Por: SAÙL ARMANDO LLAMAS LÒPEZ
Esteban Baca Calderón |
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General Esteban Baca Calderón |
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General |
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Años de servicio |
8 años |
Lealtad |
Ejército
Constitucionalista, 1913 - 1920 |
Unidad |
Cuerpo del ejército del Noroeste |
Condecoraciones |
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Conflictos |
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Información |
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Nacimiento |
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Fallecimiento |
29 de marzo de 1957 (80 años) |
Ocupaciones |
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Esteban Baca Calderón: el maestro que decidió ser obrero.
En el municipio de Santa María del Oro del
entonces territorio de Tepic, Nayarit, nace el día 6 de mayo de 1876 Esteban
Baca Calderón Ojeda. A pesar de pertenecer a una familia muy humilde, Esteban
es apoyado con mucho esfuerzo por sus padres para estudiar la primaria en la
población de Ixtlán del Río, Nayarit. Gracias a su desempeño y aplicación se le
brindó la oportunidad de trabajar como ayudante en la misma escuela. Años más
tarde se trasladó a la ciudad de Tepic en donde estudió con éxito el curso de
Pedagogía obteniendo el título de maestro. Trabajó en el mismo plantel y poco
más tarde fue director de la Escuela Superior participando en la implementación
de la reforma educativa basada en los principios liberales. En esa época se
vivía la opresión de la dictadura porfirista, la injusticia social y maltrato a
la clase trabajadora.
Los
jóvenes estudiosos de la época se resistían a la obediencia ciega, Baca
Calderón no fue la excepción. Prefirió renunciar a su cargo de director de la
escuela Superior antes que a sus principios; mostrando carácter enérgico y
dignidad escribió en su renuncia: “Vivo en una República donde impera la Ley,
al maestro no se le debe tratar como esclavo, el maestro tiene dignidad, y si
comete una falta, un solo castigo recibirá. No hay ley que permita se lastime
la susceptibilidad del individuo”. Motivado por sus ideales liberales abandona
el magisterio para contribuir a la lucha por el cambio de régimen y la
dignificación de la clase trabajadora. Inicia un viaje para conocer mejor las
condiciones de vida de los obreros y campesinos. Durante su recorrido por el
norte de la República fue testigo de la explotación y el despojo a los indios
Yaquis y Yoris, conoce las infames formas de castigo y su traslado masivo como
esclavos a Yucatán, Quintana Roo y Valle Nacional. Decidió hacerse obrero en
una de las muchas minas explotadas por compañías extranjeras. Trabajó un tiempo
en la Minera Guadalupe de los Reyes cerca de Mazatlán para, posteriormente,
llegar a una de las minas más prósperas debido a la explotación de sus
trabajadores: la compañía minera de Cananea en Sonora. El maestro siendo obrero
vive en carne propia la injusta jornada laboral y padece la pobreza como
consecuencia del miserable salario recibido.
El activista y obrero que hizo suyas las
demandas de los trabajadores Esteban Baca Calderón difundía entre los obreros
el pensamiento liberal. Hacía ver a los trabajadores la desigualdad e
injusticia del trato recibido: un mejor salario y jornadas laborales más cortas
para los empleados norteamericanos, mayor esfuerzo y menor pago para los
obreros mexicanos. La inconformidad y los deseos legítimos de obtener un mejor
salario y mejores condiciones de trabajo motivaron a los mineros mexicanos a
exigir a los patrones extranjeros, siendo Esteban
Baca Calderón, con conocimiento del primer movimiento obrero textil pacifico
(huelga) en Bellavista Nayarit, un 20 de marzo de 1905, se volvió el portavoz a la compañía minera
de las demandas de los obreros explotados en Cananea. Enarbolando la bandera
mexicana y gritando ¡cinco pesos diarios y ocho horas de trabajo!, los obreros
se declararon en huelga el primero de junio de 1906. Sin embargo, la
empresa americana que no estaba dispuesta a perder ni sus ganancias ni su
poder, reprimió la revuelta con ayuda de un grupo armado americano y la
complacencia del gobernador de Sonora; se asesinaron en las calles de Cananea a
los mineros inconformes. Engañados, y 4 obligados moralmente a detener la
violencia, Esteban Baca Calderón y sus compañeros líderes de la huelga,
señalados como “cabecillas” de la rebelión fueron detenidos y encarcelados el 5
de junio de 1906. Juzgados como rebeldes y asesinos se les sentenció a 15 años
de prisión en la fortaleza de San Juan de Ulúa en Veracruz. Liberados en el año
de 1911 por el presidente Francisco I. Madero, los líderes se unieron a los
esfuerzos para recuperar la democracia como uno de los frutos de la Revolución
mexicana. Baca Calderón retornó a Cananea para encargarse de la escuela de
varones de Buenavista.
