Mujeres y Política
Soledad JARQUÍN
EDGAR
MARZO 17, 2014
Caso Cosolapa
En lo dicho, no hay
vuelta de hoja. De las apenas 17 presidentas municipales electas en el pasado
proceso electoral quedan 16 apenas iniciado su periodo de gobierno, porque este
jueves, 29 diputados y diputadas decidieron suspender poderes en San José
Cosolapa, comunidad de la cuenca del Papaloapan.
La separación del cargo
de Alejandra Carmina Álvarez García “obedeció” a una supuesta situación de
violencia grave en el municipio, misma que a decir de quienes se opusieron a
esta decisión no era real ya que el Cabildo estaba despachando con tranquilidad
en el palacio municipal.
Sin embargo, horas
antes, la presidenta municipal, quien ganó la elección por el Partido
Movimiento Ciudadano, junto con otras integrantes de su Cabildo, había
advertido que el ex alcalde priista y actual diputado local Gustavo Díaz
Sánchez, principal promotor de la suspensión provisional de poderes, había
dejado irregularidades millonarias, es decir, desapareció algo así como 60
millones.
Pero la voz de la
alcaldesa suspendida no tuvo mayor eco en el recinto legislativo de San
Raymundo Jalpan, y la aplanadora priista operó para lograr 29 votos,
suficientes para crear lo que ahora sí será, porque así se observa, una grave
situación de violencia, pues tal parece que la ciudadanía de aquel municipio no
se quedará con los brazos cruzados.
Además de la primera
concejala Alejandra Carmina Álvarez García, gobernaban una regidora de
Hacienda, Ana Rodríguez Ortega; una regidora de Limpia, Isidora Villa
Cervantes; Ibette Cristina Flores, regidora de Educación, y Bartolo Pulido,
como síndico. Así como también una secretaria municipal en la persona de
Yoseline Sugey Vargas. Un cabildo compuesto por una mayoría de mujeres lo que
seguramente despertó algunos espíritus machistas y misóginos, además de la
pretensión de ocultar posibles hechos de corrupción.
Sin duda, el Cabildo
desaparecido se trataba de uno de esos extraños, donde los partidos colocan
mujeres en una mayoría, porque creen que no van a ganar, pero ¡Oh, sorpresa!
Ellas ganaron y le ganaron al PRI que gobernaba en la persona de un actual
diputado quien, reitero, cometió un posible desvío de recursos.
Ni duda cabe, el ex
alcalde priista parece ser el fondo de todo y no la inexistente violencia en
aquel municipio, y el hoy diputado más vivo que ningún otro de sus
compañeros diputados y diputadas priistas hizo bien la tarea. Le resultó
difícil hacer “acuerdos” con las mujeres para que como autoridad desecharan sus
posibles desvíos y en venganza promovió lo que hoy es a todas luces un acto más
de violación a los derechos de las ciudadanas y ciudadanos de Cosolapa.
Con este tipo de
hechos, el PRI no solo demuestra que difícilmente está dispuesto a ser un
partido diferente o un nuevo PRI, como planteaban apenas hace cosa de un año y
que está dispuesto a solapar posibles irregularidades de Gustavo Díaz, quien
por cierto en el nombre lleva la penitencia y es tan cuche como trompudo.
Ya lo decíamos antes,
las mujeres políticas se enfrentan a hechos reales de violencia por parte de
sus partidos políticos, las instituciones electorales y los propios gobiernos,
como es el caso del Congreso local, antes, durante y cuando ya son gobierno,
los hechos son contundentes.
Esta semana en que se
discutieron de una y otra forma, en diversos foros a lo largo y ancho del país
y del mundo entero, los posibles avances de los derechos humanos de las
mujeres, en el Congreso local no tuvieron ningún eco los planteamientos de las
mujeres del mundo a propósito del Día Internacional de la Mujer, por el
contrario ha trascendido la forma en que las priistas se negaron a impulsar una
especie de parlamento o congreso de mujeres.
En estos días, en
todos los foros de análisis se planteó, entre otras muchas cosas, que las
mujeres tendríamos que ser aliadas, hacer pactos, como proponen las feministas,
en la consecución de objetivos comunes para el avance de las mujeres, y
de nueva cuenta han sido las diputadas priistas las menos dispuestas a
responder a esta acción de sororidad, de reconocimiento con las otras mujeres y
por el contrario terminan mimetizándose con sus compañeros varones, responden a
sus intereses partidistas y no a los anhelos del pueblo.
De 42 integrantes del
Congreso local, 16 son mujeres, sólo cinco votaron en contra de la decisión de
suspender provisionalmente poderes en San José Cosolapa: las perredistas
Juanita Cruz Cruz, Itaisa Cruz y Zoila José Juan, y las panista Alejandra
García Morlan y Natividad Díaz Jiménez (que curiosamente votó a favor y en
contra), hubo otros cuatro votos de varones en contra uno del PAN, otro de PMC,
el PT y el PUP.
El PRI, señalan las
crónicas parlamentarias, se valió del voto de sus 17 diputadas, siete de ellas
mujeres: Martha Alicia Escamilla, Rosalía Palma, Emilia García, María Luisa
Matus, Lilia Mendoza, Edith Yolanda López y María del Carmen Ricardez, así como
una fracción de los democráticos perredistas y otra buena parte de los
conservadores panistas, así como de los señores del Verde, ese que se denomina
Social Demócrata y del Panal. Nada de qué asustarse ¿verdad? Partidos
engañabobos.
Con la suspensión de
poderes en Cosolapa se solapa a un diputado priista, se quita un lugar a las
mujeres en los gobiernos municipales y de nueva cuenta Oaxaca es noticia en el
ámbito nacional e internacional por la presunta violación a los derechos
ciudadanos de las mujeres, todo esto cuando apenas se había subsanado, al menos
en una sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación el
caso de San Bartolo Coyotepec.
@jarquinedgar
Caso Cosolapa
En lo dicho, no hay
vuelta de hoja. De las apenas 17 presidentas municipales electas en el pasado
proceso electoral quedan 16 apenas iniciado su periodo de gobierno, porque este
jueves, 29 diputados y diputadas decidieron suspender poderes en San José
Cosolapa, comunidad de la cuenca del Papaloapan.
La separación del cargo
de Alejandra Carmina Álvarez García “obedeció” a una supuesta situación de
violencia grave en el municipio, misma que a decir de quienes se opusieron a
esta decisión no era real ya que el Cabildo estaba despachando con tranquilidad
en el palacio municipal.
Sin embargo, horas
antes, la presidenta municipal, quien ganó la elección por el Partido
Movimiento Ciudadano, junto con otras integrantes de su Cabildo, había
advertido que el ex alcalde priista y actual diputado local Gustavo Díaz
Sánchez, principal promotor de la suspensión provisional de poderes, había
dejado irregularidades millonarias, es decir, desapareció algo así como 60
millones.
Pero la voz de la
alcaldesa suspendida no tuvo mayor eco en el recinto legislativo de San
Raymundo Jalpan, y la aplanadora priista operó para lograr 29 votos,
suficientes para crear lo que ahora sí será, porque así se observa, una grave
situación de violencia, pues tal parece que la ciudadanía de aquel municipio no
se quedará con los brazos cruzados.
Además de la primera
concejala Alejandra Carmina Álvarez García, gobernaban una regidora de
Hacienda, Ana Rodríguez Ortega; una regidora de Limpia, Isidora Villa
Cervantes; Ibette Cristina Flores, regidora de Educación, y Bartolo Pulido,
como síndico. Así como también una secretaria municipal en la persona de
Yoseline Sugey Vargas. Un cabildo compuesto por una mayoría de mujeres lo que
seguramente despertó algunos espíritus machistas y misóginos, además de la
pretensión de ocultar posibles hechos de corrupción.
Sin duda, el Cabildo
desaparecido se trataba de uno de esos extraños, donde los partidos colocan
mujeres en una mayoría, porque creen que no van a ganar, pero ¡Oh, sorpresa!
Ellas ganaron y le ganaron al PRI que gobernaba en la persona de un actual
diputado quien, reitero, cometió un posible desvío de recursos.
Ni duda cabe, el ex
alcalde priista parece ser el fondo de todo y no la inexistente violencia en
aquel municipio, y el hoy diputado más vivo que ningún otro de sus
compañeros diputados y diputadas priistas hizo bien la tarea. Le resultó
difícil hacer “acuerdos” con las mujeres para que como autoridad desecharan sus
posibles desvíos y en venganza promovió lo que hoy es a todas luces un acto más
de violación a los derechos de las ciudadanas y ciudadanos de Cosolapa.
Con este tipo de
hechos, el PRI no solo demuestra que difícilmente está dispuesto a ser un
partido diferente o un nuevo PRI, como planteaban apenas hace cosa de un año y
que está dispuesto a solapar posibles irregularidades de Gustavo Díaz, quien
por cierto en el nombre lleva la penitencia y es tan cuche como trompudo.
Ya lo decíamos antes,
las mujeres políticas se enfrentan a hechos reales de violencia por parte de
sus partidos políticos, las instituciones electorales y los propios gobiernos,
como es el caso del Congreso local, antes, durante y cuando ya son gobierno,
los hechos son contundentes.
Esta semana en que se
discutieron de una y otra forma, en diversos foros a lo largo y ancho del país
y del mundo entero, los posibles avances de los derechos humanos de las
mujeres, en el Congreso local no tuvieron ningún eco los planteamientos de las
mujeres del mundo a propósito del Día Internacional de la Mujer, por el
contrario ha trascendido la forma en que las priistas se negaron a impulsar una
especie de parlamento o congreso de mujeres.
En estos días, en
todos los foros de análisis se planteó, entre otras muchas cosas, que las
mujeres tendríamos que ser aliadas, hacer pactos, como proponen las feministas,
en la consecución de objetivos comunes para el avance de las mujeres, y
de nueva cuenta han sido las diputadas priistas las menos dispuestas a
responder a esta acción de sororidad, de reconocimiento con las otras mujeres y
por el contrario terminan mimetizándose con sus compañeros varones, responden a
sus intereses partidistas y no a los anhelos del pueblo.
De 42 integrantes del
Congreso local, 16 son mujeres, sólo cinco votaron en contra de la decisión de
suspender provisionalmente poderes en San José Cosolapa: las perredistas
Juanita Cruz Cruz, Itaisa Cruz y Zoila José Juan, y las panista Alejandra
García Morlan y Natividad Díaz Jiménez (que curiosamente votó a favor y en
contra), hubo otros cuatro votos de varones en contra uno del PAN, otro de PMC,
el PT y el PUP.
