¿RESCATANDO? EL MOLOLOA
Hace varios lustros, el Río
Mololoa, que ve sus aguas nacer en el Manantial Acuña, dentro del ejido de La
Labor, justo en el corazón del municipio de Santa María del Oro, era una fuente
de hidroabastecimiento para quienes habitaban en otros municipios como Tepic y
Xalisco.
Hoy en día, el manantial de
frescas y cristalinas aguas ha desaparecido. Ya no existe. En su lugar, se observan chocolatadas y
pestilentes aguas que forman un arroyo en algunos puntos de su trayecto por más
de 78 kilómetros, mismos que se ha mencionado en infinidad de ocasiones que se
deben rescatar para beneficio, orgullo y salud de miles de tepicenses, por cuyo
territorio pasa el mayor porcentaje de este Río Mololoa que aún recibe la
aportación de 45 manantiales como Trigomil y Los Rosales.
Lamentablemente, la voracidad de
algunos empresarios, ciudadanos y gobernantes es más grande que las buenas
voluntades de miles de nayaritas, principalmente de Tepic y Xalisco, que
quisieran ya no recordar cómo era este Río Mololoa en la década de los 50’s y
60’s, sino más bien les gustaría volver a verlo, sentirlo y disfrutarlo.
En fechas recientes, autoridades
estatales, municipales y federales, se han venido reuniendo a puerta cerrada
para analizar esta problemática, que insistimos, ha sido más que mencionada en
múltiples ocasiones, pero que sólo queda en eso: una plática, un diálogo, un
intercambio de opiniones que a lo mucho llegan a una lluvia de ideas plasmadas
en declaraciones de funcionarios y gobernantes… pero en los hechos, el grave
problema de contaminación de esta vital arteria nayarita, continúa sin que
hasta este día se haya logrado un avance significativo.
Y con este tenor de ideas, los
Ayuntamientos de Tepic, Xalisco y Santa Ma. del Oro han dicho ‘sí’ al Saneamiento
y Rescate de las aguas del Río Mololoa.
Saben que es una titánica labor la que se requiere para lograr su
descontaminación, y también saben que el costo político puede significar la
tumba de más de algún gobernante… pero de que urge hacer algo, es más que
evidente; y no sólo de hoy, sino de hace ya varios años.
VOLUNTAD POLÍTICA: POLO
Las
cada vez más escasas flora y fauna que se pueden aún observar en el tramo de
este río a la altura de la capital nayarita requieren de una fuerte inversión
pública, mucho trabajo, bastante voluntad política, pero sobre todo, dejar de
lado la apatía y la simulación.
“Se
ocupan muchas cosas, pero creo que hoy quedó reflejado el ánimo de las
dependencias federales, del Gobierno del Estado y del Ayuntamiento por empezar
a llevar a cabo algunas acciones reglamentarias, algunas acciones técnicas, en
el sentido de empezar de una vez por todas con este saneamiento que ya urge en
el Río Mololoa”, externó con preocupación la semana pasada el alcalde
capitalino al término de una de estas reuniones con representantes de
dependencias como Siapa, Conagua, Ayuntamiento y CEA entre otras no menos
importantes.
“Son
muchas décadas de este grave problema del Río Mololoa, ¿se requiere aún más
tiempo para resolverlo?”, se le cuestionó al munícipe tepicense.
“Yo
creo que sí, sin embargo hay que empezar. El compromiso el día de hoy es afinar
un diagnóstico para saber perfectamente en dónde estamos parados y cuál es la
responsabilidad y la encomienda que le tocará a cada ámbito de gobierno. Estaremos
a una semana de conocer ese diagnóstico, y en consecuencia de informar a la
población, igual los tres niveles de gobierno, cómo vamos a enfrentar este
problema que se ha convertido en un problema bastante serio en torno del
cuidado del medio ambiente. Creo que es una buena noticia lo que está
llevándose a cabo a través de estas reuniones y seguramente en los próximos
días lo estaremos dando a conocer”. Esta
reunión se programó para este martes pasado, por lo que seguramente las
autoridades involucradas ya estarán en condiciones de echar a andar un proyecto
que contemple el rescate y saneamiento de este histórico Río Mololoa de Tepic.
Es,
en consecuencia, un trabajo integral que beneficiará a las próximas
generaciones.
“Aquí
es importante aclarar que un factor indispensable son los ciudadanos. Es decir,
en gran medida la contaminación del Río Mololoa proviene de la ciudadanía. No quiero decir que todos sean igual, pero sí
hay lamentablemente ciudadanos, empresarios, profesionistas, comerciantes, funcionarios
públicos que han abonado a que este problema de contaminación sea grave. Este,
necesariamente, tendrá que ser un esfuerzo conjunto: sociedad y gobierno,
porque de otra manera será muy difícil”, acotó Polo Domínguez.
MORIR O VIVIR, LAS OPCIONES
El gigante contenedor de desechos
industriales denominado Mololoa, sólo tiene dos opciones: o lo dejamos morir
tan rápida o lentamente como has hoy, o ‘nos ponemos las pilas’, gobierno y
sociedad, para que comience un nuevo vivir.
No hay vuelta de hoja; el Mololoa no puede esperar más tiempo. O vive o muere. Así de simple, así de llano.
Durante su paso por Xalisco y
Tepic, el Mololoa recibe más descargas de desechos de animales, tóxicos e
industriales, que aportaciones de manantiales.
En múltiples ocasiones son tantas las descargas de desechos que recibe y
tan poca la afluencia de aguas, que no puede más; sus fétidos olores se
convierten en amargos sollozos que no escuchamos, porque no queremos voltear a
ver la gran espuma que en diversos puntos de su cauce se forman… espuma tan
blanca como la misma contaminación de la que está hecha.
Espuma tan blanca como algunas
garzas que se niegan a abandonar a este río, a pesar de que los pocos o muchos
peces que puede haber en sus negras aguas llevan en sus entrañas la
contaminación como parte de su diario e incansable nado.
Pero nuestro Mololoa no es un pez
para mostrarse incansable; lleva a cuestas su natural instinto de sobrevivencia
al igual que el querer cumplir con su aportación a dar y más vidas de la flora
y la fauna que conviven en su cauce.
Lamentablemente, la carga más
pesada que lleva a cuestas el Mololoa, otrora Princesa que, conforme a la
hermosa leyenda, se enamorara del príncipe Sangangüey, es una grave
contaminación que no quiere abandonarla, que no le permite avanzar para limpiar
sus aguas… poco a poco va muriendo.
En verano, el Mololoa parece
revivir; quiere vivir, compartir sus aguas para dar vida… y nuevamente las
pocas industrias que hay en Tepic, la gente que vive aquí y unos cuantos
empresarios le impiden que logre su cometido.
Todos, al unísono, vierten en sus
aguas llantas en desuso, basura de todo tipo, cadáveres de mascotas y otros
animales, drenajes y aguas con diversos químicos. El Mololoa vuelve a luchar contra la
insensibilidad de los seres humanos… esos mismos humanos, que al igual, al
unísono, pueden contribuir para que en algunos años más, la princesa escuche
una página más en su leyenda: “…y como el Ave Fénix, de entre sus cenizas, la
Princesa Mololoa renació y entre sus venas corren cristalinas aguas llevando
más vida a la vida misma, admirada silenciosamente por su Príncipe
Sangangüey…”.
** MIEMBRO
FUNDADOR DE FRECONAY, A.C.**
Agradeceremos sus comentarios y sugerencias en el celular y
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