jueves, 12 de marzo de 2020

¿Ahora sí va en serio?



JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / 


Periodismo Nayarita



¿Ahora sí va en serio?



No hace mucho tiempo comentaba en uno de mis artículos, que esas derrotas jurídicas del exgobernador Roberto Sandoval, eran el presagio de que se avecinaban acciones más contundentes en su contra. Me refiero particularmente a la negativa de descongelar sus cuentas mediante la vía de un amparo. La respuesta fue negativa, atendiendo la relación de colaboración entre la justicia de Estados Unidos (USA) y México. Pues no pasó mucho tiempo y sucedió lo que yo anticipaba en mi comentario, la declaración abierta del Secretario de Estado, Mike Pompeo, señalando al otrora poderoso jefe del famoso Cártel de La Gente, como persona inelegible para entrar al país del norte, mencionando las causales de enriquecimiento ilícito y recibir sobornos del narcotráfico. Lo que hace suponer que ahora sí es solo cuestión de tiempo para que sea encarcelado este personaje.

De verdad que me sorprendió la seguridad, yo creo que aparente, con la que el susodicho exmandatario nayarita se planta en un programa de alcance nacional, léase Grupo Fórmula de Ciro Gómez Leyva, para defender su caso de una manera tan convincente que por poco llamo al programa para pedirle disculpas a nombre de todos los nayaritas (nótese el sarcasmo). Se atrevió a decir que el funcionario estadunidense había sido mal informado (que tenía otros datos pues, parafraseando a López Obrador). La actuación, no lo puedo ver de otra manera, fue tan buena que es muy fácil pensar que una persona de cualquier latitud distinta a Nayarit pudo sentir una especie de lástima al creer esa historia, que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) ha orquestado una aberrante acusación en su contra.

No sé qué va a ocurrir más adelante, pero quiero apostar a que la justicia estadunidense tiene algo seguro, no creo que Mr. Pompeo haga una declaración irresponsable, a la ligera, solo por incomodar o por lucimiento. Sí dijo que Sandoval recibió dinero del narco, es porque así sucedió. Cosa que, entre los nayaritas, eso era un secreto a voces. Al parecer las declaraciones están relacionadas con la reciente extradición a USA de Rubén Oseguera González (a) El Menchito, porque en la implementación de su juicio se han logrado acopiar muchas pruebas de su participación delictiva en el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), así como de varias personas involucradas entre ellas, gobernadores de entidades federativas que brindaron protección a sus acciones delictivas. Entre esas pruebas se habla de muchas llamadas telefónicas grabadas por la inteligencia norteamericana. ¿Será que entre ese cúmulo de pruebas, habrá algo que involucre a Sandoval? Ya se verá más adelante. Sigo pensando que solo es cosa de tiempo.

De la parte local, de la intervención del gobernador y la fiscalía general, en torno a agilizar la justicia, poco se puede esperar. A pesar que el fiscal ha declarado que siguen trabajando en las carpetas de investigación, creo que es fácil deducir que, de querer ser congruentes con la promesa de campaña de encarcelar a los corruptos, en dos años y medio de gobierno ese trámite ya hubiera rendido frutos. Esa condición procesal y el relajado comportamiento del gobernador actual, demuestran una inclinación si no a la complicidad sí a la omisión y falta de honor a la palabra de charro empeñada públicamente. Es de conocimiento público que a diario muchas personas trabajan en borrar la mayor cantidad de evidencias en contra de Sandoval y su caterva de funcionarios corruptos y nadie parece hacer nada. ¿Acaso será cierto lo que la gente dice acerca de un pacto de impunidad entre el actual mandatario y su antecesor? Por la actuación del actual, no resulta muy descabellado creerlo.

Todo este escenario empezará pronto a moverse de manera muy especial, gracias al poder mágico de la política electoral. Cada vez más asoman, tibias expresiones algunas, descaradas o muy notorias otras, las intenciones de personas o grupos que intentarán candidatearse en la próxima contienda por la gubernatura, diputaciones y alcaldías. En ese tiempo de gracia es posible ver cualquier cosa. En esos prodigiosos tiempos nada es imposible, incluso podría darse hasta el caso, hoy inalcanzable, de ver tras las rejas a Sandoval y a sus secuaces, tan solo por el pequeño favor del voto popular. Cómo ese, hay muchos asuntos que, en la tómbola política, podrían ser cupones canjeables al portador. Podría mencionar varios, pero creo que es más emocionante que ustedes los descubran y los comenten, dado que yo comenté ya el más difícil de ocurrir de todos ellos. Quizá pudiera pronosticar que ya cercano el tiempo de las campañas, una vez que el partido (os) en el poder hicieran su sondeo de popularidad, obligaran al gobernador actual a congraciarse con la clase trabajadora, principalmente con el SUTSEM, porque los sindicatitos no tienen peso electoral, ni cuentan con una credibilidad social que les sirva de bandera política.

Quizá habría mucho por predecir o imaginar, pero mejor dejemos que las cosas vayan tomando su lugar y caigan por su propio peso. Lo que si sería deseable es que los intentos de los partidos políticos por congraciarse con sectores importantes de la sociedad no medren con los intentos genuinos de democracia e igualdad sustantiva empujados por las mujeres. Es más deseable que, con la representación política en las cámaras, propongan iniciativas de ley que coadyuven en las tareas sociales más importantes, como evitar, de una vez por todas, la violencia, la delincuencia, la corrupción y la impunidad como fuentes generadoras de los feminicidios, entre otros flagelos que humillan y avergüenzan a nuestras sociedades actuales.

El poder político es para generar esas condiciones ideales para los gobernados. Desde esas tribunas se deben empujar las políticas públicas idóneas para recuperar el tejido social y cambiar el estado de cosas actual. Para propiciar el acceso de las nuevas generaciones a una mejor educación, a la cultura, a las artes, desde el nivel primario. Ese debe ser el papel principal de los partidos que asumen los escaños, empujar y exigir a sus grupos parlamentarios a trabajar por el interés popular y dejarse de estar jodiendo al pueblo, con leyes y ocurrencias que lastiman su economía, su integridad y su dignidad. ¿Usted qué opina, amable lector?

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