El PRI, señalan las
crónicas parlamentarias, se valió del voto de sus 17 diputadas, siete de ellas
mujeres: Martha Alicia Escamilla, Rosalía Palma, Emilia García, María Luisa
Matus, Lilia Mendoza, Edith Yolanda López y María del Carmen Ricardez, así como
una fracción de los democráticos perredistas y otra buena parte de los
conservadores panistas, así como de los señores del Verde, ese que se denomina
Social Demócrata y del Panal. Nada de qué asustarse ¿verdad? Partidos
engañabobos.
Con la suspensión de
poderes en Cosolapa se solapa a un diputado priista, se quita un lugar a las
mujeres en los gobiernos municipales y de nueva cuenta Oaxaca es noticia en el
ámbito nacional e internacional por la presunta violación a los derechos
ciudadanos de las mujeres, todo esto cuando apenas se había subsanado, al menos
en una sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación el
caso de San Bartolo Coyotepec.
Una
pena de verdad. Esta vez no fue el Ejecutivo sino el Legislativo el encargado
de poner la estocada a las mujeres. Al final dirán: I'ts just business.
@jarquinedgar
Mujeres y Política
Soledad JARQUÍN EDGAR
DICIEMBRE 16,, 2013
Omisión Asesina
Omisión Asesina
Reza un popular refrán: del plato a la boca se cae la
sopa. Los refranes y dichos no son sino una especie de filosofía del pueblo.
Una forma alegórica de decir lo que otras personas han aprendido en la vida.
Aunque ese tipo de lecciones que se transmiten de generación en generación no
sean siempre tomadas en cuenta, tal vez porque como se dice: “nadie experimenta
en cabeza ajena”.
El 4 de enero de 2012, la titular del Instituto de la
Mujer Oaxaqueña, Anabel López Sánchez, anunciaba en la prensa local, con
entusiasmo, que ese año sería el Año de la No Violencia contra las Mujeres,
idea que había expresado poco antes el propio Gabino Cué. Era una respuesta a
una multitudinaria expresión de mujeres que se mostraron “totalmente
indignadas” por la violencia contra las mujeres, en especial la violencia
feminicida, en un acto desarrollado en noviembre de 2011, ahí en el corazón de
la ciudad de Oaxaca.
Entonces quedó establecido: 2012, Año de la No Violencia
contra las Mujeres. Sonaron las fanfarreas, los bombos y los platillos; se
mandó a imprimir la papelería respectiva con la leyenda…pero nada más. No hubo
campaña real alguna para detener la violencia contra las mujeres.
En 2013, el año que termina, se inauguró un Centro de
Justicia para las Mujeres, que a decir de las usuarias y especialistas es en un
kiosco de información y para cerrar el año, hubo otra magna ocurrencia, el 10
de septiembre se firmó el Acuerdo Estatal para Garantizar el Derecho de las
Mujeres, las Niñas y las Adolescentes a una Vida Libre de Violencia y de nueva
cuenta volvieron las fanfarreas, los bombos y los platillos. En paralelo hubo
reformas legislativas a modo y sin el fondo.
El resultado es claro, bien claro, los actos mediáticos
sin fondo, sin sustento real, no resuelven el tamaño de la violencia contra las
mujeres. Las cifras son descomunales 242 mujeres asesinadas en los tres
primeros años del gobierno que encabeza Gabino Cué, hablan del tamaño de la
desgracia.
Para las organizaciones sociales, la tragedia de la
violencia ha sido un permanente tocar la puerta sin que nadie les abra, hablar
sin que nadie escuche. Hay en la prensa local a lo largo del año 2013 una
docena protestas, marchas o expresiones artísticas de mujeres que han sido
emblemáticas y que no encuentran a nadie detrás de la puerta, lo que ven es un
enorme vacío de autoridad. “Acuerdos” que terminan en contratos alegres y
felices.
Un ejemplo de ese vacío que favorece la impunidad es la
reciente desaparición de Belén Ortiz Ramírez, de 19 años de edad, perteneciente
a la etnia Triqui. Belén es hermana de Virginia y Daniela, quienes desde 2007
están desaparecidas.
La tragedia de esta familia es descomunal y toda ella
pesa sobre los hombros de Antonia Ramírez, su madre; sus hermanas, un hijo
pequeño de tres años que no entiende qué sucede pero que llora porque extraña a
Belén y el resto de una familia y una comunidad que ha sido agraviada una y
otra vez.
Hoy Antonia está desesperada, se siente enferma y dice
que prefiere morir porque la suya no es vida. Quienes la conocemos desde hace
varios años hemos visto como se sostiene, quiere pelear, pero este último golpe
parece derrumbarla. ¿Quién puede, frente a la desaparición de tres hijas, hacer
como si nada pasara o parecer fuerte? ¿Cómo podría Antonia sobrellevar la
incertidumbre, angustia, zozobra, desasosiego, tristeza, llanto y dolor que
imaginamos profundo provocado por no saber nada de sus tres hijas,
desaparecidas con una distancia de poco más de seis años pero casualmente en la
misma zona?
No ha sido fácil. Este drama se ha desarrollado en medio
de un conflicto político-social y algo que es evidente y real, la incapacidad y
complacencia de las autoridades frente a los hechos delictivos, hechos donde
las mujeres se han convertido en “botín de guerra”, sitio para deshonrar al
enemigo, objeto para vengar…
En 2006, una niña es violada tumultuariamente. Los
sujetos son identificados por la víctima. Nadie los detiene. La niña es juzgada
en la comunidad porque se “exhibió” su caso y sus captores y victimarios no
fueron castigados.
En 2007, la familia Ortiz Ramírez, armándose de valor
dieron la cara para denunciar la desaparición de Virginia y Daniela, entonces
de 20 y 14 años de edad, respectivamente. Como en el caso anterior, un testigo
declaró haber visto quiénes se llevaban a las dos jóvenes, tampoco nadie fue
molestado. Eran los tiempos del gobierno de Ulises Ruiz y el entonces
procurador Evencio Nicolás Martínez Ramírez, sólo observó los hechos. Nada hizo
para detener a los responsables. Incluso sostuvo que el problema solo podría
ser resuelto con la intervención del ejército. Una burda imitación a lo que
para entonces hacía Felipe Calderón en todo el país.
Los señalados fueron, como quedó asentado en el oficio de
investigación 295 de la PGJE, Miguel Ángel Velasco Álvarez, Francisco Herrera
Merino, Timoteo Alejandro Martínez, José Ramírez Flores. Casualmente, algunos
de ellos también habían sido señalados por la niña de 13 años que en 2006
había sido violada.
Timoteo Alejando Ramírez, fue asesinado en Yosoyuxi, el
20 de mayo 2010 y sus funerales fueron como los de un héroe. En el gobierno de
Gabino Cué, siendo procurador Manuel de Jesús López, se detuvo a Miguel Ángel
Velasco Álvarez, el 20 de diciembre de 2011, y a Francisco Herrera Martínez, el
9 de enero de 2012. Ambos están en prisión por el delito de secuestro, aunque
la familia Ortiz Ramírez nunca recibió petición alguna de dinero por el rescate
de las dos jóvenes. Por eso la familia sostiene que es desaparición forzada.
Desde la detención de los señalados han pasado casi dos años y hasta hoy las
autoridades no han podido obtener ninguna declaración sobre el paradero de
Virginia y Daniela.
La cuarta persona señalada es José Ramírez Flores, quien
reside en la zona triqui sin que nadie perturbe su tranquilidad, incluso tal
vez ni el remordimiento, porque su patriarcal estructura le dice que las
mujeres son cosas de las que él, como hombre puede disponer.
En medio de esa tragedia pasaron otros hechos terribles.
En 2008, dos jóvenes locutoras Triquis de la radio La Voz que Rompe el Silencio
fueron asesinadas en la misma zona, sólo que ahora Felícitas Martínez y Teresa
Bautista, pertenecían a un grupo distinto al de las hermanas Ortiz Ramírez.
Como en los dos casos anteriores, sobre este artero crimen en el que se
utilizaron “cuernos de chivo”, no hay responsables detenidos y este caso fue
turnado a las autoridades federales.
Incluso, cuando asistimos a Copala para hablar con las
familias de las locutoras victimadas pudimos conocer a uno de los supuestos
victimarios de Daniela y Virginia, quien era miembro de los hombres del mando
en aquel “municipio autónomo”.
Los agravios contra mujeres son muchos más. Emelia y
Adriana Ortiz primas de Virginia, Daniela y Belén, han documentado y denunciado
los hechos de violencia (asesinatos, secuestros, emboscadas, desplazamientos,
violaciones y despojo) que contra las mujeres se cometen en la zona triqui,
pero tampoco ellas encuentran respuestas, nadie escucha y nadie abre la puerta.
En cambio si han sido víctimas de amenzas.
Hace más de seis meses pidieron audiencia al gobernador
Gabino Cué para solicitarle información sobre los avances en las
investigaciones sobre el caso de Virginia y Daniela que están desaparecidas
desde el 5 de julio de 2007, pero no han tenido respuesta alguna. Incluso en
días pasados, cuando se dio a conocer ante la prensa la desaparición de Belén, un
alto funcionario les llamó a su celular, ellas reiteraron la solicitud de
audiencia con el mandatario oaxaqueño, el funcionario no les ha devuelto la
llamada, se trata nada más ni nada menos que de Arturo Peimbert, titular de la
Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca.
Esta omisión, asesina omisión los funcionarios, incluida
la del actual gobernador Gabino Cué que no se da por enterado de nada, favorece
claramente la impunidad, tanto que provocó que una tercera hermana Ortiz
Ramírez esté desaparecida desde el pasado 29 de noviembre.
No hay duda, las omisiones de Ulises Ruiz como las de
Gabino Cué tienen hoy consecuencias graves…por eso hemos sostenido desde hace
mucho que algo debimos hacer muy mal las y los oaxaqueños para merecer a ambos
gobernantes. Lo que nos queda claro que son tan malos el pinto por los colores
de la coalición como el colorado priista.
¿Quién los llamará a cuentas? ¿Por qué estas mujeres
triquis no tienen justicia? ¿Se confirmará con ellas la teoría feminista de la
discriminación por ser mujeres, pobres e indígenas?
