En
el año 2029, Ismael González Parra, concuño de Liberato, estará concluyendo su
último periodo como magistrado del Tribunal Superior de Justicia, donde alguna
vez la señora justicia obró con vendas en los ojos, pero que inmediatamente después
fue utilizada para satisfacer los apetitos de poder de todo el andamiaje, pero
sobre todo los requerimientos de todos colores y sabores del Presidente en
turno. No obstante, las entrañas del Tribunal permanecían ocultas para el común
de los mortales, se decía que ahí la justicia obraba según razones de pesos,
opinión que siguen compartiendo los pobres del país, porque los encargados de
impartirla, ni siquiera voltean a ver a los que permanecen presos, por no tener
con que pagar una fianza, aunque sea la más pequeña. Eso movió a la Suprema
Corte de Justicia de la Nación para imponer la orden de vaciar las cárceles de
México, pletóricas de gente que compurga penas por robarse unos calzones de
Wal-Mart, o por delitos aun menores. Espero que mi gran amigo Ismael González
Parra tome nota y se acople a los tiempos que marca la Suprema Corte, con lo
cual cientos de ciudadanos de Nayarit, sean perdonados en virtud de que sus
faltas solo ocupan sentido común para remediarlas. Tiempo habrá el suficiente
para que Ismaelillo sobresalga y desde luego vaya hasta el final con el
escandaloso caso INFONAVIT, por el cual son enjuiciados dos magistrados, varios
jueces, otros tantos actuarios y notificadores también. El indiciado Pedro
Antonio Enríquez Soto, ocupó durante tres periodos, la presidencia del Tribunal
Superior de Justicia y su colega Jorge Marmolejo Coronado, estaba por concluir
diez años como magistrado. Curiosamente ambos son señalados por el dedo
flamígero de la justicia, por haber participado en el despojo legal de 60 mil
casas que pertenecían a derechohabientes del INFONAVIT, que no las habían
terminado de pagar y de repente fueron lanzados a la calle, cumplimentando la
orden de un juez, en este caso el más importante, el número cuatro con sede en
Xalisco, Braulio Meza Ahumada, quien declaró un día a puerta cerrada y al
siguiente comenzó el histórico juicio contra las personas y los personajes que
la mayoría ya conoce. Meza Ahumada, contlapache de abogados y notarios públicos
de renombre, ni siquiera pisó el juzgado penal; dicen que pagó para no ser
molestado, aunque se dice que quedó como testigo protegido por haber entregado
a los toros pesados. La gente cree que los otros magistrados si sabían de los
negocios que realizaban al amparo del poder los involucrados en el caso
INFONAVIT; el hecho de que no los hayan charpeado, no los deja fuera de
responsabilidad; por omisión o como se llame, algo está pasando para que, a la
delegada de ese entonces Karina España, ni siquiera se le mencione. El juez
Braulio Meza Ahumada aún tiene mucho por informar a las autoridades de este
caso que puede saltar al ámbito federal por el número de perjudicados a escala
nacional que puede situarse en 600 mil; la institución INFONAVIT tiene bastante
vela en el entierro y lo sospechoso es que se pretenda dejar sin castigo al
anterior titular nacional y a varios delegados estatales. Debe intervenir el
mismo Presidente de la Cuarta Transformación, Andrés Manuel López Obrador, para
que la Fiscalía General de la República, tome cartas en el asunto, pues tal
parece que le están dando largas a este caso que puso a temblar los cimientos
del Tribunal Superior de Justicia, pues a partir de ahí, las lenguas de doble
filo comenzaron a ventilar la actuación de otros Presidentes, los cuales daban
y quitaban cargos para favorecer a sus amigos y amiguitas. Muy estimado
Ismaelillo, primeramente, felicitarte por haber obtenido otros diez años como
magistrado, tiempo suficiente para que la justicia ciega castigue a los que
despojaron patrimonios habitacionales, sirviendo de comparsas del INFONAVIT;
estás obligado a conducirte con verdad y apegado a los preceptos que marca la
Constitución General de la República; si estás libre de culpa no debes temer,
éntrale, llega al fondo del asunto y cuando tu deber esté cumplido, la sociedad
quizás te premie con otros diez años si Dios lo permite… PALESTRAZO: el
Suburban, famoso soplanucas, anda contento porque ya le prometieron regalarle una casa nueva
con coche a la puerta; eso para festejar casi cuarenta años de corretearle la
solitaria a su amorcito.
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