viernes, 23 de abril de 2021

¿Quién era Esteban Baca Calderón?

 Por: SAÙL ARMANDO LLAMAS LÒPEZ

 

 

Esteban Baca Calderón

Esteban Baca Calderón.JPG

General Esteban Baca Calderón

General

Años de servicio

8 años

Lealtad

Ejército Constitucionalista1913 - 1920
Ejército Mexicano1920

Unidad

Cuerpo del ejército del Noroeste

Condecoraciones

Medalla Belisario Domínguez del Senado de la República

Conflictos

Revolución mexicana

Información

Nacimiento

6 de mayo de 1876
Santa María del OroNayarit

Fallecimiento

29 de marzo de 1957 (80 años)
Nuevo LaredoTamaulipas

Ocupaciones

políticomilitar y sindicalista

 

Esteban Baca Calderón: el maestro que decidió ser obrero.

 

En el municipio de Santa María del Oro del entonces territorio de Tepic, Nayarit, nace el día 6 de mayo de 1876 Esteban Baca Calderón Ojeda. A pesar de pertenecer a una familia muy humilde, Esteban es apoyado con mucho esfuerzo por sus padres para estudiar la primaria en la población de Ixtlán del Río, Nayarit. Gracias a su desempeño y aplicación se le brindó la oportunidad de trabajar como ayudante en la misma escuela. Años más tarde se trasladó a la ciudad de Tepic en donde estudió con éxito el curso de Pedagogía obteniendo el título de maestro. Trabajó en el mismo plantel y poco más tarde fue director de la Escuela Superior participando en la implementación de la reforma educativa basada en los principios liberales. En esa época se vivía la opresión de la dictadura porfirista, la injusticia social y maltrato a la clase trabajadora.

 Los jóvenes estudiosos de la época se resistían a la obediencia ciega, Baca Calderón no fue la excepción. Prefirió renunciar a su cargo de director de la escuela Superior antes que a sus principios; mostrando carácter enérgico y dignidad escribió en su renuncia: “Vivo en una República donde impera la Ley, al maestro no se le debe tratar como esclavo, el maestro tiene dignidad, y si comete una falta, un solo castigo recibirá. No hay ley que permita se lastime la susceptibilidad del individuo”. Motivado por sus ideales liberales abandona el magisterio para contribuir a la lucha por el cambio de régimen y la dignificación de la clase trabajadora. Inicia un viaje para conocer mejor las condiciones de vida de los obreros y campesinos. Durante su recorrido por el norte de la República fue testigo de la explotación y el despojo a los indios Yaquis y Yoris, conoce las infames formas de castigo y su traslado masivo como esclavos a Yucatán, Quintana Roo y Valle Nacional. Decidió hacerse obrero en una de las muchas minas explotadas por compañías extranjeras. Trabajó un tiempo en la Minera Guadalupe de los Reyes cerca de Mazatlán para, posteriormente, llegar a una de las minas más prósperas debido a la explotación de sus trabajadores: la compañía minera de Cananea en Sonora. El maestro siendo obrero vive en carne propia la injusta jornada laboral y padece la pobreza como consecuencia del miserable salario recibido.

 

El activista y obrero que hizo suyas las demandas de los trabajadores Esteban Baca Calderón difundía entre los obreros el pensamiento liberal. Hacía ver a los trabajadores la desigualdad e injusticia del trato recibido: un mejor salario y jornadas laborales más cortas para los empleados norteamericanos, mayor esfuerzo y menor pago para los obreros mexicanos. La inconformidad y los deseos legítimos de obtener un mejor salario y mejores condiciones de trabajo motivaron a los mineros mexicanos a exigir a los patrones extranjeros, siendo Esteban Baca Calderón, con conocimiento del primer movimiento obrero textil pacifico (huelga) en Bellavista Nayarit, un 20 de marzo de 1905, se volvió el portavoz a la compañía minera de las demandas de los obreros explotados en Cananea. Enarbolando la bandera mexicana y gritando ¡cinco pesos diarios y ocho horas de trabajo!, los obreros se declararon en huelga el primero de junio de 1906. Sin embargo, la empresa americana que no estaba dispuesta a perder ni sus ganancias ni su poder, reprimió la revuelta con ayuda de un grupo armado americano y la complacencia del gobernador de Sonora; se asesinaron en las calles de Cananea a los mineros inconformes. Engañados, y 4 obligados moralmente a detener la violencia, Esteban Baca Calderón y sus compañeros líderes de la huelga, señalados como “cabecillas” de la rebelión fueron detenidos y encarcelados el 5 de junio de 1906. Juzgados como rebeldes y asesinos se les sentenció a 15 años de prisión en la fortaleza de San Juan de Ulúa en Veracruz. Liberados en el año de 1911 por el presidente Francisco I. Madero, los líderes se unieron a los esfuerzos para recuperar la democracia como uno de los frutos de la Revolución mexicana. Baca Calderón retornó a Cananea para encargarse de la escuela de varones de Buenavista.