Ojalá Belén, Virginia y Daniela regresen pronto a su casa
de El Rastrojo, Juxtlahuaca, donde hoy las espera su madre Antonia Ramírez,
quién no puede comprender por qué le han cerrado las puertas y por qué su voz
no se escucha ni en Oaxaca ni en otros ámbitos del país, un país donde la
maraña de hechos hace invisible la violencia contra las mujeres.
Frente a esa realidad lacerante para las triquis,
pregunto: ¿podrán dormir bien Gabino Cué y el gabinetazo?
@jarquinedgar
Mujeres y Política
Soledad JARQUÍN EDGAR
AGOSTO 21, 2013
Intenciones que no Bastan
Intenciones que no Bastan
El constante asesinato de mujeres en Oaxaca
despertó en sólo unos cuantos días toda clase de “movimientos” para la foto y,
quienes tienen que responder a la ciudadanía sobre el fenómeno del feminicidio,
han sido llevados a la pasarela mediática, con la orden expresa de parecer
preocupados y ocupados en la atención de esta problemática, al grado tal de
señalar que hay avances, que se hace lo propio y necesario y que no habrá necesidad
de evocar la tan temida alerta de género.
Las reuniones de trabajo convocadas por la
Comisión Permanente de Derechos Humanos del Congreso del Estado fueron
duramente criticadas por organismos de la sociedad civil, al considerar que “se
ocuparon” del grave problema demasiado tarde, considerando que dejarán de ser
diputados en cosa de tres meses.
Pero ellos siguieron adelante con su
propuesta, me refiero a los diputados Flavio Sosa, Pavel López y la diputada
Marlene Aldeco Reyes Retana, un trio legislativo que no se inmutó, tal vez
porque había un dejo real de preocupación o porque ya no les quedaba otra cosa
que hacer, a pesar de recibir una serie de duros palos en el camino de unos
cuantos días.
Así que mientras estos diputados y la
diputada se mueven en este pantanoso terreno lo que debe tener serias
dificultades físicas, los otros dos integrantes de la comisión no se dieron por
enterados y por tanto no se aparecieron para la foto, se trata de Maximino
Vargas y Daniel Cuevas Chávez, quienes sin duda estarían abocados a otros
asuntos “realmente importantes”, sobre todo ahora que tienen un muy incierto
futuro.
El trío legislativo siguió adelante aún a
costa del desaire. La intención era clara, reunirse con quienes ellos pensaban
tienen alguna responsabilidad y buscaban respuestas para la sociedad organizada
o que de manera individual han mostrado cierto interés en el fenómeno. Así que
programaron cuatro reuniones: una con el IMO, otra con Derechos Humanos, con la
Subprocuraduría para Atender Delitos contra la Mujer por Razón de Género y
finalmente con las activista.
La titular de esta última dependencia, Ileana
Hernández Gómez, no llegó a la cita, argumentó atender otros asuntos. Tal vez
no llegó porque tenía otras instrucciones de su jefe inmediato, quien ya había
“acordado” con las y los diputados que le hicieron la visita y otra cosa que
seguramente el trío desconoce es que esta subprocuraduría no atiende
(inexplicablemente) el más grave de los delitos que se comete contra las
mujeres: los asesinatos, a pesar del largo nombre que recibe la institución y
que nos haría pensar lo contrario.
Sin duda el desaire de la subprocuradora
Hernández Gómez no fue bien recibido por los diputados que lamentaron la
decisión tomada de último minuto por la funcionaria lo que les dejó con un palo
más.
En la cuarta reunión recibirían el tercer
palo. Primero porque sólo llegaron unas cinco representantes de las
organizaciones sociales, activista y/o feministas a la reunión con el trío
legislativo y segundo por la respuesta que recibieron cuando solicitaron
“ayuda” para realizar un diagnóstico sobre el problema del feminicidio. La
respuesta de las mujeres fue unánime y en el sentido de que la información
sobre el fenómeno del feminicidio era pública, que había toda clase de
documentos sobre el tema y que por lo menos tendrían que sistematizarla.
Cierto, a lo largo de este año, las
organizaciones civiles de mujeres, pro mujeres y feministas, así como
familiares y amigos de las víctimas, han hecho por lo menos 10 marchas y
plantones para demandar justicia por las víctimas, la última fue precisamente
el domingo pasado. Incluso se conformó un Pacto por la Vida de las Mujeres y
las Niñas de Oaxaca, hubo reunión, foto, algunos acuerdos sustanciales. Y a lo
largo de los tres últimos años, las y los diputados también han recibido
información sobre el tema desde distintas vías. Es decir, se han vertido toda
clase de datos y hasta un informe ciudadano.
Por otro lado, las familias de las víctimas
han denunciado la falta de respuesta de la Procuraduría General de Justicia del
Estado y, por otra parte, la actuación de algunos jueces y juezas del intocable
Tribunal Superior de Justicia, que han actuado en menoscabo de los derechos de
las víctimas, lo que incluye a sus familias. Ni modo, los asesores del trío
legislativo tendrán que trabajar, como lo ordenó Flavio Sosa y esta semana
presentarán sus resultados, ¿qué pasará después? ¿para qué servirá?
Sin duda cada quien es libre de hacer lo que
más le convenga o le parezca. Pero si el problema es grave, considerando el
elevado número de mujeres asesinadas, que ya suman 222 en menos de tres años
del gobierno de Gabino Cué, lo realizado esta semana por las y los integrantes
del Congreso simple y sencillamente lo que reveló fue un caos legislativo y
como bien se dijo una total falta de coordinación entre las instancias del
ejecutivo.
Eso podría ser lo más trascendente. Ese es el
verdadero diagnóstico.
Es hasta cierto punto “normal” que no formal,
que exista caos y división en el legislativo, propio de los intereses de los
partidos políticos y que revelan que más que servir al pueblo que los elige,
responden a sus intereses políticos, al revanchismo y siguen el juego de los
cangrejos en la cubeta destapada para bajar a jalones al que sube. Lo que en el
ejecutivo también se refleja, derivado de la mezcla azul-amarillo-rojo que
conformó el gabinetazo y donde cada quien quiere llevar agua a su molino.
Habría alguna explicación, no siempre convincente,
sobre el actuar del legislador, pero se supone que en el Ejecutivo todos y
todas pertenecen al mismo equipo y que deberían caminar en el mismo sentido.
Pero, ¡oh sorpresa! para desgracia de la ciudadanía y en específico para las
mujeres, el gabinetazo se pasa horas y días, que suman casi tres años
ejerciendo la filosofía de Juan Pirulero.
Así el fenómeno de la violencia feminicida y
el feminicidio los ha descobijado, los muestra desarticulados, con una total
falta de coordinación institucional, a costa claro está de la vida de las
mujeres y las niñas. Lo que es claro es que no hay dinero para prevenir la
violencia, ni mediante campañas visuales y mediáticas y todo cuanto sea posible
y necesario, y menos aún a través de capacitación en atención de la violencia
contra las mujeres, a través de servidoras y servidores públicos profesionales
para atender esta desigualdad.
Y, todavía peor, es la negligente actitud del
funcionariato, de no cumplir ni siquiera con lo que indica la Ley estatal de
Acceso de las Mujeres a una vida Libre de Violencia de Género, que entre otras
cosas les ordena un trabajo coordinado a través de un Consejo Estatal para la
Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia de Género Contra
las Mujeres y nadie sabe nadie supo donde está, ni en dónde quedó (si es que
hubo) el Programa que esta ley los mandata a realizar y a poner en práctica
para salvaguardar la libertad y la vida de las mujeres.
Dispersos, con recursos públicos
pulverizados, con ideas y ocurrencias como el hecho de llamar a una especie de
“cruzada” y/o campaña, para combatir el fenómeno de la violencia contra las
mujeres, los resultados son los que vemos y son lamentables. Pasaron los 15
días de plazo dados para ello por Gabino Cué, luego vinieron en ese breve
lapso, desde el 19 de julio para concretar, cinco asesinatos más, la
indignación ciudadana y la respuesta mediática: conferencias de prensa,
accesibilidad a entrevistas en todos los medios, boletines, aclaraciones, nada
inconfesable mientras se reproduzcan las declaraciones y no omitamos la
realidad.
Pero no es todo. Dicen que la tercera es la
vencida. La primera era la Coordinación para el Desarrollo de la Mujer, luego
vino el IMO y ahora proponen la Secretaría de la Mujer Oaxaqueña, ésta idea
concentraría todos los recursos públicos en una sola entidad y descartaría la
“beneficencia pública” o “políticas asistencialistas. Bueno de buenas
intenciones está lleno el mundo, como decía mi abuelita Lucha. Y reitero, por
qué hacerse tantas bolas. Bastaría con que cada quien haga su trabajo, sin
negligencias ni burocratismos, bastaría –antes que nada- con reconocer los
derechos de las mujeres y las niñas.
En fin, lo que queda claro, transparente, es
que política práctica no hay para evitar y eliminar la violencia feminicida y
el feminicidio.
@jarquinedgar
Mujeres y Política
Soledad JARQUÍN EDGAR
JULIO 22, 2013
Ciudadanía... y Elecciones
En
el proceso electoral que todavía no acaba, Dulce Alejandra García Morlan
promovió un juicio ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial del Estado de
Oaxaca para la Protección de sus Derechos Político-Electorales del Ciudadano
contra el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (IEEPCO). De
esta forma, García Morlan, quien milita en Acción Nacional desde que era muy
joven, actual regidora en el cabildo de la ciudad de Oaxaca y candidata
plurinominal al Congreso local, defiende sus derechos claramente establecidos
en la Constitución Mexicana, en la local y en instrumentos internacionales de
los que el Estado Mexicano forma parte.
La
impugnación es por el acuerdo CG-IEEPCO-81/2013 emitido por la autoridad
electoral en el que asegura no observó el principio de equidad, paridad y
alternancia de género pues aplica un procedimiento sin considerar hacer
efectivos los principios en relación con la lista de candidatos registrados por
el PAN, su partido, y la asignación final que haga vigente y efectiva la acción
afirmativa de género como se establece en la Constitución mexicana y la del
Estado de Oaxaca y su obligación de respetar e interpretar los derechos
fundamentales que se formulan en los tratados internacionales.
