PONTE EN MI
LUGAR: DISCAPACITADOS
Los
encontramos por casualidad. Cuando los vimos, nos dio la impresión de que se
trataba de alguna carrera en sillas de ruedas o bien, se trataría de algún
grupo de personas con discapacidad que formaban parte de un encuentro
deportivo. Bajaban por la avenida
Jacarandas hacia el norte. Para llegar a la avenida Insurgentes observamos cómo
sortearon todo tipo de obstáculos, empezando por el hecho de que no podían
circular por las banquetas.
Y
es que las banquetas de la ciudad de Tepic, como en muchas otras ciudades de
México, no son hechas pensando en las personas que viven con algún tipo de
discapacidad; ni siquiera para las personas de la tercera edad.
Por
la avenida Jacarandas, por ejemplo, las y los discapacitados, así como personas
que no sufren de capacidad física alguna, pero aprendían a moverse en una silla
de ruedas, es decir, se pusieron en el lugar de un discapacitado, vieron lo que
todo mundo vemos, lo que los funcionarios, políticos y gobernantes también ven
pero que prefieren ignorar: este grupo altamente vulnerable de personas con
discapacidad, simple y llanamente no puede moverse por su ciudad…
De
las banquetas, insistimos, se ve lo que todos vemos pero que no lo analizamos
quienes sí tenemos la fortuna de poder caminar.
En la avenida Jacarandas hay muchos obstáculos para alguien que requiere
moverse en silla de ruedas: banquetas pequeñas, secciones con escalones de una
altura mayor a los 40 centímetros, banquetas anchas donde estacionan vehículos
“nada más un ratito” que para una persona con discapacidad significa no poder
avanzar, secciones con mesas de restaurantes, postes diversos, jabas, mercancía
en exhibición, motocicletas nuevas y usadas… entre otros más.
Ahí,
en la avenida Jacarandas los abordó una compañera para tomarles una foto. Nos informaron que se reunirían en La Loma
para continuar con un taller que estaban llevando a cabo en el CREE; eran
decenas de personas que en sillas de ruedas salieron a las calles y avenidas de
Tepic, para demostrar que pueden llevar una vida independiente y al mismo
tiempo, exigir a las autoridades una verdadera infraestructura en banquetas y
arroyos vehiculares que les permitan transitar con seguridad.
José
Domingo Ochoa González, presidente de la organización Vida Independiente México
(VIM) en Nayarit, dijo que por iniciativa propia cada año llevan a cabo un
taller de manejo de sillas de ruedas para personas con discapacidad; hoy fue en
el CREEde Tepic, donde les ofrecieron las instalaciones para 60 personas, diez
de las cuales no tienen discapacidad física alguna, ya que son fisioterapeutas
que día a día tratan con pacientes que sí tienen total o parcial discapacidad y
por ende, se ven en la necesidad de usar las sillas de ruedas.
¿La
idea? Concientizar a las personas que no tienen problemas con sus extremidades
inferiores, sean transeúntes o automovilistas, que tomen conciencia de los
riesgos a los que se enfrentan quienes se trasladan en sillas de ruedas, una de
las grandes preocupaciones del Presidente y fundador internacional de VIM,
Santiago Velázquez Duarte. Se requiere “cortar
de tajo ese cordón umbilical que muchas veces ata a las personas que están en
sillas de ruedas, queremos cortar cadenas, queremos que no tengan que depender
de nadie para moverse con total independencia”, agregó Alan Ochoa, hijo de
Domingo.
NO HAY RECURSOS:
GOBERNANTES
En el año 2008, Domingo perdió la movilidad de sus piernas, luego
de que en un fuego cruzado le balearan, lo que ocasionó un daño irreversible en
su columna vertebral. Con el apoyo de su
esposa y dos hijos, decidió enfrentar su situación y también apoyar a otros
cientos de personas que, por accidente o por nacimiento, están obligados a usar
una silla de ruedas para continuar con su vida.
“El impacto social fue positivo. Salimos a las calles para que la
gente viera las necesidades de infraestructura; no hay rampas en las banquetas
y en algunas rampas hay un poste que nos impide avanzar. Aún sin embargo, queremos reintegrar a las
personas a una Vida Independiente”, comenta Domingo, quien reconoce que hay
mucho trabajo por realizar, ya que dos décadas de intenso trabajo y de tocar
puertas aún no han sido suficientes.
Y
son más de veinte años que la gente de VIM, Vida Independiente de México, han
luchado no sólo por trasladarse en silla de ruedas, sino por una verdadera
infraestructura en banquetas, calles y avenidas de Nayarit que les permitan
desplazarse con mayor facilidad. A través de talleres, se les enseña a subir y
bajar un puente peatonal o escalones, natación, se les dice cómo vivir sin que
dependan de nadie.
Se
estima que en México, existen al menos 20 millones de personas con alguna
discapacidad; de éstas, entre 6 y 7 millones requieren apoyarse en una silla de
ruedas. En Nayarit, al menos 200 mil
personas viven con discapacidad motriz.
A
pesar de ello, durante las reuniones que este grupo ha sostenido con diversos
funcionarios de gobiernos municipales y estatales, la respuesta más recurrente
es NO HAY RECURSO.
¿No hay recurso para quién o para qué?
¿Por qué mejor se reasignan partidas presupuestales, para apoyar a
grupos vulnerables de la sociedad, de la gente que paga sus impuestos y con
ello se mantiene a las instituciones públicas y a los empleados de éstas?
¿Qué tal si empezamos con un NO HAY RECURSO PARA GASOLINA de autos
para funcionarios y gobernantes?
¿Qué tal si esas personas, gobernantes y funcionarios que dicen NO
HAY RECURSO, deciden trasladarse a pie?, o mejor aún: o en sillas de ruedas,
¡para que se pongan en el lugar de los discapacitados!... ¿qué tal?
**MIEMBRO FUNDADOR DE FRECONAY, A.C.**
Agradeceremos sus
comentarios y sugerencias en el celular y WhatsApp (311) 910 77 77 o bien, en
el correo electrónico poderypueblo@gmail.com
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