La
lealtad a sus principios y la traición de Victoriano Huerta y destitución de
Madero y Pino Suárez lo harían responder con coraje y dignidad llamando
nuevamente a la lucha. Miembro del congreso Constituyente de 1917: los
principios libertarios y la justicia laboral Consolidada la revolución gracias
al triunfo del ejército constitucionalista, el país fue llamado a la
unificación y participación para integrar un congreso constituyente encargado
de formular la nueva Constitución mexicana. Las cualidades del General Baca
Calderón como su honradez, y su lealtad a los principios de justicia social
fueron determinantes para que participara como miembro del Congreso
constituyente de 1917. En el parlamento, fue identificado como un hombre
radical y de izquierda por demostrar ser fiel a sus ideales y por su apasionado
discurso en la defensa de su pensamiento político. La Asamblea del Congreso lo
designó como presidente de una sección del gran jurado. Su vida como obrero le
permitió ser uno de los más destacados participantes de la Comisión que dio
forma al artículo 123 constitucional que declara los derechos de la clase trabajadora.
Sus compañeros constituyentes le reconocieron como hombre íntegro y honrado,
amante de su patria y luchador de los más nobles anhelos del pueblo mexicano.
La calidad humana del General Baca Calderón, su solidaridad con la clase
trabajadora y su pasión por la justicia se observan en un breve párrafo del
discurso que ofreció al término del Congreso Constituyente: “Nos hemos sentido
intensamente satisfechos al consagrar en esta Carta Fundamental las más amplias
garantías para el obrero, y pronto nos sentiremos también satisfechos de haber
resuelto en los términos más justicieros la cuestión agraria, estimulando las
sanas aspiraciones del pequeño agricultor.
En el orden político, hemos suprimido
definitivamente la odiosa institución de los jefes políticos, emancipando al
municipio libre, y en este nuevo orden de libertad, contra los desmanes de las
autoridades administrativas y de los jueces venales. Hemos asegurado, pues, la
tranquilidad del hogar y encaminado los parias por el sendero de la redención”.
Después de escribir sus memorias en las que narra sus privaciones como
trabajador en Cananea, su participación en la huelga y su injusto
encarcelamiento, Baca Calderón muere el 26 de marzo de 1957. En el municipio de
Santa María del Oro del entonces territorio de Tepic, Nayarit, nace el día 6 de
mayo de 1876 Esteban Baca Calderón Ojeda. A pesar de pertenecer a una familia
muy humilde, Esteban es apoyado con mucho esfuerzo por sus padres para estudiar
la primaria en la población de Ixtlán del Río, Nayarit. Gracias a su desempeño
y aplicación se le brindó la oportunidad de trabajar como ayudante en la misma
escuela. Años más tarde se trasladó a la ciudad de Tepic en donde estudió con
éxito el curso de Pedagogía obteniendo el título de maestro. Trabajó en el
mismo plantel y poco más tarde fue director de la Escuela Superior participando
en la implementación de la reforma educativa basada en los principios liberales.
En esa época se vivía la opresión de la dictadura porfirista, la injusticia
social y maltrato a la clase trabajadora. Los jóvenes estudiosos de la época se
resistían a la obediencia ciega, Baca Calderón no fue la excepción. Prefirió
renunciar a su cargo de director de la escuela Superior antes que a sus
principios; mostrando carácter enérgico y dignidad escribió en su renuncia:
“Vivo en una República donde impera la Ley, al maestro no se le debe tratar
como esclavo, el maestro tiene dignidad, y si comete una falta, un solo castigo
recibirá.