Una
explicación seria y responsable de los derechos en todos estos ámbitos la lleva
a plantear su inconformidad presentada este 18 de julio, asegurando que el
IEEPCO se aleja del cumplimiento con la regla de la alternancia de género al
validar la lista de candidatos de representación proporcional a dos candidatos
propietarios del género masculino en forma consecutiva en las personas de
Sergio Bello Guerra y Perfecto Rubio Heredia, lo que deja fuera, claramente, a
las mujeres y en específico a ella.
En
el amplio documento donde expone las razones de su impugnación, García Morlan
cita las leyes que protegen sus derechos políticos, mediante la acción
afirmativa que busca que más mujeres tengan la posibilidad de gobernar, aún
cuando ella estaba colocada en el número cuatro de la lista de candidatos de
representación proporcional y al ser electa por mayoría relativa la candidata
que estaba en el número dos, la autoridad debería privilegiar su candidatura y
colocarla en segundo lugar para que el PAN llegue al Congreso con una
representación paritaria: un hombre-una mujer.
De
lo contrario, la autoridad electoral, plantea García Morlan, contravendría la regla
de la alternancia, transgrediendo el Artículo 1º de la Constitución Mexicana
haciendo nugatorio el principio de equidad de género y alternancia en la
integración definitiva de la lista de asignación de diputados por el principio
de representación proporcional al Congreso local.
Sin
duda, lo expuesto en su impugnación por Alejandra García Morlan moverá hacia la
incomodidad a quienes aún piensan que está equivocada, que no hay razón
suficiente en su petición. También “molestará” a las autoridades y a miembros
del PAN, incluido el candidato Perfecto Rubio Heredia y su suplente, nada más
ni nada menos que el ex director del Instituto Estatal de Educación Pública de
Oaxaca, Bernardo Vásquez Colmenares Guzmán.
García
Morlan muestra con esta impugnación los huecos, rendijas y hendiduras por las
cuales todavía hay quienes pretenden y buscan obstaculizar la participación
política de las mujeres, una lucha que todavía no se concreta en México a 60
años de que fueran reconocidos los derechos políticos de las mujeres, y que ha
derivado en lo que ella expone en su impugnación: búsqueda permanente y por
todos los medios de equidad y paridad de género. Materia que muestra cómo las y
los legisladores, que pronto se irán, nos deben a las mujeres, en general, a la
sociedad y por tanto a la tan llevada y traída democracia, pues en lugar de
legislar correctamente emiten actos de simulación o de plano no hacen nada.
Todo
a pesar de lo que establecen, como ya se ha dicho la propia Constitución
Mexicana, la local y pasando, incluso, por encima de la Convención para la
Eliminación de la Discriminación Contra la Mujer que establece con claridad en
su artículo 7 la obligación de los Estados parte (como México) de tomar medidas
apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer en la vida política
y pública del país, garantizando sus derechos políticos y el reconocimiento de
la igualdad de facto; además claro está de jurisprudencia que al respecto ya se
ha emitido y que de alguna forma clarifican en lo legal el por qué de su impugnación.
Por
otro lado, García Morlan ha despertado en poco días la solidaridad de grupos de
mujeres independientes, académicas y feministas, incluso de otros partidos por
la defensa de sus derechos políticos, ya que como afirma la doctora Alma Rosa
Sánchez Olvera, “la ciudadanía de las mujeres se construye en movimiento, en la
práctica social, en la concreción de derechos, en la deconstrucción de
identidades patriarcales que propicien en las mujeres asumirse como sujetas de
derechos…”
El
dedo en el renglón
La
violencia se ha desatado y ratifica su existir en las mujeres, contra
quienes ejercen la tarea de informar o defensores de derechos humanos. Del otro
lado, un mundo ciego y sordo no atina a dar respuestas positivas, claras,
precisas y en cambio la sociedad recibe engaños, promesas, palabras que el
viento se lleva. El arte de mentir a través de eso que llaman comunicación
social o escenarios de papel como la creación de más burocracia cuando lo que
reclama la sociedad oaxaqueña es justicia y cero tolerancia a la impunidad,
pero no en discursos que de tanto repetirse se han vuelto viejos ante una
sociedad que de a poco y a pesar de la pobreza lacerante, la televisión y hasta
de la educación deficiente que imparte el gobierno y el magisterio, aprende paso
a paso a no creer solo en las palabras…
El
asesinato de Alberto Bello López, reportero de Policiaca de El Imparcial es una
afrenta para la sociedad que duele en el ánimo de quienes informamos, deja un
sitio imposible de llenar para su familia y será una ausencia lacerante en la
vida de sus hijos. Por ello la exigencia de justicia para Alberto “El Chamaco”
y con ello para toda la sociedad. Lo hemos dicho, una y otra vez, la violencia
no tiene justificación alguna y reclamamos que las autoridades cumplan con su
obligación, esa que hace rato dejaron de lado para dar paso a la simulación.
Este
asesinato, como el de las tres mujeres en Nundaco, Tlaxiaco, son un reflejo de
que en Oaxaca hay dos grupos sociales: uno que reside en el paraíso
gubernamental, con su tlatoani Gabino Cué, rodeado del séquito del gabinetazo,
con sus guardias, camionetas blindadas y dinero en abundancia. El otro, donde
está el resto de la sociedad desprotegida, alejada de la mano del tlatoani,
envuelta en la impunidad y el olvido, no es gratuito que Oaxaca ocupe los
primeros lugares históricamente (y se les llena la boca) en pobreza, educación,
salud, seguridad…
Por
eso insisto, van 217 mujeres asesinadas en Oaxaca desde hace 31 meses, desde
que gobierna Gabino Cué. Y no decimos feminicidios para que en el gobierno no
se confundan y pretendan confundir a la sociedad como hacen algunos
funcionarios y funcionarias enfrascados en esa discusión, como pasó está semana
con el subprocurador regional de “Justicia” en la Mixteca, Víctor Alonso Altamirano,
en esa estúpida pretensión de tapar el sol con un dedo, cuando lo que se desea
es justicia y no impunidad. Por eso digo, repito, ¿dormirán bien Gabino Cué y
los tres López: Anabel López de IMO, el procurador Manuel de Jesús López,
y el secretario de Seguridad Pública, Marco Tulio López?
@jarquinedgar
Mujeres y política
Soledad JARQUÍN EDGAR
JULIO 15, 2013
Crimen Perfecto Contra Mujeres
Lenin o
Leninguer Raymundo Carballido Morales es todo un caso y revela la fragilidad
convencional y corrupta de las instituciones oaxaqueñas e incluso municipales y
federales, denota cómo opera la impunidad, la falta de interés de servidores
públicos de todos los niveles para que la justicia sea una realidad. ¿Justicia?
De eso nada.
Diría
sin pretensión alguna que lo sucedido con este primer concejal electo de San
Agustín Amatengo, que ha puesto a Oaxaca en la picota de las noticias, nos da
la razón a quienes hemos dicho, una y otra vez, que digan lo que digan la
violencia contra las mujeres es el gran pendiente de este y de todos los
gobiernos.
Es ni
duda la cereza del pastel que se coloca a la mitad del Año de la no Violencia
contra las Mujeres, como osadamente declaró el gobernante en turno, Gabino Cué
Monteagudo a este 2013, otro ejemplo de que este problema no se resuelve sólo
con pretensiones mediáticas ni promesas.
En los
últimos siete días vivimos una verdadera novela negra, que la costumbre muy
mexicana convierte en chiste, en broma, aún cuando en el fondo se esconda un
crimen terrible e indignante para las mujeres y en general para toda sociedad
que se precie de ser humana como es una violación tumultuaria.
¿Se
imaginan qué hubiera pasado, si la parte incómoda que delató a Lenin Carballido
se hubiera guardado el secreto de éste que parecía sería el crimen perfecto?
Bueno ya lo saben. Habría sido sin ningún problema ni tapujos el presidente
municipal de la comunidad que inocentemente creyó en Lenin Carballido, como
todos los demás hemos creído en la inocencia de quienes desean ser electos.
Pero no
toda la historia estaba oculta. Al menos sí se sabía de que alguna vez fue 1) porro
universitario, lo demás se olvidó: 2) violador que 3) fraguó la trama de una
enfermedad crónica como la diabetes, 4) que fingió su muerte, 5) que de acuerdo
a la costumbre lo velaron, 6) que resucitó en algún momento, que apenas se
arregló el pelo y se incorporó con 7) documentación oficial de nueva cuenta al
mundo de los vivos y 8) se volvió empresario constructor, de tan buen calado
que fue merecedor de un o varios 9) contratos millonarios por parte del
gobierno estatal y como eso no le fue suficiente para re-vivir quiso ser 10)
candidato y lo fue, quiso ser presidente municipal y lo eligieron…¿qué más hay
detrás de este personaje?
Diez
escenarios de un crimen que gracias a que alguien habló no fue perfecto pero
que estaba a punto de serlo. 1) Ser porro universitario es algo que no impide
ser candidato, hemos tenido varios, el mismo Fredy Gil Pineda presidente
municipal electo es un ejemplo, pero ha habido otros que se lavaron la cara y
volvieron “de traje” para parecer decentes y fueron diputados o funcionarios.
2)
Lenin Carballido, quien fue candidato por la coalición Unidos por Oaxaca que
conforman PAN-PRD-PT, fue acusado de participar en una violación tumultuaria en
2004, en la capital oaxaqueña. Pero como la violación es parte del imaginario
del patriarcado no importa esclarecer estos delitos, se ha naturalizado y por
si fuera poco las víctimas son señaladas como las culpables. De ahí que, Lenin
Carballido ideara, con toda tranquilidad, burlar a la autoridad. Pero reitero
no es el único, ahí tenemos el caso de la niña triqui de 13 años que sufrió en
2006 el mismo doloroso episodio, señaló a sus victimarios y ninguno fue
detenido ni ha sido detenido ¿a quién le importa? Las victimas en el fondo, en
el imaginario colectivo sin que se diga, son tributos para los hombres. Podemos
repasar desde Elena de Troya hasta las 14 mujeres de Castaños, Coahuila,
violadas por 20 elementos de ejército mexicano, la trata de mujeres para el
comercio sexual, las desaparecidas…insisto ¿a quién le importan?