 

 La lealtad a sus principios y la traición de Victoriano Huerta y destitución de Madero y Pino Suárez lo harían responder con coraje y dignidad llamando nuevamente a la lucha. Miembro del congreso Constituyente de 1917: los principios libertarios y la justicia laboral Consolidada la revolución gracias al triunfo del ejército constitucionalista, el país fue llamado a la unificación y participación para integrar un congreso constituyente encargado de formular la nueva Constitución mexicana. Las cualidades del General Baca Calderón como su honradez, y su lealtad a los principios de justicia social fueron determinantes para que participara como miembro del Congreso constituyente de 1917. En el parlamento, fue identificado como un hombre radical y de izquierda por demostrar ser fiel a sus ideales y por su apasionado discurso en la defensa de su pensamiento político. La Asamblea del Congreso lo designó como presidente de una sección del gran jurado. Su vida como obrero le permitió ser uno de los más destacados participantes de la Comisión que dio forma al artículo 123 constitucional que declara los derechos de la clase trabajadora. Sus compañeros constituyentes le reconocieron como hombre íntegro y honrado, amante de su patria y luchador de los más nobles anhelos del pueblo mexicano. La calidad humana del General Baca Calderón, su solidaridad con la clase trabajadora y su pasión por la justicia se observan en un breve párrafo del discurso que ofreció al término del Congreso Constituyente: “Nos hemos sentido intensamente satisfechos al consagrar en esta Carta Fundamental las más amplias garantías para el obrero, y pronto nos sentiremos también satisfechos de haber resuelto en los términos más justicieros la cuestión agraria, estimulando las sanas aspiraciones del pequeño agricultor.

En el orden político, hemos suprimido definitivamente la odiosa institución de los jefes políticos, emancipando al municipio libre, y en este nuevo orden de libertad, contra los desmanes de las autoridades administrativas y de los jueces venales. Hemos asegurado, pues, la tranquilidad del hogar y encaminado los parias por el sendero de la redención”. Después de escribir sus memorias en las que narra sus privaciones como trabajador en Cananea, su participación en la huelga y su injusto encarcelamiento, Baca Calderón muere el 26 de marzo de 1957. En el municipio de Santa María del Oro del entonces territorio de Tepic, Nayarit, nace el día 6 de mayo de 1876 Esteban Baca Calderón Ojeda. A pesar de pertenecer a una familia muy humilde, Esteban es apoyado con mucho esfuerzo por sus padres para estudiar la primaria en la población de Ixtlán del Río, Nayarit. Gracias a su desempeño y aplicación se le brindó la oportunidad de trabajar como ayudante en la misma escuela. Años más tarde se trasladó a la ciudad de Tepic en donde estudió con éxito el curso de Pedagogía obteniendo el título de maestro. Trabajó en el mismo plantel y poco más tarde fue director de la Escuela Superior participando en la implementación de la reforma educativa basada en los principios liberales. En esa época se vivía la opresión de la dictadura porfirista, la injusticia social y maltrato a la clase trabajadora. Los jóvenes estudiosos de la época se resistían a la obediencia ciega, Baca Calderón no fue la excepción. Prefirió renunciar a su cargo de director de la escuela Superior antes que a sus principios; mostrando carácter enérgico y dignidad escribió en su renuncia: “Vivo en una República donde impera la Ley, al maestro no se le debe tratar como esclavo, el maestro tiene dignidad, y si comete una falta, un solo castigo recibirá.

