miércoles, 29 de marzo de 2017

"Por México Hoy"


JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / Periodismo Nayarita




"Por México Hoy


Con la puntualidad que me caracteriza arribé al edificio de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal. (Ya sé que hoy es Ciudad de México, pero pues así se llama aún ese lugar). El registro de asistentes apenas iniciaba y estaba ya entre las primeras cinco personas que acudían a la convocatoria para el evento del día 25 de marzo, “Llamado por México” en el seno del espacio social y político “Por México Hoy”.

No estaba aún muy convencido, ni de la conveniencia de mi presencia ni del éxito de esa reunión de carácter nacional. Quizá eso se debía a mi falta de conocimiento sobre este proyecto y un tanto también, aunque en menor grado, al dolor abdominal que me acompañaba desde las veinticuatro horas anteriores. En el primer punto ni dudar que la responsabilidad sea totalmente mía, de lo segundo pues no sé si adjudicarlo a los tacos de “suadero”, gorditas de chicharrón o cualquiera de los antojitos típicos que habían sido parte del menú de esta nueva visita a la “Gran Tenochilangolandia”.

Transcurridos los primeros quince minutos después de la cita, empezaron a desfilar distintos personajes que recogían sus materiales de la reunión, libros y volantes informativos. Basado en mi gran experiencia en conceptos fisonómicos me puse mentalmente a jugar una especie de quiniela. “Este que va entrando es un líder de la izquierda oaxaqueña”, “el de traje azul es catedrático de la UNAM”, “ese de la cola de caballo es artista” y así fui armando mi plana. Cuando ya conocí a los participantes me di cuenta que hubiera ganado si hubiese sido concurso.

Mis compañeros llegaron al fin, el retraso no era mucho. Sonrisas y abrazos de bienvenida. El protocolo de la entrada, aun cargando maletas, colocando nuestras etiquetas auto adheribles, con nuestro nombre de pila, cerca del corazón, clásico de los cursos o talleres. Líneas y líneas de gente llegando, saludos, risas, fotografías. Nosotros, el grupo de nayaritas de nueve elementos, muy unidos tomando lugar en las primeras filas de lo que sería la primera sesión plenaria.

Una vez instalados con lugares “reservados” con maletas, libros y otros, nos acercamos a la zona de refrigerio. No podía faltar el aromático café, las galletas, jugos, las aguas frescas y los refrescos. Más allá los recipientes con manzanas, peras, duraznos y guayabas. De pronto estando muy tranquilo parado en uno de los accesos principales a los salones del edificio, me sentí rodeado por la prensa. Un enjambre de reporteros de medios nacionales se arremolinaban a mí alrededor, al grado que pensé: “Ya me descubrieron”, craso error, porque atrás de mí se encontraba el señor Cuauhtémoc Cárdenas, que era finalmente el objetivo de los periodistas. ¡Oh decepción!

Un Cuauhtémoc Cárdenas sonriente, muy elegante. Vestido con un traje oscuro, camisa clara a rayas y corbata de color tinto. Nos saludó a la señora María Eugenia Jiménez y a mí afectuosamente, no alcancé ver si a los demás compañeros también porque de pronto la marabunta con cámaras y micrófonos se apoderó del escenario. Un instante anterior se había acercado Porfirio Muñoz Ledo quien también nos saludó. Él vestía también de traje aunque de color claro, digamos que beige.

La convocatoria era sin lugar a dudas muy atractiva. Se respiraba la libertad ciudadana, aunque debajo de la atmósfera se percibía, y era obvio, un pequeño olor izquierdoso. Nadie podría negarse, o poner en tela de duda, al menos de inicio, a una invitación a la unidad ciudadana en pos de un proyecto democrático. Nadie que se precie de querer a su país y aspira a cambiar el estado de cosas actual podría decir que no a la pretensión de un nuevo proyecto de país. Así que de entrada resultaba muy alentador encontrar un espacio incluyente donde cualquier pensamiento, cualquier tendencia política que esté de acuerdo en detener la violencia, erradicar la corrupción y la impunidad, combatir y destruir el modelo económico neoliberal que está acabando con los recursos de la nación y llevando a la clase trabajadora a los regresivos estadios de la esclavitud.

Una vez ahí, en las entrañas de la reunión, entre cientos de personas, como yo, o como tú, que de verdad queremos que cambie nuestro país, me sentí bien, como pez en el agua. Una propuesta para construir una mayoría social no debe ser soslayada. Una propuesta organizada para un proyecto de país en el que cabemos todos es bienvenida. Un proyecto de país que propone revertir las reformas estructurales que tanto daño están haciendo a la nación es muy bien visto. Se está convocando a los ciudadanos, individuales y en colectivos, a colaborar en la elaboración y el desarrollo de un proyecto de nación diferente al que nos ha sido impuesto por la oligarquía. Un país en el que el ejercicio del poder sea de verdad democrático y transparente y la participación ciudadana sea mayor y más efectiva.

En fin, sería imposible en este espacio analizar los alcances pretendidos, pero se trata, entre otras cosas, de romper la indolencia de los ciudadanos y sumarse al proyecto, aportar ideas, tanto de carácter técnico, científico y jurídico quien los tenga y pueda sustentarlos, y de ideas simples y llanas pero que tengan congruencia social. Implementar círculos de trabajo, grupos organizados, que comenten, discutan y propongan soluciones objetivas para resolver las problemáticas locales, en las universidades, en los sindicatos, los profesionistas, las organizaciones campesinas, comerciantes, etc. Plantear formas de comunicación y de organización desde lo local, hasta generar la vinculación regional y nacional, sin jerarquías patentes pero sí con disciplina, con orden y respeto por las personas y los grupos. Todo esto en el entendido que “Por México Hoy” no es en sí una plataforma electoral, pero que de lograr el objetivo de ser una mayoría social estaría en posibilidad de apoyar en comicios a aquellos candidatos que comulgaran y se comprometieran con el proyecto de nación que esta organización propone.

Se suscitó una gran confluencia. Un gran encuentro de personas y personalidades, de tal manera que no se podía distinguir quienes eran unas y quienes otras. De los que recuerdo, los protagonistas principales del evento Cuauhtémoc Cárdenas y Alejandro Encinas Rodríguez, éste último por cierto nos atendió con mucha calidez. Estuvo también Porfirio Muñoz Ledo, ya mencionado, y tuve la oportunidad de convivir con los Padres Alejandro Solalinde y Miguel Concha, grandes defensores de los derechos humanos; artistas como Karina Gini, Daniel Jiménez Cacho, Sophie Alexander y el poeta Javier Sicilia; políticos como Emilio Álvarez Icaza, Javier González Garza y Enrique Alfaro; personajes como Félix Hernández Gamundi, uno de los líderes del “Movimiento Estudiantil México´68”; distinguidos académicos de la UNAM y del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) como Carlos Heredia Zubieta, con quien compartí en mi mesa de trabajo: “Soberanía e Inserción Global”, entre otros.

Una gran amalgama de perfiles, todos con un mismo sentimiento y un mismo objetivo, unir nuestras capacidades individuales para cambiarle la cara a este México que se está cayendo a pedazos, aportar algo de cada uno de nosotros para refundar un país al que le urge recuperar su identidad, sus recursos y su dignidad.

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C. 

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