jueves, 8 de febrero de 2018

"La gran fiesta de las letras"



JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / 


Periodismo Nayarita



"La gran fiesta de las letras"


De los acontecimientos más celebrados, al menos por un sector de la población nayarita, en fechas recientes se puede considerar al “Festival Letras en Tepic” en esta que es su tercera edición. El solo hecho de montar, bajos las condiciones que sean, un evento de esta naturaleza ya implica un éxito, porque hay que reconocer que nuestra sociedad no es muy dada a disfrutar de estas oportunidades y por otro lado, no muchos gobiernos, de cualquiera de los tres niveles, se han distinguido por auspiciar este tipo de actividades.

Puede ser que, por mediar muy poco tiempo que finalizó esta fiesta de las letras en la capital nayarita, aún esté en las noticias y las crónicas de los medios impresos y digitales pero, como siempre he dicho, no importa tanto que varios colegas en sus diversos espacios puedan escribir del mismo tema, porque nos salva el estilo, la forma de abordarlo. Además, que la gran mayoría seguramente escribirá a la manera de notas informativas, describiendo el evento y destacando los nombres de los escritores que gozan de prestigio nacional, principalmente.

No tengo la menor duda que la cultura es el antídoto ideal para rescatar del estado de barbarie a los pueblos. Digo lo anterior en referencia a la concepción de ésta como el cultivo del espíritu y el intelecto, factores que, a través de la historia, se han visto vinculados a la civilización y al desarrollo de las sociedades humanas. En este sentido, no basta con asistir a las escuelas del sistema educativo convencional, cuyos programas adolecen de los incentivos idóneos para potenciar la creación de verdaderos lectores, sino que es necesario implementar medidas adicionales, estrategias innovadoras y proyectos que promuevan la lectura y otras actividades culturales.

En este sentido, es loable, muy plausible, que los gobiernos realicen este tipo de esfuerzos en pro de la lectura. Poner a escritores reconocidos al alcance de la gente, en un ambiente tan familiar y cotidiano como una plaza pública o una escuela y de manera gratuita es, desde mi punto de vista, un gran acierto.

Entiendo que seguirá habiendo opiniones encontradas acerca de estos eventos. Hay quienes opinan que el presupuesto que se invierte en estos festivales debiera ser empleado en otros rubros, según ellos, más prioritarios. Lo que desconocen estos voluntariosos opinadores es que si hace falta invertir en salud, infraestructura vial u otros rubros no es porque “se desvíe” hacia la cultura que, necesaria y legalmente tiene, ojalá y fuera más, su propio peculio. Y si insisten en que hace falta para salud y otros conceptos, pues que presionen y critiquen al que “parte el pastel” en hacienda, o a los que descaradamente se lo roban.

En ese y en otros sentidos seguirán existiendo las opiniones divergentes hacia esta clase de festividades culturales, pero, es hasta cierto punto normal. En todas partes abundan las personas que no les das gusto con nada, pero intentando ser objetivo y más severo en el análisis, tendré que aceptar que hay muchas cosas que se pueden mejorar, refiriéndome al alcance y a las formas, incluso a los contenidos y las oportunidades; pero también eso es muy normal, creo que se ha avanzado sustancialmente en cada edición. En el último de los puntos, creo poder abonar a mi propio dicho, ya que personalmente soy testigo y protagonista del factor incluyente de este tercer Festival “Letras en Tepic”, al resultar seleccionado para presentar mi libro “Sueños de Misterio, Fe y Esperanza” en la primera jornada del programa “Presenta tu Libro” que incluyó a varios escritores nayaritas. Este capítulo es una importantísima oportunidad de dar a conocer las obras de diversas temáticas que hemos publicados los autores locales en los dos años más recientes. El escaparate es ideal ya que, aunque fue presentado del 31 de enero al 1 de febrero, como un preámbulo de la parte fuerte (del 2 al 5 de febrero), se hizo en el marco del festival, lo cual ya es un gran privilegio, estar bajo el mismo membrete con Juan Villoro, Guadalupe Loaeza, Julio Patán, Alejandro Rosas, Eduardo Antonio Parra, Jorge Alberto Gudiño, entre otros, no es cualquier cosa. Algún día, probablemente, podrá darse el caso de que, de uno en uno, podamos compartir escenarios con ellos.

Lo anterior no es un reclamo, más bien es un deseo. Es muy entendible, desde el punto de vista de la atracción, que los reflectores y los espacios sean ocupados por los consagrados, aunque en el capítulo local, sucede también ese fenómeno. Los que ya tienen trayectoria literaria, en cualquiera de los géneros, los que tienen varios libros o son ya personajes públicos, reciben más atención, y eso, aunque lo encuentro normal, me parece que debería ser de otra manera la repartición de reflectores, empujando un poco más a los “nuevos valores” que necesitan mayor difusión para que se conozca su obra que los que ya ni falta les hace. Lo mismo sucede en la promoción de la venta de libros. Hace falta darle cobijo, al lado de los “grandes”, a la producción de los locales. Es cierto, que la gente, quizá por la inercia, cambie como estampas, veinte de mis ejemplares o de otro autor local por uno solo de cualquiera de ellos, pero, ¿Será real esa paridad comentada? Si la gente que usa ese factor de cambio, conociera la obra de algunos escritorios locales ¿De verdad seguiría usando esa conversión? Valdría la pena averiguarlo.

Por ahora solo queda felicitar y agradecer a quienes hacen posible esta feria de las letras, especialmente a quien decidió incluir en la oportunidad, merecida creo, a los escritores nayaritas, que tenemos, al menos eso creo yo, la posibilidad de llegar algún día al nivel de los que nos visitan en esta ocasión. Hago la aclaración que esto no es jactancia, es simplemente fe y confianza en la calidad de mi trabajo literario y en el de mis compañeros nayaritas. Puedo asegurarles que si no creyera en ello, no estuviera preparando la segunda obra, que espero tenga la misma o mejor aceptación que tuvo la primera. Esperemos que sigan organizando cada año el Festival de Letras en Tepic, que sea cada vez mejor, y que los nayaritas respondamos con entusiasmo a estas maravillosas oportunidades de alimentar el espíritu de un pueblo que merece una realidad social y un futuro más dignos.

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO EN LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.