aunque yo lo escriba, y la inmensa comprensión de mis lectores, me permite la libertad de escribir de diversas temáticas e incluso, como en esta ocasión, comentarles sobre sucesos, casos o cosas que tienen que ver con las actividades y locuras en que se ve envuelto este su humilde escribiente.

La emoción a la que hago referencia se deriva de la gran oportunidad que tuve de participar en la cuarta edición del “Festival Letras en Tepic” que, cuando escribo esto, cerró su segundo día de actividades, mismas que concluyen el cuarto día del mes actual (febrero). Por supuesto que no sólo quiero comentar de mi emoción que, aunque es muy válido sentirte bien por avanzar un poco en mis propósitos literarios, quisiera ir más allá de sólo esa cuestión personal.

Quiero dar algunos puntos de vista sobre el evento en general, de su trascendencia como parte de una estrategia que empieza a tener peso y sentido. De mi deseo de que se convierta en una política pública que garantice la permanencia de eventos de esta naturaleza que, aunque tienen aún mucho de perfectibles, dejan ver muy buenas expectativas que apuntan hacia un mundo futuro poblado de ávidos y recurrentes lectores y, por qué no, de buenos escritores.

Desconozco los complejos entramados presupuestales que debe tener un evento de esta naturaleza. Imagino que debe resultar oneroso poder movilizar a decenas y decenas de escritores nacionales e internacionales que vienen a participar, intentando atrapar la atención de los públicos, escasos a veces, a veces copiosos pero más curiosos por los personajes que interesados en el bagaje literario que traen en sus mochilas añosas los gigantes actuales de la literatura nacional. Pero, si consideramos el tamaño del propósito, impulsar la lectura y la escritura, soy de la idea que no importa el tamaño de la inversión, siempre y cuando se ejerza con propiedad y transparencia.

Se agradece mucho que se empiecen a otorgar espacios de participación a escritores nayaritas y que existan concursos para niños y jóvenes con inquietudes literarias. Sólo puedo hablar de las dos ediciones más recientes, tercero y cuarto festivales, en los que yo recibí oportunidad de presentar mis trabajos publicados. En la tercera edición (2018) pude poner a consideración de la audiencia el libro de relatos: “Sueños de Misterio, Fe y Esperanza”  y en el actual 2019 (Cuarta edición) la novela: Noche Oscura (Aventuras de Jacinto Cárdenas). Desconozco si en las primeras dos ediciones también participaron escritores locales o sólo vinieron los consagrados. En ese sentido se puede decir que se avanzó un poco, ya que en la edición del año anterior se dio oportunidad a los autores locales en una especie de “capítulo aparte” en la que toda la actividad del programa: “Presenta tu libro” fue en una sede alterna, en tanto que los escritores famosos estuvieron todos en el escenario principal, algo así como allá los plebeyos y acá puros patricios. Sé, de buena fuente, que los buenos oficios de un personaje reconocido en el ámbito literario empujaron la decisión de que, en la actual edición, los plebeyos pudiésemos estar en el escenario central del máximo evento anual de las letras en la capital nayarita.

Se han dado algunos pasitos en cuanto a esos pequeños detalles relacionados con el usufructo de los escenarios en el festival. Por un lado es incuestionable el hecho que Juan Villoro, Paco Ignacio Taibo II, la Dra. Beatriz Gutiérrez Müller, acapararían los reflectores de la fiesta de los libros. Los dos primeros por la gran popularidad que gozan en nuestro estado desde hace algunos años, situación que se conforma tanto por la calidad de sus trabajos como por el gran carisma que ambos poseen. Aunque vienen figuras populares también, como Chimal, Elmer Mendoza, Gudiño, entre muchos otros, ellos ejercen especial atracción en la audiencia nayarita. El caso de la distinguida Dra. Beatriz Gutiérrez, aunque es una gran investigadora, escritora y periodista, su trabajo no es muy conocido, al menos hasta ahora, entre los nayaritas. Sin embargo, algo me decía que cuando ella estuviera en escena, la “Carpa Amado Nervo” de la Plaza Bicentenario estaría abarrotada, convirtiendo aquello en un verdadero pandemonio.

Así fue, la profecía se cumplió. No había donde sentarse en los momentos que se presentó la Dra. Beatriz, ni durante la inauguración oficial ni en el conversatorio. Sin menospreciar para nada la calidad ni la importancia de su trabajo, que en lo personal me pareció muy interesante, no se me quita de la cabeza, que muchas de las personas que ocupaban localidades en el recinto, sólo iban porque los “arrastraron” sus jefes inmediatos, los funcionarios de alto rango, que acompañaban al jefe supremo del ejecutivo. No podían fallar en el acto que estaría, no la eminente escritora, sino la esposa del titular del ejecutivo federal.

Conozco muchos que estaban ahí según muy atentos, pero en su vida se han atrevido a leer un libro, mucho menos a comprarlo y en ese sacro momento sólo faltaba que se persignaran para rendir tributo. Incluso algunos de ellos hicieron fila para comprar el libro y para conseguir, cual alocados fanáticos rocanroleros, la firma, me imagino no de la autora, sino de la esposa del presidente de la república para lucirla en el barrio o en la oficina y conseguir el ¡Wow que padre, estás pesado!

Encuentro aún muchas cosas que cuestionar, en el mejor de los sentidos. No quiero que vayan a creer que no valoro el esfuerzo para organizar algo tan gigantesco como lo es este festival que cada vez será más importante y conocido a nivel nacional, al contrario, aprovecho para reconocerle la capacidad y el talento a la directora, Lorena Elizabeth Hernández, por su creatividad, su visión y su habilidad para coordinar las diversas, complejas y estresantes actividades antes, durante y después del evento.

Comento que es muy bonito ver el lugar a reventar, aunque sólo cuando están los estelares en escena o cuando, como el día de hoy, había muchas personas de los municipios, seguramente esperando la oportunidad de entregarle una petición a la esposa de AMLO, buscando algún apoyo. Y por último, pensar que en algún festival no muy lejano se sienten en el mismo escenario los patricios con los plebeyos, incluso que los consagrados pudieran presentar el libro de un autor local o compartir créditos en un conversatorio. No  lo veo muy difícil. Sólo queda esperar que eso pueda suceder en un futuro cercano.

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO EN LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.