lunes, 12 de abril de 2021

Arq. Antonio Rivas Mercado, el arquitecto que diseñó el "Ángel de la Independencia"

 SAÙL ARMANDO LLAMAS LÒPEZ / Periodismo Nayarita

 

Guadalajara Jal.-  Antonio Rivas Mercado fue un importante arquitecto mexicano que influyó en la arquitectura ecléctica de finales del siglo XIX y principios del XX, durante el llamado periodo del Porfiriato. Entre sus obras más importantes se encuentran el "Ángel de la Independencia" en la Ciudad de México y el Teatro Juárez, en Guanajuato.

 

El Arq. Antonio Rivas Mercado, nacido en Tepic el 26 de febrero hace 168 años, fué apodado "El oso" y no sólo por su apariencia, sino porque a sus 19 años con Dos metros de altura y 120 kg de peso, derribó a un oso en un desafío de un gitano en las calles de París.

 

El destacado arquitecto, profesor y promotor cultural de México autor del monumento al centenario de la independencia "el ángel" y otras obras en Palacio Nacional, Castillo de Chapultepec, Chapingo, Guanajuato, y director de la Escuela de Bellas Artes "Academia de San Carlos", dejó este mundo en 3 de enero de 1927 a los 74 años de edad.


Rivas Mercado diseñó uno de los monumentos más representativos de la CDMX: el "Ángel de la Independencia".

Antonio Rivas Mercado fue el arquitecto mexicano que diseñó la columna de la Independencia, también conocida como el "Ángel de la Independencia", uno de los monumentos más representativos de la Ciudad de México.

Rivas (1853-1927) fue uno de los comisionados por el general Porfirio Díaz, quien gobernó México durante más de 30 años, para hacer un monumento que inmortalizara el centenario de la Independencia de México y que se inauguró el 16 de septiembre de 1910. Su nacimiento, en Tepic, Nayarit, el 26 de febrero de 1853. El doodle fue diseñado por la artista mexicana Elena Boils. "Rivas Mercado tuvo una importante influencia en la época del afrancesamiento de la arquitectura en México, que se dio sobre todo cuando Porfirio Díaz estuvo en el poder", explica a BBC Mundo Luis Gerardo Soto, miembro del Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México.

 

"Era una época en que la arquitectura ecléctica que se estaba dando en Europa. Como él estudió allá, fue de los primeros en desarrollar ese estilo en México. Tuvo mucha influencia por sus obras y porque fue director de la Escuela Nacional de Bellas Artes", dice Soto, también profesor de arquitectura en la UNAM. Porfirio Díaz -cuyo mandato desembocó en la Revolución mexicana-, lo tomó como un arquitecto importante.

 

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"La influencia europea de Rivas Mercado era decisiva en lo que le gustaba a Díaz".

 

Díaz había ido a la última Exposición Universal de París, en 1889, y quedó fascinado con la arquitectura que se estaba haciendo en Francia y quiso traer las últimas innovaciones europeas a México. "Rivas fue uno de los personajes que se supo mover dentro de la política de ese entonces y tuvo la oportunidad de realizar obras importantes", dice el profesor de la UNAM. Por ejemplo, en 1884 diseñó la casa del presidente Manuel González, en Peralvillo, en la Ciudad de México.

 

Educado en Europa.

A los 11 años Rivas Mercado fue enviado por sus padres a formarse en Europa.

Estudió en el colegio jesuita de Stonyhurst en Inglaterra y luego en Francia, en la Escuela de Bellas Artes y en la prestigiosa Universidad de la Sorbona.

A su regreso a México, en 1879, realizó importantes obras, entre ellas Soto menciona la restauración de importantes haciendas agrícolas o de pulque, entre Las que sobresalen la Hacienda de San Antonio en Ometusco, en el Estado de México, y la de Tecajete en Hidalgo y que fueron sus primeras construcciones.

 

También terminó el emblemático Teatro Juárez, de Guanajuato. Lo había iniciado José Noriega, pero la obra había quedado inconclusa por problemas políticos.

Regresó a la ciudad de México en 1879 y comenzó a ejercer su carrera; asimismo, impartió clases en las escuelas de Ingeniería y Arquitectura. Instituyó nuevos métodos de enseñanza y separó las dos carreras, que antes conformaban una sola. Llegó a ser director de la Academia de San Carlos de Bellas Artes en el periodo de 1903 a 1912 y consiguió la beca para que Diego Rivera estudiara pintura en Europa. Fue diputado federal de 1884 a 1910.

