viernes, 29 de octubre de 2021

El arte de vivir aquí y ahora

 SAÙL ARMANDO LLAMAS LÒPEZ



El arte de vivir en el presente, experimentando el aquí y el ahora en perfecta armonía con nuestra interioridad y con el entorno es una de las grandes claves de la salud mental.

 

¿Conoces el poder del vivir aquí y ahora, de experimentar conscientemente el presente? Aunque saber disfrutar el momento presente parece una obviedad, son muy pocos los que lo logran, ¿por qué? Porque la verdadera presencia es más que estar físicamente en un lugar; es estar conectados con nuestra esencia, nuestra interioridad en perfecta armonía con el entorno.

 

Lamentablemente, esa paz interior se ve perturbada, a veces violentamente, por nuestros pensamientos y emociones, que nos alejan del momento presente, del aquí y ahora.

 

“El futuro nos tortura y el pasado nos encadena. He ahí por qué se nos escapa el presente”.

-Gustave Flauvert-

 

El arte de vivir aquí y ahora.

 

A continuación, una breve exposición para darte unas claves básicas para aprender a vivir el aquí y ahora.

 

1.    Eres mucho más que el contenido de tus pensamientos.

 

Descartes, el famoso filósofo francés del siglo XVII dijo: “Pienso, luego existo”. Esta frase define la forma con la que el ser humano moderno se identifica a sí mismo. Es decir, a través de sus ideas y pensamientos. Sin embargo, en la actualidad existen otras visiones que permiten disentir del planteamiento cartesiano tradicional.

 

Y es que, aunque los pensamientos e ideas son poderosos e importantes, no dejan de ser lábiles y efímeros. Es decir, si nos definiéramos a nosotros mismos por lo que pensamos, estaríamos asentando nuestra identidad sobre arenas movedizas. Así, lo que pensamos de nosotros mismos, no nos define. Sino que son solo conceptos que no logran abarcar nuestra verdadera esencia. Además, la cadena interminable de pensamientos que constituye nuestro diálogo interno produce un ruido que nos desconecta de nuestra esencia y del presente.

 

2.    Eres mucho más que tus emociones.

 

Desde que Freud expuso su teoría del inconsciente, y otros autores conectaron el inconsciente con las emociones, de forma mecanicista, pareciera que nuestra voluntad es doblegada ineluctablemente por fuerzas ajenas a nuestra consciencia, efímeras y caprichosas.

 

Siguiendo esta idea, las emociones influirían en nuestro pensamiento, y este en nuestra conducta. Aunque es innegable que las emociones son parte de nuestro ser, estas son pasajeras y no constituyen la parte más profunda ni real de nuestra persona. Además, hoy en día existen multitud de técnicas eficaces para aprender a gestionar correctamente las emociones. Por lo tanto, ni estamos predeterminados por ellas, ni son parte de nuestra esencia más profunda.

 

Las emociones son fenómenos temporales como lo son las tormentas. Siempre pasan, y el imperturbable firmamento reaparece porque en realidad siempre estuvo allí, a pesar de lo escandaloso que haya podido haber sido el fenómeno meteorológico (o psicológico).

 

Por lo tanto, como diría Eckhart Tolle, autor de El poder del ahora“no te tomes tus emociones demasiado en serio”. Estas solo se instalan si nos identificamos con ellas y dejamos que se posesionen de nosotros.

 

3.    Eres mucho más que aquello que te limita.

 

Hay otras variables que pueden estar impidiéndote conectar con tu verdadera esencia y ser en el tiempo. Como muchas veces no sabemos quienes somos, tendemos a identificarnos con elementos espúreos. Por ejemplo, al identificarnos con nuestras habilidades o con el rol que ocupamos en la sociedad (soy inteligente, o soy tonto), posesiones (soy rico o pobre), logros o títulos (soy ejecutivo, doctor, o delincuente).

