Aguas con el Agua

Por: José Manuel Elizondo Cuevas.

Las broncas con los presidentes municipales “mala paga” siguen a la orden del día porque la cuenta sigue creciendo. Como es ya conocido, el día 24 de agosto se realizó una multitudinaria marcha en la que se elevaron enérgicas protestas contra esos malos funcionarios. De manera pacífica y ordenada se movilizaron en dicha manifestación creo que más de 14 mil personas, entre trabajadores del SUTSEM y sus familias, así como personal de otros sindicatos afines y grupos simpatizantes. Por supuesto que el más vituperado (silbado y mentado) de todos los alcaldes nayaritas, fue Héctor González Curiel, El Toro, que sigue ocupando el “liderato general” entre los presidentes más desprestigiados y mediocres de la historia municipal.

En el colmo del cinismo, por si no fuera suficiente con todo lo que ha hecho o dejado de hacer este tristemente célebre personaje, en su afán de protagonismo y contagiado de la “moda privatizadora” se aventó la puntada de declarar en una entrevista radiofónica su propuesta de privatizar el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA).

Bueno, es preciso aclarar que para él, abrir la puerta a la iniciativa privada para que invierta capital en el asunto de llevar agua a la ciudadanía a cambio de obtener una ganancia, no es privatizar.

No es la primera vez que escucho al Toro hacer declaraciones de corte cantinflesco. Dice algunas cosas que luego en su inútil intento de componer o “aclarar” se contradice y termina diciendo “bueno algo así o un poco de eso”, dando la impresión que usa aquellas frases famosas: “un poco embarazado” o “nomás tantito privatizado”.

Puede haber polémica en cuanto al concepto privatización, sobre todo en estos días en que se ha puesto en boga.   Desde mi punto de vista no hay vuelta de hoja, privatizar es cederle el dominio, el control a la iniciativa privada (nacional o extranjera) de algo que en esencia el estado debe llevar la rectoría, el control y la protección, máxime si se habla de recursos que son patrimonio de los mexicanos de quien únicamente son representantes los funcionarios de gobierno. En ese contexto y particularmente en un asunto tan espinoso como es el agua, se debe tener mucho cuidado en como se trata este tema al que no se le ha dado la importancia debida, porque aunque suene fantasioso las futuras guerras, las más cruentas de ellas, serán por el agua y no por el petróleo.

A manera de breviario me gustaría recordarles amables lectores, que si bien es cierto que casi la totalidad de la superficie terrestre está cubierta por agua, menos del uno por cierto es la cantidad de agua disponible y apta para el consumo humano, lo cual es un dato escalofriante, ya que podríamos decir que quizá exista más petróleo que agua potable. ¿Ahora se entiende mejor lo de las guerras del futuro? Si no es suficiente ese dato te lo pondré de esta manera: “Si por ejemplo toda el agua que existe en el mundo se pusiera en una cubeta, tan sólo una cucharada sería agua potable” (Según datos del Consejo Consultivo del Agua A.C). Por qué creen ustedes que las empresas más fuertes del mundo, cuyos dueños son los grupos capitalistas hegemónicos, están desde hace mucho tiempo presionando a sus aliados, los gobiernos serviles y traidores a la patria, para que de manera progresiva, persuasiva, inadvertida, se vayan apoderando de los recursos como el petróleo, el gas, la minería, pero principalmente el agua. Seguramente han pensado poco en esa posibilidad, pero, ¿Creen que sea normal que en la actualidad cueste más caro un litro de agua embotellada que un litro de petróleo? Si no lo creen saquen sus cuentas, considerando el precio al menudeo de la botella de un litro de agua digamos Bonafont (compañía de dueño francés) puede ser hasta de 12 pesos, en cambio el litro de petróleo crudo digamos el “West Texas Intermediate” con un precio promedio de 100 dólares el barril (159 litros) si tomamos la cotización del dólar en pesos al día de hoy (13.33) nos da $8.40 el precio por litro.

Volviendo al asunto de la tendencia privatizadora por parte del desacreditado munícipe tepicense, todo me hace suponer que debido a que está a punto de concluir el segundo tercio de su mandato, ya debe sentir la presión por parte de su gurú financiero que seguramente le empieza a presionar para que le cumpla las promesas o compromisos que hizo a cambio del financiamiento de su campaña. Esto no es para espantar a nadie, si consideramos que es un secreto a voces que así se manejan la mayoría de las campañas electorales de los presidentes municipales, gobernadores y hasta presidentes de la república.

Quizá por esa razón, además de su avidez de dinero, El Toro, se va por la fácil y dice que el SIAPA está en quiebra, necesita más de 3 mil millones para rescatarlo, pues que entren los “recursos frescos” de los inversionistas privados y listo. La poca visión de estado del taimado bovino o su falta de vergüenza, no le permiten ver que siempre existen opciones, alternativas menos lesivas a la sociedad. Puede ser que dicho organismo esté en una situación difícil, debido al saqueo indiscriminado de sus recursos económicos, la falta de una administración eficiente y eficaz, la falta de cultura de pago, etc. Pero por ejemplo este último factor existe porque no se ofrece un buen servicio, “no me das buen servicio no te pago, no me pagas no tengo dinero para darte buen servicio” creando un círculo vicioso difícil de destruir. Se debe recordar que el agua es un derecho humano básico y que cualquier administración que obstaculice su acceso es necesariamente una mala administración.

Toro, existe la posibilidad de una reingeniería operativa y financiera del SIAPA, siempre hay opciones si se buscan los recursos a través de campañas creativas, programas alternativos y la participación de los propios trabajadores, consulta con ellos (bueno primero págales), pero sobre todo recuerda que el agua es un líquido vital y no puede manejarse como una simple y burda mercancía.

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