miércoles, 17 de agosto de 2016

"El descrédito del poder"


JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS / Periodismo Nayarita



"El descrédito del poder"


Llegaron a mis manos los resultados de una encuesta acerca del nivel de popularidad actual del presidente de la república mexicana. El estudio fue realizado por el Diario Reforma, publicado en “Animal Político” y la muestra estadística se levantó entre el 4 y el 7 del presente mes de agosto.

No hay nada de que sorprenderse. La aceptación que la ciudadanía le brinda al presidente de México sigue a la baja. Según la encuesta reciente, sólo dos de cada diez mexicanos aprueban la forma en que Peña Nieto está haciendo su trabajo. Para citar números más ilustrativos, el sondeo dice que en este rubro al presidente se le dio una calificación de 3.9 (en una escala del 1 al 10) mientras que en el año 2013 su calificación era de 6.3, así  de simple. Pasó de una calificación aprobatoria “de panzazo” a una reprobatoria que se redujo casi a la mitad. Este ejercicio estadístico intentó también saber si la opinión de la gente había cambiado después que el mandatario pidiera disculpas por el asunto de la casa blanca, cosa que no ocurrió ya que el 59% dijo que no, el 6 % que mejoró y el 27 % que empeoró su opinión al respecto.

He ahí la frialdad de los números, la contundencia matemática sobre un asunto de interés nacional. Pero yo me pregunto. ¿Qué significan esos resultados? ¿Qué hay atrás de esos números? Intentaré darles mi opinión de la mejor manera posible.

Si bien es cierto que los tres niveles de gobierno se preocupan e invierten fuertes cantidades de dinero (del erario por supuesto) en mantener una opinión favorable de la ciudadanía a través de la labor especializada que realizan los medios de comunicación, llega el momento en que ya no es posible hacer milagros.

Las situaciones reales, las que se sufren en el escenario cotidiano, las que apuntan y desembocan en el hambre, en la búsqueda del sustento y a veces la supervivencia, esas no se pueden cubrir con el manto mágico y el ilusionismo de una cámara y un micrófono al servicio de quien detenta el poder. Eso no es posible cuando existe una realidad social que se desborda y que reclama a gritos el arribo de la justicia. No existe una pluma, por más alegórica y fina  que sea, que pueda disimular o encubrir un pesado y lamentable estado de cosas en una sociedad agraviada por quienes deberían servirla. Es entonces cuando se puede percibir que por más que hagan el esfuerzo, no “podrán tapar el sol con un dedo”.

Este tipo de encuestas, las reales por supuesto, tienen un gran peso en el ánimo de quienes resultan apaleados por la opinión ciudadana. Las estadísticas son de una importancia capital en la toma de decisiones. Por esa razón es aconsejable que tomen en cuenta ese tipo de sondeos, ya que sirven para orientar las posibilidades y expectativas en el futuro mediato e inmediato. Los gobiernos que orientan sus planes de trabajo o sus acciones institucionales apoyándose en la opinión de la gente (al cabo aquí todo es de la gente) normalmente obtienen mejores resultados en relación con la satisfacción ciudadana. Cosa que no sucede cuando los gobiernos “trabajan” guiados por la víscera, el humor o el capricho. Eso sin contar cuando lo hacen para satisfacer sus intereses personales o de terceros. Lo bueno que eso no pasa aquí en Nayarit.

Aunque en líneas anteriores decía que las cifras de los sondeos te ayudan a conocer tus expectativas, por cuestiones de espacio quisiera comentarles acerca de las razones o las acciones que produjeron estos resultados. Tal vez me estoy refugiando en que es más fácil platicar el pasado que predecir el futuro.

Es muy fácil inferir cuáles son las causas principales de esta drástica caída del presidente EPN en las preferencias populares. Sólo para tener un punto de referencia, tomaremos la calificación (6.3) que tenía en el 2013 y consideramos en el siguiente año 2014 los “eventos especiales” que se suscitaron. ¿Qué encontramos? Por citar sólo los más pesados: “La Masacre y desaparición de normalistas de Ayotzinapa, Guerrero” y el escándalo de corrupción de “La Casa Blanca de EPN y La Gaviota”. Desde mi punto de vista esos hechos son más que suficientes para justificar la desaprobación de este gobierno nefasto. No sólo para bajarle puntos a EPN sino hasta para bajarle los calzones, cuerearlo y encarcelarlo.

Sería inútil hablar en esto de las reacciones negativas de la ciudadanía ante el fracaso, la opresión y el perjuicio de las denominadas “reformas estructurales”. Todas iguales de desastrosas como era de esperarse. No podía ser de otra manera si fueron concebidas desde los escritorios de la oligarquía que patrocina el modelo económico neoliberal aplicado en México. Y digo sería inútil no porque no sea algo que valga la pena mencionar sino porque es innecesario hacerlo, ya que es una situación que ya ha sido comprobada en carne propia por el pueblo.

Por la limitación de espacio, solo traeré otro de los eventos que evidenciaron la intolerancia y el carácter represivo del gobierno peñista: La matanza de maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Nochixtlán Oaxaca. En este punto me detendré solo para aclarar que a pesar de que el poder mediático del gobierno ha querido hacer pasar por delincuentes a los maestros que defienden sus derechos, eso no ha sido posible porque la gente no cree ya en esas trampas. Mediante la infiltración de los movimientos magisteriales disidentes, el gobierno provoca el vandalismo y “revienta” las situaciones mediante la provocación a la violencia y el enfrentamiento. Los medios criminalizan las protestas y ponen a los sectores de la población en contra de los que luchan por defender una causa.

Ese es uno de los métodos que usan los malos gobiernos para encubrir sus felonías. Enfrentan con disimulo a los maestros con el sector empresarial haciéndoles creer que son los mentores los culpables de la crisis económica que están sufriendo los comerciantes y prestadores de servicio. Así pretende ganar la batalla el gobierno federal sin ceder nada a cambio, sin aportar ningún elemento para la solución de los problemas.

Lo mismo sucede en el entorno local. El gobierno estatal pretende hacer creer a la ciudadanía que sus trabajadores sindicalizados viven una vida de lujos y comodidades. El mensaje reiterado a los grupos más marginados es que no hay dinero para obras y apoyos porque todo se lo gastan los trabajadores de base. Evidentemente que esa insistente cantaleta, muchas de las veces surte efectos y se crea una aversión a quienes también sufren graves problemas económicos derivados de los incumplimientos de convenios, pago de prestaciones y la propia carestía de la vida.

Afortunadamente aún existe prensa independiente y honesta que informa de manera veraz lo que sucede y asociaciones civiles que visitan las colonias con el mismo propósito. Es así como la gente se entera que los únicos culpables que no haya dinero son los políticos corruptos, llámense gobernadores, secretarios,  alcaldes, directores, similares y conexos, quienes se enriquecen cínicamente con el dinero del pueblo.

En fin, hay que esperar para ver como salen nuestros sacrosantos funcionarios en alguna encuesta que se realice en nuestra entidad. Por supuesto que no la hagan ellos mismos, porque seguramente les darían puras estrellitas doradas de buen comportamiento. (Ajá).

RECIBAN UN SALUDO AFECTUOSO.- LOS ESPERO LA PRÓXIMA SEMANA - COMENTARIOS Y SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com .- MIEMBRO ACTIVO FRECONAY, A.C. 

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