miércoles, 31 de agosto de 2016

"Campesinos plagiados"


JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / Periodismo Nayarita



"Campesinos plagiados"


A veces creo que ya está todo visto en relación con ciertos temas. Que ya no habrá algo que me vuelva a causar asombro. Que ya se ha llegado al fondo de las cosas. Pero con vertiginosa velocidad te das cuenta que no es así. Que siempre hay más y más cosas que te van a sorprender. Y estos supuestos abarcan todas las temáticas posibles. Pero sin duda que es en la política donde más abundan estos inverosímiles ejemplos.

Les confieso que esta semana no quería dedicarle mi espacio al tema político. Pasaron por mi mente estrambóticas ideas que quería compartir con ustedes, amables lectores que hacen el favor de seguir esta columna. Pensé que sería bueno refrescar este espacio de lectura ofreciéndoles algún relato de esos que sé que les gustan mucho. Algún texto en que la narrativa les tome de la mano y los lleve a viajar por mundos ficticios y sensaciones literarias que intenten deleitar el espíritu y acariciar con sutileza su imaginación. Pero (el famoso pero) de pronto se presentan situaciones que atraen mi atención y me incitan a comentarlas. Es entonces cuando dices, “creo que mis historias podrían quedarse cortas ante una realidad impactante que sorprende, hechiza y asusta.

El mundo de la política es tan sorprendente como el maravilloso mundo del cine. De pronto, aparecen producciones cinematográficas que sorprenden por su nivel de modernidad y parece que funcionan, pero su permanencia es efímera porque no dan los resultados que se esperaban. Entonces se recurre a viejas historias de probada eficacia, guiones triunfadores que se reviven con la tecnología y un toque actual, pero asegurando la esencia del éxito antiguo (se les llama remake). Así igual en la política. Los grupos en el poder intentan crear nuevas formas de asegurar su permanencia. Nuevos programas asistenciales que logren apaciguar las crestas de las llamaradas sociales que crepitan por todo el país. Existe un equipo de personajes (analistas) que se dedican a “pensar” en esas nuevas ideas emblemáticas que oculten o maquillen la dictadura perfecta que parece venirse a pique.

Por eso la analogía con el cine. Me parece que existe mucha similitud entre ambas cosas. Los estudios de producción cinematográfica tienen gente que se dedica a pensar también en nuevas ideas que les den permanencia, solvencia económica y buena fama a sus marcas. Tienen actores de todos los géneros, igual que los partidos políticos. Por ejemplo los estudios tienen el Wéstern (películas de vaqueros) los partidos también, por ejemplo el PRI tiene en Nayarit un gran actor de sombrero y caballos, la única diferencia es que generalmente el chico vaquero de la película es un héroe y no un villano, pero que importa, si al fin eso se arregla con publicidad, un factor que en ambos mundos es fundamental para sostener las apariencias. Otra semejanza es que en el género wéstern americano el máximo exponente es John Wayne (se pronuncia güein) y en nuestro estado el chico vaquero no es tan “güein”.

Hay más similitudes entre estudios de cine y partidos y/o gobierno. Por ejemplo los “Estudios Universal” de Estados Unidos tienen su Parque Jurásico y el PRI también tiene muchos dinosaurios. La industria cinematográfica norteamericana cuenta con la imaginación de Steven Spielberg para hacer ciencia ficción y el gobierno federal tiene a Rosario Robles que ha creado su mundo de fábula en el que una familia mexicana de cinco integrantes puede cubrir sus necesidades de alimentación, salud y educación con sesenta pesos diarios. Así que debemos sentirnos orgullosos de tener en México una señora que supera en imaginación a Spielberg y a Michael Crichton (escritor de la novela Jurassic Park).

Existen muchas más coincidencias si seguimos este ejercicio analógico. Por ejemplo, la industria mexicana del cine tiene películas muy famosas que describen una sociedad polarizada y el PRI también ha realizado algo similar entre el pueblo: “Nosotros los pobres” y la clase política: “Ustedes los ricos”.  Si le seguimos, aparece la última de esa trilogía, el cine tiene a “Pepe El Toro” y el PRI tiene a “Pepe Atoles” y al Toro González Curiel, que si los vemos como pareja pues terminarían siendo “Dos tipos de cuidado”.
Pero, dejemos el cine de lado porque resultarían interminables las similitudes entre éste y la política. Pasemos a otra cosa dejando como un axioma que tanto uno como la otra son igualmente fantásticos e ilimitados. 

Cuando en el proemio dije que hubo algo que me incitó a usar este espacio para el tema político, estaba pensando en los hechos relacionados con la nueva visita del presidente de la república a Tepic. Quizá ya muchos analistas o comunicadores hayan expresado su opinión en este sentido, pero también es probable que no haya coincidencia en los puntos de vista.

Hablar de Peña Nieto ya es algo que se ha vuelto cotidiano. No me refiero a que sea muy popular en el aspecto positivo del término, sino todo lo contrario. Este personaje se ha visto envuelto en toda clase de polémicas, la mayoría reprochables. La Casa Blanca, Ayotzinapa, las reformas estructurales, no poder mencionar tan sólo los títulos de tres tristes libros (justamente en la Feria del Libro) y la más reciente, que no la última seguramente, la del plagio parcial en su tesis profesional de licenciatura.

No estaré nunca a favor de la ilegalidad. El plagio es una práctica que se aparta de lo legal y lo ético. Lo grave de esto, además de las repercusiones que debe causar a la universidad que le concedió su grado académico, es que esta situación se suma a los elementos que van configurando y ratificando que nuestro flamante presidente no tiene una auténtica formación profesional. Esa condición no sería un impedimento para ocupar el máximo puesto político de la nación ya que la constitución no señala la posesión de un cierto grado escolar para ello. Lo que sí es verdaderamente reprobable es el factor engaño o la intención de hacer trampa.  Eso ha provocado un interminable debate nacional, en el que concurren variadas opiniones, desde ciudadanos comunes hasta reconocidos académicos, escritores y periodistas. La mayoría de esas opiniones son a favor de que se le retire el título de la licenciatura en derecho y por ende, la maestría en administración de empresas. Yo estaría a favor de esa opción. Sería una acción determinante en términos de rescatar el respeto y la dignidad de los centros educativos y de quienes estudian y trabajan en ellos, además de una batalla ganada en contra de la impunidad.

Pienso también que es probable que no suceda nada de ello y todo siga como el anuncio comercial del whisky Johnny Walker (y sigue tan campante). Al menos eso parece pensar el vapuleado mandatario si nos basamos en su alegre y desenfadada actitud tomándose la foto (selfie) con algunos asistentes al congreso nacional de campesinos efectuado en esta capital nayarita. 

A propósito de este evento multitudinario, al que no quiero cuestionar porque a lo mejor sí asistieron algunos campesinos. En mi opinión, no es una coincidencia de que se realice ahora y aquí. Es el destape de la candidatura del senador Manuel Cota. La presencia de EPN en Tepic con buena parte de su gabinete y operadores políticos de todos los estados es el mensaje contundente de que el líder de la CNC será (o es ya) el abanderado tricolor. El apoyo prometido al campo es la bandera de la campaña. El gobierno federal soltará una inmensa cantidad de millones para intentar conservar el poder en Nayarit y cubrirle la espalda a Roberto Sandoval. Obviamente que la ciudadanía dirá la última palabra.

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C. 

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