viernes, 9 de febrero de 2024

"El reencuentro"

 


                       


JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / 


Periodismo Nayarita



"El reencuentro"


  Finalmente estoy de nuevo en la órbita de la comunicación escrita. He transitado por innumerables circunstancias que me habían mantenido aislado de esta actividad que tanto me apasiona, pero la vida es así, un carrusel de circunstancias que ponen a prueba tu fortaleza, tu decisión y las ganas de seguir.

  Es grato retornar a la soledad de mi estudio. Ante la polvorienta máquina de escribir (esta es solo una metáfora) porque en realidad es una computadora portátil que recientemente recibió mantenimiento por parte de mi compañera de vida. Lo que sí es absolutamente exacto es que me motiva pensar en que, mientras tundo este teclado, estoy pensando en el mágico instante de volver a hacer contacto con mis amables lectores que son, al final de cuentas, el único propósito que de verdad vale la pena.

 Hay un sinfín de temáticas asomando al dintel de mi ventana. Esto, seguramente hará más difícil elegir cuál de ellas deba abordar en esta ocasión. Ante la imposibilidad de realizar un profundo ejercicio de priorización, haré lo que suelo hacer cuando me pongo en una encrucijada de esta naturaleza: hablar de lo primero que se me ocurra o, quizá, de muchas cosas a la vez. Claro, buscando un poco de orden y claridad en el contenido.

  Lo que se asoma por todos lados es sin duda la efervescencia política, es decir, el advenimiento de las campañas electorales, la famosa política, ese mal necesario que nos acosa cada equis cantidad de años y nos muestra lo extremo y surrealista que pueden llegar a ser esos escenarios.

  Vuelven a la carga los de siempre y también los de nuevo cuño, los oportunistas, los golondrinos, los cínicos, los ridículos y los que se acumulen en estas semanas. En estas categorías incluyo a las aspirantes, a las damas, que también tienen lo suyo (además para cubrir el perfil de la equidad).

  Desde mi punto de vista, las campañas electorales son como un inmenso circo de varias pistas en el que actúan todo tipo de artistas del engaño. Cierro mis ojos y puedo imaginar a esos actores y actrices que dibujan sonrisas a raudales, pero ocultan, bajo el grueso y llamativo maquillaje del legendario bufón, una mueca socarrona, a veces malvada, como disfrutando con antelación el golpe traidor que vendrá cuando se logró el objetivo supremo: asumir el incomparable placer de ejercer el poder.

  No tardan mucho en aparecer las campañas ridículas que rebajan y restan seriedad y jerarquía a las auténticas lides políticas en donde campea(o debieran predominar) la propuesta seria y el debate de altura. Las buenas campañas (al menos las de antes no eran tan ridículas) en las que los protagonistas no se exhibían con payasadas que solo denigran el oficio. Me refiero a esos y esas que bailan, cantan y realizan desfiguros que solo desnudan la falta de capacidad y de respeto. Me da tristeza que cada vez sean más estos casos estólidos y escaseen las buenas acciones.

  Por otro lado, es también lamentable que exista tan poco respeto por la cuestión relativa a la lealtad partidista, al menos, ya que decir congruencia ideológica sería mucho pedir. Cada vez son más raros los especímenes políticos que se mueren en la raya por su convicción y que, pase lo que pase, se mantienen en la línea combativa de sus partidos. Para ellos, mis respetos. Porque hoy ya no sabes quién es quién en los partidos. Los del PRI y del PAN se pasan a MORENA con una facilidad escandalosa, los verdes se hacen naranjas y las naranjas se vuelven toronjas (esto último fue un chiste bobo para sonreír un poco). Si estuviéramos en China diríamos que estamos en el año del Chapulín, por aquello que esos asiáticos así llevan sus calendarios. Así es como se les conoce coloquialmente a esos personajes que cambian de partido como cambiar de calzones. Hay ejemplos muy cercanos de hombres y mujeres que se han columpiado de un circo a otro como auténticos trapecistas de la grilla. No digo que no haya alguno o alguna  que de verdad su metamorfosis sea tan real como la de una oruga a mariposa, pero hay otros que usan varias camisetas a la vez y se van dejando la que más votos vaya teniendo.

  No sólo es el hecho de cambiar de colores de la noche a la mañana sino que si tuviéramos un poquito de memoria podríamos recordar que el nuevo MORENAZO fue un rival acérrimo, combativo en su crítica a su nuevo, flamante partido y que anteriormente, no hace mucho, fue capaz de mentarle hasta la madre a sus dirigentes y militantes y hoy sonríe con una alegría de hermano correligionario de los auténticos fundadores y leales miembros de MORENA que, aunque muchos agachan la cabeza, no están nada conformes con ese tipo de adhesiones, menos con personajes totalmente identificados con los partidos de la alianza de enfrente. Esa es una cuestión que seguramente va a tener cierto peso específico a la hora de la jornada electoral. Existe una fuerte división y pulverización interna del partido en el poder. Y no cabe duda que se debe a lo que mencioné anteriormente, sin dejar de lado que hay muchos gobiernos municipales, obviamente orquestados por el estatal, que están haciendo todo lo posible por hacer quedar mal al proyecto nacional de la cuarta transformación.

  Así que hay que prepararse para la avalancha que viene. No falta mucho para llenarnos de basura política, gastos excesivos en papel y pintura, ruido y saliva en las calles. Tengan cuidado con las sonrisas hipócritas o las trilladas frases que “esta vez sí va en serio”, “Ahora sí te vamos a cumplir todo”. No olviden lo que pasó con el gobierno estatal que prometió tantas cosas buenas y hoy está peleado con medio Nayarit (o un poco más). Dentro de poco tiempo, tendré al cínico de mi vecino tocando  a mi puerta, sí, ese mal vecino que te hace la vida imposible cotidianamente, o de plano ni te saluda y hoy (en campaña) te llama hermano.

 En fin, llegó la época en que los ogros panzones  y ogras malvadas se convierten en “ángeles de la bondad” con la varita mágica de la contienda electoral. Esa es la magia de la política, solo basta recordar a una “bella” dama que era toda dulzura y bondad y, de pronto, se rompió como Cristal.

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.