viernes, 29 de octubre de 2021

DIA DE MUERTOS EN MÈXICO

SAÙL ARMANDO LLAMAS LÒPEZ

 

La Celebración del Día de Muertos es considerada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como parte de las Obras Maestras del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad desde 2003. Además, está inscrita en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad dese 2008. El altar de muertos es una de las tradiciones de mayor relevancia en México, así como una de las expresiones culturales más antiguas e importantes entre los grupos indígenas.

 

La celebración indígena del Día de Muertos, por lo general, se realiza del 25 al 30 de octubre y principios de noviembre, del 1 al 3.

 

Puede interesarte: Pueblos Mágicos preferidos para viajar en Día de Muertos

 

La fecha de inicio de estas celebraciones varía según las tradiciones o costumbres de cada región.En Morelos, por ejemplo, comienza el 28 de octubre, día destinado a las personas que fallecieron de manera trágica, en tanto que en regiones como Cuanajo, Michoacán, inicia el 31 de octubre, fecha dedicada a conmemoran a los niños y personas que murieron solteras.

 

De acuerdo con el calendario católico, el 1 de noviembre se conmemora a Todos los Santos y el día 2 a los Fieles Difuntos.

 

Pero en la tradición popular de gran parte del país el día 1 se consagra a los muertos chiquitos, es decir, a los niños fallecidos, mientras que el día 2 de noviembre a los adultos o muertos grandes.

 

Día de Muertos, sus orígenes.

 

El Día de Muertos es una festividad que honra a los difuntos y data desde mucho tiempo antes de la llegada de los españoles.  En sus orígenes, el punto central del culto a los muertos fue la creencia de que las almas de los difuntos regresan del inframundo. En estas celebraciones acostumbraban colocar altares con ofrendas para recordar a los muertos, e incluso se ofrendaba a los dioses las cabezas de los cautivos sacrificados.  Tales altares, denominados tzompantli, consistían en hileras de cráneos ensartados por perforaciones hechas en los parietales, que simbolizaban la muerte y el renacimiento.

 

Puede interesarte: ¿Cuáles son los destinos más visitados el Día de Muertos?

 

En sus inicios para la conmemoración del Día de Muertos se realizaban dos festividades, es decir, Miccailhuitntli, o fiesta de los muertitos y Ueymicailhuitl, o fiesta de los muertos grandes. Ambas duraban un mes. La primera se realizaba en el noveno mes del calendario solar mexica  llamado Tlaxochimaco, correspondiente a julio, y la segunda en agosto. En las culturas prehispánicas se enterraban a los muertos acompañados de dos tipos de objetos, los que solían utilizar en vida y los que le podrían ser útiles en su tránsito por el inframundo.

 

En un intento de convertir a los antiguos mexicanos, los españoles hicieron coincidir la fiesta de los muertos de los indígenas con las celebraciones católicas del Día de todos los Santos y los Fieles Difuntos. E Día de Muertos, hoy. En la actualidad, la celebración del Día de Muertos en México es el resultado del sincretismo religioso de estas dos culturas. Aunque el significado de la muerte era muy diferente en ambas. Algunas culturas prehispánicas en México creían que el lugar a donde iban las almas de los difuntos estaba determinado por la manera en que había fallecido la persona, y no por el comportamiento en vida como lo concibe la religión católica en la cual la idea de infierno o paraíso significa castigo o premio.

 

Hay tres direcciones o rumbos que podían tomar las almas adultas: Tlalocan, o paraíso de Tláloc, los que morían en eventos relacionados con el agua; Omeyocan, o paraíso del Sol, los que morían en la guerra, prisioneros que eran sacrificados, mujeres al dar a luz, y Mictlán, por muerte natural.

 

Los niños iban al paraíso, lugar denominado como Chichihuacuauhco.

 El Día de Muertos es una tradición muy especial en México, la cual consiste en montar altares u ofrendas en memoria de las personas que ya murieron. 

La celebración del Día de Muertos es producto de la mezcla de culturas, pues retoma el culto a la muerte de los indígenas y el catolicismo impuesto durante la época colonial en México.

¿Qué significa la ofrenda?

 

Un altar de muertos es un ritual a partir del cual los vivos volvemos a reunirnos con nuestros difuntos. Desde que comenzamos a poner la ofrenda, cada una de las cosas que ponemos, forma parte de ese reencuentro con nuestros seres queridos que ya fallecieron.

Por esa razón, cada uno de los elementos de la ofrenda tiene un significado muy especial.

¿Cuándo se pone el altar?