3) Qué
podemos pensar de quién para evadir la “acción de la justicia” trama su muerte,
primero las autoridades saben quién fue el médico que le diagnosticó la
enfermedad que malévolamente lo llevó a la tumba y 4) quién fue el otro médico
que extendió el certificado de defunción del hoy nuevamente prófugo. Qué
autoridad se prestó para tener un cadáver y darle sepultura o qué las
autoridades de Xoxocotlán no se dieron cuenta de que estaban enterrando un
féretro vacío en 2010.
Un
punto 5) que me parece deleznable es cómo le hizo este personaje funesto para
involucrar a toda su familia en estos lamentables hechos. Cómo convenció a toda
la familia para que le hicieran los rituales fúnebres y con ello los llevó a
cometer otro delito: encubrimiento. Tal vez seguros de que Lenin como
Jesucristo resucitaría al tercer día, esta vez el humano cobijado por el manto
del poder ¿de quién? Buena pregunta que Lenin Carballido podrá contestar cuando
finalmente se dé cuenta que tiene dotes para la invención y se ponga a escribir
su novela negra y claro cuando aparezca.
7) Este
hecho nos pone de relieve cómo sí existe corrupción en el Registro Civil, donde
con algo que dinero y “buenos amigos” se pueden expedir primero actas de
defunción y segundo actas de re-nacimiento, con registros extemporáneos. Vienen
más preguntas cómo un sujeto que ha sido reportado ante el Instituto Federal
Electoral cómo muerto ¿puede obtener de nueva cuenta una credencial de elector?
¿Aparecer como si nada en el Padrón y la Lista Electoral? Eso lo tendrá que
responder el IFE.
8)
Luego ya lo saben se volvió empresario constructor, indignante porque está
visto que en Oaxaca solo es cosa de talento para ser lo que usted desee desde
médico hasta ingeniero y desde constructor hasta abogado (también en las
versiones femeninas), de todos modos aunque venda motocicletas será acreedor de
obras. Por eso a los colegiados constructores les concedemos la razón cuando
estos organismos se quejan amargamente de cómo se las gastan en el gobierno del
cambio para otorgar las obras, 9) como la que le concedieron a Dijical
Construcciones S.A. de C.V. cuyo representante es el hoy nuevamente prófugo de
la justicia Lenin Carballido a quien el gobierno del cambio le concedió una
obra por 12 millones 121 mil 978 pesos.
Y para
cerrar su actuación de 10, Lenin Carballido se olvidó de su pasado negro y lo
que quiso volver azul-amarillo-rojo al solicitar su registro como candidato,
claro que entre unos seis mil aspirantes le resultaba imposible a estos
partidos observar a cada uno, señaló en una entrevista que le hicimos a Rey
Morales, presidente del PRD ¿será posible? Bueno, añade que hasta les pidieron
cartas de antecedentes no penales, que de ser cierto y si Lenin la presentó,
estamos frente a otro ilícito de documentación apócrifa a su ya apócrifa vida.
¿o un acto más de corrupción?
Lo que
si tiene Lenin Carballido es que es muy agradecido y lo demuestra en su
Facebook, que ya quitaron de las redes, donde agradecía al presidente del PAN,
Juan Mendoza Reyes, y al senador de la República Benjamín Robles por su apoyo
para obtener el triunfo del pasado domingo en San Agustín Amatenco. Ahora
resulta que todos actuaron de buena fe.
En fin,
el caso Lenin Carballido más allá de todo, insisto, ha mostrado en carne y
hueso el sistema político y de corrupción que impera, pero sobre todo y ante
todo lo que queda clarísimo es que la procuración de justicia para las mujeres
víctimas de violencia machista importa un bledo, que la investigación no
existe, porque tampoco nadie ha detenido a los otros cómplices de Lenin
Carballido en el atroz acto de violación tumultuaria, una constante en Oaxaca
la única entidad donde es posible que un delincuente llegue a presidente
municipal, diputado y quién sabe si no hasta gobernador.
Y
frente a esta realidad y las 214 mujeres asesinadas en el periodo que comprende
esta administración pública ¿dormirán bien Gabino Cué Monteagudo, gobernador de
Oaxaca y los López: Anabel López de IMO, el procurador Manuel de Jesús
López, y el secretario de Seguridad Pública, Marco Tulio López?
@jarquinedgar
Mujeres y política
Soledad JARQUÍN EDGAR
JULIO 2, 2013
Sexismo y Misoginia en Campaña
A sólo unos días de concluir las
campañas políticas en busca de la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez y
otras 152 alcaldías de las 570 que tiene esta entidad (el enredo numérico), el
tono sube y el lenguaje sexista surge de los pantanos de la misoginia. Increíble.
Ese escenario no siempre viene de los candidatos (todos hombres) sino digamos
de sus paleros y la prueba más fehaciente se puede encontrar en el twitter y de
los candidatos provienen las mismas promesas de siempre en busca del voto de
las mujeres.
En las últimas dos semanas,
considerando la cantidad de votantes mujeres y la posibilidad de que ellas
“inclinen el voto a favor de uno u otro”, las alabanzas a las mujeres no
faltaron en los discursos de quienes aspiran a gobernar la capital oaxaqueña,
hubo comidas y mítines con militantes que fueron llevadas y traídas como parte
de la mercancía electoral, la recta final es el escenario para las soluciones
mágicas sin perspectiva de género y si “mujeristas”.
La secretaria general del PRI, Ivonne
Ortega, por ejemplo, dijo que el candidato Javier Villacaña, “es el candidato
de las mujeres”. La ex mandataria de Yucatán, la entidad más progresista en
materia de avances para las mujeres después de la revolución mexicana, donde no
sólo se le concedió el voto a las mujeres y fueron electas las primeras
diputadas locales, además se realizaron los dos primeros congresos feministas
en 1916 y se entendió que el avance de las mujeres tenía sus bases en la
educación y en su independencia económica a través del trabajo remunerado.
Pero en Oaxaca, para Ortega las
mujeres son votos para su correligionario, pues es evidente que carece de la
visión progresista que entonces planteaban gobernadores como Salvador Alvarado
y Felipe Carrillo Puerto.
Poco antes Villacaña emulando al hoy
presidente de México, Enrique Peña Nieto, firmó ante notario público
compromisos con las mujeres, que dice cumplirá si llega a la presidencia
municipal y señala que incluirá a más mujeres en su administración, es decir,
debemos suponer que habla de las dirección municipales donde serán 60 por
ciento para las mujeres, eso es incluir a las mujeres.
Otro compromiso apuntó es reforzar el
Instituto Municipal de las Mujeres eso quiere decir que habrá presupuesto,
mucho dinero y más especialistas atendiendo y acompañando a las mujeres, lo que
sin duda irá de la mano con los programas para prevenir y atender la violencia
de género -está claro no se compromete a erradicar el problema, le suena
utópico-. Otro compromiso es crear una clínica para las mujeres que nadie sabe
si se lo permitan porque con eso de que le pisan los cayos a los empresarios de
la salud, luego se echan para atrás, como lo hizo el gobierno del cambio quien
dijo no al hospital de la mujer.
Bueno eso requiere de mucho, pero
mucho dinero, buenos programas de gobierno, servidores públicos sensibles y
capacitados en materia de género o lo que es mas o menos lo mismo que reeducar
a las y los funcionarios que tendría el gobierno de Villacaña, porque no se
trata sólo de buena voluntad sino de hacer bien las cosas, para que después no
se trate de elefantes blancos o paredes que nadie puede pasar.
En el fondo, si estas promesas de
campaña se cumplieran lo que habría es una ciudadanía con derechos, en
específico las mujeres, ciudadanas con bases sólidas, más educadas y con
ingresos propios, como planteaban los gobernadores progresistas de Yucatán hace
casi un siglo.
No se trata de programas para madres
solteras que no tienen fin ni fondo como el que realiza el gobierno de Gabino
Cué ni tampoco seguros de muerte como el que practica el gobierno federal de
Peña Nieto. Se trata de reconocer a las mujeres por ser mujeres y no porque son
madres, porque entonces valemos ídem. Un sexto compromiso tiene relación con lo
antes expuestos, la asociación indisoluble en la mente social, y propone apoyos
para menores en tratamiento de cáncer a través del DIF…en fin.
En ese acto, que pasó hace varias
semanas, a Villacaña le salió el príncipe rescatador que todos llevan dentro
para salvar a las indefensas mujeres (mujercitas, como piensan) cuando expresó
que “El hombre que trata a la mujer como princesa, sin duda, fue educado por
una reina”, ¡qué tal! O sea, Villacaña como en los cuentos de hadas nos promete
un principado y por tanto el palacio municipal será un palacio real, atrapadas
en el cuento de siempre.
Pero si de cantar rancheras se trata,
el abanderado de la Coalición Unidos por el Desarrollo de Oaxaca, Francisco
Reyes, no canta nada mal, el exabrupto por contar con el nada despreciable voto
de las mujeres es el motor que mueve a estos candidatos a decir cosas como que
(su gobierno) “nunca sin ustedes”, como dijo en un acto realizado también hace
varios días, en el que estuvo Luis Felipe Bravo Mena, ex dirigente nacional del
PAN, uno de los tres partidos que conforman la coalición; los otros son el PT y
el hermano menor del prian: el PRD, como dijo Dante Delgado cuando apuntó que
el partido del sol azteca había pasado de ser el hermano mayor de los partidos
progresistas a ser el hermanito del prian.
En ese mismo acto, Paco Reyes denominó
como su madre política a la diputada con licencia e integrante de la panilla de
la coalición Compromiso por Oaxaca, Clarivel Rivera. La expresión no cabe duda
tiene su piso el pensamiento profundo que hace que todas las mujeres seamos
vistas como madres, ahora con sus variantes: madres políticas o madres
económicas, porque les resulta indisoluble el binomio mujer-madre.
Mujeres-madres como destino y por tanto imposible no ver en una mujer a una
madre, una maternidad sin fondo real considerando los altos, muy altos índices
de violencia contra las mujeres, el feminicidio y la nulidad de prestaciones o
programas sociales por eso tan venerado como es la maternidad.
Como en el caso de su hoy acérrimo
rival político, Javier Villacaña, Paco Reyes citó una enseñanza de su madre
cuando dijo: “Hay de este hombre, si lo que va a prometer, no lo cumple, porque
si no lo cumple, va a deshonrar a su abuelo ya su padre”. Lenguaje patriarcal,
sin duda, a pesar de que asume que la enseñanza es de una mujer, pero volvemos
al punto inicial el valor del hombre deshonrado no es el mismo que de su madre
y su abuela deshonradas.
