"El aire huele a esperanza"
Cuando
este texto esté ante sus ojos, estaré contando, uno a uno, los menos de
cuarenta días que faltan para que se vaya el sátrapa y con él, tomados de la
mano, la bola de achichincles que detentan el poder en este nefasto sexenio. Créanme
que no es una expresión visceral sino es la pronunciación concentrada,
acumulada, de acciones y más acciones analizadas durante, por lo menos, tres
largos años de sufrir en carne propia y ajena un largo rosario de desatinos,
caprichos, “valemadrismo”, soberbia, ignorancia, corrupción e impunidad, que
fueron la marca, maligna por cierto, de este gobierno que, según la opinión
propia y de grandes sectores de la población nayarita, “hará historia en el
presente” (y en el futuro) como la PEOR administración que se haya registrado
en el Estado de Nayarit.
Es un
tema que ha sido comentado por su servidor y muchos colegas hasta el cansancio,
y no digamos en medios de comunicación nacionales, en los que ya es una
costumbre encontrar largos editoriales y artículos de fondo donde se desnudan
los detalles de este tristemente célebre y mal llamado “Gobierno de la Gente”.
Por esa razón creo que ya está de más dedicarle espacio a este “churro
telenovelero” donde ha desparramado su talento histriónico a raudales el primer
actor Roberticco Sandovaletti, amo y señor del melodrama, que sin duda alguna
es el personaje principal de su “Divina Comedia”.
Haré
como si no viera los comentarios zalameros de los miles de “SaSaBots” en el
Facebook, perfiles falsos la mayoría que “trabajan” a favor de la imagen del “desgobernante” en turno.
Comentarios que por su extrema melosidad resultan poco creíbles. Se entiende
que mientras miles y miles de nayaritas decimos que es el peor de la historia,
concepto que fue validado en las recientes elecciones, ellos “los arrastrados”
dicen que es el mejor gobernador que ha existido. Pero una vez descrito esto
creo que es mejor por ahora darle vuelta a esa página negra de la historia
contemporánea de Nayarit.
Me
atrae más comentar de la página nueva que se empezará a escribir a partir de la
segunda quincena del mes de septiembre. Cuando tome posesión la nueva
administración, que dirigirá el destino de nuestro bello y castigado estado,
durante los próximos cuatro años. Prefiero perfilar mi opinión hacia el
análisis de las expectativas que se han creado en torno al nuevo proyecto
gubernamental nayarita. En ese sentido, debo decir que son muchas y variadas
las cosas positivas que la ciudadanía espera encontrar en esta corta estadía
del nuevo equipo de gobierno. Y justo en este último punto se centra la primera
expectativa, la primera duda y la primera esperanza. Me refiero al equipo que
acompañará a Toño Echevarría Jr. en la mayor responsabilidad que se le haya
presentado en su aún joven vida. Cada nombre que vaya apareciendo en la lista
oficial del gabinete, será un indicador del estilo de gobernar que tendrá este
cuatrienio. Estoy seguro que todos estaremos atentos a este primer gran aviso.
En
términos generales las expectativas que se han creado respecto al advenimiento
de una nueva etapa de vida en Nayarit son muchas. Pero respetando la
posibilidad de este espacio les comento que unas de las primeras y esenciales
será el tema de la justicia. La pregunta que flota en el ambiente es: ¿Se
aplicará el peso de la ley a los funcionarios del actual gobierno que
incurrieron en hechos ilícitos? O acaso cuando el gobernador electo prometió
que “metería a la cárcel a los funcionarios corruptos” ¿Se refería a los de su
futuro gabinete en caso que lo hicieran y no a los que están saliendo? La
percepción de los ciudadanos está dividida, algunos creemos en que se castigará
a los “sandovalistas”, pero muchos otros dudan mucho que les toquen un solo
pelo. De resultar positiva esta disyuntiva, podría asegurar que se allanaría,
con mucho, el camino de la gobernabilidad en este periodo para el joven
gobernador, de no ser así, descenderá mucho su aceptación, su credibilidad y su
popularidad hasta ahorita efervescente.
Otro
aspecto importante a considerar es el asunto de la seguridad pública. Se espera
que el nuevo gobierno depure y ponga orden en la desprestigiada fiscalía
general. No se podría seguir operando la justicia teniendo bajo sospecha a
quienes se encargan de procurarla. Además de la gran incertidumbre que existe
respecto a la “paz narca”. ¿Qué efectos tendrá la llegada del nuevo gobierno en
los presuntos pactos del actual gobierno con el crimen organizado? ¿Volverá la
violencia por un nuevo reacomodo en los liderazgos de los cárteles del
narcotráfico? ¿Cambiará la estructura de las policías locales? ¿Desaparecerá la
Policía Nayarit, sólo se les quitará la capucha o no se hará nada? En este tema
existen muchas interrogantes como se puede notar.
Hay
otro tema de gran relevancia en este esperado cambio y es el que se refiere a
la estabilidad económica. Más allá de la escandalosa simulación de que existe
un envidiable nivel de vida en nuestro estado, el cacaraqueado impulso a la
creación de empleos que es una farsa, ya que los empleos a que se refiere este
régimen corrupto y autoritario han de ser de “cerillos” y comercio informal,
que esos si abundan. Los voceros del gobierno pregonan una vida de color de
rosa (este colorcito ya me tiene hasta la “religiosa”) que solo existe en la
imaginación febril de esta camarilla de cleptómanos. Nayarit sigue padeciendo de una pobreza atroz
y una desigualdad social lastimosa. Se respira la crisis económica por todos
lados, se palpa la estrechez del mercado interno, la falta de liquidez. El
comercio y los servicios están tambaleantes y agónicos. El pueblo sufre de una
depredación de su erario y sus recursos naturales, pero a cambio recibe dádivas
miserables como son las famosas despensas que sostienen con alfileres la falsa
estabilidad alimentaria de las familias más pobres. La industria constructora
maniatada por un grupúsculo de oportunistas que se reparten las obras. Todo eso
y muchísimas cosas más que sería imposible enumerar, conforman el diagnóstico
poco alentador del estado que habrá de recibir nuestro próximo gobernador.
Aun
así, la esperanza se sigue manteniendo en todo lo alto. Muchas ilusiones se
sustentan desde la pobre expectativa de que “no puede haber algo peor de lo que
estamos viviendo” y otras más en la fe verdadera de una promesa de cambio, de
un golpe de timón real, planeado y sincero. Donde se destierre el nepotismo, la
irresponsabilidad normativa, la corrupción, la ignorancia, la soberbia y el
“valemadrismo” de Sandoval y sus compinches. En fin, la expectativa en Toño
Echevarría García es grande y es muy válida. Le entregamos un cálido y sólido
voto de confianza a través de un triunfo electoral contundente, sin titubeos.
El paquete que tiene es muy grande, jamás se ha dicho que será algo fácil. Los
que se van, le dejarán una bomba de tiempo en la mano, pero aun así, con dos
años menos en la gestión, y un desafío gigantesco, la mayoría social confiamos
en tener un horizonte mejor, más equitativo y más digno. Al tiempo, amigos y
amigas lectores.
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.
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