sábado, 10 de julio de 2021

¿Qué es el existencialismo?

 SAÙL ARMANDO LLAMAS LÒPEZ

El existencialismo es una escuela filosófica originada en el siglo XIX y que duró hasta mediados del siglo XX, así como al movimiento literario engendrado en ella. Sus pensadores se opusieron a la filosofía tradicional ya que consideraban que el punto de partida del ejercicio filosófico debía ser el individuo y sus experiencias subjetivas (fenomenológicas) del mundo.

Para los existencialistas, tanto el pensamiento moral como el científico son insuficientes para comprender la existencia humana. Por eso hacen falta nuevas categorías, que ellos intentaron construir, y que están gobernadas por una norma de autenticidad. Tanto el danés Søren Kierkegaard (1813-1855) como el alemán Friedrich Nietzsche (1844-1900) intentaron especialmente sentar las bases para esa filosofía existencialista por venir.

Sin embargo, nunca existió un acuerdo general respecto a una definición estricta del término, y en muchos casos se lo emplea para reunir la obra de estos filósofos desde una mirada póstuma, retrospectiva. Es decir que no fue una escuela filosófica estructurada ni homogénea.

Los principales preceptos del existencialismo tenían que ver con que la existencia del ser humano precede a su esencia (de allí su nombre), que la realidad antecede al pensamiento y la voluntad humana a la inteligencia. Desde esa perspectiva, los individuos son libres y responsables totalmente de sus actos, y necesitan una ética ajena a cualquier sistema de creencias externo a la responsabilidad individual.

Respecto a su momento histórico y su perspectiva en torno al tema de Dios, el existencialismo suele clasificarse en tres vertientes distintas, que veremos por separado más adelante: existencialismo cristiano, existencialismo agnóstico y existencialismo ateo.

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Características del existencialismo

A grandes rasgos, el existencialismo se caracterizó por lo siguiente:

  • Fue una escuela filosófica poco homogénea de mediados del siglo XIX y mediados del XX, cuyos integrantes coincidieron más en sus posturas en contra de la tradición filosófica, que en un concepto único de lo que el existencialismo era.
  • No confiaban en ningún sistema de creencias establecido (como la religión) y pensaban que era imposible dar cuenta de la existencia humana a través de la combinación de una perspectiva moral y una científica solamente. Así que intentaron crear categorías subjetivas que llenaran ese vacío.
  • El existencialismo proponía una doctrina profundamente individualista: siempre se trataba de  existencia o tu existencia, ya que el carácter de la existencia misma era el principal acertijo a resolver por toda filosofía.
  • En tanto movimiento filosófico, el existencialismo se oponía a toda forma de objetivismo y cientificismo, y a cualquier otra doctrina que entendiera a los seres humanos como una realidad completa que debe resolverse en sus elementos para ser conocida o contemplada. Al mismo tiempo, se oponía a cualquier forma de predestinación, ya que sostenía la importancia de la decisión humana en el mundo; y a toda forma de solipsismo e idealismo epistemológico, ya que la existencia era considerada como una trascendencia del ser. Como se verá, es más fácil definir el existencialismo a partir de a lo que se oponía.
  • Según Sartre, el existencialismo era una forma de humanismo, dado que insistía en la finitud de la existencia humana y en sus posibilidades éticas inherentes. O sea, se centraba en el individuo humano y su subjetividad, ante todo.
  • De ese modo, el existencialismo se encontró con ciertos sentimientos de angustia, duelo, desesperanza, melancolía, fruto de la contemplación de la finitud y la futilidad de la existencia humana.

Historia del existencialismo

Friedrich Nietzsche fue uno de los fundadores del existencialismo.

La filosofía del existencialismo tuvo sus inicios en el siglo XIX. Comenzó con la obra filosófica y ensayística de Søren Kierkegaard y de Friedrich Nietzsche, así como con el pesimismo del alemán Arthur Schopenhauer (1788-1860) y en las novelas del ruso Fiódor Dostoievski (1821-1881).

Estos autores suelen considerarse antecedentes del existencialismo, ya que la escuela asumió su nombre en el siglo XX, sobre todo después de los eventos traumáticos de la primera y segunda Guerras Mundiales. Entre las décadas de 1940 y 1950 surgieron en Francia los existencialistas Jean Paul Sartre, Albert Camus y Simone de Beauvoir. Sus obras de ficción y textos académicas, abordaron temas como el absurdo, la nada o la libertad.

