jueves, 13 de agosto de 2020

"Privatizaciones S.A. de C.V."



JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / 


Periodismo Nayarita



"Privatizaciones S.A. de C.V." 



Causó inquietud entre diversos sectores de la población nayarita una noticia o comentario que circuló en redes sociales, relacionada con la presunta privatización de algunos servicios públicos municipales. Me refiero al decreto aprobado por el congreso local y promulgado por el gobernador del estado, que “Reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley Municipal para el Estado de Nayarit, en materia de planeación y servicio público de panteones”.

No es para menos la preocupación suscitada por la sorpresiva acción legislativa, sabiendo cómo se las gastan los miembros de esta legislatura, al menos la mayoría, sin menoscabo de que —como toda regla— debe tener su excepción. Para ilustrar este comentario podemos poner como ejemplo la subrepticia y fantasmagórica manera de aprobar la ley burocrática no hace mucho tiempo, en la que incluso improvisaron a la Universidad Tecnológica de Nayarit (UTN) como covacha, como refugio de sus tropelías. 

Era de suponer que al correr en el ámbito cibernético el rumor de esta nueva escaramuza legislativa, se creara una expectación no muy grata, sabedores de lo que son capaces de hacer los titulares de los poderes estatales ejecutivos y legislativo, además del titular del poder municipal que, en muchas ocasiones han unido sus fuerzas en favor de intereses que distan mucho de ser los que comulgan con el pueblo. Por otro lado, las terribles experiencias de la ola de privatizaciones ya comentadas en artículos anteriores, todas ellas capítulos vergonzosos de novelas de terror neoliberal que ha campeado en los escenarios políticos y económicos de la historia contemporánea de México.

En el afán de verificar la procedencia o autenticidad del rumor, busqué las fuentes oficiales probables, la gaceta legislativa del congreso local y el periódico oficial. En los primeros intentos no pude localizar dicha información sino hasta la segunda oportunidad dado que el decreto se publicó hasta el 3 de agosto del pandémico año que corre. Después de una revisión de corrido, lo que pude encontrar con relación directa con el tema de las privatizaciones es la reforma al artículo 141 de la mencionada ley municipal que fue presa del ímpetu reformador de la clase política en el poder. Para su mejor entendimiento traeré aquí lo que a la letra decía este artículo antes de la intervención:

El servicio de panteones podrá ser concesionado, con la condición de que se establezca la obligación de reservar al municipio, cuando menos, el TREINTA POR CIENTO de la superficie total que se destine a dicho servicio, para que este lo utilice con el mismo fin”.

Y a continuación como quedó dicho artículo después de la intervención: 

El servicio de panteones podrá ser concesionado, con la condición de que se establezca la obligación de reservar al municipio, cuando menos, el DOS POR CIENTO de la superficie total urbanizada que se destine a dicho servicio, para que este lo utilice con el mismo fin”. (Las letras mayúsculas y las negritas son con el propósito de que sea más visible la diferencia).

Dejo pasar —a propósito— unos minutos para que ustedes reflexionen, considerando que no es necesario aclarar la abrupta reducción del porcentaje con la que se queda el municipio, o sea 2 por ciento, realmente nada. De cada 100 metros destinados a panteones, el municipio se queda con 2 metros. Así está la ecuación. Antes de cada 100 se reservaba el uso de 30, con esta reforma ahora se queda con 2 metros. (NADA) o sea que la iniciativa privada es quien tiene en la actualidad la concesión de ese servicio. Por si acaso no se entendiera lo que señala el artículo reformado, diremos lo que —además del porcentaje— es indispensable comprender, sin duda sería la palabra “Concesión” que en términos de derecho significa:

Negocio jurídico por el cual la administración cede a una persona, facultades de uso privativo de una pertenencia del dominio público o la gestión de un servicio público en plazo determinado bajo ciertas condiciones.”

Creo que no hay mucho que explicar después de esto. La claridad de los conceptos es propiamente axiomática. Si eso no es una privatización de un servicio público municipal que contempla el artículo 115 constitucional, pues no sé qué pueda ser. Debo decir antes que las concesiones de servicios públicos que debe otorgar el ayuntamiento están debidamente reguladas por la propia ley municipal, ahí es donde se puede o se debe analizar el peso de los trabajos que vienen haciendo las distintas legislaturas estatales en las que se debe poner en la balanza la pertinencia de las adecuaciones o reformas a las leyes que rigen el destino de las sociedades, si los diputados actúan favoreciendo los intereses de los empresarios y el lucro brutal y desvergonzado a cambio de recibir dádivas generosas, o proteger el derecho de sus representados, las masas populares que los llevaron a su curul. Es más que ostensible que ese trabajo legislativo será juzgado después, mucho después, por la historia.

Intenté sin éxito, quizá por falta de tiempo rastrear más atrás, si este mismo artículo fue reformado años más atrás, la referencia que encontré fue el decreto 8345 presentado por la XXVI Legislatura, promulgada por Antonio Echevarría Domínguez (padre del actual gobernante) publicada el 4 de agosto de 2001(casi coincide con el de su hijo, el 3 de agosto). En dicho decreto aparece en el artículo 141 el porcentaje de 30 por ciento que fue reformado en esta última ocasión. Quise encontrar —más atrás— si la ley municipal en comento registraba un porcentaje mayor a éste y, con esto, demostrar la tendencia a la privatización de este servicio, pero no pude por el momento encontrar esa referencia que nos hubiera indicado una tendencia a la privatización de los panteones en favor de empresarios conocidos que incluyen en su catálogo de negocios el del descanso eterno, como por ejemplo los famosos “Jardines de San Juan”, que son propiedad del Grupo Álica o la familia Echevarría García (por si alguno no sabe algo tan conocido). En fin, esperemos a ver qué pasa, obvio sin dejar de echar ojo a los movimientos casi mágicos de los diputados, que si de aprobar cosas de ese tipo se trata, son expertos en dar esas macabras sorpresas al pueblo y a los sectores más desprotegidos.

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