No hay ley que permita se lastime la susceptibilidad del individuo”. Motivado por sus ideales liberales abandona el magisterio para contribuir a la lucha por el cambio de régimen y la dignificación de la clase trabajadora. Inicia un viaje para conocer mejor las condiciones de vida de los obreros y campesinos. Durante su recorrido por el norte de la República fue testigo de la explotación y el despojo a los indios Yaquis y Yoris, conoce las infames formas de castigo y su traslado masivo como esclavos a Yucatán, Quintana Roo y Valle Nacional. Decidió hacerse obrero en una de las muchas minas explotadas por compañías extranjeras. Trabajó un tiempo en la Minera Guadalupe de los Reyes cerca de Mazatlán para, posteriormente, llegar a una de las minas más prósperas debido a la explotación de sus trabajadores: la compañía minera de Cananea en Sonora. El maestro siendo obrero vive en carne propia la injusta jornada laboral y padece la pobreza como consecuencia del miserable salario recibido. El activista y obrero que hizo suyas las demandas de los trabajadores, Esteban Baca Calderón, con el conocimiento de la primera huelga obrera textil pacifica en el país, realizada en Bellavista Nayarit, un 20 de marzo de 1905, difundía entre los obreros el pensamiento liberal. Hacía ver a los trabajadores la desigualdad e injusticia del trato recibido: un mejor salario y jornadas laborales más cortas para los empleados norteamericanos, mayor esfuerzo y menor pago para los obreros mexicanos.

 La inconformidad y los deseos legítimos de obtener un mejor salario y mejores condiciones de trabajo motivaron a los mineros mexicanos a exigir a los patrones extranjeros, siendo Esteban Baca Calderón el portavoz a la compañía minera de las demandas de los obreros explotados en Cananea. Enarbolando la bandera mexicana y gritando ¡cinco pesos diarios y ocho horas de trabajo!, los obreros se declararon en huelga el primero de junio de 1906. Sin embargo, la empresa americana que no estaba dispuesta a perder ni sus ganancias ni su poder, reprimió la revuelta con ayuda de un grupo armado americano y la complacencia del gobernador de Sonora; se asesinaron en las calles de Cananea a los mineros inconformes. Engañados, y “Formando Ciudadanía: Ética del Bien Común” 5 obligados moralmente a detener la violencia, Esteban Baca Calderón y sus compañeros líderes de la huelga, señalados como “cabecillas” de la rebelión fueron detenidos y encarcelados el 5 de junio de 1906. Juzgados como rebeldes y asesinos se les sentenció a 15 años de prisión en la fortaleza de San Juan de Ulúa en Veracruz.

Liberados en el año de 1911 por el presidente Francisco I. Madero, los líderes se unieron a los esfuerzos para recuperar la democracia como uno de los frutos de la Revolución mexicana. Baca Calderón retornó a Cananea para encargarse de la escuela de varones de Buenavista. La lealtad a sus principios y la traición de Victoriano Huerta y destitución de Madero y Pino Suárez lo harían responder con coraje y dignidad llamando nuevamente a la lucha. Miembro del congreso Constituyente de 1917: los principios libertarios y la justicia laboral Consolidada la revolución gracias al triunfo del ejército constitucionalista, el país fue llamado a la unificación y participación para integrar un congreso constituyente encargado de formular la nueva Constitución mexicana. Las cualidades del General Baca Calderón como su honradez, y su lealtad a los principios de justicia social fueron determinantes para que participara como miembro del Congreso constituyente de 1917. En el parlamento, fue identificado como un hombre radical y de izquierda por demostrar ser fiel a sus ideales y por su apasionado discurso en la defensa de su pensamiento político. La Asamblea del Congreso lo designó como presidente de una sección del gran jurado. Su vida como obrero le permitió ser uno de los más destacados participantes de la Comisión que dio forma al artículo 123 constitucional que declara los derechos de la clase trabajadora. Sus compañeros constituyentes le reconocieron como hombre íntegro y honrado, amante de su patria y luchador de los más nobles anhelos del pueblo mexicano. La calidad humana del General Baca Calderón, su solidaridad con la clase trabajadora y su pasión por la justicia se observan en un breve párrafo del discurso que ofreció al término del Congreso Constituyente: “Nos hemos sentido intensamente satisfechos al consagrar en esta Carta Fundamental las más amplias garantías para el obrero, y pronto nos sentiremos también satisfechos de haber resuelto en los términos más justicieros la cuestión agraria, estimulando las sanas aspiraciones del pequeño agricultor. En el orden político, hemos suprimido definitivamente la odiosa institución de los jefes políticos, emancipando al municipio libre, y en este nuevo orden de libertad, contra los desmanes de las autoridades administrativas y de los jueces venales. Hemos asegurado, pues, la tranquilidad del hogar y encaminado los parias por el sendero de la redención”.