Así, a mediados de siglo construyeron un movimiento de corte nihilista, que algunos entendieron como “el rechazo a pertenecer a cualquier escuela de pensamiento” y tener “una marcada insatisfacción hacia la filosofía tradicional, la cual tacha de superficial, académica y alejada de la vida”, en palabras de Walter Kaufman.

Para muchos, el existencialismo del siglo XX estaba impregnado del sentimiento de derrota moral que dejó la Segunda Guerra Mundial, en especial los campos de exterminio nazis y las dos bombas atómicas arrojadas sobre Japón por los Estados Unidos.

La ruptura de la promesa moderna y la fe en el desarrollo científico halló un eco importante en las posiciones existencialistas, que insistían en el absurdo de la existencia y la estupidez humanas.

Representantes del existencialismo

Los principales representantes del existencialismo fueron:

  • Søren Kierkegaard (1813-1855). Filósofo y teólogo danés, tenido junto a Nietzsche como los padres del existencialismo, dada su obra centrada en la existencia humana, el individuo, la subjetividad, la libertad, la desesperación y la angustia. Mucha de su obra tiene que ver con la fe cristiana, a la que criticó duramente. Es uno de los principales autores del pensamiento contemporáneo.
  • Friedrich Nietzsche (1844-1900). Filósofo, poeta, músico y filólogo alemán, es considerado uno de los pensadores más importantes de la contemporaneidad occidental, cuya obra versa sobre temas muy distintos como el arte, la historia, la tragedia, la religión, la ciencia y otros temas a través de los cuales construyó una importante crítica a la tradición de pensamiento occidental. Se le conoce como uno de los tres “maestros de la sospecha” junto a Marx y Freud.
  • Martin Heidegger (1889-1976). Filósofo alemán, uno de los más importantes del siglo XX y de la tradición contemporánea occidental, cuya obra inicialmente se inscribió en la teología católica, para luego dedicarse a campos muy diversos como la teoría literaria, social y política, la estética, la arquitectura, el psicoanálisis y el ecologismo. Una de sus mayores obras fue Ser y tiempo, pese a haber quedado incompleta. También se le acusa de afinidad ideológica con el nazismo, en gran medida debido a que Heidegger perteneció al partido de Hitler desde 1933 hasta 1945.
  • Jean-Paul Sartre (1905-1980). Filósofo, novelista, dramaturgo y político francés, es uno de los máximos exponentes del existencialismo y del marxismo humanista. Ganador del Premio Nobel de Literatura en 1964, que rechazó, y pareja de la filósofa y pensadora feminista Simone de Beauvoir, desarrolló una obra filosófica y literaria en la que la libertad y la responsabilidad personal, así como el vacío existencial, ocupaban el lugar central.
  • Simone de Beauvoir (1908-1986). Filósofa, escritora y profesora francesa, cuyo pensamiento fue fundamental para el surgimiento de la doctrina feminista, así como los derechos de la mujer y la despenalización del aborto. Se inscribe en el existencialismo y su obra El segundo sexo es una de las más importantes de su carrera. Fue consorte de Jean-Paul Sartre.
  • Albert Camus (1913-1960). Filósofo, dramaturgo, periodista y escritor francés nacido en Argelia, se le considera un exponente importante del existencialismo, cuya obra fue muy influenciada por Schopenhauer, Nietzsche y el existencialismo alemán. Formó parte de la resistencia francesa durante la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial y en 1957 ganó el Premio Nobel de Literatura.

Existencialismo cristiano

El existencialismo cristiano se basa principalmente en la obra de Kierkegaard.

La vertiente cristiana de esta corriente intentó dar un enfoque existencialista a la cristianismo, basándose más que nada en la obra de Kierkegaard. Esta escuela propone que cada persona debe tomar sus decisiones de manera independiente, dado que estas constituyen luego su esencia. Son sus acciones las que serán evaluadas ante Dios, dado que ésa era la única forma de mantener el constante escrutinio de las propias acciones.