 

La ofrenda o altar de muertos se puede colocar desde el 28 de octubre, este día se recuerda a los muertos que perdieron la vida de manera violenta. Puede ser en un accidente o asesinados; incluso se conoce esta fecha como “día de los matados”.

El 30 y 31 de octubre, el altar está dedicado a los niños que murieron sin ser bautizados.

El 1º de noviembre es Día de Todos Santos, y ese día los mexicanos recuerdan a los niños que murieron.

El 2 de noviembre es día de Fieles Difuntos, esa noche visitan todas las ánimas sus hogares.

Elementos del altar de muertos

Los elementos de la ofrenda son muy característicos y cada uno tiene un significado.

Por ejemplo, no debe faltar la flor de cempasúchil, pues se cree que esta flor es la que indicará el camino a las almas. 

Otros elementos importantes en una ofrenda son la comida favorita de los difuntos, su fotografía, agua y bebidas para que se refresquen, veladoras, sal, papel picado, pan de muerto, calaveritas de azúcar, entre otros.

Te compartimos una lista de cosas que lleva una ofrenda de muertos y su significado.

1.   Agua: para refrescar a las almas sedientas que han hecho un largo viaje. Significa la pureza de las almas.

2.   Arco: simboliza la entrada al mundo de los muertos.

3.   Calaveritas: principalmente de azúcar, aunque también hay de chocolate, cartonería, barro, cerámica... Representan los cráneos humanos que se ofrendaban a los Dioses.

4.   Comida: el alimento tradicional o el que era del agrado de los difuntos.

5.   Copal: es un elemento prehispánico que limpia y purifica.

6.   Cruz: símbolo introducido por los evangelizadores españoles.

7.   Fotografías: fotos del difunto o difuntos a quienes se dedique el altar.

8.   Cempasúchil: es la flor de los muertos. Sirve para guiar al difunto hacia la ofrenda.

9.   Licor: según el agrado del difunto, se puede poner tequila, ron, cerveza, u otra bebida.

10.                Pan de muerto: algunos señalan que este tipo de pan recuerda los sacrificios humanos en las culturas prehispánicas (por aquello de los huesos). En la tradición católica, evoca la eucarestía. El pan fue incorporado por los evangelizadores españoles. Puede ser en forma de muertito de Pátzcuaro o de domo redondo, adornado con formas de huesos en alusión a la cruz, espolvoreado con azúcar y hecho con anís.

11.                Papel picado: representación del viento y la alegría por festejar el Día de los Muertos.

12.                Sal: elemento de purificación, sirve para que el cuerpo no se corrompa en su viaje.

13.                Velas o veladoras: es la luz que ilumina el camino de las almas.

14.                Cruz: que puede ser de cal, sal, pétalos de flores, aserrín, etc.

15.                Objetos personales de los difuntos: para que puedan recordar sus momentos en vida.

Tipos de ofrendas

Existen diferentes tipos de ofrendas. Un altar de muertos puede tener varios niveles o escalones.

El altar más tradicional es el de 7 niveles, los cuales simbolizan los pasos necesarios para descansar en paz. Pero también hay altares de dos o tres niveles.

El altar de 3 niveles simboliza el cielo, la tierra y el purgatorio; mientras que el de dos escalones simboliza el cielo y la tierra. Este tipo de ofrendas son las más comunes.

También hay mini altares de muertos. Si en casa no hay mucho espacio para poner una gran ofrenda, no importa. Con algunos elementos como la foto de tus seres queridos fallecidos, sus alimentos favoritos, veladoras, papel picado... puedes armar un pequeño altar para recibirlos.

¿Por qué se celebra el Día de Muertos en México?

El sentido de la fiesta de Día de Muertos es recordar a nuestros familiares, pero también celebrar la vida.

Durante los últimos años, el Día de Muertos ha cobrado un gran auge. En diversas ciudades se realizan una serie de actividades para festejar esta fecha, las más destacadas son los desfiles de catrinas o alusivos a la fecha.

El Día de Muertos también ha cobrado relevancia mundial al figurar en producciones cinematográficas como James Bond y Coco, obra que Pixar dedicó a esta tradición.

Durante los últimos años la empresa Mattel lanzó una edición especial Barbie Día de Muertos; donde la famosa muñeca aparece maquillada y vestida como catrina. La empresa Nike creó una colección especial de Día de Muertos.

