Varias temáticas destacan al momento
de retomar la actividad periodística. Una de ellas es la efervescencia causada
por el inminente regreso a clases del alumnado del nivel básico. Este tópico
tiene más de una vertiente por no decir aristas.
Por un
lado, el polémico asunto de los nuevos libros de texto que incluso ya pasaron
hasta por la “santa inquisición” que, en este caso, de santidad no tiene un
ápice, ya que la protagonista es ni más ni menos que la ultra derecha mexicana,
representada por el partido que tiene nombre de alimento mexicano confeccionado
a base de harina. Me estoy refiriendo a ellos como promotores visibles de esta
álgida campaña, en la que incluso ya se registraron casos de quema “física” de
libros. Hago esta precisión sobre la quema material de ejemplares de libros de
texto gratuitos porque ya la quema “propagandística” ha sido más que ostensible
desde que salieron de la imprenta.
No
entraré en los detalles, en los puntos específicos que sirven de sustento a esa
campaña, los que aseguran que estos
“siniestros” libros son prácticamente panfletos comunistas que
adoctrinan a los niños para convertirlos en émulos de Mao-Tse-Tung, lo que me
parece una verdadera alucinación. Se trata de comentar las delicadas
implicaciones que oscilan en torno a la educación. Los elementos disímbolos que
pueden esgrimirse para cuestionar las políticas públicas en torno al intrincado
asunto de la enseñanza. No cabe duda que es muy cierto aquel dicho que “en la
guerra y en el amor todo se vale” haciendo un comparativo de la guerra con la
política, aunque el amor pocas veces existe en ella, bueno quizá sí, el amor al
dinero y al poder.
He
seguido la opinión de los conocedores del tema educativo. Tanto los
profesionales expertos en la materia, que son eruditos consultores nacionales e
internacionales y, de manera especial, a quienes considero tienen el mejor
pulso en ese ámbito: los maestros y maestras activos (as) y algunos otros (as)
que ya se han jubilado. La mayoría de ellos comentan que no encuentran los
elementos adoctrinadores que señalan los promotores de la campaña que sataniza a
los libros. También mencionan que los libros no son la parte más importante de
la educación, que son auxiliares del aprendizaje, que los elementos más
importantes son ellos y ellas, los docentes, claro también los niños, como
parte del binomio inseparable. Creo que los profesores son el filtro más
importante en este peliagudo asunto que dio y seguramente seguirá dando mucho
de que hablar.
Por
otro lado, un aspecto no menos importante del regreso a clases es la angustia
de los padres de familia. Esta es generada por la adquisición de la lista de
útiles escolares, los uniformes, zapatos de vestir, tenis y todo lo que implica
ese fenómeno social y económico que ocurre cada verano. No es para menos. La
preocupación es más que justificada. La situación económica de las familias no
es como para echar las campanas al vuelo. Quizá los únicos que no sienten
ninguna aflicción por el apuro económico son las familias adineradas que
incluso mandan a sus hijos a escuelas particulares y se pueden dar los lujos de
adquirir los artículos escolares y prendas de vestir de calidad sin mayor
problema. Lo mismo se podría decir de los hijos de los políticos, sobre todo de
aquellos que han hecho sus buenos ahorritos y le han succionado con fruición a
la ubre presupuestal. En este mismo cómodo esquema entran los diputados y
diputadas que gozan de excelente condición económica por “servir” al pueblo. El
problema está puesto para las familias que se ubican por debajo de la media
estatal de ingreso y muy especialmente para las de muy bajos ingresos que se
sustentan con un salario mínimo o incluso con menos. No escapan del todo de
esta maldición cíclica las familias de los burócratas estatales, ya que no han
recibido aumento directo al salario desde el año 2013, mientras que el precio de
los productos de la canasta básica y todos los que se mencionan como parte
del regreso a clases se han incrementado
cada año debido a un persistente proceso inflacionario.