Entre las obras más notables de su autoría están la casa en la calle de Londres, número 6, actual Museo de Cera de la ciudad de México; su casa, en la calle de los Héroes, número 45, Colonia Guerrero; la restauración de la fachada del antiguo Ayuntamiento de la ciudad; el edificio de la terminal de la Aduana de Ferrocarriles en Tlatelolco, la casa del presidente Manuel González en Peralvillo, el Palacio Municipal de Tlalpan, la casa de su hermana Juana Rivas de Torres, en Avenida Juárez número 18, y su tumba en el Panteón Francés de la Piedad; la casa en Antonio Caso y Serapio Rendón y la decoración de algunos de los salones del Palacio Nacional.

Nombrado por Porfirio Díaz, hizo algunas modificaciones al proyecto para la construcción de la columna conmemorativa del centenario de la Independencia de México, que es una victoria alada conocida popularmente como el «Ángel de la Independencia». El diseño original del monumento estuvo al cargo de los arquitectos estadounidenses Cluss y Shultz. La ingeniería fue obra de Guillermo Beltrán y Puga, Gonzalo Garita, Luis Zavaterelli y Manuel Gorozpe. Las esculturas son obra de Enrique Alciati. La columna fue terminada para los festejos del centenario, el 16 de septiembre de 1910.

En el resto de la República quizás su proyecto más notable fue la terminación del Teatro Juárez ubicado en Guanajuato, construido entre 1892 y 1903 donde estuviera el convento de San Diego; el edificio se considera uno de los recintos teatrales más bellos de esa época en el país. Su construcción fue encomendada por el entonces gobernador del estado de Guanajuato, general Manuel González Flores, expresidente de la República (1880-1884); combina la majestuosidad del neoclásico en la fachada con los detalles de la arquitectura mozárabe en el interior, clara muestra de eclecticismo. También fue autor de la reconversión de la casa grande de la hacienda de Chapingo en 1900, y la remodelación de la hacienda de Santa María Tecajete (1884) en el estado de Hidalgo, ambas propiedad del presidente Manuel González Flores; la casa del rancho de Espejel en el estado de Hidalgo y la transformación de la hacienda de San Antonio Ometusco, 1881-85 estado de Hidalgo, así como la hacienda de San Bartolomé Del Monte (1880) en el estado de Tlaxcala. Participó con dos proyectos en el concurso del Palacio Legislativo, (1898), uno en estilo francés y otro inglés; con ellos obtuvo el primero y el segundo lugares. Más tarde se decidió contratar al Arquitecto francés Émile Bénard para realizar el proyecto. Debido a sus innumerables quejas en los diarios por no habérsele permitido construir su proyecto del Palacio Legislativo, se le confiere el proyecto para el Monumento a la Independencia.

Se casó (1894) con Matilde Castellanos Haff (1859); tuvieron seis hijos: la primera, María Emilia (1895), falleció de pocos meses; la segunda fue Alicia (1896), cuya efigie aparece en el medallón de la puerta de bronce de la Columna de la Independencia; el tercero, Antonio (1898), falleció recién nacido; la cuarta fue Antonieta Rivas Mercado, 1900; el quinto fue Mario (1904) y por último Amelia (1908).

Después de edificar el Ángel residió en París y regresó a la ciudad de México en 1926, donde murió el 3 de enero de 1927, a la edad de 74 años.

 

También trabajó en la transformación de la fachada del Palacio Nacional, el monumento histórico y político más importante de México. Ahí también se encargó del diseño del salón donde ahora el presidente Andrés Manuel López Obrador da sus informes matutinos.

 

Rivas Mercado diseñó el salón donde el presidente Andrés Manuel López Obrador da sus informes matutinos.

Soto, explica a BBC Mundo, que Rivas Mercado fue de gran influencia para que se cambiaran importantes conceptos de la educación en arquitectura, por ejemplo, el uso del hierro en las estructuras. Fue uno de los pioneros de estas formas que fueron clave para la construcción de edificios en el centro de la ciudad. De ellos, el Ángel de la Independencia ahora es tal vez el más representativo de la capital mexicana.

 

"Se puede considerar que se ha convertido en el icono de la Ciudad de México. Por ejemplo aparecía en el logo de la administración anterior de la ciudad y ahí se reúne la gente para eventos políticos, sociales o deportivos", asegura Soto.

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