SAÙL ARMANDO LLAMAS LÒPEZ
El
trastorno bipolar solía conocerse como trastorno maníaco depresivo. Como el
antiguo nombre sugiere, alguien con trastorno bipolar tendrá severos cambios
del estado de ánimo. Estos cambios duran normalmente varias semanas o meses y
van más allá de lo que la mayoría de nosotros experimenta. Estos cambios son:
Bajadas o depresiones Sentimientos de depresión intensa y desesperanza Subidas
o manías Sentimientos de felicidad extrema y aumento de actividad Mixtos Por
ejemplo, sentirse deprimido y al mismo tiempo tener la inquietud y el exceso de
actividad de una fase maníaca ¿Con qué frecuencia ocurre? Entre el 2 y el 4% de
la población tiene trastorno bipolar en algún momento de su vida, dependiendo
si incluimos también a los trastornos bipolares atípicos (espectro bipolar).
Generalmente empieza durante o después de la adolescencia. Es raro que empiece
después de los 40 años de edad.
Afecta
por igual a hombres y mujeres. ¿Qué tipos hay? Bipolar I: Ha habido al menos
una “subida” o fase maníaca que ha durado más de una semana. Algunas personas
con Bipolar I tendrán solamente fases maníacas, aunque la mayoría tendrá
también periodos de depresión. Bipolar II: Si se tiene más de una fase
depresiva severa pero solamente fases maníacas moderadas (llamadas hipomaníacas).
Otros trastornos bipolares: Si se tienen más de cuatro fases en un periodo de
doce meses. Afecta a 1 en cada 10 personas con trastorno bipolar y puede
ocurrir con los tipos I y II. Ciclotimia: Los cambios del estado de ánimo no
son tan intensos como en el trastorno bipolar completo pero pueden duran más.
La ciclotimia puede convertirse en trastorno bipolar completo. ¿Cuál es la
causa del trastorno bipolar? Actualmente se conoce que hay genes de riesgo para
padecer un trastorno bipolar.
Otros factores ambientales pueden también tener
relación con la aparición de este trastorno. ¿Qué se siente en un trastorno
bipolar? Depende de hacia dónde haya oscilado el estado de ánimo. Depresión: El
sentimiento de depresión es algo que todos vivimos de vez en cuando. Incluso
nos puede ayudar a reconocer y tratar de resolver problemas en nuestras vidas
pero en la depresión clínica o en el trastorno bipolar el sentimiento de
depresión es peor, continúa durante más tiempo y hace que sea difícil o
imposible afrontar el día a día. Cuando uno se deprime, puede notar los
siguientes cambios: Cambios Emocionales • Sentimientos de depresión que no
desaparecen. • Ganas de romper a llorar sin ningún motivo. • Perdida de
interés. • Ser incapaz de disfrutar nada. • Inquietud y nerviosismo. • Pérdida
de confianza en sí mismo. • Sentirse inútil, incapaz y sin esperanza. • Ideas
de suicidio. Cambios en el Pensamiento • Ser incapaz de pensar positivamente o
con esperanza. • No poder tomar decisiones simples. • Tener dificultad para concentrarse.
Cambios Físicos • Pérdida de apetito y de peso. • Dificultad en conciliar el
sueño. • Despertarse más temprano de lo normal. • Sentirse completamente
agotado. • Estreñimiento. • Pérdida de interés en el sexo. Cambios en el
Comportamiento • Dificultad en empezar o acabar cosas- incluso tareas diarias.
• Llorar mucho - o sentir que se quiere llorar pero sin poder hacerlo. • Evitar
la compañía de otras personas. Manía La manía generalmente es un sentimiento
extremo de bienestar, energía y optimismo, pero muchas manías no cursan con
alegría sino con irritabilidad. Puede ser tan intensa que afecte a tu manera de
pensar y de juzgar.
Puedes creer cosas extrañas de ti mismo, tomar
malas decisiones y comportarte de manera vergonzosa, dañina y a veces peligrosa.
