miércoles, 22 de junio de 2016

"Se renueva la esperanza"


JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / Periodismo Nayarita



"Se renueva la esperanza"


Pues con la novedad de que estamos estrenando el Reglamento de Tránsito y Movilidad del Municipio de Tepic, Nayarit. Dicha ordenanza  entró en vigor el día quince de junio del año actual, de conformidad con el primer artículo transitorio de ésta, que establece los sesenta días a partir de su publicación.

Según mi apreciación, han causado algo de revuelo algunas disposiciones que no estaban contempladas en el reglamento anterior, que si no mal recuerdo es el que promulgó Ney González en el 2003, cuando era el presidente municipal de Tepic, mismo que queda derogado al cobrar vigencia el de Polo Domínguez.

En realidad las dichosas disposiciones que han provocado picor en los ciudadanos que transitan por las vías públicas no son la gran cosa. Desde mi punto de vista debieron aplicarse desde hace mucho tiempo. No son nada del otro mundo, sólo son reglas simples que tienen mucho que ver con la formación cultural de la ciudadanía. No tirar basura, no usar el teléfono celular mientras se conduce, no llevar los niños menores de 12 años en el asiento delantero, no viajar sin cinturón de seguridad, no invadir zonas peatonales, no estacionarse en doble fila, no cargar en las piernas ni menores ni mascotas y no llevar a estas últimas sueltas. En realidad no hay nada de extraordinario en eso.

Esas disposiciones con toda seguridad ya son añejas en los reglamentos de ciudades como México, Guadalajara y algunas otras. Son conceptos básicos de la convivencia humana. Son condicionamientos que ni siquiera debían dolernos o molestarnos si tuviéramos una arraigada cultura vial. Esto lo he comentado en varios artículos de años anteriores. Acatar estas “nuevas” reglas no tiene nada de gracia si sabemos (o deberíamos saber) que NO se debe tirar basura en la vía pública (Elemental, mi querido Watson), mucho menos si vas en un vehículo. No parar tu coche ENCIMA  de la zona rayada que está destinada para que pasen los de a pie. Sabemos perfectamente (Pero nos hacemos tontos) que es más que impropio y peligroso escribir o leer un mensaje de texto, mientras vas conduciendo un coche, y así, por el estilo, están las “nuevas” cosas que nos van a obligar a hacer o dejar de hacer, según como cada quien lo vea. No tienen de verdad ningún chiste. Es cuestión de ser responsables al conducirnos en la vía pública, ya sea en calidad de conductores o de peatones.

Es de considerar que no solemos practicar la autocrítica, por tanto no tenemos la costumbre de cuestionar nuestro comportamiento. No somos conscientes que nuestra realidad individual, irresponsable y bárbara muchas veces, está muy lejos de propiciar condiciones favorables para una convivencia social adecuada. Así pasan los tiempos y las generaciones de conductores se van degenerando cada vez más al no existir una contraparte que pudiera inhibir esa tendencia. Lo he dicho hasta el cansancio que es un problema cultural más que de rigor, gobernabilidad o algo parecido. Pero desafortunadamente en nuestro “México Lindo y Querido” es una graciosa costumbre “después de ahogado el niño, tapar el pozo”. Tuvimos que esperar a que la fría estadística nos salpicara de sangre el rostro para hacer algo. Tuvimos que prender los focos rojos de la alerta máxima, al ver que “los accidentes viales son la primera causa de muerte en jóvenes mexicanos de 15 a 29 años”, que “se elevó a 16 mil las muertes por accidentes al año, la mayoría de ellos son jóvenes” y que “el uso del teléfono celular mientras se conduce compite por el primer lugar contra el consumo de alcohol y el exceso de velocidad como las principales causas de muerte por accidentes

También hay un dicho que reza: “Más vale tarde que nunca”, así que hay que incorporar el elemento positivo, el aspecto esperanzador a esta nueva circunstancia legal. Me gusta siempre pensar que todo va a salir bien y que este reglamento será un excelente catalizador para el progreso de una nueva cultura vial.
Pero (siempre hay un pero), me asaltan algunas dudas que quisiera ir desmenuzando poco a poco. La primera de ellas es si se aplicará “a rajatabla” y aquí me estoy refiriendo si debemos esperar que el área de vialidad municipal lance las jaurías uniformadas a las calles para tratar de domeñar a los conductores principalmente, dejándonos caer todo el peso de la ley, o si, en su defecto, se inclinará por aplicar un periodo de persuasión del tipo futbolero, primero la amonestación y enseguida la tarjeta roja.

Otro aspecto que quisiera comentar, es si ocurrirá como suele pasar en otros ámbitos, en otras jurisdicciones, que se ve a menudo una aplicación inequitativa de la ley. En otras palabras si se va a sancionar de manera general o sólo se verán afectados los de siempre, los de abajo. (Sin albur). Porque una de las fallas más notorias en nuestros sistemas es la discriminación al aplicar la ley. El presenciar con cierta frecuencia que sólo se aplica el rigor de la ley a unos y a otros se les ofrecen disculpas, podría ser un factor de riesgo, porque podría exacerbar la incomodidad y la molestia de la ciudadanía respecto a la impunidad.

Un punto más, el hecho de que una situación tan conflictiva no se va a arreglar sólo con la obediencia del gobernado, sino que debe existir una corresponsabilidad con la autoridad competente. Por ejemplo, si hay que respetar las zonas peatonales, pues deben tenerlas bien pintaditas, si no pues cómo.

Finalmente, otro elemento que me inquieta es si el incremento en la cobertura de causas y el rigor de la nueva punibilidad, no influirá en acrecentar la corrupción de los agentes encargados de la vialidad. Esto sin verlo como un caso específico o una crítica directa al cuerpo vial del ayuntamiento, sino como parte de un fenómeno social que se incuba en casi todas las corporaciones policiacas.

Pues a ver qué sucede, lo que sí es un hecho es que el reglamento ya entró en vigor y debemos tomar las cosas con seriedad y prepararnos para poder solventar lo que indican las nuevas disposiciones. Es mejor estar alertas y cubrir todas las posibilidades de vernos envueltos en una situación que te provoque, además de un momento biliar, un golpe a la de por si mermada y exprimida economía familiar.

De mi parte estoy de acuerdo en lo que se ha implementado. Siento mucha curiosidad por ver que va a pasar con esas personas, algunas damas principalmente, que manejan hablando por teléfono, maquillándose, cargando al niño y comiendo torta de jamón. Todo a la vez. Seguramente sorprenderán a medio mundo con alguna innovación para seguir siendo el espectáculo principal de las calles de Tepic. No me atrevo a vaticinar el resultado de esta nueva legislación municipal, pero confieso que me gustaría que funcionara de tal modo que lograra meter en cintura a esos especímenes del asfalto que desesperan a los buenos conductores y ponen en riesgo la integridad de los peatones que diariamente se juegan la vida en las calles, avenidas y bulevares de nuestra loca, loca, ciudad.

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C. 

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