viernes, 8 de abril de 2022

CIBER-ACOSO CONTRA LAS PERIODISTAS

 

CIBER-ACOSO CONTRA LAS PERIODISTAS

 

Aminorar la plaga de los ataques en línea con violencia de género es el objetivo que buscan Google y Twitter al desarrollar el software llamado Harassment Manager, que se ofrece a algunas periodistas y activistas, para ayudarlas a documentar, ocultar y bloquear los tuits malintencionados y vulgares que reciban.

 


Este programa es de propiedad de Alphabet Inc. Harassment Manager, cuyo desarrollo requirió años y se dio a conocer el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. En un comienzo, la herramienta estará disponible para que mujeres periodistas que trabajan con la Fundación Thomson Reuters la utilicen en Twitter.

 

Jigsaw, de Google, además hizo de Harassment Manager un proyecto de código abierto, lo que significa que cualquier desarrollador de software puede adoptarlo de forma gratuita para ampliar el acceso a él. Las personas que usen el software con sus cuentas de Twitter pueden compilar informes de acoso para compartir con sus empleadores, fuerzas del orden u otros, y pueden ocultar comentarios y bloquear usuarios.

 

Alrededor del 70 por ciento de las periodistas ha sido objeto de amenazas o acoso en línea, y el 40 por ciento dejó de informar alguna noticia como consecuencia de ello.

 

Amnistía Internacional publicó en diciembre de 2021 una tabla de puntuación de Twitter, que revela que las mujeres constituían alrededor de un tercio de la base de usuarios de Twitter en Estados Unidos.

 

Más del 20 por ciento de las mujeres que respondieron a la encuesta de Amnistía dijo haber sido objeto de acoso o abuso en la plataforma, pero las mujeres que usan Twitter varias veces a la semana dijeron que ya no le pedían a la empresa que interviniera porque no “valía la pena el esfuerzo”.

 

Harassment Manager “es el primer paso y esperamos ver un efecto domino”, dijo en una entrevista Lucy Vasserman, gerente de ingeniería de Jigsaw. “Queremos que tenga un impacto inmediato en las mujeres que experimentan acoso severo. No es una varita mágica que elimine el problema por completo, lo cual es imposible en este momento”.

 

Twitter ha agregado una serie de funciones para tratar ser un destino en línea más acogedor y menos tóxico, como pedirle a la gente que reconsidere su tono al redactar tuits enojados, pero los problemas de contenido persisten.

 

“Queremos asegurarnos de que todos en Twitter tengan las herramientas que necesitan para tomar el control de su experiencia en nuestro servicio”, señaló en un comunicado Arielle Schwartz, directora de desarrollo comercial de la plataforma de desarrolladores de Twitter.

 

 

EL RIESGO ES CONSTANTE

 

El año 2021 fue un año violento para las periodistas en México. La encuesta Impacto de la COVID-19 en las periodistas: precariedad y violencia elaborada por la Red Nacional de Periodistas, Comunicación e Información de la Mujer A.C. (CIMAC), muestra que el 73% de las encuestadas vivieron violencia psicológica a través de insultos, comentarios sobre su persona o físico y desvalorización de su trabajo. La encuesta fue realizada a 289 mujeres profesionales del periodismo en los 32 estados del país.

 

Previo a la pandemia, la violencia contra las periodistas ya era una constante en el día a día de su labor. El descrédito social de su trabajo y su palabra, son algunas de las principales consecuencias que enfrentan al ser violentadas.

 

Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto las denuncias que realizaron no fueron escuchas y, por el contrario, fueron acusadas de “mentirosas, exageradas o locas”, incluso, aquellas mujeres que recibieron amenazas de violación o asesinato de sus hijas e hijos.

 

Entre los tipos de violencia que vivieron con mayor frecuencia las profesionales de la información en este periodo de tiempo fueron: actos de intimidación 19.56%; amenazas 13.39%; hostigamiento 11.51%; agresiones físicas 10.15%; bloqueo informativo 8.69%; campañas de desprestigio 7.22%; y el uso desproporcionado de la fuerza pública 6.28%.

 

En 2021, 5 de cada 10 mujer vivieron violencia sexual a través de tocamientos no deseados, insinuaciones, llamadas o mensajes con contenido sexual, invitaciones sexuales de sus fuentes de información y compañeros de trabajo.

 

Cirenia Celestino Ortega, periodista e integrante de CIMAC, comparte que la violencia contra las periodistas se vive tanto dentro como fuera de las redacciones: “al exterior, sabemos que México es de los países más peligrosos para ejercer la labor periodística. Todo lo que ellas realizan siempre tiende a verse con cierta connotación sexual. Y, al final, todas esas violencias son obstáculos para el ejercicio de la labor periodística”.

 

Tal afirmación tiene sentido en virtud de la “violencia externa” que reciben de parte de los funcionarios públicos, quienes son los primeros agresores.

 

La violencia y las desigualdades continúan al interior de las redacciones: estas marcas de género se pueden ver en la brecha salarial. A esto se suma la ausencia de derechos laborales, jornadas laborales que no permiten conciliar la vida laboral con la vida profesional.

 

Cuando hay cursos de capacitación a ellas se les capacita menos y se les da prioridad a los compañeros hombres. Todo esto va significando obstáculos en su desarrollo profesional.

 

Aunado a la violencia de género que ya vivían las profesionistas y especialistas, con la pandemia se agravó la precariedad laboral, pues en medio de este contexto las empresas mediáticas tuvieron que tomar decisiones para poder continuar, desde reducir su plantilla, mandar a algunas personas a trabajar desde casa, y muchos otros tuvieron que cerrar. 

 

Tan sólo el 30% de las encuestadas señaló que el medio donde labora tomó alguna medida para sobrevivir económicamente a la pandemia.

 

De hecho, de cada 10 periodistas:

 

7 debieron trabajar con sus propias herramientas durante la pandemia.

5 recibieron de su medio medidas y materiales para prevenir contagios del virus.

3 recibieron de su medio medidas para proteger su seguridad en la cobertura durante la pandemia.

1 reconoció que su medio hizo alguna acción o buena práctica específica para mujeres periodistas como comprensión a sus responsabilidades familiares.

 

El trabajo a distancia significó para las periodistas estar mayormente expuestas a las redes sociales y demás medios digitales, pues, además de su trabajo como reporteras, durante la pandemia el 49% tuvo que conseguir un trabajo adicional.

 

 

**MIEMBRO FUNDADOR DE FRECONAY, A.C.**

Agradeceremos sus comentarios y sugerencias en el celular (311) 910 77 77 o bien, en el correo electrónico enriquelibre@gmail.com


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