Después de escribir sus memorias en las que narra sus privaciones como trabajador en Cananea, su participación en la huelga y su injusto encarcelamiento, Baca Calderón muere el 26 de marzo de 1957. En el municipio de Santa María del Oro del entonces territorio de Tepic, Nayarit, nace el día 6 de mayo de 1876 Esteban Baca Calderón Ojeda. A pesar de pertenecer a una familia muy humilde, Esteban es apoyado con mucho esfuerzo por sus padres para estudiar la primaria en la población de Ixtlán del Río, Nayarit. Gracias a su desempeño y aplicación se le brindó la oportunidad de trabajar como ayudante en la misma escuela. Años más tarde se trasladó a la ciudad de Tepic en donde estudió con éxito el curso de Pedagogía obteniendo el título de maestro. Trabajó en el mismo plantel y poco más tarde fue director de la Escuela Superior participando en la implementación de la reforma educativa basada en los principios liberales.

En esa época se vivía la opresión de la dictadura porfirista, la injusticia social y maltrato a la clase trabajadora. Los jóvenes estudiosos de la época se resistían a la obediencia ciega, Baca Calderón no fue la excepción. Prefirió renunciar a su cargo de director de la escuela Superior antes que a sus principios; mostrando carácter enérgico y dignidad escribió en su renuncia: “Vivo en una República donde impera la Ley, al maestro no se le debe tratar como esclavo, el maestro tiene dignidad, y si comete una falta, un solo castigo recibirá. No hay ley que permita se lastime la susceptibilidad del individuo”. Motivado por sus ideales liberales abandona el magisterio para contribuir a la lucha por el cambio de régimen y la dignificación de la clase trabajadora. Inicia un viaje para conocer mejor las condiciones de vida de los obreros y campesinos. Durante su recorrido por el norte de la República fue testigo de la explotación y el despojo a los indios Yaquis y Yoris, conoce las infames formas de castigo y su traslado masivo como esclavos a Yucatán, Quintana Roo y Valle Nacional. Decidió hacerse obrero en una de las muchas minas explotadas por compañías extranjeras. Trabajó un tiempo en la Minera Guadalupe de los Reyes cerca de Mazatlán para, posteriormente, llegar a una de las minas más prósperas debido a la explotación de sus trabajadores: la compañía minera de Cananea en Sonora. El maestro siendo obrero vive en carne propia la injusta jornada laboral y padece la pobreza como consecuencia del miserable salario recibido. El activista y obrero que hizo suyas las demandas de los trabajadores Esteban Baca Calderón difundía entre los obreros el pensamiento liberal. Hacía ver a los trabajadores la desigualdad e injusticia del trato recibido: un mejor salario y jornadas laborales más cortas para los empleados norteamericanos, mayor esfuerzo y menor pago para los obreros mexicanos. La inconformidad y los deseos legítimos de obtener un mejor salario y mejores condiciones de trabajo motivaron a los mineros mexicanos a exigir a los patrones extranjeros, siendo Esteban Baca Calderón el portavoz a la compañía minera de las demandas de los obreros explotados en Cananea. Enarbolando la bandera mexicana y gritando ¡cinco pesos diarios y ocho horas de trabajo!, los obreros se declararon en huelga el primero de junio de 1906. Sin embargo, la empresa americana que no estaba dispuesta a perder ni sus ganancias ni su poder, reprimió la revuelta con ayuda de un grupo armado americano y la complacencia del gobernador de Sonora; se asesinaron en las calles de Cananea a los mineros inconformes.