No hay ley que permita se lastime la
susceptibilidad del individuo”. Motivado por sus ideales liberales abandona el
magisterio para contribuir a la lucha por el cambio de régimen y la
dignificación de la clase trabajadora. Inicia un viaje para conocer mejor las
condiciones de vida de los obreros y campesinos. Durante su recorrido por el
norte de la República fue testigo de la explotación y el despojo a los indios
Yaquis y Yoris, conoce las infames formas de castigo y su traslado masivo como
esclavos a Yucatán, Quintana Roo y Valle Nacional. Decidió hacerse obrero en
una de las muchas minas explotadas por compañías extranjeras. Trabajó un tiempo
en la Minera Guadalupe de los Reyes cerca de Mazatlán para, posteriormente, llegar
a una de las minas más prósperas debido a la explotación de sus trabajadores:
la compañía minera de Cananea en Sonora. El maestro siendo obrero vive en carne
propia la injusta jornada laboral y padece la pobreza como consecuencia del
miserable salario recibido. El activista y obrero que hizo suyas las demandas
de los trabajadores, Esteban Baca
Calderón, con el conocimiento de la primera huelga obrera textil pacifica en el
país, realizada en Bellavista Nayarit, un 20 de marzo de 1905, difundía
entre los obreros el pensamiento liberal. Hacía ver a los trabajadores la
desigualdad e injusticia del trato recibido: un mejor salario y jornadas
laborales más cortas para los empleados norteamericanos, mayor esfuerzo y menor
pago para los obreros mexicanos.
La inconformidad
y los deseos legítimos de obtener un mejor salario y mejores condiciones de
trabajo motivaron a los mineros mexicanos a exigir a los patrones extranjeros,
siendo Esteban Baca Calderón el portavoz a la compañía minera de las demandas
de los obreros explotados en Cananea. Enarbolando la bandera mexicana y
gritando ¡cinco pesos diarios y ocho horas de trabajo!, los obreros se
declararon en huelga el primero de junio de 1906. Sin embargo, la empresa
americana que no estaba dispuesta a perder ni sus ganancias ni su poder,
reprimió la revuelta con ayuda de un grupo armado americano y la complacencia
del gobernador de Sonora; se asesinaron en las calles de Cananea a los mineros
inconformes. Engañados, y “Formando Ciudadanía: Ética del Bien Común” 5 obligados
moralmente a detener la violencia, Esteban Baca Calderón y sus compañeros
líderes de la huelga, señalados como “cabecillas” de la rebelión fueron
detenidos y encarcelados el 5 de junio de 1906. Juzgados como rebeldes y
asesinos se les sentenció a 15 años de prisión en la fortaleza de San Juan de
Ulúa en Veracruz.
Liberados en el año de 1911 por el presidente
Francisco I. Madero, los líderes se unieron a los esfuerzos para recuperar la
democracia como uno de los frutos de la Revolución mexicana. Baca Calderón
retornó a Cananea para encargarse de la escuela de varones de Buenavista. La
lealtad a sus principios y la traición de Victoriano Huerta y destitución de
Madero y Pino Suárez lo harían responder con coraje y dignidad llamando
nuevamente a la lucha. Miembro del congreso Constituyente de 1917: los
principios libertarios y la justicia laboral Consolidada la revolución gracias
al triunfo del ejército constitucionalista, el país fue llamado a la
unificación y participación para integrar un congreso constituyente encargado
de formular la nueva Constitución mexicana. Las cualidades del General Baca
Calderón como su honradez, y su lealtad a los principios de justicia social
fueron determinantes para que participara como miembro del Congreso
constituyente de 1917. En el parlamento, fue identificado como un hombre
radical y de izquierda por demostrar ser fiel a sus ideales y por su apasionado
discurso en la defensa de su pensamiento político. La Asamblea del Congreso lo
designó como presidente de una sección del gran jurado. Su vida como obrero le
permitió ser uno de los más destacados participantes de la Comisión que dio
forma al artículo 123 constitucional que declara los derechos de la clase
trabajadora. Sus compañeros constituyentes le reconocieron como hombre íntegro
y honrado, amante de su patria y luchador de los más nobles anhelos del pueblo
mexicano. La calidad humana del General Baca Calderón, su solidaridad con la
clase trabajadora y su pasión por la justicia se observan en un breve párrafo
del discurso que ofreció al término del Congreso Constituyente: “Nos hemos
sentido intensamente satisfechos al consagrar en esta Carta Fundamental las más
amplias garantías para el obrero, y pronto nos sentiremos también satisfechos
de haber resuelto en los términos más justicieros la cuestión agraria,
estimulando las sanas aspiraciones del pequeño agricultor. En el orden
político, hemos suprimido definitivamente la odiosa institución de los jefes
políticos, emancipando al municipio libre, y en este nuevo orden de libertad,
contra los desmanes de las autoridades administrativas y de los jueces venales.