 

Todas estas condiciones van y vienen, y son relativas, no son más que máscaras que nos permiten ver lo que subyace a la misma, nuestro universo interior. Ser uno consigo mismo es ser uno en el tiempo y, por tanto, ser en el aquí y ahora.

Cómo conectar con el aquí y ahora.

 

Thich Nhat Hanh, uno de los maestros budistas zen más importantes y conocidos de nuestro tiempo, nos dice que “aunque no estemos hablando con alguien, leyendo, escuchando la radio, mirando la televisión o interactuando en Internet, la mayoría de las personas no nos sentimos centradas o en calma […]. Incluso mientras estamos sentados en quietud, sin recibir estímulos del exterior, seguimos manteniendo un interminable diálogo en nuestra cabeza”

 

Si queremos conectar con el aquí y ahora lo mejor que podemos hacer es centrar la atención en aquello que estamos haciendo. Nuestra mente tiende a divagar muy fácilmente. Disponemos de un potencial inmenso, pero está desperdiciado. Debemos simplificar y enfocarnos en lo que hacemos; te sorprenderá ver lo rápido que se esfuman los pensamientos automáticos cuando nuestra consciencia se centra con una tarea concreta. También podemos llevar a cabo técnicas que nos ayudarán en nuestro día a día. La meditación es una herramienta muy poderosa que, sin duda, nos aportará enormes beneficios para centrarnos y vivir el presente. En definitiva, hemos hablado de la importancia de conectarnos con el momento presente y vivir en paz y armonía, para ser verdaderamente auténticos y conectarnos con nuestra verdadera esencia, oculta tras la máscara de las prisas, las preocupaciones, los traumas. Quien sabe vivir en el presente, vive en la eternidad.

 

Aquí y ahora: cómo vivir en tu presente.

 

El malo, el bueno y el feo: el pasado, el presente y el futuro.

 

¿Dónde estás cuando no estás?

 

¿Qué crees que pasa cuando solo está tu cuerpo en el presente?

 

¿Quién va a devolverte el tiempo que no estuviste en el aquí y el ahora?

 

 

¿Dónde está tu presente?

 

Y es que el presente, la vida real, es lo que pasa mientras sigues ensimismado en el pasado o te anticipas al futuro.

 

El presente siempre está contigo, de hecho es el único que verdaderamente existe. Pareciera que solo lo sientes cuando tu adrenalina se dispara, pero no lo dudes, siempre ESTÁ, porque siempre ES.

 

Pareciera que solo las emociones intensas te lo hacen notar, cuando en realidad sigue ESTANDO Y SIENDO cuando enmudeces, cuando dejas que todo transcurra tal cual es, sin resistencia, sin juicio, sin metanálisis.

 

 

Tips para estar más en el aquí y el ahora.

Si respondiste afirmativamente a algunas de las preguntas del cuestionario anterior, es que el presente se te está escapando y apenas te das cuenta.

Puede que ni siquiera antes hubieras sido consciente; puede que lo fueras, pero no has tenido herramientas suficientes para anclarte en el aquí y ahora.

 

#Siente más, piensa menos.

 

Intenta disfrutar con todos tus sentidos de una experiencia (una comida, un atardecer, un sonido, una textura, un paisaje, un movimiento de un objeto, etc.), sin valorarla o pensar sobre ella, simplemente siéntela.

Tenderás a juzgarla, a valorarla. Oirás como tu cerebro emite alguna opinión al respecto. Déjalo estar, es al costumbre. Puedes estar sentado en un banco y vivir ese momento de forma más consciente, participando con todos tus sentidos: lo que escuchas, lo que hueles, lo que ves, lo que tocas, etc.

 

Y si te escuchas a ti mismo decir «¿Y ya está? ¿Solo esto?, entonces pasa a la recomendación siguiente. ¡Vuelve al presente, y no analices más!

#Vuelve.