Como la depresión, puede hacer difícil o imposible afrontar el día a día de
manera efectiva. Una fase maniaca puede afectar tanto a las relaciones
personales como a la vida profesional. Cuando no es tan extrema se llama
“hipomanía”. Cuando uno sufre manía, puede notar los siguientes cambios:
Cambios Emocionales • Estar muy feliz y excitable. • Sentirse irritable hacia
otros que no comparten su optimismo. • Sentirse más importante de lo normal.
Cambios en el Pensamiento • Estar lleno de ideas nuevas y emocionantes • Ir de
una idea a otra con rapidez. • Oír voces que otros no pueden oír. Cambios
Físicos • Sentirse lleno de energía. • Disminución de la necesidad de dormir. •
Tener mayor interés en el sexo.
Cambios en el Comportamiento • Hacer planes grandiosos
y poco realistas • Estar Muy activo, moviéndose rápidamente de un lado para
otro. • Comportarse de manera distinta a lo normal. • Hablar con rapidez (a
otras personas les cuesta entender de qué se está hablando). • Tomar decisiones
extrañas sin darles la debida consideración, a veces con devastadoras
consecuencias. • Derrochar dinero. • Tratar con exceso de confianza o criticar
a otras personas. • Estar, en general, desinhibido. Si uno se encuentra en
medio de una fase maníaca por primera vez, puede ser que no se dé cuenta de que
algo va mal- aunque sí lo hagan amigos, familiares y compañeros.
La persona se puede sentir ofendida si alguien
intenta hacérselo notar. Gradualmente se pierde contacto con asuntos cotidianos
y con los sentimientos de los demás. Síntomas psicóticos Si una fase maníaca o
depresiva es suficientemente severa se pueden tener “síntomas psicóticos”. • En
fases maníacas, donde son muy frecuentes, los síntomas tienden a ser ideas
grandiosas sobre uno mismo, que se tiene una misión importante que cumplir o
que se poseen poderes y aptitudes especiales. • En fases depresivas, se puede
sentir que uno es excepcionalmente culpable, que es peor que nadie, o incluso
que ha dejado de existir. Además de estas creencias extrañas también se pueden
tener alucinaciones (cuando se oyen, huelen, sienten o ven cosas pero no hay
nada o nadie para justificarlo). Tratamientos Hay cosas que uno puede intentar
para evitar que sus cambios de estado de ánimo se conviertan en episodios
completos de manía o depresión. Los mencionaremos más abajo, pero a menudo la
medicación todavía es necesaria para: mantener el estado de ánimo estable
(profilaxis) y tratar una fase maníaca o depresiva. Medicamentos para
estabilizar el estado de ánimo: el litio Hay varios estabilizadores del estado
de ánimo, muchos de los cuales también se usan para tratar la epilepsia.
El litio (una sal que existe en la naturaleza)
fue el primer estabilizador del estado de ánimo eficaz. El litio se ha usado
como estabilizador del estado de ánimo durante más de 50 años. Se puede usar
tanto para tratar fases maníacas como fases depresivas. El tratamiento con
litio debe ser iniciado por un psiquiatra. Lo complicado es conseguir el nivel
de litio correcto en el cuerpo, pudiendo tardar tres meses o más en actuar
debidamente. Lo mejor es continuar tomando las pastillas, incluso si los
cambios de estado de ánimo continúan durante ese período. (Consenso de expertos
sobre propuestas de información al paciente en tratamiento con sales de litio.
https://doi.org/10.1016/j.rpsm.2019.11.001). Análisis de sangre: Al principio
se necesitan análisis de sangre cada pocas semanas para asegurarse de que el
nivel de litio en la sangre es el adecuado.
