*EN LA EX
FACTORIA DE HILADOS Y TEJIDOS DE BELLAVISTA NAYARIT
*FUE EL 20 DE
MARZO DE 1905; EL 7 DE MAYO DE 1916 NACIÓ DEL SINDICALISMO EN TERRITORIO
NACIONAL
SAÚL ARMANDO LLAMAS LÓPEZ / Periodismo Nayarita
Bellavista, Nayarit.-
Don José María de
Castaños y Llano (1796-1846), nació en Santander, España el 11 de septiembre de 1796, hijo legitimo
de Juan José de Castaños y Larrasolo oriundo de Baraceldo y de María Tomasa de
Llano y Alvarez oriunda de Portugalete ambos lugares en el Señorio de Vizcaya,
estudió en la escuela nautica de Santander. Llegó a la ciudad de México en 1810
(en el tiempo que se dio el grito de inicio en la Independencia de México, 16
de septiembre de 1810), con su tío Don Antonio de Llano y Alvarez, después
capitán del batallón de Leales de Fernando Séptimo y dueño de las grandes
haciendas de Chapulimita y Casa Blanca en las inmediaciones de Ahualulco, los
que pasaron a residir a Guadalajara. De allí paso a Tepic en donde hizo regular
fortuna en el negocio marítimo antes de casarse con Gabriela de Lazcano y Sagáz de Cañizares, hija de vasco y tepiqueña
en 1824, tuvieron dos hijos: José María
y Juan José de Castaños Lazcano,
como agente viajero sirvio a la casa Barrón-Forbes, constituida por el
cónsul Ingles Eustaquio Barrón
(1790-1859) y él cónsul estadounidense Guillermo Forbes Sempill (1790-1884)
grandes comerciantes en el corredor San Blas-Tepic-Guadalajara, a quien presto
sus servicios en calidad de capitan de barcos, su negocio siguió en ascenso
hasta tener barcos propios que hacían ruta desde San Blas, hacia los puertos de
Mazatlán, San Francisco California y hacia el Oriente, Macao principalmente
dentro del imperio de la China. Fue el primero que introdujo el peso mexicano
en Asia. Nombrado Cónsul de los Estados Unidos y de España.
En 1839
junto con Vicente Garcia Granado, fundaron una casa comercial, en el puerto de
Mazatlán, entre estos años se le da el mando de la aduana de San Blas.
En 1840
observó un terreno que se encuentra en el área de la cofradía de animas
benditas de la parroquia de Tepic, hace solicitud para comprarlo, cuyos
principales socios son él (con dos terceras partes del capital) e Ignacio
Fletes (Jaliciense, con la tercera parte)), tomando en cuenta que este espacio
es un poligono que tiene como límites naturales, el arroyo de minitas (troncón
cuero de vaca), cumbre del mirador (hoy cerro del vigia), ixtete, río de Tepic,
calderas del rancho de Don Antonio de la Paz, Mojoneras puestas por la hacienda
de Puga (del que fue dueño), loma del sapo y cerrando nuevamente con el arroyo
de minitas, para esto su hijo José María de Castaños Lazcano, estudió en Bélgica, en los tiempos de la
revolución industrial textil y haciendas en europa, conoció una factoría en la
comunidad de Gante, una réplica
exacta, llamada “BELLEVUE”, admirado
por la singularidad y belleza de la fábrica, su padre y él, trajo consigo al
ingeniero Juan Bregeman con planos, máquinaria, cantera con techos desarmables,
herreros, ladrilleros y tecnicos del viejo continente, desenbarcando en el
puerto de San Blas y aprovechando la corriente del río Mololoa para llegar a
este punto.
En 1841, Don José María de Castaños y Llano, adquiere el
terreno llamado la “Jordana”, con él Obispo de Guadalajara, Monseñor Diego de
Aranda y Carpinteiro, a su vez conmemorando su cumpleaños número 45, nace así
el 11 de septiembre de este año, “La Fábrica Textil de Bellavista”, así como tiendas de raya y docenas de casas
de uniforme fisonomia de adobe, con techo de teja y de dos aguas, que fueron
destinados para los obreros, en un lugar conocido como “La Cuadra”.