Hemos asegurado, pues, la tranquilidad del hogar y encaminado los parias por el
sendero de la redención”.
Después de escribir sus memorias en las que
narra sus privaciones como trabajador en Cananea, su participación en la huelga
y su injusto encarcelamiento, Baca Calderón muere el 26 de marzo de 1957. En el
municipio de Santa María del Oro del entonces territorio de Tepic, Nayarit,
nace el día 6 de mayo de 1876 Esteban Baca Calderón Ojeda. A pesar de
pertenecer a una familia muy humilde, Esteban es apoyado con mucho esfuerzo por
sus padres para estudiar la primaria en la población de Ixtlán del Río,
Nayarit. Gracias a su desempeño y aplicación se le brindó la oportunidad de
trabajar como ayudante en la misma escuela. Años más tarde se trasladó a la
ciudad de Tepic en donde estudió con éxito el curso de Pedagogía obteniendo el
título de maestro. Trabajó en el mismo plantel y poco más tarde fue director de
la Escuela Superior participando en la implementación de la reforma educativa
basada en los principios liberales.
En esa época se vivía la opresión de la
dictadura porfirista, la injusticia social y maltrato a la clase trabajadora.
Los jóvenes estudiosos de la época se resistían a la obediencia ciega, Baca
Calderón no fue la excepción. Prefirió renunciar a su cargo de director de la
escuela Superior antes que a sus principios; mostrando carácter enérgico y
dignidad escribió en su renuncia: “Vivo en una República donde impera la Ley,
al maestro no se le debe tratar como esclavo, el maestro tiene dignidad, y si
comete una falta, un solo castigo recibirá. No hay ley que permita se lastime
la susceptibilidad del individuo”. Motivado por sus ideales liberales abandona
el magisterio para contribuir a la lucha por el cambio de régimen y la
dignificación de la clase trabajadora. Inicia un viaje para conocer mejor las
condiciones de vida de los obreros y campesinos. Durante su recorrido por el
norte de la República fue testigo de la explotación y el despojo a los indios
Yaquis y Yoris, conoce las infames formas de castigo y su traslado masivo como
esclavos a Yucatán, Quintana Roo y Valle Nacional. Decidió hacerse obrero en
una de las muchas minas explotadas por compañías extranjeras. Trabajó un tiempo
en la Minera Guadalupe de los Reyes cerca de Mazatlán para, posteriormente,
llegar a una de las minas más prósperas debido a la explotación de sus
trabajadores: la compañía minera de Cananea en Sonora. El maestro siendo obrero
vive en carne propia la injusta jornada laboral y padece la pobreza como
consecuencia del miserable salario recibido. El activista y obrero que hizo
suyas las demandas de los trabajadores Esteban Baca Calderón difundía entre los
obreros el pensamiento liberal. Hacía ver a los trabajadores la desigualdad e
injusticia del trato recibido: un mejor salario y jornadas laborales más cortas
para los empleados norteamericanos, mayor esfuerzo y menor pago para los
obreros mexicanos. La inconformidad y los deseos legítimos de obtener un mejor
salario y mejores condiciones de trabajo motivaron a los mineros mexicanos a
exigir a los patrones extranjeros, siendo Esteban Baca Calderón el portavoz a
la compañía minera de las demandas de los obreros explotados en Cananea.