Engañados, y obligados moralmente a detener la violencia, Esteban Baca Calderón y sus compañeros líderes de la huelga, señalados como “cabecillas” de la rebelión fueron detenidos y encarcelados el 5 de junio de 1906. Juzgados como rebeldes y asesinos se les sentenció a 15 años de prisión en la fortaleza de San Juan de Ulúa en Veracruz. Liberados en el año de 1911 por el presidente Francisco I. Madero, los líderes se unieron a los esfuerzos para recuperar la democracia como uno de los frutos de la Revolución mexicana. Baca Calderón retornó a Cananea para encargarse de la escuela de varones de Buenavista. La lealtad a sus principios y la traición de Victoriano Huerta y destitución de Madero y Pino Suárez lo harían responder con coraje y dignidad llamando nuevamente a la lucha. Miembro del congreso Constituyente de 1917: los principios libertarios y la justicia laboral Consolidada la revolución gracias al triunfo del ejército constitucionalista, el país fue llamado a la unificación y participación para integrar un congreso constituyente encargado de formular la nueva Constitución mexicana. Las cualidades del General Baca Calderón como su honradez, y su lealtad a los principios de justicia social fueron determinantes para que participara como miembro del Congreso constituyente de 1917.

Los jóvenes estudiosos de la época se resistían a la obediencia ciega, Baca Calderón no fue la excepción. Prefirió renunciar a su cargo de director de la escuela Superior antes que a sus principios; mostrando carácter enérgico y dignidad escribió en su renuncia: “Vivo en una República donde impera la Ley, al maestro no se le debe tratar como esclavo, el maestro tiene dignidad, y si comete una falta, un solo castigo recibirá. No hay ley que permita se lastime la susceptibilidad del individuo”. Motivado por sus ideales liberales abandona el magisterio para contribuir a la lucha por el cambio de régimen y la dignificación de la clase trabajadora. Inicia un viaje para conocer mejor las condiciones de vida de los obreros y campesinos. Durante su recorrido por el norte de la República fue testigo de la explotación y el despojo a los indios Yaquis y Yoris, conoce las infames formas de castigo y su traslado masivo como esclavos a Yucatán, Quintana Roo y Valle Nacional. Decidió hacerse obrero en una de las muchas minas explotadas por compañías extranjeras.

En el parlamento, fue identificado como un hombre radical y de izquierda por demostrar ser fiel a sus ideales y por su apasionado discurso en la defensa de su pensamiento político. La Asamblea del Congreso lo designó como presidente de una sección del gran jurado. Su vida como obrero le permitió ser uno de los más destacados participantes de la Comisión que dio forma al artículo 123 constitucional que declara los derechos de la clase trabajadora. Sus compañeros constituyentes le reconocieron como hombre íntegro y honrado, amante de su patria y luchador de los más nobles anhelos del pueblo mexicano. La calidad humana del General Baca Calderón, su solidaridad con la clase trabajadora y su pasión por la justicia se observan en un breve párrafo del discurso que ofreció al término del Congreso Constituyente:“Nos hemos sentido intensamente satisfechos al consagrar en esta Carta Fundamental las más amplias garantías para el obrero, y pronto nos sentiremos también satisfechos de haber resuelto en los términos más justicieros la cuestión agraria, estimulando las sanas aspiraciones del pequeño agricultor. En el orden político, hemos suprimido definitivamente la odiosa institución de los jefes políticos, emancipando al municipio libre, y en este nuevo orden de libertad, contra los desmanes de las autoridades administrativas y de los jueces venales. Hemos asegurado, pues, la tranquilidad del hogar y encaminado los parias por el sendero de la redención”. Después de escribir sus memorias en las que narra sus privaciones como trabajador en Cananea, su participación en la huelga y su injusto encarcelamiento, Baca Calderón muere el 26 de marzo de 1957. “Formando Ciudadanía: Ética del Bien Común”.