En 1843
le envió sus técnicos a Don José Palomar,
después Gobernador de Jalisco, al que Tepic pertenecía como séptimo cantón,
tambien se asocio Don José con el español Don Francisco Martinez Negrete, para
la construcción de la fábrica textil en Atemajac llamada La Prosperidad
(tambien en Guadalajara se fundo la fábrica la Escoba en 1841), así como la
fábrica de Papel El Batan y en La Experiencia propiedad de los señores Manuel
Olasagarre, Sotero Prieto y Compañía, posteriormente en 1866 se fundó la
fábrica de Río Blanco ubicada primero en el Salto y años despues trasladada a
Zapopan Jalisco, Don José María de Castaño y Llano construyo una soberbia
mansión, hoy declarado monumento histórico en la ciudad de Tepic, en las calles
de Avenida México e Hidalgo, casa que ocupara después la poderosa Casa Aguirre,
constituida por los vascos-españoles Juan Antonio y Domingo Aguirre, su
sucesora. Allí murió el 20 de mayo de 1846, dejando su capital seriamente
comprometido. A su muerte siguió la lucha entre la casa Castaños (los changos)
y la Casa Barrón y Forbes (los macuaces) para obtener el predominio de la
región, aliándoce la segunda con el temible forajido Manuel Lozada “El Tigre de
Alica”, viéndose precisados los Castaños, a salir de Tepic para ir a radicar en
Guadalajara.
Francisca Quintero y sus hijas, María y Lupe García
|
|
La Casa Aguirre (El segundo dueño de la fábrica desde 1857) a la muerte de don Santiago Stephens quien fuera un Ingeniero Mecánico inglés con ideas liberales, aconsejaba a los obreros y los informaba de acontecimientos mundiales, hasta los llegó a defender del señor Faustino Somellera que era el administrador de la Casa Aguirre, contrataba a Arturo Acroyd, un inglés que había estado muchos años en Brasil mandando esclavos; este hombre apoyado por Faustino Somellera, jefe supremo de la poderosa Casa Aguirre y además el mayor verdugo de su tiempo, quien frecuentemente se teñía las manos con sangre de los trabajadores, implantaron un régimen de terror y esclavitud, imponiendo la jornada de 14 a 16 horas de trabajo diarias. Se entraba al trabajo a las cinco de la mañana y se tenía que abandonarlo a las 12 de la noche, dándole a los trabajadores únicamente 5 minutos para tomar sus alimentos dentro de la fábrica, pues al trabajador que se pasara de ese pequeño tiempo lo paraban a patadas y a bofetadas y si se enfurecía el amo lo mandaba a la cárcel.
|
Obreros colgados en el “Fresno”
|
Don Arturo, (trataba a los trabajadores de aquí como a los esclavos de
Brasil) se daba el lujo de azotar a los infelices trabajadores; y naturalmente
ese trato fue generando el espíritu de rebeldía. En 1894, los obreros de la
preparación encabezados por Francisca y Maclovia Quintero, Victoriana Arroyo y
Adelaida y Mariana Castañeda, hicieron un paro que no dio los resultados que se
querían. En 1896 hubo otro movimiento con resultados poco ventajosos. Los años
siguieron pasando y los tratos a los obreros no cedían, sin embargo ya a
inicios del año 1900 los hermanos Flores Magón, especialmente en Ricardo,
(pionero de la Revolución Mexicana) influyó determinadamente en los obreros de
México con sus discursos políticos así como con sus artículos periodísticos que
aparecían en periódicos independientes como, “Regeneración”.
Estas ideas, junto con la acumulación de año de injusticias y maltrato a
los obreros impulsaron a los hermanos Elías (Enrique y Pedro) a realizar
la histórica huelga.
Enrique y Pedro Elías Salazar,
convertidos en líderes naturales de los obreros textiles, con las experiencias
de 1894 (con las hermanas Quintero) y en 1896 que vivieron siendo muy jóvenes y
animados por los ideales liberales sociales de los Flores Magón, preparaban muy
cuidadosamente todos los detalles de la protesta pública ante el gobierno
establecido en el territorio.