Aparte de Kierkegaard, se consideran pertenecientes a esta forma de existencialismo a los filósofos y escritores franceses Gabriel Marcel (1889-1973), Emmanuel Mounier (1905-1950), Pierre Butang (1916-1998), así como al filósofo alemán Karl Jaspers (1883-1969) y al filósofo y escritor español Miguel de Unamuno (1864-1936).

Existencialismo ateo

Alejándose del pensamiento de Kierkegaard y de la filosofía de Heidegger, para aproximarse así más bien a una visión atea del ser humano, esta vertiente es obra sobre todo de Jean-Paul Sartre y su El ser y la nada (1943), así como de las obras de Beauvoir y Camus, este último en menor medida.

Esta forma de existencialismo negaba cualquier forma de pensamiento trascendental, metafísico o religioso. En particular porque la formulación sartreana (“la existencia precede a la esencia”), se oponía a una tradición fundada por Aristóteles y heredada por el cristianismo. De esta manera, el existencialismo confronta el miedo y la angustia de la muerte, sin ofrecer ningún tipo de salvación final a manos de Dios, ni de la naturaleza.

Existencialismo agnóstico

Asociado más que nada a la obra de Camus y a su manera de pensar, esta tercera opción plantea que la existencia o inexistencia de Dios y de lo divino es de muy poca relevancia para la existencia del ser humano, ya que puede o no existir, pero eso no soluciona ningún problema ético, ni brinda consuelo alguno al ser humano que vive la vida como puede.

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Existencialismo: características, autores y obras

El existencialismo es una corriente filosófica y literaria orientada al análisis de la existencia humana. Hace énfasis en los principios de libertad y responsabilidad individual, los cuales han de ser analizados como fenómenos independientes de categorías abstractas, ya sean racionales, morales o religiosas.

De acuerdo con el Diccionario de Filoslofía de Nicola Abbagnano, el existencialismo agrupa diversas tendencias que, aunque comparten su propósito, divergen en los supuestos y en las conclusiones. Es por ello que se puede hablar de dos tipos de existencialismo fundamentales: el existencialismo religioso o cristiano y el existencialismo ateo o agnóstico, a los que volveremos más adelante.

Como corriente histórica de pensamiento, el existencialismo inicia en el siglo XIX, pero solo hacia la segunda mitad del siglo XX alcanza su máximo apogeo.

Características del existencialismo

A pesar del carácter heterogéneo del existencialismo, las tendencias que se han manifestado comparten algunas características. Conozcamos las más importantes.

La existencia precede a la esencia

Para el existencialismo, la existencia humana precede a la esencia. En esto, toma un camino alterno frente a la filosofía occidental, que hasta entonces explicaba el sentido de la vida postulando categorías trascendentales o metafísicas (como el concepto de la Idea, los dioses, la razón, el progreso o la moral), todas ellas externas y anteriores al sujeto y su existencia concreta.

La vida se impone sobre la razón abstracta

El existencialismo se opone al racionalismo y al empirismo, centrados en la valoración de la razón y del conocimiento como principio trascendente, sea que este se postule como el punto de partida de la existencia o como su orientación vital.

El existencialismo se opone a la hegemonía de la razón como fundamento de la reflexión filosófica. Desde la perspectiva de los existencialistas, la experiencia humana no puede estar condicionada a la absolutización de uno de sus aspectos, ya que el pensamiento racional como principio absoluto niega la subjetividad, las pasiones y los instintos, tan humanos como la consciencia. Esto le confiere también un carácter antiacademicista por oposición al positivismo.

Mirada filosófica puesta en el sujeto

El existencialismo propone centrar la mirada filosófica en el propio sujeto y no en categorías supraindividuales. De esta manera, el existencialismo retorna a la consideración del sujeto y su modo de existir frente al universo como experiencia individual e individualizada. Le interesará, por lo tanto, reflexionar sobre el móvil de la existencia y el modo de asimilarla.

Así, comprende la existencia humana como un fenómeno situado, por lo que pretende estudiar la propia condición de la existencia en términos de sus posibilidades. Esto abarca, según Abbagnano, «el análisis de las situaciones más comunes y fundamentales en que el hombre llegar a encontrarse».

Libertad sobre la determinación exterior

Si la existencia precede a la esencia, el ser humano es libre e independiente de toda categoría abstracta. La libertad, por lo tanto, debe ser ejercida desde la responsabilidad individual, que derivaría en una ética sólida aunque independiente de un imaginario previo.

