miércoles, 11 de marzo de 2015

La democracia truncada



JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / Periodismo Nayarita


"La democracia truncada"

Me disponía a descansar un momento después de la comida. No habían pasado diez minutos de haberme acomodado en mi sillón favorito, cuando tocaron en el cancel de mi casa. Más por cortesía que por ganas atendí el insistente llamado. Lo que yo deseaba era descansar un poco, los ojos se me cerraban. El exceso de trabajo, tensiones y desveladas me estaban cobrando la factura, pero ahí voy a abrir.

A través de las rejas vi el moreno rostro femenino que me saludaba con una tímida sonrisa. De momento pensé que era una vendedora o promotora, como actualmente les dicen. Pronto rechacé esa idea al ver su particular atuendo y una especie de chaqueta con las iniciales del INE.

Supuse de inmediato, ya en el interior de la casa confirmé, que tuve la "fortuna" de salir ganador en la insaculación que realiza el Instituto Nacional Electoral. Dicho de otra manera me viene a informar que fui seleccionado (por sorteo, según) para ser funcionario de casilla en la próximas elecciones para diputados federales.

El asunto es simple. Te plantean la situación de manera rápida y te piden que decidas si le entras o no.  Puedes decir que no quieres participar y no pasa nada. La representante del INE llena un formato en el que anota la causa por la que declinas la invitación, la firmas y listo.
Me explicaba algunas de las razones por las que no se puede ser funcionario de casilla. Entre esas causas está el ser representante o estar afiliado a algún partido político y ser funcionario de confianza de algún nivel de gobierno. La joven visitadora trae muy bien digerido su "rollo", incluso trae memorizada hasta la tonada. Pero la cosa cambió cuando, de manera comedida, le empecé a hacer algunas preguntas.

Empecé por comentarle que hace algunos años me hubiese encantado participar en todo ese relajo de los comicios electorales, refiriéndome a las casillas por supuesto. Le dije que incluso hasta me parecería un gran orgullo ser parte del "proceso democrático", pero que actualmente las instituciones electorales no me inspiran ni confianza ni entusiasmo. Le dije que, a pesar de la supuesta calidad de público, autónomo, transparente y eficiente con la que se define a sí mismo, el INE dista mucho actualmente de gozar de la confianza de la ciudadanía. Las razones son ampliamente conocidas, desde las "caídas del sistema" hasta el insultante sueldo de los funcionarios del instituto, entre muchas otras.

La credibilidad en las instituciones es ya un problema serio. Lo es aún más porque no es algo coyuntural sino que tiene una génesis histórica, paulatina, constante. A golpes de tiempo, hecho tras hecho, se ha diluido el poco crédito que tenían las instituciones públicas. El INE (antes IFE) no escapa a esta generalidad, a esta tendencia. La marcada y creciente animadversión hacia los partidos políticos, por parte de los ciudadanos, lo señala como generador de los vicios recalcitrantes del despilfarro, la deshonestidad en el uso de los recursos y del manejo discrecional de la democracia.

Cuando la visitadora del INE mencionó que se van a renovar 500 (QUINIENTOS) diputados federales, sentí como si me jalaran de los cabellos, pero cuando añadió 200 (DOSCIENTOS) de representación proporcional, vulgarmente conocidos como PLURINOMINALES (lo de vulgar lo digo yo), entonces si me dio un retortijón. Si ya los "paganos" de la "democracia", los contribuyentes, estamos hasta el gorro de mantener zánganos que nosotros mismos elegimos (aunque los impongan los partidos), de aguantar la masoquista sensación de elegir a nuestros verdugos, a los que se juntan en la cámara (camarilla sería más exacto) para aprobar, a veces hasta ellos mismos diseñar, las leyes que nos sacrifican. Si le sumamos que habrá 200 curules que los dueños de los partidos, repartirán a su antojo y conveniencia. Es aquí donde vemos que Beltrones mete a su hija a la lista (tonta no es), vemos como algo inusitado a la madre de Cuauhtémoc Gutiérrez  (yo pensé que no tenía), ex-dirigente del PRI capitalino acusado de dirigir una red de prostitución. Así mismo, como algo "divertido", encontramos a la señora Carmen Salinas que ahora se mete de AVENTURERA de la política bajo los auspicios del PRI.

Así está la democracia mexicana. Una lindura de cosas que tenemos que soportar los que sí trabajamos y que sí pagamos impuestos, porque lo que son estos zánganos ni eso hacen, también se los paga la cámara con recursos del erario. Entonces que sabor de boca puede uno tener ante la proximidad de las campañas (también financiadas con dinero del pueblo). Más gastos inútiles para promover a personajes que muchas de las veces son indeseables. Verdaderos desconocidos o muy conocidos (no por sus virtudes) que nada aportan a la solución de los problemas de las sociedades que anhelan atención y respuesta a sus necesidades. Tiene usted idea de la cantidad de millones que cuesta tener 300 diputados de mayoría, que sólo servirán para moldear e impulsar las pretensiones de la clase pudiente, y 200 plurinominales en los que pasan lista los compadres, familiares, socios, amantes y demás, de los caciques que lideran a la clase política mexicana.

En mi opinión, el INE, los consejos electorales y hasta el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TRIFE) siguen en el tobogán del descrédito. Por todos lados brotan actos de corrupción e impunidad de gente ligada a los partidos, hay Abarcas por todos lados, Cuauhtémoc Gutiérrez(s), Bejaranos, entre muchos otros. En el ámbito local pesan los manejos de los Acosta Naranjos, Camberos, etc. El panorama luce desolador para los hombres y mujeres que aspiran, mediante un calificado currículo, con trabajo social y político honesto, a recibir la oportunidad de competir en una arena neutral, imparcial, legal.

Los partidos políticos de hoy se encuentran secuestrados por grupos de poder que se han adueñado no sólo de las estructuras administrativas y operativas sino de los propios inmuebles. Al menos me ha tocado ver alguna sede municipal de un partido que no quiero decir cuál pero empieza con P y no termina con N, en el que los militantes no pueden acceder a las oficinas del dirigente, porque hay un grupo de individuos reunidos a puerta cerrada bajo el cobijo del aire acondicionado.

En fin, creo que es momento de regresar con mi joven visitadora electoral, quién me comentó que en su trabajo de campo ha detectado mucho resentimiento y rechazo a este tipo de participación. Versión que corrobora mi percepción y mi dicho. Le dije que era muy probable que participara como periodista acreditado en el proceso electoral y eso me impedía aceptar la invitación. Le firmé unos papeles y se despidió a seguir con sus visitas.

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.

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