Al amanecer de un día “normal”
de trabajo, 4:30 de la mañana del día Lunes 20 de Marzo de 1905, el viejo
silbato de la factoría estaría convocando al trabajo como habitualmente lo
venía haciendo desde hace más de sesenta y cuatro años (desde 1841) sin
interrupción; pero esta vez los obreros respondían al llamado solo para
organizarse frente a la fábrica antes de llegar al viejo portón, para momentos
después emprender la marcha hacia la capital, Tepic.
Hombres y mujeres iban pasando
lista de presentes, optimistamente con la estimulante frescura de a esas horas
de la mañana proporcionaban los frondosos fresnos. Nadie, ni uno solo hombre
dio un paso más allá de la puerta de entrada de la fábrica. Directores y
mayordomos iban y venían desesperados rumiando su coraje y desesperación ante
la actitud de los obreros, iban y venían con las manos echadas hacia atrás,
tramando quizá la dulce venganza, los obreros entre tanto, todos junto con
familiares y correligionarios de otros centros de trabajo cercanos, sumando más
de quinientas personas en total inician la caminata a pie por el viejo camino
de terracería.
Cerca de las 9 de la mañana
llegaban a Tepic en el mayor orden que nos podemos imaginar. Estaban en las
goteras de la población con algunas leyendas desafiantes contra el poder
constituido.
En las primeras calles los
encontró el ejercito que listo estaba a apretar el gatillo de sus empolvadas
armas para disolver cuanto antes la manifestación, caso que los trabajadores se
negara a hacerlo voluntariamente, según lo advirtieron los oficiales a los
líderes que encabezaban la muchedumbre. Y por más que Enrique y Pedro Elías
trataron de explicar el objeto pacífico de la protesta, solicitando de ella
permiso para continuar hasta la casa de gobierno para poder presentar su queja
y pliego petitorio, el pretoriano que comandaba el cuerpo de militares una y
otra vez con voz enérgica, casi gritando les exige, les ordena que se retiren o
se verá en la necesidad de abrir fuego.
— ¡Retírense, es
preferible! ¡Tenemos órdenes de disparar a la primera manifestación de
violencia o de que se nieguen a retirarse!
— Pero Señor Oficial,
permítanos. Aseguramos a usted orden y disciplina en nuestros movimientos hasta
la casa de gobierno, decía Enrique G. Elías.
— ¡Ni un paso más, he
dicho! ¡Preparen! ¡Apunten!... Se escuchó la ronca voz del oficial.
A lo que los líderes para
evitar que la sangre corriera, tanto la suya como la de sus hermanos,
prefirieron regresar en la misma forma que llegaron. Solo que no pudieron
impedir que muchos de los trabajadores se dispersaran perdiéndose en los
montes cercanos por temor a que el ejército les diera alcance y pudiera
masacrarlos.
Inútilmente esperaron un día
después la respuesta del jefe político General Mariano Ruiz, razón por la que
se vieron obligados a reanudar labores en el centro de trabajo.
“ En 1905, ya se verificó una
huelga en toda forma, en donde los obreros ni hicieron caso de las amenazas de
don Faustino Somellera, que pretendía impedir el movimiento; desgraciadamente
nuestra huelga fracasó, por falta de apoyo a las autoridades; indiferencia del
comercio y cobardía de la prensa local; todas las clases sociales tuvieron
miedo, negándose a impartirnos la más insignificantes ayuda moral; para
amedrentarnos, el gobierno desplegó gran aparato de fuerzas el jefe de esas
gentes nos manifestó que tenía órdenes terminantemente de la Superioridad, para
disolver a balazos grupos de dos personas”… Menciona Enrique G. Elías Salazar.
|
LOS RESULTADOS
|
Don Faustino, se manifestó implacable ordenando que se desterrara
del lugar con todo y su familia a los integrantes que no volvieran a sus
labores en el tiempo fijado. Con estas contrariadas condiciones, no quedó otro
camino que romper este bello movimiento, el primero verificado en la República,
no obstante el terror imperante y las nulas garantías que tenía el elemento
trabajador, los obreros de Bellavista, a pesar de encontrarse completamente
aislados, por no tener comunicación con sus hermanos de clase, siempre
mantuvieron latente el espíritu de lucha.