A estos
aspectos que he comentado se puede unir un tercero, que es la desaparición de
la fluidez del tráfico vehicular. Sin duda que a partir que los niños y los
adolescentes del nivel básico escolar regresen a clases se incrementará la
cantidad de automotores en las calles. El tránsito volverá a ser lento y
tedioso, sobre todo en las vialidades en las que se ubican los centros
escolares. Se volverán a ver muchos sitios con taponamientos, con presencia de
vehículos estacionados en doble fila y otras barbaridades muy propias de
nuestro entorno y nuestra deficiente cultura vial.
En fin,
el regreso a clases es todo un fenómeno. Creo que debemos asumirlo como un
evento afortunado y gratificante. Un suceso que debe ser la génesis de una
nueva ilusión. El inicio, para los niños y niñas de nuevo ingreso, y la
continuidad del camino para aquellos (as) que ya han cursado uno o más grados
escolares. Más allá de toda controversia y de la férrea lucha entre las
disímbolas corrientes que subyacen en el cuadrilátero de las luchas políticas,
la educación sigue siendo el pilar del futuro nacional. No existe mejor
inversión para el desarrollo de nuestro país que apostarle a la ciencia, la
tecnología, al arte y la cultura. Deseo pues, un exitoso regreso a clases a
docentes y alumnos. Por supuesto que espero que los padres de familia logren
resolver la difícil ecuación económica que hoy les exige este momento, con la
seguridad que el esfuerzo que hoy realizan, tendrá una grandiosa recompensa el
día de mañana.
RECIBAN
UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA SIGUIENTE SEMANA - COMENTARIOS Y
SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.
De manera logística describiste un tema que tiene que ver con la parafernalia social incluidos el núcleo maestros directores y padres de familia en nuestros tiempos la educación si respetaba el cuarto constitucional y tenía que cumplirse a cabalidad por ser nuestra escuela constitución de 1857 y efectivamente el libro Hera visto como un auxiliar para nuestro entretenimiento y aprensión ahí la voz constante y sonante era la de el maestro y si no aprendíamos el regalazo en las manos era el mejor motivo no insultante junto con el varazo en las piernas sino llevabas la tarea una forma muy culta de aprender en aquel entonces no teníamos herramientas como hoy un teléfono celular con internet hoy a pesar de esta tecnología y de que hay internet gratuito en todas las escuelas no viene incluido un curso de tro de las materias básicas junto con el inglés desde preescolar viene algo relacionado con civismo pero no de la manera como fuimos preparados en ese tiempo que hoy es muy necesario para que exista una sana convivencia desaparezca el bulling y la juventud se desvíe en el trasiego de la droga con la falsa ilusión que saldrán de pobres antes que estudiar creo que la SEP debería ver los modelos educativos de otros países y incluir las materias necesarias para hacerle frente a todos los problemas cotidianos sin embargo está generación el 50 a 60 por ciento está perdida culpa de los modelos educativos anteriores tenemos niños que no saben leer con pésima ortografía y mínima atención para investigar que significan las palabras el resultado es la ignorancia que ha fin de cuentas regresiva mente habla de el mal planteamiento de la educación nacional culpables los docentes y sus superiores a mí me daría vergüenza ver qué en mi grupo mis alumnos no aprenden pero los tengo que pasar la inovacion es buena pero en este gobierno está desfasada así como el experimento de IMSS bienestar esperemos que funcionen y den buenos resultados excelente analis mi hermano del alma un fuerte abrazo
ResponderEliminarEl comentario es Dr Luis R Lora
ResponderEliminarHola, hermano, estimado Dr. Luis Lora. Muchas gracias por el comentario y por seguir este espacio. Sin duda, que tanto el sector educativo como el ámbito de la salud requieren especial atención y la participación activa de todos los actores, tanto politicos, profesionales y sociales. Te envío un abrazo afectuoso.
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