lunes, 26 de agosto de 2013

El Cuento de Nunca Acabar

JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / Periodismo Nayarita

Tepic, Nay; ago 26.-  Continúa la efervescencia a nivel nacional por la dichosa reforma energética que, según dicen los pregoneros del presidente (léase diputados, senadores, medios de comunicación vendidos y muchos otros empleados) no es privatizadora solo “reformadora” además de generosa (para sus cuates, claro).

Comenté en mi colaboración anterior que este tema tiene mucha tela de donde cortar, pero también es cierto que no me resulta muy atractivo seguir hablando de algo que desgraciadamente no tiene vuelta de hoja. Digo lo anterior sin intentar sumergirme en un pesimismo agorero y conformista sino porque cada vez queda más claro que “nuestros” representantes populares, sean del partido que sean, siguen llevando agua a su molino, apoyando sus intereses personales y a los grupos hegemónicos, políticos y económicos, que reparten el pastel en Nayarit y en México. Estos especímenes de la privilegiada clase política pocas veces regresan a resolver los problemas de sus electores y en muchos de los casos, una vez ungidos, ni siquiera voltean a verlos. No considero necesario aclarar que afortunadamente siempre existen muy honrosas aunque contadas excepciones. Pero déjenme decirles que si menciono las desleales y cínicas actitudes de estos individuos, que se han convertido en el prototipo del político actual, es sólo porque ya empiezan a moverse con mayor frecuencia e intensidad los engranajes del aparato electoral de los diversos partidos políticos que hace poco menos de año y medio me daban la impresión de estar oxidados, olvidados de la mano de Dios.

Estimados lectores, me cuesta trabajo explicarles que tipo de sensación tengo en el estómago, creo que es algo así como náuseas, si algo así, una especie de justificada repulsión, tan sólo de pensar en el próximo advenimiento de las odiosas campañas políticas. Muchos de los protagonistas de las anteriores campañas electorales, presidentes municipales principalmente, aún no terminan de desembarazarse de los graves conflictos, sobre todo laborales, que ellos mismos crearon o acrecentaron en sus feudos y ya están puliendo sus sonrisas para buscar nuevos cargos de elección popular, vaya cinismo (en el caso del Toro creo que difícilmente terminará de desembarazarse). ¿No creen?

Lo que más me indigna es que parece no haber remedio para esto. Próximamente, ya en el 2014, tendremos que soportar de nuevo las andanadas de publicidad a través de la televisión, frecuencias radiofónicas, redes sociales, casa por casa, eventos, perifoneo, volantes, mantas y un sinfín de novedosas formas de venderte la imagen de alguien con la idea de que ha llegado el verdadero redentor, con sofisticados trucos de mercadotecnia que te presentan como mesías a un sujeto que tan sólo unos días atrás ni te saludaba, o al paladín de la justicia que con una límpida trayectoria (que solamente el conoce) te va a resolver los añejos problemas del agua potable, drenajes, calles destrozadas, alumbrado, pésimos servicios de salud y otros, en tan sólo quince minutos.

No amigo lector, ya basta de esos falsos profetas de la política oportunista que en campaña se sirven de las organizaciones sindicales y las redes de trabajadores, basta ya de aquellos que abrazan con hipocresía y una vez obtenido el apoyo incondicional que se traduce en un venero inagotable de sufragios, una vez conquistada la plaza, alcanzada la meta, asumido el poder, con una ceguera inconcebible desconoce a su pueblo, a la multitud que lo vitoreó, sobreviene la etapa de la indiferencia que se justifica por el pretexto más o menos lógico del acomodo y la limpieza de la casa, pero tristemente la indiferencia y el disimulo se transforman en rivalidad y hostigamiento, hasta llegar al inusitado e irracional momento de tinte animal, salvaje e ingrato, cuando el perro muerde la mano que le dio de comer.

Me molesta sobremanera que esos políticos de pacotilla, vean al pueblo con desdén, sin comprender que es la causa primordial a la que deben de comprometer sus esfuerzos y su nobleza, me irrita que siempre intenten burlar la buena voluntad de las personas que se adhieren a sus fingidos proyectos sociales, buscando inútilmente solución a sus necesidades básicas y a sus más sentidas demandas.

Por esa razón estoy escribiendo estas líneas para ti amigo lector, necesitaba decírselo a alguien de confianza, son cosas que se llevan en el interior y lastiman el alma pero fortalecen la conciencia de clase, son pedazos de nubes negras condensadas en la memoria histórica del individuo y el todo. Espero que en las oportunidades venideras la ciudadanía active el chip de la memoria y no permita que esas nefastas historias de crueldad política en contra de los trabajadores del pueblo, vuelvan a repetirse.

En todas partes se cuecen habas, dice el viejo refrán como forma de ilustrar que lo comentado puede suceder en cualquier otra latitud o jurisdicción. Nada más oportuno y adecuado que este refrán para indicar que el síndrome de la “Amnesia Post Electoral” es una enfermedad que puede afectar a cualquiera de los que asumieron cargos de elección popular, sea en la jurisdicción federal, estatal o municipal. Sin intención regresé al inicio, el SUTSEM apoyó a Peña Nieto y éste enjaretó la insidiosa Reforma Laboral y las que faltan; apoyó al Toro y este muy mamífero artiodáctilo corneó la mano amiga y traicionó a los trabajadores; apoyó incondicionalmente a Roberto Sandoval y a estas alturas parece haber serios problemas con la firma del aumento y las prestaciones consagradas en el convenio colectivo laboral, tengo mis dudas pero. ¿Será también ésta una historia manipulada por el alma en pena de Judas Iscariote? Esperemos por el bien de todos que no sea así. Pero al final de cuentas, esto es como el cuento de nunca acabar,

MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C.- COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com

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