domingo, 25 de agosto de 2013

La Reforma Petrolera: Gas, Petróleo y Subproductos, por las Nubes

PEPE RIM / Periodismo Nayarita


Tepic, Nay, ago 26.-  Quizá la reforma petrolera sea necesaria por razón de las necesidades y situación en que se encuentra la paraestatal Pemex, Ferrocarriles, IMSS,  ISSSTE e infraestructura en las vías de comunicación; pues los políticos y líderes han saqueado a las instituciones a diestra y siniestra de forma irresponsable y sin ponerse a analizar por un momento un poquito en las necesidades de modernización tecnológica y mantenimiento de las instituciones, lo que las haría más poderosas y solventes económicamente, como pudiera ser el aprovechar el gas del subsuelo, perforaciones profundas para la extracción de petróleo, el aprovechamiento de la energía a eólica y adentrarse más en la utilización de la energía solar, por cierto inagotable e interminable y que por cierto el petróleo no lo es, pues tal vez en 15 o 20 años ya no contemos con éste energético fósil y para lo cual ningún gobierno se preparó, precisamente para el cambio o utilización y aprovechamiento de otro tipo de energías.

Probablemente Don Lázaro Cárdenas del Río, jamás se imaginó las necesidades o urgencias que pudiera tener Pemex, después de su expropiación, pero no porque se le haya olvidado, no, lo que pasó creo yo, que nunca pensó en la posibilidad de las malas administraciones que dejaron de lado y se olvidaron de su responsabilidad de cuidar y la modernización, tecnológica y con respeto a los bienes de la Nación, como lo es Pemex o como lo dicen, que Pemex es de los mexicanos, pero yo no he recibido un solo centavo por parte de Pemex, pero eso sí, incremento tras incremento en el precio del gas y es aquí,  ¿hasta cuándo?  Así es que para mí y creo también que para la gran mayoría ciudadana, aun con todas las necesidades que tenga Pemex, no merece ser vendido; ¿o queremos acabar con las instituciones fuertes y estratégicas del país? ¿Donde está Teléfonos de México, Donde está mexicana?  Y tantas otras; por esta razón  ¡No a la Reforma!

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