Las propuestas de Paco Reyes por la
ciudad fueron “inteligentemente” vinculadas a través de las mujeres, por
ejemplo, que el tema del transporte es una de las “aristas de mayor relevancia,
porque las oaxaqueñas que tienen hijos que estudian…merecen mejor servicio y de
ser posible a menor costo”. ¿Y las mujeres que no tienen hijos? ¿Y las mujeres
en sí, por ellas mismas no merecen un buen servicio de transporte público?
No es que los otros cuatro candidatos
no desperdicien el potencial de votos que representan las mujeres, por supuesto
que sí, y como los dos candidatos anteriores también literalmente les bajan el
cielo y las estrellas, pero me interesaron los candidatos de las coaliciones a
quienes poco les falta para subirse al ring y darte de zoquetes, como decía mi
querida abuela Lucha. Su actitud no ayuda en nada para llegar a eso que tanto
pregonan y que desde 2006 no se ha conseguido: la conciliación real y profunda
de la ciudadanía divida entre tirios y troyanos que se disputan el poder.
Utilizando a sus paleros se
desacreditan con twitazos, si la palabra existiera, mediante un lenguaje
sexista que raya en la misoginia. Tal es el caso del tuitero @angelCS89 y otros
cuyas palabras no voy a repetir pero que alguien debería detener, en específico
Javier Villacaña, porque este individuo presume que es su colaborar en la
campaña o al menos así lo hace ver.
Independientemente de quien gane, el
resultado será el mismo para las mujeres. Las promesas harán agua como los
muchos ríos de promesas que han corrido en los últimos días. Bueno hubiera sido
que dejarán el lenguaje sexista, el menosprecio utilizando palabras en femenino
para atacar al contrincante, como bueno hubiera sido que dejaran de ver a las
mujeres como minusválidas a quienes hay que darles despensas o zapatos, como
hicieron Villacaña y Reyes, pues frente a la necesidad financiera grosera y
profunda que es inocultable en Oaxaca ciudad, pervierten el sentido del voto
libre y secreto y mutilan la posibilidad del ejercicio de la ciudadanía de
elegir al que consideran mejor de todos, porque ya existe un condicionamiento,
un beneficio económico que les imposibilita razonar el voto ante la nobleza de
el agradecimiento que impera entre las personas.
Ya no hay vuelta de regreso. En unos
días más habrá elecciones y veremos quien gana: la ciudadanía que razona su
voto o la necesidad de la gente con la que juegan los aspirantes y sus brillantes
asesores.
ATENTADO CONTRA CANDIDATA
La violencia contra las mujeres no
tiene fondo. Este sábado, la candidata por el distrito XIV, Teposcolula, en la
mixteca oaxaqueña, Rosalía Palma López resultó con una herida de bala en la
cabeza tras un atentado en el que lamentablemente perdió la vida su esposo
Efraín Cruz Bruno, así como su sobrina Talía Cruz Ibáñez.
Sin duda se trata de un acto
reprochable que nos habla de lo poco que se ha avanzado y que confirma mucho de
lo que hemos planteado. De lo intolerable que resulta todavía que las mujeres
ocupen espacios públicos, es reflejo del machismo, la misoginia y avisos del
poder patriarcal para quienes pisan “indebidamente” sus terrenos,
independientemente de lo que resulte de las investigaciones –si es que las
hay-. Ratifico este dicho a pesar de lo que la rumorología pregona, tratando de
desviar o descalificar a las victimas de esta violencia extrema.
Ojalá que en el caso de la candidata
Palma no se repita la impunidad que ha prevalecido en estos atentados contra
mujeres, porque entonces tendremos una cuenta negra más que se sumará a la
larga lista de delitos contra mujeres que pisan el espacio público, asignado
culturalmente a los hombres.
Aquí en breve un recuento de esos
atentados del Oaxaca primitivo, en 2004 fue asesinada la perredista Guadalupe
Ávila Salinas, quien era candidata a la presidencia municipal de San José
Estancia Grande, Jamiltepec, por el entonces presidente municipal priista de
esa localidad Cándido Palacios Loyola, quien hasta ahora casi nueve años
después no ha pagado por su crimen.
Ese mismo año fue baleado el domicilio
de la candidata a la presidencia municipal de Santa Ana Zegache, Estela
Martínez Jiménez, también del PRD, quien sale ilesa. La historia se repite en
2009 cuando la representante del “gobierno legítimo” de Andrés Manuel López
Obrador, en Pinotepa Nacional, Beatriz López Leyva, es asesinada mientras
descansaba en su casa. Años antes, en 1992, la priista Gloria Altamirano se
salvó milagrosamente tras recibir varios impactos de bala tan sólo dos días
antes de las elecciones para presidentes municipales.
Así las cosas en Oaxaca. Lo vean por
donde lo vean esto es resultado de la falta de políticas de igualdad reales y
concretas ¿dormirá bien Gabino Cué y su gabinetazo frente a estos lamentables
hechos que ya costó la vida de otra mujer?
@jarquinedgar
Mujeres y política
Soledad JARQUÍN EDGAR
JUNIO 17, 2013
IEEPCO, la Somnolencia
Dice
una consigna que sin las mujeres no hay democracia y tiene razón. Si en
relación con las candidaturas para diputados y diputadas locales, los partidos
“apenas” cumplieron con la cuota de género que establece la ley electoral
local, en relación con las planillas de concejales en busca de los gobiernos de
153 municipios que elegirán autoridad este 7 de julio, los partidos políticos y
las coaliciones hicieron lo que tenían que hacer: desobligarse, lo que
demuestra que en este país eso de “alcanzar la paridad” es aun un camino largo,
a veces estrecho, complejo, sinuoso, muy tortuoso, lleno de obstáculos, que al
final de cuentas se traduce en una sola cosa, la exclusión de las mujeres en
materia política.
Los
hechos son claros y contundentes, estamos como al principio a pesar de que en
elecciones municipales las mujeres tenemos votando la escasa suma de 65 años,
recordemos que el voto municipal para las mujeres es una realidad desde 1948.
En 2013, año también emblemático si consideramos que ya están listos los
“festejos” por los 60 años del voto universal. Pero los números, fríos e
inflexibles no mienten: de 600 planillas que presentaron ante el Instituto
Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO), las dos
coaliciones y los cuatro partidos políticos para competir, decía antes, en 153
municipios, sólo 52 están encabezadas por una mujer, representan el 8.6 por
ciento de las primeras concejalías en competencia. Nada, si consideramos sus
muy escasas posibilidades de poco más de las mitad de esas aspirantes. Es
decir, la meta propuesta de duplicar el número de presidentas municipales en
comparación con la cifra obtenida en los comicios anteriores, se esfuma y es
una prueba más de que eso que llaman “políticas públicas” es un fracaso y una
reveladora muestra de la ineficacia de algunas funcionarias que no pueden con
el paquete pero siguen aferradas al hueso gubernamental, faltas de vergüenzas,
engañadas a sí mismas y, peor aún, actuando como los otros para que nada
cambie.
¿Sabe
usted cuánto dinero se ha invertido en la afanosa tarea de impulsar la paridad?
¿Cuánto deberían gastar los partidos políticos en esa concienciación? Y claro,
tendríamos que preguntarnos cuánto nos cuestan esos partidos políticos llenos
de jerarcas, sumos pontífices de la luz del entendimiento a la que como en los
siglos pasados parece que todavía no llegamos las mujeres? ¿Tendremos que
valorar cuánto nos cuesta a la ciudadanía el pago de organismos como el IEEPCO,
de sus consejeros y su toda su burocracia que ante la acción ilegal y
deshonesta de los partidos políticos, se queda como si nada pasara?
Sin
duda, cuando una ve las estadísticas que el propio IEEPCO ha publicado en su
página de internet y que he revisado por horas y horas, la única conclusión que
tengo es que la democracia es demasiado cara para las mujeres y peor aún
resulta tanta simulación de autoridades que no ven el tamaño de la
discriminación que hoy, en el año del 60 aniversario del voto universal a las
mujeres, se ha perpetrado, sin que nadie, absolutamente nadie diga esta boca es
mía. Hasta ahora sabemos que sólo cinco perredistas han interpuesto su queja
por discriminación.
En
general son de vergüenza las cifras que finalmente “aprobó” el IEEPCO a los
partidos políticos y las dos coaliciones, donde si lo viéramos de manera global
solo el Partido Social Demócrata de Oaxaca (PSDO) rebasó el 40 por ciento de
integrantes de las planillas en comparación con el porcentaje de los hombres.
La mala noticia es que ese partido con registro estatal está en menos de 60
municipios y la peor parte es escasa posibilidad de que ganen las siete mujeres
que propone en primera concejalías, que habría que decir apenas representan el
12 por ciento del total de planillas.
Compromiso
por Oaxaca, que conforman el viejo-nuevo PRI y su rémora verde (PVEM) tiene
registro en 153 municipios, 39 por ciento de sus planillas está compuesta por
mujeres. Pero ojo solo el 6.5 por ciento de esas planillas están encabezadas
por mujeres. Curioso, pero lo mismo sucede en la otra coalición (Unidos por el
Desarrollo de Oaxaca), donde es el mismo porcentaje de aspirantes mujeres en la
primera concejalía, lo grave es que disminuye el número de integrantes de las
planillas y sólo el 31.4 por ciento son mujeres.
En
cambio, el Partido Movimiento Ciudadano, que está echándose un volado, ha
puesto al 37.5 por ciento de mujeres en las planillas de 96 municipios donde
compite y otra vez se repite el porcentaje de mujeres en la primera concejalía
con 6.2.
La
cuenta descendente sigue en cuanto a la cantidad de mujeres en las planillas
tanto para el Partido Unidad Popular como para Partido Nueva Alianza, el
primero con 29 por ciento y el segundo con 27.5 por ciento de mujeres en sus
listas. Mientras el PUP propone un 16 por ciento de candidatas a presidencias
municipales, el PANAL se queda como los otros en el 6.8 por ciento. Claro, como
en el caso del PSDO estas candidatas lograran algo por milagro, pero los
milagros existen, dicen quienes tienen fe, porque mi abuela Lucha me decía otra
cosa.
