miércoles, 8 de junio de 2016

IGLESIA vs MATRIMONIO HOMOSEXUAL



IGLESIA vs MATRIMONIO HOMOSEXUAL

Al inicio de este mes, considerado en México y otros países, como “el mes de la diversidad sexual”, Alejandro Solalinde, cura católico y defensor de los Derechos Humanos, se pronunció a favor de que la Iglesia católica debe abrirse al matrimonio homosexual.

Si bien es cierto que el catolicismo y tras confesiones cristianas consideran al matrimonio como un sacramento que une indisolublemente a un hombre y una mujer y que se comprometen a vivir de acuerdo a las prescripciones de la Iglesia misma, en sí la palabra ‘matrimonio’ se conceptualiza como la unión de dos personas mediante determinados ritos o formalidades legales y que es reconocida por la ley como familia.

En este mes, en las principales ciudades y algunos lugares turísticos del país, la comunidad lésbico gay y transexual llevan a cabo marchas por sus avenidas, con la finalidad de alzar la voz para exigir respeto a sus más elementales derechos humanos y a tener una vida sexual plena y sin fobias.

Es por ello que el padre Solalinde, en su visita a la Universidad Autónoma del Estado de México se pronunció a favor de que la Iglesia católica comprenda y respete la diversidad sexual, así como reconocer los derechos de la comunidad LGBTTTI.

Del matrimonio igualitario declaró que “estamos viviendo un tiempo de cambio, ustedes comprendan que vivíamos una Iglesia que no había cambiado, que se había acartonado […] tenemos que respetar su identidad, tenemos que respetar a las personas como son. Los derechos no son privativos de un sector”.

Aseguró que las personas no pueden definir si los otros “son” o “no son”, sino que cada quien decide ser lo que quiere ser, en ese sentido, los derechos van más allá de la identidad sexual pues son para todos. Pero, aceptó, la Iglesia no puede cambiar de la noche a la mañana.

Solalinde Guerra participó en un foro en Jalisco donde compartió la mesa con personas transexuales y con víctimas de violación de sacerdotes.  Parece que en México  las mentes más abiertas, solidarias y críticas se encuentran en algunos curas de la iglesia católica.


IGLESIA HOMOFÓBICA: PADRE SOLALINDE

Tras calificar como homofóbico el papel de la iglesia al oponerse a las bodas igualitarias, Solalinde hizo un llamado “a los católicos y a la misma jerarquía para que asuman el espíritu de Jesús; que ya dejen la Inquisición, que es de otra época. Ya no debe operar en este tiempo. No debemos promover actitudes de crímenes de odio; tenemos que respetar, esa es la palabra clave: respeto a la diversidad sexual”.

Solalinde es coordinador de la Pastoral de Movilidad Humana Pacífico Sur del Episcopado Mexicano; calificó de homofóbica la campaña iniciada por la jerarquía católica contra el matrimonio entre personas del mismo sexo: “la Iglesia de hoy tiene mucho miedo: a la libertad, a reconocer la parte humana de la Iglesia, a vivir las consecuencias de Jesús hombre, y tiene miedo a muchas cosas. Esta Iglesia fue formada para otro tiempo y no sabe cómo ser Iglesia hoy. La jerarquía católica en general ha adoptado esa actitud de condena y generado actitudes homofóbicas muy preocupantes e inaceptables con el mensaje de Jesús.  Si le preguntamos a Jesús si él condena un tipo de orientación de identidad sexual, nos va a decir que no. ¿Por qué? Porque tiene varias encíclicas desde las cuales tenemos que ver estas identidades. Primero que nada, Dios nos acepta como somos; no nos pone condiciones; no nos excluye, no nos juzga: nos ama, independientemente de la orientación sexual”.

La diversidad sexual siempre ha existido, pero amordazada: “Ahora la diversidad se está dando en el marco de unos derechos humanos, y la gente espera que ya no sea llevada a la hoguera o castigada, simplemente porque es diferente... Desde los ojos de Dios, él nos va a decir que efectivamente creó hombre y mujer, pero en estos cambios y metamorfosis se están dando realidades que producen otras identidades. El Génesis sí habla de hombre y mujer, una forma para que se compenetrara con la otra; eso es indiscutible, pero no significa que no haya personas que tienen otra posibilidad de ser”.

El sacerdote dijo que resulta alarmante que la Arquidiócesis de México haga un llamado a los feligreses para que actúen contra lo que consideran peligros para el matrimonio igualitario. “Es muy grave que estén pidiendo que actúen en esa dirección, porque eso puede desencadenar intolerancia y actitudes homofóbicas y de violencia. ¡Qué hipocresía!, porque seguimos viendo en la Iglesia casos de pederastia, como en Oaxaca, donde tenemos un problema muy serio, mientras el obispo y los sacerdotes que están a su lado tratan de ocultar todo”.

Recordó que estuvo en un acto donde participó Joaquín Aguilar, víctima del sacerdote Nicolás Aguilar: “Él se presentó y dijo que el cardenal Norberto Rivera había protegido al sacerdote pederasta. Vi a Joaquín con su pareja, Erick Barragán, y su niño de cinco años. Los vi tan felices con su hijo. ¿Yo, qué voy a hacer ante eso? ¿Voy a juzgar o a rechazar? No, yo no, ni ninguno de nosotros debemos hacerlo; sólo Dios sabe esas profundidades. A mí me toca respetarlos, amarlos y, por supuesto, aceptarlos”.

Exhortó a todos a hacer a un lado los prejuicios: “No es necesario que estemos de acuerdo con esas identidades sexuales, ni participar con ellos para respetarlos. Lo que nos pide el Señor es que amemos a las personas. Yo les pido amarlos, aceptarlos como son; no excluirlos, solamente respetarlos. Si alguien dice: ‘yo soy mujer’, es mujer, y si dice que es hombre, es hombre. Punto”.

Solalinde se ha caracterizado por la autocrítica a la Iglesia que pertenece, y considera que la jerarquía católica no conoce a los homosexuales, sólo los juzga.

¿Cómo superar este vicio de juzgar? “La sociedad mexicana es una juzgona y tenemos una Iglesia juzgona. Ésta viene juzgando desde hace muchísimos siglos, lo que no hizo Jesús, la Iglesia. ¿Cómo liberar a los católicos, los bautizados, de este vicio hacia los demás? Jesús claramente dijo: ‘No juzguen y no serán juzgados’, pero si andan haciéndolo, con la misma vara que midan serán medidos... Los cardenales, obispos y sacerdotes no somos árbitros de la vida, ni de sus cuerpos.

En una entrevista que le hicieron para el periódico La Jornada, le preguntaron a Solalinde:

–¿Usted casaría a una pareja gay?

–Ya me lo han preguntado, y te soy sincero: los acepto como son; si me invitan a una reunión o a comer, voy, pero si me pides que los case, todavía no estoy preparado para eso, porque finalmente una parte de mí pertenece todavía a esa época que está cambiando. Más adelantito, a lo mejor sí; uno puede ir cambiando y se va abriendo.


** MIEMBRO FUNDADOR DE FRECONAY, A.C.**

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