 

Cuando te sorprendas a ti mismo rebobinando una escena de tu pasado, piensa realmente lo que estás dejando de vivir en ese instante por retrotraerte a algo que ya no está y que no se puede modificar. Vuelve a tierra, lo que ocurre aquí y ahora es lo único real, el resto ya no existe.

Permítete irte y volver. Simplemente redirige tu foco de nuevo al instante presente, sin más.

 

#Vive además de planificar.

 

Ponerse objetivos  e invertir un tiempo en planificar los pasos a seguir para su consecución es un aliciente para el cambio y la evolución, sin duda. Sin embargo, no te olvides de disfrutar en el proceso, empieza a pasártelo bien desde el minuto uno en el que diseñas el boceto de lo que vas a vivir dentro de un tiempo. Procura que tu presente tenga un sentido por sí mismo, que no se convierta sólo en un medio para alcanzar algo futuro.

 

Cada día tiene su función, y no se trata de gastarlo, sino de invertirlo y sacarle provecho. La mente es un recurso prodigioso que no tiene que utilizarse continuamente.

 

#Conecta con tu emoción presente, sea la que sea.

 

A veces tendrás que pasar por un periodo complicado. Puede que te toque sentir dolor, rabia, tristeza o miedo. Puede que tiendas a evitar esa emoción, negarla o incluso concentrarte constantemente en cuándo dejarás de sentirla. Déjala estar, piensa que tiene su razón de ser y alguna función o aprendizaje subyace. En cualquier caso, es el sentimiento que pertenece a este fragmento de tu vida aquí y ahora. Una emoción puede ayudarte a anclarte en tu momento presente. Si además lo que te invade es alegría, satisfacción, ternura, ilusión, etc. te será más fácil dedicarle unos instantes de consciencia. Lo que sientes hoy, aquí y ahora, es una señal de que estás vivo.

 

#Busca un momento para hacer «no hacer»

 

Suena extraño, lo sé, pero es difícil encontrar momentos para no hacer nada. Y cuando los encuentras, te sientes raro así, sin más, dejando que transcurra segundo a segundo y asistiendo como espectador y protagonista a ello. Pareciera como si tuvieras que hacer constantemente algo. Hasta el ocio se suele plantear como una sucesión de actividades encadenadas que dificultan la atención plena en el presente. Rescata algún instante para tu desconexióndeja que tu mente se vacíe, sin juzgarte por ello. Crea algún paréntesis que no te obligue a ser productivo, simplemente permítete estar en el mundo con los otros, tal y como tú eres, sin necesidad de hablar, realizar o expresar.

 

LECTURAS RECOMENDADAS:

No puedo cambiar el pasado pero el presente está en mis manos

Vivir el presente nos acerca a caminar por el sendero de la felicidad. El pasado y el futuro son ilusiones que nos bloquean el caminar.

 

aquí y ahoraemocionesmindfulnesspresente

 

Escrito y verificado por el psicólogo Bernardo Peña Herrera el 13 febrero, 2020.

Última actualización: 13 febrero, 2020

Terapia de validación afectiva: la comunicación con personas con deterioro cognitivo

Declinismo o retrospección idílica: el pasado siempre fue mejor

 

Recuerdos, los ladrillos que edifican nuestra vida

5 hábitos que empobrecen tu mente

 

¿Nunca te cansas de fingir que todo está bien?

Cómo ayudar psicológicamente a nuestros mayores durante la pandemia

Una nueva forma de relacionarse con las emociones (Terapia de aceptación y compromiso)

Cómo fomentar la autoestima en tus hijos

Nadie pierde por dar amor, pierde quien no sabe recibirlo

El valor de enseñar a los niños a decir "gracias", "por favor" o "buenos días"

El mejor estado de la vida no es estar enamorados, es estar tranquilos

Trata a tus hijos como te gustaría ser tratado y no te equivocarás

Cría niños sin límites, y te "sacarán los ojos"

1 comentario: