miércoles, 18 de marzo de 2015

Pobreza y embarazo adolescente merman empoderamiento

SARA LOVERA / Periodismo Nayarita

Nueva York, marzo 18.-   Una revisión de la condición de las mujeres más pobres, vulnerables y marginadas del planeta dejó ver que un conjunto de países, de sur a norte y de este a oeste, aplican las mismas políticas asistenciales: se les “atiende”, “procura”, se les proporciona “abrigo”, “despensas” y en algunos casos capacitación para empoderarlas.

En el marco del 59 Periodo de Sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, se trataba de plantear cómo se han realizado las políticas focalizadas a mujeres en condiciones específicas, medir cómo se ha enfrentado la discriminación, la libre opción sexual, las edades, cómo arrancar los prejuicios sobre “niñas” de la calle.

Pero solo algunos de los panelistas hablaron de ello, las y los representantes de los países solo de vulnerabilidad, marginación y dificultades. Mostraron que su salida fue una fuerte política asistencial.

Entre las voces disidentes, en las participaciones nacionales, de las y los “expertos” destacó la de Marcela Eternod, secretaria ejecutiva  del Instituto Nacional de las Mujeres de Mexico (Inmujeres), quien habló del embarazo en niñas y adolescentes. Dijo que el problema es grave, uno de cada cinco nacimientos viene de un embarazo de niñas entre 9 y 13 años cuyas parejas son iguales en edad solo en el 20 por ciento de los casos, y en el 80 por ciento restante, los responsables del embarazo son hombres mayores a ellas entre 10 y 50 años. Ello hace pensar o presumir que muchos de esos embarazos provienen de violencia sexual.

Pero ese problema, explicó, en México se enfrentará recientemente, con un programa donde, por primera vez, se intentará poner a trabajar a 13 dependencias en una política de estado que busca erradicar el embarazo adolescente, reducirlo a la mitad  en 2030. Esto, dijo, se hace con una estrategia integral, que de libertad y derechos sexuales a estas niñas,  garantice sus oportunidades educativas y un plan de información sexual.

Eso ahorra dinero, prevendrá la violencia contra las mujeres y niñas, y evitará la descoordinación, eso que es lo más grave para cualquier política pública.

No se trata de algo asistencial, sino de educación y empoderamiento. Tal vez también, como es preocupación del Secretario General de la ONU, de cambio cultural.

En esta  mesa redonda de la sala ministerial solamente hubo otras voces diversas. La coordinadora de la mesa fue la destacada feminista costarricense Alda Facio. La idea era también tratar todo lo relativo a la marginación por condición sexual, el transgénero, la discapacidad, y otros fenómenos de la vida humana que han aparecido nítidamente en las últimas dos décadas.

La Unión Europea manifestó ahí que se han desarrollado importantes legislaciones, sin embargo hay problemas graves de empobrecimiento, de distribución del poder y de violencia contra las mujeres. Ahí en los países europeos, hoy la pobreza afecta al 50 por ciento de la población, dijo, por la enorme migración, el asilo político, mujeres que no se han adaptado a las costumbres europeas y otros problemas.

En los Emiratos Árabes conviven 200 nacionalidades, aunque sus pocos habitantes, dijo el orador, no viven pobreza, no obstante las mujeres no están empoderadas, el contexto urge a reconocer sus derechos y ciudadanía, y existen zonas apartadas donde se tienen que llevar “servicios” de educación, salud, talleres y micro proyectos.

Otras oradoras plantearon las dificultades para atender las particularidades que atomizan la condición de las mujeres, enormes distancias para aplicar una política de empoderamiento que las prepare para tomar la vida en sus manos.

Hay problemas gigantes a causa de la pobreza. Una de las líderes guatemaltecas más reconocidas del continente, Patrona Laura Reyes, que es consultora de sindicatos y líderes políticas y agencias de Naciones Unidas y gobiernos, dijo que las mujeres son esforzadas, trabajan duro contra viento y marea. Son valientes y fuertes, inteligentes, deben levantarse ante la negativa sistemática a sus derechos, y agregó, tienen que trabajar con ahínco y “con el corazón”.

Después de Patrona, una mujer con discapacidad que del pueblo donde nació pasó a las universidades, se expresaron una cadena de países, donde las representantes hablaron de esta situación de vulnerabilidad de millones de mujeres. En la mayoría los relatos de las delegadas hablaron de los programas de ayuda, casi todos iguales: escuelas para personas con discapacidad, ayudas materiales para apoyar a las familias, becas, transferencia de recursos para microempresas y honda reafirmación de la política familista.

La representante de Uganda afirmó que gracias a las mujeres organizadas en asociaciones muy activas han logrado derechos, dinero y trabajo con aliados del desarrollo. Hay en Uganda consejos de mujeres en todo el país, y trabajan a fondo el empoderamiento, resultados de VIH/Sida, la aplicación de la plataforma y se consiguió que la Constitución reconociera la igualdad.

En Gabón, donde el 50 por ciento de la población es rural, se ha desarrollado una política de asistencia social, redes de protección, y se ha conseguido dar servicios prenatales, una libreta de vacunación para las y los niños y un sistema de microcréditos y entrega de tierras a las mujeres. Se dijo que con estas medidas se camina hacia la ruptura del círculo de la pobreza.

En Indonesia hay un programa para la juventud que ha reconocido problemas de la actualidad: la trata, la violencia contra las mujeres, la salud sexual y reproductiva y los problemas de la transmisión de enfermedades sexuales. Se ha invertido en servicios, pero también en educación, se ha focalizado a la educación dando becas en todos los niveles y becas a quien vive en zonas rurales.

La representante de Estados Unidos sorprendió. Dijo que es un grave problema el de la violencia contra las mujeres jóvenes, indígenas o de pueblos originarios, mujeres que no hablan inglés que viven discapacidades, violaciones sexuales y embarazos no deseados. Se trabaja con un departamento de asistencia social en colaboración con el departamento de justicia.

En Guyana hay una enorme preocupación por el agua, porque las mujeres, 9.2 por ciento de origen indígena, tienen que hacer grandes caminatas para conseguirla. La expositora señaló que no son fáciles los cambios de costumbres que detienen sistemáticamente las posibilidades de empoderamiento de las mujeres.

La muestra es amplia. Finlandia habló de cómo es lento el progreso. Este país de grandes adelantos económicos, reconoce que tiene que poner en el centro el tema de la salud sexual y reproductiva como factor central del empoderamiento de las mujeres, pero ahí no puede hablarse todavía de la plenitud de los derechos sociales, económicos, culturales y políticos de las mujeres. Es necesario, dijo, aumentar la conciencia.

Nigeria, y otros países hablaron solo de discapacidad. Y en otros casos los derechos de las mujeres fueron omitidos. Se habló solo de niños y de pobreza, sin perspectiva de género.


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