Enarbolando la bandera mexicana y gritando ¡cinco pesos diarios y ocho horas de
trabajo!, los obreros se declararon en huelga el primero de junio de 1906. Sin
embargo, la empresa americana que no estaba dispuesta a perder ni sus ganancias
ni su poder, reprimió la revuelta con ayuda de un grupo armado americano y la
complacencia del gobernador de Sonora; se asesinaron en las calles de Cananea a
los mineros inconformes.
Engañados, y obligados moralmente a detener
la violencia, Esteban Baca Calderón y sus compañeros líderes de la huelga,
señalados como “cabecillas” de la rebelión fueron detenidos y encarcelados el 5
de junio de 1906. Juzgados como rebeldes y asesinos se les sentenció a 15 años
de prisión en la fortaleza de San Juan de Ulúa en Veracruz. Liberados en el año
de 1911 por el presidente Francisco I. Madero, los líderes se unieron a los
esfuerzos para recuperar la democracia como uno de los frutos de la Revolución
mexicana. Baca Calderón retornó a Cananea para encargarse de la escuela de
varones de Buenavista. La lealtad a sus principios y la traición de Victoriano
Huerta y destitución de Madero y Pino Suárez lo harían responder con coraje y
dignidad llamando nuevamente a la lucha. Miembro del congreso Constituyente de
1917: los principios libertarios y la justicia laboral Consolidada la
revolución gracias al triunfo del ejército constitucionalista, el país fue
llamado a la unificación y participación para integrar un congreso
constituyente encargado de formular la nueva Constitución mexicana. Las
cualidades del General Baca Calderón como su honradez, y su lealtad a los
principios de justicia social fueron determinantes para que participara como
miembro del Congreso constituyente de 1917.
Los jóvenes estudiosos de la época se
resistían a la obediencia ciega, Baca Calderón no fue la excepción. Prefirió
renunciar a su cargo de director de la escuela Superior antes que a sus
principios; mostrando carácter enérgico y dignidad escribió en su renuncia:
“Vivo en una República donde impera la Ley, al maestro no se le debe tratar
como esclavo, el maestro tiene dignidad, y si comete una falta, un solo castigo
recibirá. No hay ley que permita se lastime la susceptibilidad del individuo”.
Motivado por sus ideales liberales abandona el magisterio para contribuir a la
lucha por el cambio de régimen y la dignificación de la clase trabajadora.
Inicia un viaje para conocer mejor las condiciones de vida de los obreros y
campesinos. Durante su recorrido por el norte de la República fue testigo de la
explotación y el despojo a los indios Yaquis y Yoris, conoce las infames formas
de castigo y su traslado masivo como esclavos a Yucatán, Quintana Roo y Valle
Nacional. Decidió hacerse obrero en una de las muchas minas explotadas por
compañías extranjeras.
En el parlamento, fue identificado como un
hombre radical y de izquierda por demostrar ser fiel a sus ideales y por su
apasionado discurso en la defensa de su pensamiento político. La Asamblea del
Congreso lo designó como presidente de una sección del gran jurado. Su vida
como obrero le permitió ser uno de los más destacados participantes de la
Comisión que dio forma al artículo 123 constitucional que declara los derechos
de la clase trabajadora. Sus compañeros constituyentes le reconocieron como
hombre íntegro y honrado, amante de su patria y luchador de los más nobles
anhelos del pueblo mexicano. La calidad humana del General Baca Calderón, su
solidaridad con la clase trabajadora y su pasión por la justicia se observan en
un breve párrafo del discurso que ofreció al término del Congreso
Constituyente:“Nos hemos sentido intensamente satisfechos al consagrar en esta
Carta Fundamental las más amplias garantías para el obrero, y pronto nos
sentiremos también satisfechos de haber resuelto en los términos más
justicieros la cuestión agraria, estimulando las sanas aspiraciones del pequeño
agricultor. En el orden político, hemos suprimido definitivamente la odiosa
institución de los jefes políticos, emancipando al municipio libre, y en este
nuevo orden de libertad, contra los desmanes de las autoridades administrativas
y de los jueces venales. Hemos asegurado, pues, la tranquilidad del hogar y
encaminado los parias por el sendero de la redención”. Después de escribir sus
memorias en las que narra sus privaciones como trabajador en Cananea, su
participación en la huelga y su injusto encarcelamiento, Baca Calderón muere el
26 de marzo de 1957. “Formando Ciudadanía: Ética del Bien Común”.
