JOSÉ MANUEL ELIZONDO
CUEVAS / Periodismo Nayarita
Tepic, Nay; nov 19, 2013.- Tardé mucho tiempo
en decidir la temática de esta semana. Mi mente parecía estar un tanto
obnubilada y por más que traté de analizar las razones de ello, simplemente no
las alcancé a distinguir entre la bruma de mis pensamientos. Afortunadamente el
fuerte impulso del compromiso con mi audiencia fue más fuerte que mis
congojas.
Ya un poco más sereno, después de unos minutos, creí
entender las causas de esta especie de aflicción que estoy sufriendo. En
realidad es como un coctel molotov o un zafarrancho de cosas y casos que
parecen citarse el mismo día y ser tan puntuales y solidarios como pueden. Creo
que todos hemos tenido o podemos tener ese tipo de momentos en los que el peso
anímico de las cosas que te suceden es muy grande y sientes como si todo se
juntara y te ocurriera sólo a ti. Para mi buena suerte, una frase que forma parte
de mi filosofía de vida es: “Lo que hoy es un gran problema mañana será una
anécdota” y siempre he tenido mucha confianza en las personas, en la suerte, en
las circunstancias, en las cosas justas, además de una inquebrantable fe en
Dios.
Se puede decir que generalmente he encontrado la fórmula
para resolver mis problemas, pero quizá esta vez el agobio sea mayor porque no
es mi problema directo sino que tiene que ver con la decepción que siento de mí
mismo porque a la fecha no he podido ayudar a mi hijo a resolver de manera
definitiva su situación laboral y ver con cierta tristeza como sus sueños de
superación e independencia se tambalean ante el embate de las mundanas e
implacables exigencias materiales como la renta que se acumula, el transporte,
la comida y el sinfín de etcéteras que conforman la canasta básica de penurias
de un mexicano común y corriente, más común que corriente.
Sin embargo, aún tengo la fe bien puesta en que las cosas
están por cambiar para él, porque creo en sus merecimientos, porque he sido
testigo fidedigno que le ha puesto el brío, el empeño, la responsabilidad, la
perseverancia, la honestidad y mucho, mucho amor al trabajo, por eso estoy
seguro que esas acciones tendrán una merecida y pronta recompensa. Estoy cierto
de ello porque confío en las buenas acciones y sus resultados, porque creo en
la buena voluntad de las personas, en la amistad sincera y en la justicia. Si
alguien me preguntara que me gustaría que me trajera el “Niño Dios” sin dudarlo
pediría la estabilidad, el trabajo definitivo de mi hijo.
Pero volvamos a los primeros renglones, cuando mencionaba
el famoso coctel o bomba molotov. Usé esa analogía porque así como es de
explosiva e incendiaria la mezcla de líquidos inflamables de esa bomba casera,
cuyo nombre deriva del comisario ruso Viachelaslav Mólotov, así suelen
mezclarse distintos elementos (problemas) en ciertas circunstancias de las
personas que si éstas no tienen buen cuidado de controlarlos, resolverlos o
relajar estos apremios anímicos pues sencillamente hacen explosión, provocando
severos daños en su salud mental.
Si consideramos lo anterior, podríamos aseverar que la
actual es una sociedad llena de explosiones. Si le asignáramos un color a cada
uno de los problemas que están afectándola, una panorámica aérea de ella se
podría comparar con una de esas gelatinas de fiesta a la que se le incrustan
pequeños cuadritos de colores y sabores diversos, ahora que si hablamos de
cuestiones incendiarias pues sería como un pastel, en la misma fiesta, pero con
las velitas prendidas por el cumpleaños de un octogenario.
A eso se asemeja a veces la vida de las personas cuando
las circunstancias se vuelven adversas, cuando parece que el cielo se llena de
nubes negras y se busca con ansiedad y poco éxito la calidez y luminosidad del
sol. Desafortunadamente la vida está llena de esas historias personales
difíciles. Las sociedades actuales son un verdadero compendio de problemas,
donde los menores son el hambre y la ignorancia. No me parece nada extraño que
a veces las personas nos sintamos agobiadas por problemas que nos duelen a
diario. No es fácil sentirse feliz si a la vez te percibes rodeado de sombras
ominosas que amenazan tu futuro y el de tu familia. Cada día las cosas se ponen
más difíciles, los poderosos nos siguen vejando a placer, se apropian día a día
de las riquezas nacionales aumentando sus inmensos caudales con la complacencia
y complicidad de gobiernos corruptos y serviles.
El número de pobres crece con los años, casi en la misma
proporción como aumentan los sueldos y prebendas de los legisladores federales,
esos extraños entes de la biología política que presentan la única metamorfosis
capaz de competir con las mariposas. Espero y estos hermosos animalitos
(me refiero a las mariposas) me disculpen por la pesada comparación, pero me
pareció didáctico este ejemplo. Es impresionante el cambio que se registra
entre un candidato a diputado federal o senador y esos mismos personajes ya
propietarios de su curul. En la primera etapa presentan la mejor de sus caras,
prometiendo ser aliados y defensores del pueblo pero una vez en el poder se
convierten en sus peores enemigos, aprobando leyes que imponen condiciones cada
vez más desfavorables para los que menos tienen y validando el saqueo de los
recursos naturales a favor de las oligarquías nacionales y transnacionales que
dominan el mundo.
Sin duda que son tiempos difíciles, el gobierno federal y
el congreso de la unión siguen atacando al sindicalismo mexicano, al magisterio
y a las clases media y baja, mediante leyes a modo y reformas a la carta magna,
la violencia apoderándose de muchas entidades federativas, escasez de empleos,
salarios bajos, modelos económicos y educativos inoperantes, impunidad,
corrupción, agresiones y homicidios de periodistas y defensores de derechos
humanos, pérdida del poder adquisitivo, aumento sistemático de los productos y
servicios básicos, gasto excesivo en el culto a la imagen personal, pésimos
servicios de salud y una interminable lista de etcéteras.
Si todo lo anterior no parece una bomba molotov a punto
de estallar, pues entonces no sé qué pueda parecer. ¿Ustedes que opinan amables
lectores?
RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO – LOS ESPERO LA PRÓXIMA
SEMANA- COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com
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