JOSÉ MANUEL ELIZONDO CUEVAS /
Periodismo Nayarita
Tepic, Nay;
ago 14.- Hace sólo unos días se realizaron las fiestas
de aniversario de la colonia “2 de Agosto”. Eventos deportivos, culturales, religiosos
y artísticos, cerrando con un gran baile amenizado por la famosa “Banda
Cuisillos”. En términos generales éstas fueron las actividades que se llevaron
a cabo para conmemorar los 32 años de la fundación de esta populosa colonia. A
decir de algunos medios de comunicación especialistas en espectáculos, fueron
más de 10 mil personas las que se congregaron para disfrutar de este último evento
masivo.
De acuerdo a los comentarios de un buen amigo que
vive en dicha colonia, las fiestas fueron un acontecimiento muy agradable en el
que predominó la alegría y la sana convivencia de los vecinos. Esta vez no hubo
sucesos violentos que lamentar ni se respiró el miedo de hace algunos años. En
esta ocasión las inmensas muchedumbres estuvieron bien resguardadas por la
Policía Nayarit, apoyada por sus homólogos municipales.
Caminando por la calle “Ernesto Che Guevara”, puedes
observar una gran actividad comercial con un considerable flujo peatonal y
vehicular. Remodelados establecimientos comerciales de distintos giros. Pavimento
y señalización en buen estado permiten una regular circulación hasta entroncar
a la calle Genaro Vázquez que sería el eje perpendicular que divide a la
colonia en dos.
Es un gusto ver los avances logrados, en materia de
urbanización y servicios públicos, por estos aguerridos colonos que han sabido
luchar por sus derechos, por su bienestar y sobre todo nunca abandonar sus
sueños. Tener en la actualidad un terreno y consecuentemente una vivienda para
sus familias, certidumbre de un patrimonio familiar amparado bajo un título de
propiedad es un logro que costó muchos sacrificios. Sólo los más optimistas se
podrían imaginar que aquellos terrenos sembrados de caña llegarían a
convertirse en una próspera colonia, en uno de los mayores asentamientos
urbanos de los últimos años surgidos genuinamente de una lucha social.
Después de insistentes e infructuosas gestiones ante
gobiernos autoritarios, como el del entonces Coronel Rogelio Flores Curiel,
militar avezado en las tácticas de represión a movimientos populares cuando
fungió como jefe de la policía del Distrito Federal, después de muchas evasivas
y promesas incumplidas que tenían el propósito de enfriar el entusiasmo y
debilitar la lucha por una justa adquisición de lotes para vivienda social, se
dio entonces el proceso de movilización intensiva.
La Organización de Colonos e Inquilinos
Independientes Cuauhtémoc (OCCIIC) fue la promotora de estas acciones, ya había
realizado para entonces, escaso mes y medio antes de la invasión de los
terrenos, una marcha multitudinaria para ejercer presión al coronel Flores
Curiel, de quien obtuvieron la promesa de entregar lotes en el Ejido El Molino
a 800 familias. No obstante el cumplimiento de su palabra se veía lejano, ya
que le fueron dando largas a los trámites en el INDECO.
Cuando un movimiento popular es genuino y es justo,
sin duda alguna que conquista las simpatías de algunos sectores de la sociedad,
sobre todo aquellos que por su naturaleza son más propensos a ser sensibles, ya
sea por su perfil ideológico o por su formación académica, como fue el caso de
activistas estudiantes de la UAN y del Instituto Tecnológico de Tepic que
fueron decisivos en los trabajos que había que realizar.
Como en todos los procesos de cambio, se requería
que en ese momento coexistieran las condiciones objetivas y subjetivas ideales
para dar el gran paso. Todo parecía como acomodado a propósito, el momento
histórico se pintaba de color oportunidad. Un gran trabajo previo de
concientización y organización social, la inaplazable necesidad de suelo para
vivienda popular y el cambio de un gobierno de línea dura por uno más sensible
a las necesidades del pueblo representado por Don Emilio M. González Parra. Ahí
estaban las condiciones, ahora había que acelerar los acontecimientos. Los
líderes principales, los representantes y activistas de las vecindades, que entre
todos sumaban unas cuantas decenas, se
dieron cuenta de que el momento era propicio y realizaron reuniones de
emergencia en diversas vecindades, la más importante según fuentes confiables,
fue la del “Gato Negro” donde seguramente se decidió la toma de los terrenos y
no me extrañaría, por lo que yo conocí a Don Emilio, que él mismo les hubiera
aconsejado hacerlo.
Así se decidió aquel histórico acontecimiento, la
madrugada del 2 de agosto de 1981. Una fracción de un pueblo acosado por la
necesidad y cobijado por su derecho, tomó una fracción de terreno de su pueblo
para darle techo a sus hijos. Siluetas casi inadvertidas bajo la protección de
la noche trabajaron con alma, vida y corazón, para que después de una
extenuante jornada en la que limpiaron el terreno, trazaron calles y manzanas,
midieron lotes, finalmente pudieran “edificar” sus casas con el material que
tuvieron a la mano, ya sea palos, plásticos, madera o láminas, lo que importaba
era tener su lote y su casa.
Así nació aquella colonia, inicialmente denominada
“Colonia OCCIIC” en honor a la organización que encabezó el movimiento.
Posteriormente se le conoció como “Cartolandia”, precisamente porque parecía
una ciudad de cartón, hasta que oficialmente se le llamó “2 de Agosto” nombre
que lleva en la actualidad.
Sirva esta humilde publicación para reconocer el
valor y el esfuerzo de aquellos pioneros de la lucha por los derechos del
pueblo, que no sólo consiguieron la posesión, sino también la legalización de
los lotes a través del INVINAY con costos simbólicos, además la voluntad del
gobierno del “Amigo Emilio” que instruyó a la SOP para apoyar con tubos para
drenaje, postes de luz y otros materiales para obras, luego vinieron las
escuelas y otros servicios. FELICIDADES A “CARTOLANDIA”, LA “DOS DE AGUAS”, “DOS
DE AGOSTO”, O COMO UD. LA CONOZCA. –FELICIDADES-.
MIEMBRO ACTIVO FRECONAY A.C.- COMENTARIOS Y
SUGERENCIAS AL CORREO: elizondojm@hotmail.com
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