Los análisis se necesitan de por vida si se
continúa tomando litio pero serán menos frecuentes después de los primeros
meses. Como cuidarse mientras se toma litio: Se debe tomar una dieta
equilibrada. • Beber líquidos sin azúcar con frecuencia. Ayudará a mantener las
sales y líquidos corporales en equilibrio. • Comer con regularidad – esto
también ayudará a mantener el equilibrio corporal. • Vigilar la cafeína – en el
té, café o refrescos de cola. Hace orinar más, por lo que puede alterar los
niveles de litio. Otros estabilizantes del estado de ánimo Aunque el litio todavía
es, con toda probabilidad, el estabilizante de estado de ánimo más eficaz, haz
otros medicamentos que se pueden discutir con el psiquiatra. -Es posible que el
valproato de sodio, un antiepiléptico, actúe con la misma eficacia, pero no
tenemos aún suficiente evidencia para estar seguros. No debería recetarse a
mujeres en edad fértil. -La carbamacepina es algo menos eficaz. Su uso no está
normalmente recomendado en el trastorno bipolar, pero si funciona no se
necesita cambiarla. Depresión maníaca:
síntomas, causas y tratamientos.
Un ejemplo de que los síntomas de los
trastornos mentales pueden fluctuar a lo largo del tiempo.
Depresión maníaca: este concepto, apenas
utilizado hoy en día, hace referencia a uno de los trastornos del estado del ánimo más comunes y
conocidos después de la depresión.
Se trata de una de las antiguas denominaciones
que tiene el actualmente conocido como trastorno bipolar. Aunque para algunos
esta denominación pueda tener connotaciones incluso románticas, lo cierto es
que se trata de un trastorno que genera un elevado sufrimiento y que puede
provocar graves alteraciones en la vida diaria de quien lo padece, siendo
imprescindible su tratamiento.En este artículo veremos qué es la depresión maníaca,
qué causas se le atribuyen y algunos de los principales tratamientos aplicados.
Artículo relacionado: "Los 16 trastornos mentales más comunes"
¿Qué es
la depresión maníaca?
La depresión maníaca, la psicosis
maníaco-depresiva o el trastorno bipolar. Estas distintas denominaciones han
surgido en contextos históricos diferentes en los que también prevalecían
orientaciones y corrientes de pensamiento distintas, si bien en la práctica
hacen referencia al mismo trastorno.
Concretamente, en todos los casos se está
haciendo referencia a un trastorno mental categorizado dentro de los trastornos
del estado del ánimo y que se caracteriza por la presencia de uno o más
episodios de manía y/o hipomanía en alternancia o en ausencia de episodios depresivos.
Así, en este trastorno el estado de ánimo puede
pasar de episodio de máxima exaltación y aumento de la actividad y la energía a
un estado de profunda tristeza, desesperanza y pasividad. Dicha fluctuación puede darse seguida o
separada por un período asintomático, y el paso de uno a otro
polo puede darse en cortos períodos de tiempo.
Quizás te
interese: "¿Existen
varios tipos de depresión?"
Tipos de trastorno
bipolar o depresión maníaca.
Existen dos tipos básicos de trastorno bipolar:
en el tipo 1 se presenta como mínimo un episodio maníaco o mixto, que puede
producirse venir precedido o seguido por un episodio depresivo mayor. Sin
embargo esto último no es imprescindible para el diagnóstico. En lo que
respecta al trastorno bipolar tipo 2, se exige para su diagnóstico la presencia
de uno o más episodios depresivos mayores junto con al menos un episodio
hipomaníaco, sin que se dé en ningún caso un episodio maníaco o mixto. En los episodios maníacos aparece un estado
de ánimo expansivo, eufórico o incluso irritable en que se da
un gran nivel de agitación y actividad durante casi todo el día durante al
menos una semana. En este estado suele aparecer sensación de grandiosidad
(pudiendo llegar al delirio), logorrea, fuga de ideas o sensación de que se
pierde el hilo del pensamiento, taquipsiquia, distraibilidad, desinhibición,
agresividad, alucinaciones y tendencia al riesgo y a no valorar las
consecuencias de los propios actos. Los síntomas hipomaníacos son semejantes,
pero no tienen tanta gravedad, no pueden darse síntomas como alucinaciones y
delirios y se dan durante al menos cuatro días.