Con raíces en la poesía novohispana e independentista, la primera calavera literaria data de 1849, pero su práctica satírica se consolida en la Revolución. Todos en México hemos leído alguna calaverita literaria, incluso las hemos escrito porque nos las dejaron de tarea en la escuela. Pero ¿de dónde surgen estás composiciones poéticas que usamos para satirizar a personajes célebres y políticos? Las calaveritas literarias son una tradición mexicana relacionada con el Día de Muertos. Sin embargo, a pesar de su amplia difusión actual, la referencia más antigua que registran las hemerotecas es un texto que se publicó en 1849 en el periódico El Socialista, que editaba el médico italiano José Indelicato en Guadalajara, Jalisco. TE RECOMENDAMOS: Celebremos Día de Muertos en el Museo Arocena Antecedentes novohispanos El experto Adán Cabral Sanguino (Revista Cultural Mito, no. 38, oct. 2016), nos dice que la costumbre tiene sus orígenes en la época colonial e incluso se vincula con ciertas expresiones de religiosidad ibérica de la alta Edad Media, como la Danza Macabra o Danza de la Muerte. PUBLICIDAD Se enriqueció después en la Nueva España con elementos prehispánicos, como el culto a Mictlantecuhtli (dios de la Muerte), los tzompantlis (troncos de cráneos de sacrificados y posible origen de las calaveritas de dulce) y la poesía precortesiana. En la época novohispana, se relacionó a las calaveras con la supuesta madre Matiana o del Espíritu Santo —oriunda de Tepotzotlán, Estado de México—, a quien le atribuían profecías y epitafios que se transmitían oralmente. De acuerdo con registros históricos, esta mujer nunca fue monja. Lo cierto es que ingresó al Convento de San Jerónimo para servir de criada a una religiosa que sufría demencia. Hay también quien señala que en el Virreinato era muy usual utilizar largos y ostentosos nombres y alabanzas para los epitafios de los nobles y poderosos de abolengo monárquico o aristocrático. PUBLICIDAD Ante la proliferación de esta cursilería, los escritores mexicanos comenzaron a utilizar sus propias rimas satíricas a modo de burla de estas exageradas ponderaciones de las virtudes de los nobles. Por lo general se trataba entonces de una crítica social dedicada a algún miembro del Estado burlándose, o bien reclamando a la persona hechos en favor de la comunidad. Desde luego que la censura colonial prohibió la libre circulación de estas composiciones en las gacetas y otros medios impresos, por considerarlos irreverentes. Otros autores comentan que ese tipo de versos se conocieron antiguamente como panteones o versos asesinos, que nacieron a modo de epitafio burlesco y como modo de expresar ideas o sentimientos que en otras oportunidades seria impropio o grotesco. Fueron frecuentemente censurados o destruidos ya que también servían como medio para expresar descontento con los políticos de la época. El México independiente Las calaveras como medio de expresión fueron reprimidas no sólo en sus orígenes sino también durante el siglo XIX, debido a las burlas hechas a los gobernantes. Para entonces, los periódicos alrededor del mundo realizaban ya caricaturas a modo de burla de los políticos y miembros de las casas reales. México se une así a la crítica social que marcará las revoluciones de las décadas venideras alrededor del mundo. TE RECOMENDAMOS: Con música y colores los muertos desfilan en Reforma Durante el México independiente estas expresiones literarias cobran más fuerza, y es cuando se publica, en 1849, la primera calavera en el periódico El Socialista de Guadalajara. En la segunda mitad del siglo XIX comienzan a hacerse populares entre la población, acostumbrada a la inestabilidad política característica del país en sus primeras décadas de vida. La Revolución Cabral Sanguino señala que la tradición de las calaveras literarias, tal como las conocemos ahora, surgió, al igual que la de las catrinas, a finales del siglo XIX, como una expresión crítica del pueblo contra la élite porfirista. José Guadalupe Posada, el famoso ilustrador mexicano, es quien da al imaginario colectivo mexicano la famosa imagen de La Catrina o La Muerte, con ese toque burlesco propio de las calaveritas. Posada hizo de sus ilustraciones una tradición y fue él quien le dio apariencia y vida a La Catrina, que Diego Rivera retomó en su mural Tarde de domingo en la Alameda. En 1919 se hicieron también muy famosas las Calaveras de las elecciones presidenciales, escritas por el famoso editor e impresor Antonio Venegas Arroyo, donde se observa una connotación más política pero sin dejar de ser burlesca. Venegas Arroyo propone como candidato presidencial a uno de sus escritores colaboradores más fieles, Arturo Espinoza alias Chónforo Vico.

BIBLIOGRAFIA:

https://www.milenio.com/cultura/el-origen-de-las-calaveras-literarias

 

1 comentario:

  1. Saul Armando Llamas Lopez30 de octubre de 2021, 7:50

    Gracias a PERIODISMO NAYARITA, por difundir nuestras tradiciones Mexicanas.

    ResponderEliminar