miércoles, 14 de julio de 2021

"La nueva ola"

 




JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / 


Periodismo Nayarita



"La nueva ola"


 Muchas noticias importantes se presentaron esta semana, sin embargo la que más me impactó de todas fue lo relativo a la tercera ola de contagios de Covid-19 que se ha presentado en nuestro país y Nayarit, infortunadamente, no es la excepción. Seguramente muchos de mis amables lectores creyeron, basándose en el título, que el tema de hoy sería acerca de una nueva etapa de la moda, o quizá algo así como cuando entró en escena el rock and roll, tal vez algún otro género de música o algo parecido y no los culpo, pero ya saben que me encanta jugar con los encabezados, es parte del estilo que intenta siempre ser ocurrente y divertido.

 Desafortunadamente la temática de hoy no tiene nada de diversión sino al contrario encierra una terrible amenaza a la salud pública y a la estabilidad económica de lo nuestro a lo universal (como reza el lema de la Universidad Autónoma de Nayarit-UAN). El asunto al parecer es más grave de lo que la sociedad, o gran parte de ella, lo puede percibir. El número de contagios ocasionados por el ya casi permanente virus aumentó de manera alarmante en las últimas semanas y según lo que se aprecia y se proyecta seguirá subiendo. Las autoridades de salud, tanto la nacional como la mundial, aceptan y reconocen de manera oficial esta etapa como una tercera ola de Covid-19 y, deduciendo de la postura asumida, que podrán verse una cuarta o quizá hasta una quinta (al cabo dicen que no hay quinto malo).

 Yo decía, a nivel de comentario personal, que unas semanas después de las campañas políticas se notaría un considerable incremento en los casos de infectados, ya que era de suponer que los eventos electorales masivos que no respetaron las medidas y protocolos sanitarios sumarían, además de gobernadores, presidentes, diputados, regidores y demás agraciados, muchos enfermos a la fatídica estadística de salud. No me equivoqué al respecto, aunque pensé que iba a ser un poco menor en términos absolutos y en la forma que en que se irían presentando, creí que sería más lenta o paulatina, en eso me equivoqué porque en nuestro estado se registraban diez, doce y a veces máximo veinte contagios, después del tiempo mencionado los incrementos fueron drásticos. Se duplicaron las cifras, se triplicaron después y hasta el día en que escribo este texto ya está al nivel de quintuplicadas, pues ya se está hablando de más de noventa casos en tan solo veinticuatro horas.

 El escenario tiende a verse aterrador. Además del famoso círculo vicioso ya comentado en otras ocasiones, en el que los empresarios, principalmente los  dueños de restaurantes y antros, tienen mucho que ver, reclaman su derecho a la oportunidad de sobrevivir en la pandemia, piden les permitan abrir parcialmente sus negocios, les conceden una tercera parte del aforo o hasta la mitad del mismo (según sea el color del semáforo epidemiológico) pero en la cruda realidad se apreciaba que la mayoría incumplieron los acuerdos, dejando que sus espacios se retacaran de parroquianos, luego esa acción hacía que aumentaran los contagios y se volviera al semáforo prohibitivo y de nuevo a pedir oportunidad y a exigir sus derechos. El cuento de nunca acabar.

 Esa es la salud económica, pero hay otra que está también en grave peligro, la salud física. Los expertos en esta clase de fenómenos epidemiológicos han dicho con toda claridad que el virus SARS-CoV-2, se ha vuelto más resistente y ha ido mutando de acuerdo a las circunstancias y posibilidades que ofrecen u oponen los diversos grupos de edades de la población, al grado que ya existen algunas variantes. Para que se den una idea, se supone que el virus original era el alfa, pues ahorita ya va en la mutación delta y ésta, por las razones mencionadas, ataca a grupos de población más joven, debido a que ya no encuentra espacio propicio entre los adultos mayores, la mayoría debidamente vacunados.

 Hay varias consideraciones que pueden ser muy graves. Una de ellas es que, a pesar que ya se comprobó que la Covid-19 no es una enfermedad exclusiva de personas mayores, ya que cada vez se ven más casos de contagio en jóvenes, adolescentes y niños, son precisamente los primeros los que se han convertido en blanco y transporte del virus. Otra situación es que también ese segmento poblacional se ha significado como el menos responsable y el más temerario o quizá debiera decir insensato. Da mucha tristeza ver en las colonias, en las plazas, en los antros, que siguen haciendo caso omiso de las recomendaciones sanitarias y continúan haciendo reventones igual o peor que antes de la pandemia. Desafortunadamente no ha sido posible concientizarlos, ni siquiera sabiendo que ellos son los que llevan la muerte consigo y la sientan en el tibio sofá de casa, a veces en el favorito de papá o mamá. No hay cosa más estúpida que la necedad o el valemadrismo suicida. Quizá sea más fácil perdonar el atentado por ignorancia, pero cómo hacerle cuando la mayoría de esos mozalbetes desenfrenados son la clase estudiantil del presente y el futuro dorado de nuestra sociedad. Eso sí es imperdonable.

 Se agotó el espacio para otras consideraciones pero debo decir que es urgente agilizar las acciones del programa nacional de vacunación y quizá moldear la estrategia para hacerla de dos puntas convergentes, por un lado seguir vacunando a los grupos de edad que les toca, según el plan original, y reforzar la táctica vacunando a los jóvenes de veinte a treinta y así sucesivamente, a manera de dos frentes que se juntan como si se cerrara la pinza (valga la expresión futbolera para la explicación).

 Por último, los que somos conscientes de la gravedad de la situación debemos seguir cuidándonos y de esa manera estaremos cuidando a los demás.


RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.

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