Sucedió
lo que había vaticinado en uno de mis artículos semanales. Decía que la afrenta que sufrieron los integrantes
de la orquesta sinfónica y coro del estado en el evento de la toma de protesta
del doctor Miguel Ángel Navarro Quintero (MANQ) celebrada en el auditorio
“Amado Nervo”, no tenía la carga y el sello del desprecio hacia la cultura y
las artes sino era producto de la crisis logística del acto que, por el
considerable número y la importancia de los asistentes, se les salió de
control. A los pocos días de enviar el texto a la redacción del semanario, no
solo se dio la disculpa pública sino se realizó un acto especial con los
agraviados y otros representantes del sector, en el que estuvieron legisladores,
miembros del gabinete estatal, el titular de cultura y el propio titular del
ejecutivo.
Me dio
mucho gusto que eso haya sucedido. No solo por acertar en el vaticinio y
colgarme la medalla de conocedor del medio, sino porque es gratificante pensar
que ese sector, la cultura y el arte, encuentre al fin la respuesta, el apoyo y
el reconocimiento que se merece y que durante muchos años se le ha negado. No
eran para menos el temor de que iniciara otra administración que desdeñara a
los artistas y la indignación por sentir que la esperanza engendrada desde el
fondo de los corazones y las ilusiones concebidas en las profundidades de un
anhelo popular se desvanecieran en la primera oportunidad como si fueran
frágiles pompas de jabón. Me dio gusto porque podemos seguir creyendo que este
gobierno hará cosas diferentes a las que hicieron los anteriores y, si la
mayoría de ellos hicieron principalmente las cosas mal, por definición las que
vienen podrían resultar halagüeñas.
Yo
siempre he sido partidario, incluso defensor, de otorgar a las administraciones
gubernamentales, sean federales, estatales, municipales, legislaturas,
etcétera, el tiempo razonable para que desarrollen su trabajo sin criticarlos
acremente, considerando que todo proceso requiere de una inercia
administrativa, organizativa o gerencial, incluso a veces de intervenciones
donde se necesita una re-ingeniería que posibilite cambiar lo negativo y
empujar lo positivo, en el que se incluye el bagaje de ideas, planes y
proyectos que traen en el hipotético portafolio los responsables de darle
viabilidad a los programas de trabajo. Solo basta echar una mirada en el
retrovisor periodístico y revisar el acervo publicado en esta columna, que ya
rebasó una década de existencia, para verificar la forma en que he tomado esa
postura y he respetado esos tiempos lógicos. Es muy fácil también observar que
se publicaron incluso algunos textos en los que “hablaba bien” de algunos
gobiernos que “empezaron bien” y no habían dado motivos para ser criticados por
mí, lo mismo que por los demás colegas (hablo de los que los que SÍ suelen
criticar a los gobiernos) pero que más tarde, en una histórica metamorfosis, se
convirtieron en poderosos monstruos de la destrucción, artífices del engaño,
maestros de la corrupción y la simulación, depredadores del erario y las cosas
buenas de la sociedad y ahí, justo ahí, inicié las críticas que se tornaron
recurrentes y sistemáticas como han sido las características de la pluma de un
servidor de ustedes.
Actualmente
ya circulan algunas publicaciones en las redes sociales que pueden ser
aseveraciones aventuradas, algunas más directas y drásticas que otras, en torno
a la actitud que el gobierno de MANQ, tomará en relación con las auditorías que
deberían realizarse a los finanzas que manejó, el ya tristemente célebre Toñito
Echevarría, en sus cuatro años de su gobierno, histórico por cierto, no solo
porque será el único de cuatro años, sino también por ser uno de los peores que
se registren en la historia nayarita. El asunto es que dichas publicaciones
señalan que ni el doctor Navarro ni la legislatura actual revisarán las cuentas
de la pasada administración, aduciendo incluso que ya le perdonaron las
presuntas tropelías financieras que subyacen en el “triperío” documental de la
Secretaría de Administración y Finanzas.
Yo
prefiero esperar un poco, fiel a mi estilo y al método, para tener mayor
evidencia de que esas cuentas no serán revisadas, verificar los plazos legales
que al respecto existen para dichas acciones y poder dar una opinión más
certera y profesional del asunto. Por supuesto que deseo con todas las ganas
del mundo que se hagan esas auditorías y todas las revisiones posibles a esa
administración que dejó mucho que desear pero tampoco quiero prejuzgar a los
responsables de realizarlas, si éstos están aún en tiempo de hacerlo. Considero
que decir que el doctor Navarro va a solapar los ilícitos financieros que
pudieran comprobarse al gobierno de Toñito y sus secuaces, creo sería a estas
alturas una imprudencia o al menos una especulación. La misma observación
aplica para la legislatura actual. Así entiendo las cosas, pero reitero que de
hacerse realidad esas anticipadas aseveraciones de algunas personas en las
redes sociales y algunos medios de comunicación, no dudaré en criticar con
objetividad pero con la energía de siempre, esas fallas u omisiones y otras más
que pudieran suscitarse en el devenir de esta historia gubernamental que empezó
a escribirse apenas hace un poco más de una semana.
La
percepción, creo que de la mayoría aún, es de viento a favor, sigue siendo la
esperanza la palabra clave, esa no se ha roto a pesar de algunas decepciones de
menor grado por la llegada al gabinete de personas que criticaron al candidato
y reciben premio del hoy gobernador. Eso calienta a cualquiera, máxime a los
que le entraron física, económica y moralmente a fondo a la campaña y no
recibieron ninguna recompensa (entiéndase huesito de chabacano) mientras que
algunos detractores y detractoras (por aquello del lenguaje inclusivo) que atacaron,
injuriaron dolosamente al noble caballero de la medicina y la política, hoy
reciben una oportunidad inesperada (al menos para nosotros los que pensamos en
una sola dimensión). ¿Se trata de demostrar que es un gobierno incluyente,
subiendo a la carreta a muchos personajes que no son bien vistos por algunos
sectores? ¿No habrá notado aún el gobernador la creciente inconformidad de sus
correligionarios morenistas por su
visible simpatía por personajes curtidos en las entrañas del PRI y del PAN? ¿Es
acaso una estrategia de alto nivel cognitivo que los simples mortales no
alcanzamos a comprender? En fin, aquí dejo estas interrogantes porque ya nomás
me faltó decir: ¿Quiere saber lo que sucede con estas preguntas tan
interesantes? No deje de leer el siguiente episodio de la apasionante historia
política “Los olvidados”, de don Luis “Güicho” Buñuelos.
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y
SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.
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