Luego
escuché en la semana que un funcionario aplaudía con entusiasmo la conformación
de estas 600 planillas para la competencia electoral en los municipios y por
ahí a alguien se le ocurrió que aunque las mujeres no iban como número uno en
las planillas “si iban en el número dos, o sea habrá muchas síndicas”, se dijo.
Pero qué creen, tampoco son tantas, lo que señaló ese entusiasta estaba basado
en pura especulación, porque las dos coaliciones y los cuatro partidos
políticos apenas suman 120 mujeres en esa posición, cifra que contrastada con
los hombres es del 25 por ciento y de estas, si ganaran todas se quedaría una
cuarta parte.
Esa
es la realidad, las mujeres como lo reflejan los números, han sido excluidas
nuevamente del proceso electoral en un acto franco de discriminación a sus
derechos políticos, eso sí, no hay partido político ni candidato que
desperdicie la oportunidad para prometer lo que nunca cumplen: una vida libre
de violencia de género, becas a las madres solteras, programas para prevenir el
cáncer de mama o cérvico uterino, reducción de la muerte materna, cursos de
capacitación para el trabajo, erradicación de la pobreza y hasta seguros en
caso de muerte de las mujeres…todo esto envuelto en papelito de celofán y moño,
y por supuesto las infalibles mandiles, cubetas, camisetas, despensas…
Yo
acuso
Lo
personal es político. Hace dos semanas hablamos aquí sobre los malos hábitos
del titular de Comunicación Social, Miguel Ángel Muñoz de tratar mal a los
trabajadores de la prensa; la semana pasada escribí, porque tenemos los
documentos en la mano, del litigio que enfrentó el titular de la Defensoría de
los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, Arturo Peimbert, y de cómo se le
exhibió por discriminar a su propio hijo. Pues bien, esta semana hackearon el
blog caracolasfem, lo eliminaron de las redes sociales, ni modo abriremos otro,
sólo quería decir como se las gastan algunos de estos funcionarios balines.
@jarquinedgar
Mujeres y política
De Padres a Padres
Soledad JARQUÍN EDGAR
JUNIO 11, 2013
A propósito del próximo día del padre…
Manuel González Flores presidente de México entre 1880 y
1884, militar conservador y compadre de Porfirio Díaz, literalmente le hizo la
vida de cuadritos a su primera esposa, la oaxaqueña Laura Fernández de Arteaga
Mantecón. Ella, una mujer educada que llegaría a estudiar medicina homeopática
en la ciudad de Nueva York, escribió –como se dice, de puño y letra- su demanda
de divorcio, argumentando adultero, malos tratos (que ahora se conocen como
violencia psicológica, física, sexual y/o económica), por supuesto, para Laura
Fernández de Arteaga Mantecón no hubo juez ni autoridad que se atreviera a
emitir una sentencia a su favor.
Eran las últimas décadas del convulsionado siglo XIX,
donde se sentaban las bases de un México que avanzaba con reformas hacia el
“futuro” y donde, como pasó con las mujeres en la revolución francesa, las
mexicanas y sus demandas eran simplemente desoídas o ignoradas, menos aún si se
trataba de divorciarse de un presidente y pedir pensión para los hijos
procreados dentro del matrimonio, como debía ser.
Hoy, más de 130 años después los escenarios no son
iguales, pero esas historias del poder hegemónico patriarcal se repiten. El
caso del ex presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, “don”
Genaro Góngora Pimentel, calificado como “progresista” es una de las mayores
vergüenzas que podemos contar, pero no es la única, lamentablemente.
Ana María Orozco, quien recuperó su libertad la noche de
este viernes, es la madre de dos hijos que tuvo con el ex ministro Góngora, y
fue acusada del delito de fraude genérico, luego de que ella habría cometido el
delito de poner una casa (una casita) a su nombre y no al de los niños Góngora
Orozco. Casa (casita) que compró con dos millones de pesos que le dio el ex
ministro.
Así como Góngora Pimentel no se tentó el corazón, como
decía mi querida abuela Lucha, para utilizar el peso de sus influencias y dejar
sin madre a sus hijos enfermos durante largos meses, hay miles y miles de casos
atravesando los juzgados de este país donde las madres peregrinan en busca de
pensiones alimenticias para sus hijos. El de Ana María Orozco ya tuvo buen fin,
está libre, a Góngora por lo pronto se le cayó la doble o triple moral, sin
duda el reyecito del patriarcado, aunque suene a pleonasmo.
Cuando una mujer abandona un hijo, por las razones que
sean y que pueden ser tan parecidas a la insoportable violencia familiar, la
pobreza o porque ha decido otra cosa para su vida, es común que las notas
amarillistas de los medios la llamen “¡Hiena!”, pero como me decía una amiga
feminista, nadie pregunta por el padre, que finalmente es el primero en
abandonar a la criatura. Y ese tipo de calificaciones pasan porque esa mujer
simple y sencillamente no responde al “dictado de su naturaleza”, como si la
maternidad fuera instintiva, hoy sabemos que hasta en los animales se aprende.
Muestra del desequilibrio para juzgar a mujeres y hombres, es el hecho de que
hoy no tenemos una palabra equivalente a ¡HIENA! (con signos de admiración y
todo) para nombrar a los hombres que abandonan a sus hijos e hijas, tal vez
porque les llaman ex ministros, héroes de la patria o presidentes de un país.
Y me lo preguntaba, porque estaba pensando en cómo
nombrar a Enrique Peña Nieto, padre de un menor de 10 años, a quien no sólo
dejó de ver hace 17 meses y por ello el niño lo extraña, como reclamaba su
madre Maritza Díaz en un video presentado en YouTube el pasado lunes, sino que
además, el hoy presidente de México, como Manuel González, no da ni un peso
para los alimentos de su hijo menor de edad. ¿Doble moral o cinismo?
Tal parece que el caso Orozco versus Góngora da fuerza a
muchas mujeres que ahora empezarán a exigir el cumplimiento de las obligaciones
de los padres de sus hijos e hijas y seguramente habrá más casos de reconocidos
personajes de todos los ámbitos del quehacer humano. Lo mejor sería que la ley
se aplicara y bien en materia de responsabilidades del padre y dejara de haber
tanta simulación y tantos dobles discursos.
Oaxaca no está exenta de estos simuladores, el hoy
presidente de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca
(DDHPO), Arturo Peimbert Calvo, es uno de estos modelos clásicos del
patriarcado, sólo que en versión moderna. En 2002, pasó por un proceso civil
que lo exhibió de pies a cabeza, cuando su primera esposa solicitó el divorcio.
Peimbert Calvo se casó en diciembre de 2012, por segunda vez, en la ceremonia
como sucede en las películas, nadie pregunto si había algún impedimento para
celebrar el enlace matrimonial. Ese pedazo se lo saltaron, tanto el
comunicador-empresario-sacerdote Padre Uvi como el mismo arzobispo José Luis
Chávez Botello, quienes oficiaron la misa en el templo de Jalatlaco. Bueno,
pienso que alguien debió advertirle a la feliz novia sobre el pasado bochornoso
del defensor de los derechos humanos del pueblo oaxaqueño.
La que fuera su primera esposa solicitó la separación
conyugal, además de la pérdida de la patria potestad de su hijo y pensión
alimenticia, las causas fueron violencia familiar en sus modalidades de
psicológica, verbal, física y económica (en específico por no hacerse cargo de
su hijo) y adulterio comprobado. En la pericial psicológica, que está contenida
en su expediente, se acredita que Arturo Peimbert Calvo tiene una personalidad
conflictiva, trastornos neuróticos y de tendencias psicóticas: autoritario,
manipulador, tendiente a la agresividad, pudiendo agredir física, emocional y
verbalmente, falta de control de sus impulsos y hostilidad dirigida hacia el
exterior…Las testigos que declararon en contra de Peimbert, ambas actualmente
son funcionarias del Gabinetazo, aseveraron que maltrataba a su hijo con
denostaciones públicas como “chamaco latoso”, “marica”, “putito”, “tarado”,
“pareces vieja”…
Y este señor que insultaba a su propio hijo de esa
manera, es el que tanto se defendió –desde la misma iglesia a través del Padre
Uvi- para que ocupara la titularidad de la Defensoría de los Derechos Humanos
del Pueblo de Oaxaca. Para ello, solo hizo falta quitarlo del “piano-sofá” y
ponerle un traje para que cambiara su imagen, incluso todavía se cuestiona el
origen de su título universitario investigación que nos debe el hoy rector de
la UABJO.
Lo cierto es que su conducta revela a un hombre macho
capaz de denostar a su propio hijo utilizando un lenguaje sexista y por tanto
discriminatorio. ¿Lo habrán mandado a una terapia para regenerarse y se
regeneró tanto que hoy puede estar al frente de la DDHPO? Quienes atestiguaron
en contra de Peimbert Calvo en 2002, también lo califican de “violento, agresivo
e irresponsable”, un misógino pues.
En aquel entonces, la jueza Bertha Ruiz López dictó la
sentencia: declarando el divorcio, además de perder la patria potestad y
condenándolo al pago de la pensión. La jueza por supuesto basa su sentencia por
violencia reitera y señala que cobra vigencia la aplicación de la Convención
interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra
la mujer, también conocida como Convención Belém Do Pará, misma que ha
sido signada por el Estado mexicano, señaló la jueza.
Por supuesto, el entonces casi desocupado joven Peimbert
apela la sentencia ante la Sala Superior de Justicia del Estado, pero ésta solo
la confirma en diciembre de 2003, con la ponencia de la magistrada María
Eugenia Villanueva Abraján.
Por cierto, llama la atención lo que señalaron al
respecto el magistrado presidente de la Sala Familiar, Octavio Zárate Mijangos,
y el juez Josué Luciano Amador Hernández, quienes disienten en cuanto al
razonamiento de la jueza Bertha Ruiz López que invoca en su sentencia la
Convención Belém Do Pará como norma aplicable al caso de violencia
intrafamiliar responsabilizando al demandado Peimbert Calvo.
Según ellos, esta aplicación violenta el principio de
legalidad y seguridad jurídica invocada por el artículo 14 de la Constitución
mexicana. Ni duda hay, lo que exhiben el magistrado y el juez es una enorme
ignorancia y su desprecio a la Convención por las razones que usted imagine y
lo peor para las oaxaqueñas es que Zárate Mijangos sigue ahí, presidiendo la
sala familiar del Tribunal Superior de justicia.