Así las cosas, para el existencialismo la libertad implica la plena conciencia de que las decisiones y acciones personales influyen en el entorno social, lo que nos hace corresponsables del bien y del mal. De allí la formulación de Jean-Paul Sartre, según la cual la libertad es responsabilidad total en soledad absoluta, es decir: "El hombre está condenado a ser libre".

Esta pretensión de los existencialistas descansa en la lectura crítica de las guerras históricas, cuyos crímenes han sido justificados a partir de categorías abstractas, suprahumanas o supraindividuales, tales como los conceptos de nación, civilización, religión, evolución, y pare de contar.

Angustia existencial

Si el temor puede definirse como el miedo a un peligro concreto, la angustia es, en cambio, el temor de sí mismo, la inquietud ante las consecuencias de las propias acciones y decisiones, el miedo a una existencia sin consuelo, el miedo a proferir daños irreparables pues no hay excusas, justificaciones ni promesas. La angustia existencial es, de algún modo, lo más semejante al vértigo.

Tipos de existencialismo

Hemos dicho que, según Abbagnano, los diferentes existencialismos comparten el objetivo de analizar la existencia humana, pero difieren en los supuestos y en las conclusiones. Veamos esto con más detalle.

Existencialismo religioso o cristiano

El existencialismo cristiano tiene como precursor al danés Søren Kierkegaard. Se funda en el análisis de la existencia del sujeto desde una perspectiva teológica. Para el existencialismo cristiano, el universo es paradójico. Entiende que los sujetos deben relacionarse con Dios con independencia de las prescripciones morales, en pleno uso de su libertad individual. En este sentido, el ser humano debe enfrentarse a la toma de decisiones, proceso del cual deriva la angustia existencial.

Entre sus representantes más importantes, además de Kierkegaard, se cuentan: Miguel de Unamuno, Gabriel Marcel, Emmanuel Mounier, Karl Jaspers, Karl Barth, Pierre Boutang, Lev Shestov, Nikolai Berdyaev.

Existencialismo ateo

El existencialismo ateo rechaza cualquier tipo de justificación metafísica de la existencia, por lo tanto, riñe con la perspectiva teológica del existencialismo cristiano y con la fenomenología de Heidegger.

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Sin metafísica ni progreso, tanto el ejercicio de la libertad en los términos que plantea Sartre, como la existencia, generan desasosiego, muy a pesar de su aspiración ética y la valoración de las relaciones humanas y sociales. De este modo, el existencialismo ateo abre las puertas a la discusión sobre la nada, a la sensación de abandono o desamparo y el desasosiego. Todo esto en el contexto de la angustia existencial ya formulada en el existencialismo cristiano, aunque con otras justificaciones.

Entre los representantes del existencialismo ateo, las figuras más prominentes son: Simone de Beauvoir, Jean Paul Sartre y Albert Camus.

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Contexto histórico del existencialismo

La aparición y desarrollo del existencialismo está estrechamente relacionada con el proceso de la historia occidental. Por ello, para comprenderlo, vale la pena comprender el contexto. Veamos.

Antecedentes del existencialismo

El siglo XVIII es testigo de tres fenómenos fundamentales: la revolución francesa, la revolución industrial y el desarrollo del iluminismo o Ilustración, un movimiento filosófico y cultural que preconizaba la razón como principio universal y fundamento del horizonte vital.

La Ilustración veía en el conocimiento y la educación los mecanismos para liberar a la humanidad del fanatismo y el atraso cultural, lo que implicaba un cierto rearme ético propugnado desde la universalidad de la razón.

Sin embargo, desde el siglo XIX en el mundo occidental ya era notorio que aquellas banderas (razón, progreso económico de la industrialización, política republicana, entre otros) no lograban evitar la decadencia moral de Occidente. Por eso, el siglo XIX ve nacer muchos movimientos críticos de la razón moderna, tanto artísticos como filosóficos y literarios.

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El siglo XX y la formulación del existencialismo

El reacomodo de los sistemas económicos, políticos y del pensamiento de los siglos anteriores, que auguraban un mundo racional, moral y ético, no dieron los resultados esperados. En su lugar, se sucedieron las guerras mundiales, signos inequívocos de la decadencia moral de Occidente y todas sus justificaciones espirituales y filosóficas.