Los periódicos de esa época imprimían en sus titulares (la mayoría de
manera clandestina) los magníficos hechos de Bellavista, esta gesta libertaria
influida por Ricardo Flores Magón y los Clubes Liberales nacientes y lideradas
por los Hermanos Enrique Gregorio y Pedro Exiquio Elías Salazar, hazaña que
detonó e influyó socialmente en otras fábricas como con las Huelgas de Cananea
y Río Blanco (con resultados violentos) que ha de anunciar la más grande convulsión
que ha tenido lugar en México en el pasado siglo: la Revolución Mexicana.
La Huelga de 1905 fue preludio de esa movimiento que inicia Francisco I.
Madero con las armas en la mano, como único recurso para forzar al dictador
Porfirio Díaz que abandone el poder y seguir luchando en la búsqueda constante
de un país cuyo marco general sea la justicia y la redención de la clase
trabajadora: obreros y campesinos fundamentalmente, mediante una justa
distribución de la riqueza.
Enrique G. Elías, continuó con ese liderazgo nato
para encausarse en la política, siendo el organizador del Primer
Sindicato Rojo de Trabajadores Textiles el 7 de mayo de 1916; primer
sindicato de obreros y obreras de Bellavista, y fundando la casa del Obrero
Mundial en Tepic, tuvo participación para que se diera la orden constitucional
del nombre de Estado Libre y Soberano de Nayarit dejando a tras al de Séptimo
Cantón de Jalisco, así mismo participando en propuestas en las cuales se
lograron la reducción de horas de trabajo de 12 a 8 diarias, posteriormente fue
candidato a la gubernatura del estado en donde triunfó José Santos Godínez.
El comité directivo del primer sindicato (fundado
un 7 de mayo de 1916) quedó como sigue:
Secretario General: Enrique G. Elías Salazar.
Secretario del Exterior: Pedro E. Elías Salazar.
Secretario del Interior: Ireneo Fuentes.
Tesorero: Silverio Cárdenas.
Subtesorero: Ramón Llamas.
Siguieron este
movimiento: Micaela Ríos, Victoriana y Daniel Arroyo, Adelaida y Mariana
Castañeda, Maclovía, Trinidad y Francisca Quintero, Julián Lara, Eusebio Torres
Huerta, Ricardo Sandoval Vera, Posteriormente: Alberto Arroyo, José
Stéphens, José Luis Vallejo, Everardo Cruz García, Clemente Soria; Juan Arana,
Modesto Meza, Manuela Galicia, Ezequiel Padilla, Doña Sebastiana, etc.
No cabe duda que la Huelga de Bellavista del 20 de
Marzo de 1905, tuvo una gran influencia, directa o indirectamente en la
sociedad obrera y política del México de principios de siglo XX.
Se hace la
petición a la SEP, otorgue este reconocimiento imprimiendo estos hechos
verídicos en libros de texto gratuito a nivel primaria y secundaria, para el
enriquecimiento cultural de nuestras nuevas generaciones, de lo que fue la
primera Huelga pacifica
obrera textil en México, un 20 de Marzo de 1905, en la EX FACTORIA DE
HILADOS Y TEJIDOS EN BELLAVISTA, NAYARIT., a la vez se realice Una película por
parte de la SECRETARIA DE CULTURA, para su difusión, en el país.
ATENTAMENTE.
LCP. SAÚL ARMANDO
LLAMAS LÓPEZ.
Calle: José María
Marroquí Núm. 3144
Col. Jardines de
la Paz Norte., C.P. 44860
Guadalajara,
Jalisco.
CEL.-3321-998408
BELLAVISTA NAYARIT, MONUMENTO HISTORICO Y PATRIMONIO NACIONAL.
ResponderEliminarGRACIAS SR. ENRIQUE GONZALEZ, POR SUS FINAS ATENCIONES.
ResponderEliminar