Y ELLOS SON… LA BANDA PURO CHUCHO

ENRIQUE GONZÁLEZ RODRÍGUEZ / Periodismo Nayarita

 

Tepic, Nay.-  Gabriel Aréchiga Jiménez y José David Llamas González en los trombones, Williams Johan Guevara Bravo, José Luis Iglesias Jiménez y Ulises Alejandro Santos Méndez en los clarinetes, William Alejandro Pérez Chávez, Briant Francisco Reynaga Vázquez, José Manuel Valente Santos y Andrés Arturo Guzmán López en las trompetas, José De Jesús Gallardo Martín Del Campo y José Jovanny Monroy Castillo en las percusiones, Jesús Alejandro Mardueño Montaño en la tambora, Samuel Reynaga Covarrubias en las tarolas, Julio Cesar Reynaga Covarrubias y José Luis Jiménez Zavala en los saxores, Néstor Daniel Reynaga Rodríguez en la tuba y Armando Balcázar Ríos y Emmanuel Villafaña Hernández en las voces, son quienes integran y dan forma a la Banda Puro Chucho, una joven pero muy experimentada agrupación jalisciense, la cual viene a enriquecer con su talento y estilo la escena musical de nuestro país.

 

Fundada el 27 de mayo del 2020 por un grupo de buenos amigos, en la ciudad de El Grullo, Jalisco, la Banda Puro Chucho es un compendio de experiencia y juventud, pues todos y cada uno de sus integrantes cuentan con amplias tablas escénicas al haber formado parte ya de varias agrupaciones, siendo esta vez el motivo y la razón de hacer un nuevo proyecto independiente  la inquietud de poder trabajar al fin abierta y libremente, pudiendo aportar todos y cada uno de ellos ideas y puntos de vista para la continua mejora de la calidad de su música.

 

Con un total de 18 integrantes, esta grullense agrupación lleva como bandera la misión de seguir promoviendo, enseñando e interpretando en donde los inviten el más puro estilo musical sinaloense, el cual cuenta con reconocimiento a nivel mundial y es considerado patrimonio cultural en lo que a música regional mexicana se refiere, siendo así mismo parte importante de la cultura y folclor de nuestro México, lindo y querido por lo que ha sido desde su integración, algo de lo más común el verlos participar alegremente en eventos religiosos, cívicos y culturales.