DATOS RELEVANTES:
Precursor de la revolución mexicana
El activista y
obrero que hizo suyas las demandas de los trabajadores Esteban Baca
Calderón, con él conocimiento del primer movimiento (huelga) obrero textil
pacifico, en Bellavista Nayarit, el 20 de marzo de 1905, difundía entre los obreros,
el pensamiento liberal. Hacía ver a los trabajadores la desigualdad e
injusticia del trato recibido: un mejor salario y jornadas laborales más cortas
para los empleados norteamericanos, mayor esfuerzo y menor pago para los
obreros mexicanos. La inconformidad y los deseos legítimos de obtener un mejor
salario y mejores condiciones de trabajo motivaron a los mineros mexicanos a
exigir a los patrones extranjeros, siendo Esteban Baca Calderón el portavoz
a la compañía minera de las demandas de los obreros explotados en Cananea.
Enarbolando la bandera mexicana y gritando ¡cinco pesos diarios y ocho horas de
trabajo!, los obreros se declararon en huelga el primero de junio de 1906.
Fue
liberado en 1911, con el triunfo maderista, y regresó a Cananea, colaborando en el restablecimiento de la Unión
Liberal y en la elección de Manuel M. Diéguez como presidente Municipal. Se lanzó a la lucha armada con un grupo
de mineros voluntarios ante la usurpación del poder de Victoriano
Huerta, jefe turados por él, Juan José Ríos y Pablo
Quiroga y
bajo el liderazgo de Diéguez. Se incorporó poco después a las fuerzas estatales
que conformarían el Cuerpo del ejército del Noroeste de Álvaro Obregón. Fiel a las fuerzas constitucionalistas, fue gobernador interino
de Colima por dos breves periodos: del 24 de diciembre
de 1914 al 6 de enero de 1915 y del 18 de marzo al 16 de abril de 1917. Como diputado en el congreso constituyente
por Jalisco, intervino en las discusiones más
importantes, y junto con Pastor Rouaix suscribió el proyecto definitivo del artículo 123. Posteriormente
fue designado presidente de la comisión nacional de reclamaciones, en relación
a los daños causados por la Revolución; luego fue Senador por Jalisco.
Plan de Agua Prieta
Para
1920, y ya con tres años como General de Brigada, luchó contra Venustiano
Carranza por la imposición de la candidatura presidencial de Ignacio
Bonillas. Al
triunfo del Plan de Agua Prieta ocupó la dirección general de aduanas, las jefaturas de los
departamentos de compras de los establecimientos febriles militares y de los
ferrocarriles nacionales. Siendo presidente de la República Emilio
Portes Gil, Baca
Calderón fue Gobernador provisional de Nayarit; durante el Gobierno de Adolfo Ruiz Cortines fue Senador. Murió en Nuevo
Laredo, Tamaulipas, el 29 de marzo de 1957.
Predecesor: |
Sucesor: |
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Predecesor: |
Sucesor: |
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Predecesor: |
Sucesor: |
Referencias
1.
↑ Congreso
del Estado de Nayarit. «General
Esteban Baca Calderón». Archivado desde el
original el
6 de mayo de 2014. Consultado el 27 de junio de 2014.
Esteban Baca Calderón nació en Santa María del Oro, Nayarit (México) el 6 de mayo de 1876. Realizó
sus estudios hasta la preparatoria y fue profesor de la Escuela Superior
de Tepic. En 1904, llegó
a Sonora, donde conoció acerca de la Guerra
del Yaqui y
los problemas de los Obreros, pues se avecindó en Cananea. Ahí se hizo líder de los trabajadores, y junto
con Manuel M. Diéguez fundó la Unión Liberal Humanidad, que secundaba las posturas de la
Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano. En la Huelga de
Cananea en 1906 figuró como uno de sus dirigentes: redactó el
pliego de peticiones imprimiendo en él varias ideas de avanzada. Fue
aprehendido y enviado a San Juan de Ulúa, con una sentencia de 15 años de prisión.
AGRADEZCO A PERIODISMO NAYARITA, POR DIFUNDIR LA CULTURA Y HECHOS VERÍDICOS EN EL PAIS.
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