2017: EPN Y SU
GASOLINAZO
A
lo largo y ancho del país se desató una movilización social que podría
desencadenar en los próximos días en una nueva revolución mexicana. Manifestaciones y movimientos pacíficos
algunos, otros no tanto, tienen un mismo objetivo: desaprobar las políticas
públicas que el Gobierno de la República ha instaurado en contra del pueblo de
México; entre otros, las reformas energéticas y el multimencionado
‘Gasolinazo’.
Por
ello, el presidente Peña Nieto dio un mensaje a la nación, supuestamente, con
motivo del año nuevo, pero en realidad fue para tratar de justificar el
aumento al precio de las gasolinas.
Su
argumento se centró en que, dejar de subsidiar la gasolina, fue una
medida del gobierno para evitar recortar “programas sociales, subir impuestos o
incrementar la deuda del país, poniendo en riesgo la estabilidad de toda la
economía”.
Peña
Nieto parte de la idea de que los programas sociales son la primera opción de
la cual prescindir, la primera cosa desechable, y no el pilar que el país
debería fomentar y cuidar más. El gobierno que crea que los derechos a la
salud, a la educación, al trabajo digno, a la vivienda no son la prioridad
número uno no debería gobernar. Estos derechos no son un favor ni un acto
de beneficencia, son una obligación del Estado. En México están tan olvidados
estos principios rectores que nos parecen un lujo, una fantasía, una
utopía.
Un
argumento más que frágil de Peña fue: “mantener precios artificiales de la
gasolina significaría quitarles recursos a los mexicanos más pobres para
dárselos a los que más tienen. Los datos duros hablan por sí mismos: 60
millones de mexicanos ─los de menores ingresos─, sólo consumen el 15% de la
gasolina, mientras que 12 millones ─el 10% de la población de mayores
ingresos─, consume 40%”.
Parecería
que al gobierno de Peña no le ha quedado claro algo tan básico como que el
aumento en los precios de las gasolinas no afecta solamente a los
automovilistas, sino que tiene un impacto en absolutamente todos los bienes y
servicios del país, porque todos los productores y prestadores de servicios
necesitan gasolina para sus operaciones. De hecho, se estima que la
inflación será de 5 % este año debido al gasolinazo. Además, el alza a las
gasolinas también impactará al transporte público.
La
Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) declaró que 22
millones de niños en condiciones de precariedad económica sufrirán los efectos
del gasolinazo. En rueda de prensa, Juan Martín Pérez García y Alicia Vargas
condenaron que los niños y adolescentes mexicanos estén invisibilizados en la
toma de decisiones y políticas públicas del gobierno:
“(El
gobierno) tiene que demostrarnos con evidencia cómo esto (el aumento al
precio de los combustibles) va a significar una mejora o un mal necesario para
niños y niñas”.
Las
políticas “necesarias” a costa de la población han sido una constante en las
últimas décadas en México. ¿Por qué “transformar” a México siempre implica
sacrificar a los mexicanos pobres?
SALVAR A
MÉXICO ¿O SACUDIR A LOS MEXICANOS?
Peña
también dijo que no querían incrementar la deuda del país. Pero la
historia de la deuda pública de México es una historia de irresponsabilidad. El
reporte del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de
Economía de la UNAM, indica que desde los años 80, la deuda ha tendido a crecer
cada vez más aceleradamente: la
tendencia de incremento de la deuda ha sido incesantemente creciente en todo el
periodo, sin embargo se puede apreciar un cambio en la celeridad del
endeudamiento; para el periodo 2008-2015 el saldo de la deuda se triplicó con
respecto a 2007; es decir el país se endeudó en 7 años en un monto 3.16 veces
mayor que el acumulado en los 26 años anteriores, en el periodo 1982-2007, esto
es 5.3 billones de pesos.
¿De
qué endeudamiento nos está salvando el gasolinazo entonces?
Podría
argumentarse que Peña Nieto no es responsable directo de las políticas de
su partido de las últimas décadas, pero no puede desentenderse de
ellas, porque la historia del PRI en México es una historia de despojo, de
violencia, de irresponsabilidad, que tiene una línea de continuidad y una serie
de prácticas comunes.
Luego
del “gasolinazo”, Peña Nieto, por fin, salió a justificar ante la ciudadanía la
medida económica que ha generado tanto descontento entre la población. Su mensaje trató de explicar las razones de
las alzas en los combustibles a partir del déficit que representa para el
gobierno mantener el precio artificial independiente de la fluctuación, tanto
de los precios internacionales del petróleo, como de las cotizaciones de la
gasolina.
Como
justificación de estas medidas, el presidente recurrió al costo que tienen
todos los programas sociales del gobierno en el sentido de hacer ver a la
población que la medida es necesaria para mantenerlos, ya que de no ser así,
estos se verían afectados por los recortes presupuestales, que de por sí ya
venían mermados en el presupuesto para este año. Dijo que de no ser
instrumentalizadas estas medidas económicas, se afectaría la generación de
empleos para millones de jóvenes mexicanos, además de que la deuda pública del
gobierno saldría de control llevándonos a una crisis económica fuerte.
En
ese sentido, el presidente exhortó a la población a guardar la calma y mantener
la unidad, ya que señaló que el gobierno mexicano trabajará arduamente para
mantener el bienestar de las familias mexicanas.
Peña
Nieto dijo que “este será un año de importantes retos; retos para México, para
el Gobierno y para nuestra sociedad. Son retos para los que estamos preparados
si los enfrentamos unidos. El primero,
sin duda, es el aumento en el precio de las gasolinas… hoy quiero ofrecerles
una amplia explicación sobre este tema, esperando que ayude a aclarar las dudas
que todavía hay… es importante subrayar que este ajuste en el precio de la
gasolina NO se debe a la Reforma Energética NI tampoco a un aumento en los
impuestos… en el último año, en todo el mundo, el precio del petróleo aumentó
cerca de 60%. Esto, a su vez, ha aumentado el precio internacional de la
gasolina, lo que nos afecta directamente, ya que desde hace años, México
importa más de la mitad de los combustibles que consumimos. En pocas palabras,
se trata de un aumento que viene del exterior. El Gobierno no recibirá ni un
centavo más de impuestos por este incremento…”
No
cabe duda. Aquí en México, quienes están
en el poder, ‘gobiernan’ en contra del pueblo.
**MIEMBRO FUNDADOR DE FRECONAY, A.C.**
Agradeceremos sus
comentarios y sugerencias en el celular y WhatsApp (311) 910 77 77 o bien, en
el correo electrónico poderypueblo@gmail.com
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