jueves, 9 de julio de 2020

"Extraña cavilación"



JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / 


Periodismo Nayarita



"Extraña cavilación" 



La mesa del rincón de la vieja cantina era la menos iluminada de todas. Ni falta que le hacía la luz a la cabizbaja sombra que, de vez en vez, empinaba con muchas ganas su botella de mezcal. En la recia penumbra del lugar destacaban como tizones encendidos sus brillosos y expresivos ojos. Pocos eran los parroquianos que había a esas horas en la piquera clandestina.

La escasa concurrencia hacía juego con la lánguida música que en vano intentaba animar el ambiente sombrío del tugurio. Los tenues murmullos que se escuchaban, no distraían en nada la profunda concentración del solitario pensador nocturno. Si pudiéramos entrar en la órbita de sus pensamientos, casi se podría decir que naufragaríamos en un mundo de corrientes bravas y, tal vez, caer en turbulentas cascadas de estrepitosa gravedad.

En su revolucionado cerebro convergían una larga serie de pensamientos. La mayoría de ellos se podían clasificar como buscadores de respuestas. Era como si su cerebro se hubiera convertido en Google y de pronto le hiciera todas las preguntas que se le ocurrieron últimamente. Estaba ahí, de sorbo en sorbo y de pregunta en pregunta.

Ajustó un poco la máquina de pensar e intentó ordenar las preguntas. Era más que necesario meter orden en ese maremágnum de ideas, priorizar algunas y procrastinar otras. En parte por el alcohol ingerido y en parte por el terrible abatimiento existencial, era de una inmediata exigencia encontrar respuestas prontas a todos y cada uno de esos dardos envenenados que penetraban por los recónditos rincones de su ansiedad de saber, por la angustiosa necesidad de encontrarse.

Era sumamente difícil poder explicarse a sí mismo qué era lo que estaba pasando en su vida, en la de su familia, su ciudad, su país y su universo. De pronto, aquel mundo maravilloso se volvió gris, primero, y oscuro después. No era sólo esa calamidad a la que llamaban pandemia. No era únicamente la amenaza de algo letal y siniestro que intervenía autoritariamente en su vida para desarticularla por completo, sino era algo más de fondo lo que incidía en su modus vivendi, algo que era más que un accidente o una graciosa eventualidad. Su mente daba vueltas intentando pensar que no era un castigo de Dios, y que él, enviaba a uno de sus jinetes apocalípticos para castigar su poca castidad. No creía que eso fuera, aun así pidió perdón de paso, por si las dudas. Su cerebro intentaba encontrar razones menos divinas y trajo varios recuerdos desde su corteza prefrontal. Lo hizo con cierta calma, pues su hipocampo era de verdad muy activo y servicial, por ende siempre la mantenía a gran nivel de llenado y no convenía, al menos esta vez, que todos llegaran en tropel.

Así desfilaron por ahí, las teorías de Adam Smith, David Ricardo, Karl Marx, John Maynard Keynes, Milton Friedman, hasta Joseph Schumpeter, entre otros. Acudieron sin recato alguno, diversas teorías conspirativas,  masónicas o illuminattis, también el asesinato de Trotsky, el Proyecto MK Ultra, el Irangate, entre muchas otras, verificadas y ficticias. Así mismo, se agregó la imagen sonriente de Noam Chomsky, refunfuñando en contra de la Globalización abanderada por los Estados Unidos, como estandarte del dominio de la economía mundial mediante la intervención del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

Apuró un nuevo trago de mezcal, secó el sudor de su frente y abrió de nuevo la puerta a los aguerridos recuerdos que revoloteaban alegres en su mente. Encontró rosas e infantiles, el Pacto por México, que firmaron el presidente Peña Nieto y los líderes de los partidos políticos de México, PRI, PAN y PRD; protocolo político que sustanciaba las reformas estructurales para privatizar a México; como parte integral del programa criminal para vender a los socios extranjeros, los bienes de la nación, mediante el denominado « México 2030, Proyecto de Gran Visión» auspiciado por el gobierno calderonista; el mismísimo FOBAPROA (rescate de los banqueros) que fue convertido en deuda pública por gobiernos priístas y otras tantas barbaridades más; cuando cruzó por su mente la posibilidad de que la situación sanitaria, económica y política actual, fuera también nada más y nada menos que una conspiración mundial para rediseñar la forma en que se manejará el ejercicio del poder.

Por su mente, pasaron en un instante las contradicciones fundamentales que tiene el sistema capitalista, según Marx; y hasta la novedosa y actual teoría de Schumpeter de la destrucción creativa del capitalismo; pero fueron tantas las alternativas y posibilidades, que de pronto sufrió una especie de agobio, que le obligó a detenerse unos minutos. Pensó simplemente en que el sistema económico actual está en plena decadencia. Que los dueños de la economía mundial buscan nuevas formas de repartirse el control de la economía y las riquezas de los países. Pensó que su vida estaba acabando lentamente, que las cosas esenciales desfilaban ante sus ojos y él no hacía nada para controlarlas. Se estaba dando cuenta que, aunque aún estaba con vida, no era más que cualquiera de aquellos que habían sucumbido ante la letalidad de un microorganismo. Se percataba que era un ser pasivo, sin participación. Que no podía seguir así, desahuciado por él mismo. Sí, tenía que cuidarse, tampoco era un suicida. Pero, tenía que actuar en consecuencia, pensar y actuar, ser solidario y apoyar las buenas causas sociales. Decidir y vivir. Apuró el último sorbo de la transparente botella, le dio un billete arrugado al cantinero y salió despacio. Se colocó el cubre boca y se dirigió a su casa. Era un hombre nuevo, bueno no tan nuevo, pero si más activo y decidido.

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.

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