jueves, 2 de junio de 2016

"La visita de EPN"


JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / Periodismo Nayarita



"La visita de EPN"


No cabe duda que la realidad supera a la fantasía. Se pueden ver tantas cosas en esta vida que si no fuera porque las vives en carne propia no pensarías que son ciertas. Es tan curioso ver cómo pueden coexistir en forma paralela y simultánea dos mundos completamente antagónicos.

Es extraordinariamente increíble que existan esas realidades tan opuestas en el mismo instante y en el mismo lugar. Adentro, en un suntuoso auditorio con la típica parafernalia de los eventos políticos de antaño, a la vieja usanza priísta, se da un simulacro de la amable aceptación y simpatía de los nayaritas hacia el presidente EPN, y afuera, bajo el candente sol de mayo, miles de trabajadores del ejecutivo y ayuntamientos del estado, maestros, campesinos y más, siendo obstruidos, amenazados e impedidos de acercarse a un supuesto acto popular, para solicitar al “ilustre” visitante que ayude a resolver  los graves problemas que está padeciendo el pueblo nayarita.

Es increíble que muchos diarios de circulación nacional mencionen en sus publicaciones respecto a esta noticia únicamente lo que pasó dentro de esa burbuja de fantasía creada por el gobierno del estado de Nayarit con el apoyo del estado mayor presidencial. Es inadmisible que esos diarios hagan esa discriminación. De los medios locales ni que decir pues es de sobra conocido que están “comiendo maíz” de la mano del gobernador. Es decepcionante que varios diarios nacionales sólo publiquen que el presidente “abarrotó” el auditorio, intentando destacar este hecho como una muestra de espontánea simpatía y adhesión al mandatario nacional. Pero no dicen nada que el auditorio sólo era una isla resguardada por un impresionante operativo de seguridad, en el que había de todo: Guardias presidenciales, policía federal, antimotines, marinos, soldados, los enmascarados del fiscal, servicio secreto, policía de varios municipios, madrinas y hasta uno que otro infiltrado que se dejó ver por ahí.

Adentro, un sitio en el que cómodamente sentados miles de acarreados vitorean a un desangelado presidente cuyo discurso tuvo notorias fallas, por no decir torpezas lingüísticas al decir por ejemplo que ya estando él en el poder, “logramos disminuir y ampliar que más mexicanos tuvieran acceso a la salud” Por fin, ¿Lo disminuyeron o lo ampliaron? Ambas cosas, por lógica, no se pueden.

En el mundo de Steven Spielberg, y no quiero referirme al “Parque Jurásico” para no ofender a los dinosaurios de la política que están más vivos que nunca, sino a una fantasía en general, ahí en ese mundo de tipo “Disneyland”, en el que sólo suceden cosas maravillosas, no pueden tener cabida situaciones que manchen la perfección de los finales de telenovela: “Vivieron felices para siempre”. Hasta me parece estar escuchando la voz del gobernador al oído de EPN, “En Nayarit no pasa nada malo”. “En mi estado no existe inconformidad alguna en contra del gobierno estatal, todo marcha sobre ruedas”.  “La prueba es que está lleno el auditorio y afuera hay miles que se quedaron con las ganas de entrar a ovacionarlo, pero pues ya no cupieron”.

Adentro, miles de acarreados entre los que destacan las beneficiarias del programa más electorero que jamás haya existido en México, el PROSPERA, esa genialidad de Carlos Salinas de Gortari que él llamo “Solidaridad”, luego se convirtió en PROGRESA, Oportunidades y así sucesivamente. La mayoría de esas asistentes traídas desde sus comunidades “voluntariamente a fuerzas” bajo la amenaza de que “si no vienes te quitamos el apoyo”, como varias de esas personas lo manifestaron ante algunos medios. De hecho, me tocó ser testigo del control que tuvieron de esos grupos. Por sólo mencionar algún detalle les comento que en el parque metropolitano tenían a un grupo de mujeres, de condición económica ostensiblemente baja, formadas y pasando lista, además que tenían unos cartones con lo que parecía ser algún refrigerio. Ni siquiera se inmutaron las coordinadoras cuando tuve que pasar entre ellas.

Otro sector de los usufructuarios del confort VIP del auditorio “Burbuja Feliz”, fueron sin duda los funcionarios federales que fueron a aplaudir a su patrón, lo cual suena bastante lógico, si no van se quedan sin chamba. Luego estaban los legisladores federales quienes aunque pertenecen a un poder distinto al ejecutivo, no dejan de ser achichincles de éste. Luego los tribunos estatales, diputados y magistrados, que trabajan descaradamente para su patrón, el ejecutivo del estado. Después, los dirigentes estatales, municipales, distritales, seccionales, etcétera del partido en el poder. También muchos líderes que representan a la vieja guardia priísta. Muchos politiquillos de poca monta que serían como los tamemes de los que “parten el queso” en la política local, grises personajes que se destacan por su bajo perfil, y que están siempre a la sombra de los que lideran y deciden quienes pueden o no vivir del presupuesto.

Estuvieron también los funcionarios estatales, desde secretarios hasta jefes de oficina, quienes a su vez, arrastraron con dádivas o amenazas a sus subordinados, sobre todo los de confianza y lista de raya que se dejan manipular por el miedo a ser despedidos, y finalmente, hasta algunos sindicalizados que se inclinaron a jugar al lado del patrón, o algunos otros que se quisieron pasar de listos intentando engañar a sus representantes sindicales con pretextos, argucias o justificaciones arregladas.

Así se escribió la historia de la famosa visita de EPN a Tepic. Dos mundos distintos entrelazados por la misma cuerda. En un extremo, la vieja práctica de la pleitesía y entreguismo a un pequeño grupo de sátrapas que deciden el destino de  una sociedad agraviada por la pobreza, la marginación, la corrupción y la ignorancia, y por el otro ese mismo pueblo que clama por la atención y la solución de sus problemas.

Un mundo de oropel en el que se alaban mutuamente los representantes de los poderes federal y estatal, y reciben el aplauso forzado de miles de personas contratadas como extras para ese gran proyecto cinematográfico que bien podría titularse “Dos tipos de cuidado”.  

Un auditorio que se convierte en la “Isla de la fantasía”, en la que un enano grita mirando al cielo “El avión, jefe, el avión”. Una rara “fusión discordante” entre dos mundos que luchan por sobrevivir. Uno en la cúspide del poder y del abuso y otro, cuyo papel lo encarna el maltratado pueblo, que sufre la exacerbada ambición de poder de un gobernante estatal soberbio, vengativo e ignorante.

Las impresionantes muestras del poderío del aparato represor del estado, no le restó ningún mérito a las extraordinarias  muestras de solidaridad de la base trabajadora hacia su dirigencia. Quizá no fue absoluta, pero si muy importante la respuesta de los trabajadores del SUTSEM ante el paro estatal. Que no haya sido el cien por ciento no tiene la menor importancia, ya que esa situación no es privativa de esta etapa que estamos viviendo, ya que en la historia del sindicalismo siempre han existido los esquiroles, hasta podría decir que son la excepción que confirma la regla.

En fin, ahí está la lección que deja esta nueva página de la lucha sindical en Nayarit. Una nueva batalla en pos de la justicia social. Desde mi punto de vista el resultado, si bien es cierto no fue el que se hubiese deseado, es decir llegar hasta EPN, sí tuvo un impacto positivo en el acercamiento a una solución razonable en un futuro inmediato.

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C. 

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