Con esta resolución Peimberg Calvo nuevamente promueve un
amparo ante la justicia federal que es resuelta en mayo de 2004 por el Tribunal
Colegiado de Circuito y de nueva cuenta se confirma la resolución de la jueza
Ruiz López que otorga el divorcio, la pérdida de la patria potestad y determina
la procedencia de la pensión alimenticia.
En suma, lo que vemos es que Manuel González, como héroe,
sus restos descansan en la Rotonda de los Hombres Ilustres; Enrique Peña Nieto
en medio de tanta felicidad que ahora posee se olvidó de pasar una pensión y de
ver a su hijo, aún cuando residen en el mismo lugar, a pesar de todo es hoy el
presidente de México y Arturo Peimbert Calvo, a pesar de su conducta machista,
misógina, patriarcal y bastante androcéntrica es hoy el titular de la
Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca.
Su elección no fue sino resultado de otra simulación,
donde quienes intervinieron se reflejan en el “ombudsman” de Oaxaca: diputados
locales con una cola enorme que les pisen, el poder patriarcal del doblemente
“padre” (padre de familia y padre de la iglesia católica) Wilfrido Mayrén y por
supuesto del muy convencido gobernador de Oaxaca. Eso explica ampliamente por
qué estamos como estamos en materia de Derechos Humanos. Es como pretender que
un burro toque la flauta.
PARA NO DEJAR PASAR…
Y ya que hablamos de misoginia, ¡qué tal! con los
perredistas que no se midieron y de nueva cuenta excluyeron a las mujeres en
las planillas para concejales que integraron junto con el PAN y el PT. De nueva
cuenta la discriminación se notó. En los otros partidos llama la atención tanta
disciplina partidista de las mujeres, porque a diferencia de algunas
perredistas –no todas- ellas no dijeron nada. Simplemente aceptaron ser
excluidas. No cabe duda, hay mucho por hacer en materia de los derechos
políticos de las mujeres a casi 60 años del voto.
Ayer, convocados por organizaciones no gubernamentales
muchas personas demandaron justicia en el caso Dafne Denis asesinada hace ya
dos meses y cuyo presunto asesino es la hora que no rinde su declaración, pues
bien sólo hay que decirlo, en este 2013 un total de 31 mujeres han sido
asesinadas en cinco meses, lo que equivale a más de seis mujeres por mes y la
suma acumulada durante el actual gobierno estatal ya alcanzó la indignante
cantidad de 204.
Mujeres y política
¿De quién fue la culpa?
Soledad JARQUÍN EDGAR
Sin duda hay problemas serios para
quien propone, quien dispone y quien termina por realizar las cosas. Son como
tres automóviles cada uno en su carril. Eso es lo que le pasa al ejecutivo, al
legislativo y no está fuera de esta circunstancia el judicial.
En agosto de 2011, Gabino Cué
Monteagudo presentó ante el Congreso local la iniciativa para tipificar como
delito el feminicidio, iniciativa que contemplaba otros dos tipos penales: la
violencia obstétrica y la violencia familiar, pero estas dos últimas no pasaron.
En el caso de la violencia obstétrica hubo un excesivo temor a trastocar los
“saberes” de la ciencia médica y las lamentables, comunes y cotidianas malas
prácticas de ese potente gremio.
Un día antes de que se cumpliera
un año de que entró la iniciativa gabinista, elaborado por cierto por algunas de
las organizaciones de la sociedad civil que trabajan los derechos humanos de las
mujeres con asesoría de abogadas del Distrito Federal, el pasado 8 de agosto,
finalmente se aprobó la tipificación del feminicidio como delito, es decir, el
asesinato de mujeres por razones de género, con sólo 34 de 42 votos. Ya lo
dijimos se opusieron algunos diputados del PRI, principalmente.
Recién en una conversación con el
diputado Luis de Guadalupe Martínez Ramírez, de Acción Nacional, nos relataba
que lo que se ha llamado en la prensa como un veto del gobernador Gabino Cué
resulta aberrante, primero porque es el ejecutivo quien propone la iniciativa y
no firma el documento final por contener “errores”, precisamente
señala el legislador, se trata del artículo 134 que ahora no le gusta, pero que
él firmó y propuso desde un principio en la iniciativa presentada en
2011.
Por otra parte, el panista
coincide con las voces de las organizaciones no gubernamentales como la abogada
Yéssica Sánchez Maya, quien ha dicho que se trata de una dilación del ejecutivo
y del legislativo para no presupuestar recursos en materia de feminicidio, lo
que al mismo tiempo retrasará otros puntos fundamentales como la creación de
protocolos de investigación por parte de la Procuraduría General de Justicia del
Estado. La iglesia en manos de Lutero, como dicen algunas especialistas que no
ven con buenos ojos que sea el propio Procurador quien elabore los
protocolos.
Hay razón en lo que dice el
legislador, considerando que tuvieron un año para analizar la inicitiativa de
ley y para que el titular de la Dirección Jurídica y de Gobierno se diera por
enterado.
Claro que en ese punto no fue el
único que se dio cuenta a destiempo de la aberración que supuestamente contiene
el artículo 134 o que por lo menos lo señala a destiempo, como sucede con el
propio legislador panista, quien apunta que el 134 “choca con el carácter
humanista del derecho penal”.
Por otro lado, Luis de Guadalupe
Martínez califica que hay desgano de quienes deben accionar los mecanismos y
terminar con esto en el legislativo donde –reitero- nadie tiene interés alguno
de apurarse. La junta de coordinación política, que preside el panista Juan
Mendoza Reyes -quien dicho sea de paso está más ocupado en la contienda interna
de su partido para obtener la presidencia del desvencijado blanquiazul- no tiene
interés real en resolver el entuerto a pesar de la gravedad del
problema.
Sí, porque aún cuando las y los
legisladores no vean el tamaño del problema de la violencia y el feminicidio en
Oaxaca seguirán empujando pifia tras pifia, caminarán con la lentitud propia de
una tortuga y como dice Martínez Ramírez con mucho desgano, o tal vez, pienso,
con desinterés premeditado.
Con estas actitudes, la diputación
y Gabino Cué deberían saber que no se ponen el cuerno entre ellos, sino que
están dando largas a un asunto penoso que en lo que va de la presente
administración llevan 161 asesinatos de mujeres y lo increíble es que el
ejecutivo sigo fanfarroneando con una campaña que empezó en septiembre y no en
enero con el lema del “Año de la no violencia contra las mujeres en Oaxaca”,
donde además en el contenido de la campaña se volaron una idea, hay
plagio.
Nadie tiene ninguna prisa e
insisto en que la vida de las mujeres les importa un bledo. Entrampados en sus
rebatingas políticas del legislativo y ejecutivo, tienen otras dolencias que no
resolverán ni siquiera con una sesión extraordinaria propuesta para el 24 de
septiembre próximo. Dejando además pasar los otros tipos penales: la violencia
obstétrica y la violencia familiar. Como diríamos en Oaxaca “hay a ver para
cuándo”.
Por otra parte, con relación a la
violencia familiar, “atorada” dicen porque no saben qué hacer si considerarla
grave o no, con la experiencia que se vive en la práctica cotidiana del derecho
con la actual legislación de violencia intrafamiliar que si considera grave este
delito, propuesta que votó el legislativo en 2011, por lo que el victimario no
alcanza fianza y que como ya hemos dicho “le están encajando el diente a las
mujeres”.
Sin embargo, dice Luis de Guadalupe Martínez, frente a ello, los jueces empezaron a negar fianzas, los abogados empezaron a solicitar amparos y el criterio de la Corte es que no debe ser grave. ¿Qué está ocurriendo? Bueno que se aplica el criterio de los tratados internacionales que señalan que no debe ser grave y, finalmente, sí están dando fianzas, lo que evidencia los errores de la legislación. Alguien les tiene que enmendar la plana.
Sin embargo, dice Luis de Guadalupe Martínez, frente a ello, los jueces empezaron a negar fianzas, los abogados empezaron a solicitar amparos y el criterio de la Corte es que no debe ser grave. ¿Qué está ocurriendo? Bueno que se aplica el criterio de los tratados internacionales que señalan que no debe ser grave y, finalmente, sí están dando fianzas, lo que evidencia los errores de la legislación. Alguien les tiene que enmendar la plana.
Por eso decimos que el ejecutivo
va por una vía, el legislativo por otra y el judicial por la suya y al garete
toda la población. Vemos otra vez lo que pasaba antes del “gobierno del cambio”,
los actores políticos están jugando a Juan Pirulero, donde cada quien atiende su
juego.
Hay otros temas pendientes en el
legislativo, pero como en los arriba mencionados parece que no hay prisa, como
la ley de fiscalización y la de protección a los derechos político electorales,
por lo pronto mientras todo esto sucede seis magistrados tienen seis meses
cobrando y no tienen sala para trabajar. Todo parece que tendrán que esperar
hasta el 15 de noviembre y el tiempo es el enemigo a vencer frente al proceso
electoral de 2013, en el caso de los mecanismos de protección a los derechos
político-electorales, a ver si alcanzan.
Esto me recuerda mucho el pasado
inmediato. Donde cuando hay tiempo no se hacen las cosas y cuando no hay tiempo
las leyes o modificaciones se aprueban al vapor y ya sabemos que pasa
después.
La disputa que
viene
Dicen quienes saben que hay una
disputa de antología entre las personas que sienten que Enrique Peña Nieto les
habla al oído y ya manejan que serán los elegidos para dirigir las delegaciones
federales, la pregunta es ¿le alcanzarán los puestos para pagar los “buenos”
oficios de los políticos de Oaxaca?
Lo que también ha trascendido es
que el propio presidente electo ya no los quiere en Oaxaca y que sí tienen la
promesa de que les darán su hueso delegacional pero será fuera de Oaxaca.
Siendo así, el consenso de muchos
habitantes de esta sufrida entidad es que por favor los coloque lejos, muy lejos
porque ya se sabe de qué pie cojean. También existe una opinión
generalizada que nadie como los políticos oaxaqueños para pacificar aguas
calientes en entidades como Veracruz (pero al norte para que no queden tan
cerca), Tamaulipas, Chihuahua, Morelia, Nuevo León y, porque no, también
Sinaloa. De verdad, ojalá San Peña Nieto escuche las plegarias de la población
oaxaqueña y los mande muy, pero muy lejos.
@jarquinedgar
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