DATOS RELEVANTES:

Precursor de la revolución mexicana

 El activista y obrero que hizo suyas las demandas de los trabajadores Esteban Baca Calderón, con él conocimiento del primer movimiento (huelga) obrero textil pacifico, en Bellavista Nayarit, el 20 de marzo de 1905, difundía entre los obreros, el pensamiento liberal. Hacía ver a los trabajadores la desigualdad e injusticia del trato recibido: un mejor salario y jornadas laborales más cortas para los empleados norteamericanos, mayor esfuerzo y menor pago para los obreros mexicanos. La inconformidad y los deseos legítimos de obtener un mejor salario y mejores condiciones de trabajo motivaron a los mineros mexicanos a exigir a los patrones extranjeros, siendo Esteban Baca Calderón el portavoz a la compañía minera de las demandas de los obreros explotados en Cananea. Enarbolando la bandera mexicana y gritando ¡cinco pesos diarios y ocho horas de trabajo!, los obreros se declararon en huelga el primero de junio de 1906.

Fue liberado en 1911, con el triunfo maderista, y regresó a Cananea, colaborando en el restablecimiento de la Unión Liberal y en la elección de Manuel M. Diéguez como presidente Municipal. Se lanzó a la lucha armada con un grupo de mineros voluntarios ante la usurpación del poder de Victoriano Huerta, jefe turados por él, Juan José Ríos y Pablo Quiroga y bajo el liderazgo de Diéguez. Se incorporó poco después a las fuerzas estatales que conformarían el Cuerpo del ejército del Noroeste de Álvaro Obregón. Fiel a las fuerzas constitucionalistas, fue gobernador interino de Colima por dos breves periodos: del 24 de diciembre de 1914 al 6 de enero de 1915 y del 18 de marzo al 16 de abril de 1917. Como diputado en el congreso constituyente por Jalisco, intervino en las discusiones más importantes, y junto con Pastor Rouaix suscribió el proyecto definitivo del artículo 123. Posteriormente fue designado presidente de la comisión nacional de reclamaciones, en relación a los daños causados por la Revolución; luego fue Senador por Jalisco.

Plan de Agua Prieta

Para 1920, y ya con tres años como General de Brigada, luchó contra Venustiano Carranza por la imposición de la candidatura presidencial de Ignacio Bonillas. Al triunfo del Plan de Agua Prieta ocupó la dirección general de aduanas, las jefaturas de los departamentos de compras de los establecimientos febriles militares y de los ferrocarriles nacionales. Siendo presidente de la República Emilio Portes Gil, Baca Calderón fue Gobernador provisional de Nayarit; durante el Gobierno de Adolfo Ruiz Cortines fue Senador. Murió en Nuevo LaredoTamaulipas, el 29 de marzo de 1957.

 

Predecesor:
Winstano Luis Orozco

Gobernador de Colima
1914-1915

Sucesor:
Juan José Rios

Predecesor:
Francisco Ramírez Romano

Gobernador de Nayarit
1928-1929

Sucesor:
Francisco Anguiano de la Peña

Predecesor:
Erasmo Castellanos Quinto

Medalla Belisario Domínguez
1955

Sucesor:
Gerardo Murillo (Dr. Atl)

 

 

Referencias

1.    Congreso del Estado de Nayarit. «General Esteban Baca Calderón». Archivado desde el original el 6 de mayo de 2014. Consultado el 27 de junio de 2014.

Esteban Baca Calderón nació en Santa María del OroNayarit (México) el 6 de mayo de 1876. Realizó sus estudios hasta la preparatoria y fue profesor de la Escuela Superior de Tepic. En 1904, llegó a Sonora, donde conoció acerca de la Guerra del Yaqui y los problemas de los Obreros, pues se avecindó en Cananea. Ahí se hizo líder de los trabajadores, y junto con Manuel M. Diéguez fundó la Unión Liberal Humanidad, que secundaba las posturas de la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano. En la Huelga de Cananea en 1906 figuró como uno de sus dirigentes: redactó el pliego de peticiones imprimiendo en él varias ideas de avanzada. Fue aprehendido y enviado a San Juan de Ulúa, con una sentencia de 15 años de prisión.

CARTILLA ÉTICA Colección: “Formando Ciudadanía: Ética del Bien Común”, No. 8. Puebla, Pue., febrero de 2020 Esteban Baca Calderòn.

 

1 comentario:

  1. SAUL ARMANDO LLAMAS LOPEZ23 de abril de 2021, 20:16

    AGRADEZCO A PERIODISMO NAYARITA, POR DIFUNDIR LA CULTURA Y HECHOS VERÍDICOS EN EL PAIS.

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