En los episodios depresivos se da un estado de
ánimo bajo y/o pérdida de interés y de la capacidad de sentir placer junto a
otros síntomas como desesperanza, falta de energía y pasividad, alteraciones de la alimentación y el sueño,
fatiga o pensamientos de muerte o suicidio durante al
menos dos semanas.
Efectos
de los síntomas.
Los síntomas antes referidos, se alternen o no
episodios maníacos y depresivos, generan una gran cantidad de repercusiones en
el sujeto que pueden alterar y limitar una gran variedad de elementos y
dominios vitales.
A nivel académico y laboral la existencia de
episodios puede afectar a la capacidad de elaborar y seguir planes, disminuir
el rendimiento o generar conductas conflictivas o improductivas, así como
disminuir la capacidad de concentración del sujeto. También es posible que tenga
dificultades a la hora de valorar aspectos como el valor y uso del dinero debido a la extrema impulsividad que puede
llegar a presentarse.La esfera social también puede verse
afectada. En fase maníaca el sujeto puede mostrar una sexualidad desinhibida y/o
ser irritable e incluso agresivo, presentar delirios de grandeza y conductas
antisociales, a la par que en fases depresivas es posible que pierda el interés por
relacionarse.
En cualquier caso uno de los aspectos con los
que mayor cuidado debe tenerse es con la posibilidad de suicidio. De hecho, la
depresión maníaca es uno de los trastornos mentales en los que se presenta un
mayor riesgo de suicidio.
Artículo relacionado: "Pensamientos suicidas: causas, síntomas y terapia"
Posibles
causas.
Si bien el origen de la depresión maníaca no
está totalmente claro, las explicaciones propuestas parten por lo general de
factores de origen biológico muy semejantes a los de la depresión. Se propone
la existencia de desequilibrios en la síntesis y recaptación de neurotransmisores.
Concretamente se ha observado que los niveles
de noradrenalina disminuyen durante los episodios depresivos y aumenta en los
maníacos. Ocurre lo mismo con la dopamina. En lo que respecta a la serotonina se encuentra en proporciones
más bajas de lo habitual en ambos tipos de
episodios.
Estructuras como la amígdala se encuentran alteradas, y
también se observa una hipoperfusión en diferentes áreas cerebrales en los
distintos tipos de episodios (llega menos sangre de la que debería al
frontotemporal en manía y al prefrontal izquierdo en la depresión). Asimismo,
se ha propuesto que la sintomatología bipolar o maníaco-depresiva puede estar
relacionada con problemas en el transporte de la señal nerviosa.
El ambiente también participa en su génesis,
desestabilizando los acontecimientos estresantes el ritmo biológico. Además,
también se propone al igual que en la depresión la existencia e influencia
de distorsiones cognitivas que
generan esquemas disfuncionales. La tríada cognitiva de
pensamientos respecto a uno mismo, el mundo y el propio futuro oscilaría entre
los pensamientos negativos depresógenos y otros expansivos y glorificados.
Tratamientos.
El tratamiento de la depresión maníaca o
trastorno bipolar exige un enfoque multidisciplinar. El principal objetivo del
tratamiento es conseguir mantener estable el ánimo. Para ello a nivel farmacológico se
usan estabilizadores del ánimo, siendo el principal de
ellos las sales de litio. Esta sustancia tiene un mecanismo de acción poco
conocido pero por norma general de gran eficacia, basado en su modulación de la
transmisión sináptica. Una vez estabilizado el sujeto es necesario establecer
una dosis de mantenimiento que permite prevenir nuevas crisis.
Sin embargo el tratamiento farmacológico puede conllevar efectos secundarios
molestos. Es por ello necesario aplicar estrategias como la
psicoeducación de cara favorecer la adherencia. También se puede enseñar
estrategias de autoevaluación del estado y los síntomas que pueden avisar de la
llegada de una crisis y evitar que estas se produzcan. El trabajo con el
entorno también es esencial, de cara a que los familiares del afectado conozcan
el porqué de determinadas actitudes y conductas, se resuelvan problemas
relacionales y puedan contribuir a ayudar al afectado y que sepan identificar
posibles síntomas. El sujeto con depresión maníaca puede beneficiarse de otros
tratamientos psicológicos empleados en la depresión, como la terapia cognitiva de Beck.