El existencialismo, desde sus inicios, ya notaba la incapacidad de Occidente para ordenar aquella transformación violenta. Los existencialistas del siglo XX que vivieron la Segunda Guerra Mundial tuvieron frente a sí las pruebas de la decadencia de los sistemas morales y éticos fundados en valores abstractos.

Autores y obras más representativos

El existencialismo inicia muy pronto, en el siglo XIX, pero poco a poco va modificando sus tendencias. Así, existen diferentes autores de diferentes generaciones, que parten de un punto de vista diferentes, en parte como consecuencia de su tiempo histórico. Veamos los tres más representativos en este apartado.

Søren Kierkegaard

Søren Kierkegaard, filósofo y teólogo danés nacido en 1813 y fallecido en 1855, es el autor que abre paso al pensamiento existencialista. Será el primero en postular la necesidad de que la filosofía sitúe su mirada desde el individuo.

Para Kierkegaard, el individuo debe hallar la verdad en sí mismo, fuera de las determinaciones del discurso social. Ese será, pues, el recorrido necesario para hallar la propia vocación.

Así, Kierkegaard avanza hacia la subjetividad y el relativismo, aun cuando lo hace desde una perspectiva cristiana. Entre sus obras más destacadas se encuentran El concepto de la angustia Temor y temblor.

Friedrich Nietzsche

Friedrich Nietzsche fue un filósofo alemán nacido en 1844 y fallecido en 1900. A diferencia de Kierkegaard, rechazará cualquier perspectiva cristiana y religiosa en general.

Nietzsche proclama la muerte de Dios al analizar el devenir histórico de la civilización occidental y su decadencia moral. Sin dios o los dioses, el sujeto debe encontrar por sí mismo el significado de la vida, así como su justificación ética.

El nihilismo de Nietzsche relativiza la trascendencia de un único valor absoluto ante su incapacidad para dar respuesta unificada a la civilización. Ello constituye terreno propicio para la indagación y la búsqueda, pero entraña también angustia existencial.

Entre sus obras más famosas se pueden mencionar: Así habla Zaratustra El nacimiento de la tragedia.

Simone de Beauvoir

Simone de Beauvoir (1908-1986) fue filósofa, escritora y maestra. Se destacó como impulsora del feminismo del siglo XX. Entre sus obras más representativas son El segundo sexo La mujer rota.

Jean-Paul Sartre

Jean-Paul Sartre, nacido en Francia en 1905 y fallecido en 1980, es el representante más emblemático del existencialismo del siglo XX. Fue filósofo, escritor, crítico literario y activista político.

Sartre definía sus planteamientos filosóficos como existencialismo humanista. Estuvo casado con Simone de Beauvoir y recibió el Nobel de literatura en 1964. Es conocido por haber escrito la trilogía Los caminos de la libertad y la novela La náusea.

Albert Camus

Alberta Camus (1913-1960) destacó como filósofo, ensayista, novelista y dramaturgo. Entre sus obras más importantes, se pueden señalar las siguientes: El extranjeroLa pesteEl primer hombreCartas a un amigo alemán.

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Miguel de Unamuno

Miguel de Unamuno (1864-1936) fue un filósofo, novelista, poeta y dramaturgo de origen español, conocido como una de las figuras más importantes de la generación del 98. Entre sus obras más importantes podemos mencionar Paz en la guerraNieblaAmor y pedagogía La tía Tula.

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Otros autores

Son muchos los autores que son considerados existencialistas por parte de la crítica, tanto a nivel filosófico como a nivel literario. Muchos de ellos pueden ser vistos como antecesores de esta línea de pensamiento según su generación, mientras que otros han surgido a partir de los planteamientos de Sartre.

Entre otros nombres importantes del existencialismo podemos mencionar a los escritores Dostoyevski y Kafka, a Gabriel Marcel, al español Ortega y Gasset, a León Chestov y a la propia Simone de Beauvoir, esposa de Sartre.

¿Cómo citar?

"Existencialismo". Autor: María Estela Raffino. De: Argentina. Para: Concepto.de. Disponible en: https://concepto.de/existencialismo/. Última edición: 15 de septiembre de 2020. Consultado: 10 de julio de 2021.

Fuente: https://concepto.de/existencialismo/#ixzz70AiwFLwK

 

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