Asimismo, existe la terapia interpersonal y del
ritmo social como un tratamiento basado en la regulación de los biorritmos y
las relaciones personales que puede resultar de ayuda para los sujetos con este
trastorno.
En algunos casos especialmente graves, y
especialmente en los casos en que existen síntomas maníacos severos, síntomas
psicóticos o riesgo de suicidio inminente, se ha aplicado con éxito la terapia electroconvulsiva (que
en la actualidad se aplica de forma controlada, con sedación y monitorización).
Artículo relacionado: "La Terapia Cognitiva de Aaron Beck"
Tópicos
Referencias
bibliográficas:
American Psychiatric Association. (2013).
Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Quinta edición.
DSM-V. Masson, Barcelona.
Belloch, Sandín y Ramos (2008). Manual de
Psicopatología. McGraw-Hill. Madrid.
Santos, J.L. ; García, L.I. ; Calderón, M.A. ;
Sanz, L.J.; de los Ríos, P.; Izquierdo, S.; Román, P.; Hernangómez, L.; Navas,
E.; Ladrón, A y Álvarez-Cienfuegos, L. (2012). Psicología Clínica. Manual CEDE
de Preparación PIR, 02. CEDE. Madrid.
Welch, C.A. (2016). Electroconvulsive
therapy. In: Stern TA, Fava M, Wilens TE, Rosenbaum JF, eds. Massachusetts
General Hospital Comprehensive Clinical Psychiatry. 2nd ed. Philadelphia, PA:
Elsevier.
-Medicamentos antipsicóticos atípicos (como la
olanzapina) también pueden actuar como estabilizantes del estado de ánimo.
Producido por el consejo editorial de educación pública del Royal College of
Psychiatrists. Editor de la serie: Dr. Philip Timms. Crítica experta: Dr.
Sophie Frangou. Consejo de redacción: Dr. Ros Ramsay, Dr. Martin Briscoe,
Deborah Hart. Aportación por parte de usarios y cuidadores: Comité de pacientes
y cuidadores del Royal College of Psychiatrists. IIlustraciones de Lo
Cole/inkshed.co.uk Última actualización: marzo de 2021, a cargo de la Dra. Ana
González-Pinto. Diciembre 2007. Traducido por el Dr. Ignasi Agell, Febrero
2010. Revisión a cargo de la Dra. Neli Parga y la Dra. Carmen Pinto. Este
folleto está disponible gracias a la generosidad del Charitable Monies
Allocation Committee de la organización benéfica St Andrew’s, Northampton.
(Registered charity number 1104951). © December 2010 Royal College of Psychiatrists.
Este folleto puede ser descargado, imprimido, fotocopiado y distribuido
gratuitamente y sin ánimo de lucro siempre y cuando se le dé al Royal College
of Psychiatrists el crédito debido. Permiso para reproducirlo de cualquier otra
manera debe obtenerse del Jefe de Publicaciones. El Colegio no permite que sus
folletos aparezcan en otros sitios web pero permite que se pongan enlaces
directos. Un abanico de materiales para cuidadores de personas con problemas de
salud mental también ha sido producido por la campaña Partners in Care. Pueden
ser descargados desde www.partnersincare.co.uk
Psicólogo en Barcelona | Redactor especializado
en Psicología Clínica
Barcelona
Graduado en Psicología con mención en
Psicología Clínica por la Universidad de Barcelona. Máster en Psicopedagogía
con especialización en Orientación en Educación Secundaria. Cursando el Máster
en Psicología General Sanitaria por la UB.
AGRADEZCO A PERIODISMO NAYARITA, SUS AMABLES ATENCIONES.
ResponderEliminarGracias Sr. Enrique, por sus gentilezas y apoyo recibido.
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